Stromboli, tierra de Dios - Roberto Rossellini (1950)

Stromboli,  Roberto, RosselliniTítulo original - Stromboli, terra di Dio
Año - 1950
Duración - 107 min.
País - Italia
Director - Roberto Rossellini
Guión - Sergio Amidei, Gian Paolo Callegari y Roberto Rossellini
Música - Renzo Rossellini
Fotografía - Otello Martelli
Montaje - Roland Gross y Alfred L. Werker
Producción - Roberto Rossellini
Productora - Coproducción Italia-Estados Unidos; Berit Films / Bero Productions / RKO Radio Pictures
Género - Drama, Neorrealismo
Reparto - Ingrid Bergman, Mario Vitale, Renzo Cesana, Mario Sponzo, Roberto Onorati, Gaetano Famularo


Dicen que la actriz Ingrid Bergman envió una carta al realizador Roberto Rossellini expresándole la admiración por su obra y el deseo de trabajar con él. Tras ella llegó una fructífera y controvertida relación (ambos estaban casados) que ha pasado a la historia del cine, cuyo primer retoño, cinematográficamente hablando, fue esta Stromboli, tierra de Dios. Un trabajo que retrata la dureza de la posguerra, la soledad de muchos de sus supervivientes y como la desesperación lleva al ser humano a tomar decisiones que no siempre son las mas correctas. Un trabajo a camino entre la época neorealista del director italiano y la dirección que posteriormente tomaría su cine, que exige la comprensión del contexto histórico donde está rodada para ser justamente valorado.

Stromboli,  Roberto, Rossellini

Sinopsis: Karin (Ingrid Bergman) es una exiliada lituana en Italia que lucha por escapar y olvidar la soledad que se ha apoderado de su vida tras la guerra. Tras intentar emigrar a Argentina, siendo rechazada su solicitud por las autoridades, la desesperación la hace aceptar casarse con Antonio (Mario Vitale), un prisionero de guerra que conoce tan solo a través de una alambrada, que le habla de la isla donde vive y le ofrece una oportunidad de futuro. Pero tras llegar a Stromboli, la pequeña isla donde Antonio vive y trabaja como pescador, descubre que la vida en ella no es lo que imaginaba, encontrando una tierra inhóspita, dominada por un volcán y habitada por gentes muy diferentes a ella, que no se lo pondrán nada fácil.

El director: Roberto Rossellini fue un