La carta - William Wyler (1940)

Letter, carta, William, Wyler* Título original - The Letter
* Año - 1940
* Duración - 91 min.
* País - Estados Unidos
* Director - William Wyler
* Guión - Howard Koch (Teatro: W. Somerset Maughan)
* Música - Max Steiner
* Fotografía - Tony Gaudio
* Montaje - George Amy y Warren Low
* Producción - Hal B. Wallis
* Productora - Warner Bros. Pictures. Productor: Hal B. Wallis
* Género - Drama, Cine negro, Remake
* Reparto - Bette Davis, Herbert Marshall, James Stephenson, Frieda Inescort, Gale Sondergaard, Bruce Lester, Elizabeth Earl, Cecil Kellaway, Victor Sen Yung, Doris Lloyd, Willie Fung, Tetsu Komai


William Wyler dirige esta magnífica cinta de cine negro cuyo guion, de Howard E. Koch, está basado en la obra de teatro homónima de 1927, escrita por W. Somerset Maugham y que ya había dado lugar a otra película del mismo título dirigida por Jean de Limur y estrenada en 1929. Un excelente trabajo donde destaca la brillante fotografía en blanco y negro de Tony Gaudio y la grandiosa interpretación de Bette Davis, algo a lo que nos mal acostumbró durante toda su carrera. Cine en estado puro.

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Sinopsis: En una noche de luna llena, Leslie (Bette Davis), la esposa del administrador Robert Crosbie (Herbert Marshall), mata de varios disparos a un hombre en la puerta de su casa alegando que ha sido en defensa propia ya que el hombre, conocido del matrimonio Crosbie, ha intentado propasarse con ella llegando a ponerse violento. De su defensa se encarga Howard (James Stephenson), intimo amigo de su marido, aunque todo se complicará cuando aparezca una carta que puede echar por tierra la versión de Leslie.

El director: William Wyler nació en Mulhouse, hoy perteneciente a Francia, pero por aquellos entonces a Alemania, un 1 de julio de 1902. Tras educarse en Lausana (Suiza) y estudiar violín en el Conservatorio de París, se trasladó a los Estados Unidos en 1921.

Letter, carta, William, WylerWyler dirigió películas de todo tipo, sin ningún tipo de tema que fuera su marca personal en el cine. Pero sus películas estaban siempre bien hechas, resultaban bellas y su forma de rodar era reconocible, incluyendo innovaciones como la profundidad de campo (luego usada por Welles). Era conocido por realizar decenas de tomas de cada una de las escenas de sus películas, y por exigir gran control sobre la historia, las localizaciones y el personal de cada producción.

Durante unos años fue un director no muy bien considerado, algo que el tiempo acabó por cambiar. De su primera etapa destacan títulos como ' Jezabel' (1938), 'Cumbres borrascosas' (1939), 'La Carta' (1940), 'The Westerner' (1940) y 'La loba' (1941). Bette Davis dijo en varias ocasiones que fue el único director que supo dirigirla correcta y completamente.

En los años 50 y 60 dirigió varias películas muy aclamadas por la crítica, entre las que cabe destacar 'Detective Story' (1951) galardonado en Cannes con el premio de mejor actriz para Lee Grant; 'Vacaciones en Roma' (1953) que presentó a Audrey Hepburn al público estadounidense y le llevó a ganar su primer Óscar; 'La heredera', que hizo ganar a Olivia de Havilland su segundo Óscar, 'La gran prueba' (1956), con el cual Wyler ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y 'Ben-Hur', con la que consiguió todos los Óscar de la edición de 1959; los once premios que ganó sólo han sido igualados dos veces, por 'Titanic' en 1997 y 'El Señor de los Anillos: el retorno del Rey' en 2003. Posee 4 Oscars, 3 como Mejor director por 'La señora Miniver', 'Los mejores años de nuestra vida' y 'Ben-Hur', además del Premio Irving G. Thalberg a toda su carrera.

La película: Hablar de 'La carta' es hablar del magnífico tándem que formaban el director William Wyler y la actriz Bette Davis, que a lo largo de la historia de este arte nos dejó otro par de trabajos, 'Jezabel' (1938) y 'La loba' (1941), ambos igualmente recomendables. De la hora y media que dura el film no podemos decir que le sobre un solo minuto, una sola toma, un solo diálogo. Todo está perfectamente estructurado y planificado para que así sea, algo que caracteriza a este brillante director que tanto hizo por el cine.

A el le debe Bette Davis gran parte de la inmortalidad que alcanzó con trabajos como el que aquí nos ocupa, hechos a su medida para que brillase como lo que era, una de las mejores actrices que ha pisado un estudio en toda la historia. El director, famoso por ser minucioso hasta la saciedad, exprime al máximo el elegante y brillante guión resultante de la adaptación que Howard Koch realizó de la obra de teatro de W. Somerset Maughan, con la que comparte nombre la película.

Dicho guión no solo nos regala diálogos brillantes y una historia en la que la intriga y el suspense nunca flojean o nos abandona, sino que es capaz de poner encima de la mesa temas tan trascendentales para los seres humanos como el amor, la amistad, la infidelidad, el engaño, la duda, el sentimiento de culpa y, como no podía ser de otra forma, los celos. He de confesar que nunca tuve la suerte de disfrutar la obra de teatro, pero con toda seguridad, lo haría con los ojos cerrados.

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Y claro, a un perfeccionista como el señor Wyler le das un guión de semejante calidad y es capaz de hacer con el maravillas como la que tenemos delante. Su uso de la cámara resulta esplendido en todo momento, como cuando nuestra protagonista, una Leslie magistralmente interpretada por Bette Davis, relata lo sucedido a su esposo junto a dos amigos (uno de ellos acabará haciéndose cargo de su defensa). Mientras ella cuenta lo sucedido, la cámara busca cada punto en el que ha pasado lo que cuenta, de forma muy parecida a como el maestro Hitchcock lo hace en 'La soga', en la famosa escena en la que el sospechoso habla con la policía en el apartamento, o el maravilloso plano secuencia que el director nos regala a la media hora de película, en la entrevista entre Leslie y Howard, su abogado al que da vida James Stephenson, en la peculiar sala de visitas de la cárcel. Son solo dos ejemplos, aunque podría mencionar varios mas.

Otra de las cosas que hay que valorar de 'La carta', es la espléndida fotografía de Tony Gaudio ('El caballero Adverse', 'Kid Galahad', 'Robin de los bosques' o 'El último refugio'). Su dominio de los contrastes y el juego que hace con las luces y sombras son de una belleza incuestionable. Destacar las imágenes filmadas en penumbra y en las que solo la luz de la luna ilumina a los protagonistas. Una maravilla para los sentidos, al igual que la magnífica banda sonora compuesta por Max Steiner ('Desde que te fuiste', 'La extraña pasajera' o 'El delator', las 3 ganadoras del Oscar), un compositor austriaco considerado, junto con Victor Young y Alfred Newman, como el padre del sinfonismo clásico estadounidense.

En cuanto a las interpretaciones se refiere, destaca por encima de todas la de una Bette Davis deslumbrante, que aquí realiza uno de los mejores papeles de su carrera, que no es decir poco en una actriz de tal magnitud. Tiene la capacidad innata de transmitir un cambio de estado de animo con tan solo un gesto, algo al alcance de muy pocos. Junto a ella brilla James Stephenson, que interpreta con enorme maestría al abogado que la defiende, amigo intimo también de su esposo, al que interpreta de forma correcta Herbert Marshall, aunque sin llegar a la genialidad de los dos anteriormente mencionados.


Como curiosidad comentaros que la película estuvo nominada a siete estatuillas (Mejor película, actriz principal, director, fotografía, música, actor de reparto y montaje), aunque tuvo la mala fortuna de competir con la brillante 'Rebeca' de Hitchcock, que le arrebató los entregados a la mejor película y a la mejor fotografía en blanco y negro, la excelente 'Historias de Filadelfia' de George Cukor(Mejor guión adaptado), 'Las uvas de la ira' de John Ford (Mejor director), 'El forastero' de William Wyler (Mejor actor de reparto para Walter Brennan) o 'Espejismo de amor' de Sam Wood (Mejor actriz principal para Ginger Rogers), por lo que al final se vino de vacío.

Conclusión: Puede que haya quien os diga que estamos ante un trabajo que puede resultar previsible, o que podría haberse desarrollado mas la parte del juicio o la posterior hasta su final, pero lo que no creo que nadie haga sea negar la enorme calidad de este trabajo en todos y cada unos de sus aspectos. Por ello no debéis dejarla pasar si no la habéis visto, ni dejar de volver a disfrutarla si tenéis la ocasión. Esto es cine, huele a cine y brilla como el cine, por lo que debería ser de obligada visión para los amantes de este arte. Disfrútenla y después me cuentan, no se arrepentirán. Sean felices, que no es poco.



Fuentes consultadas: Wikipedia, Filmaffinity, Imdb y Youtube

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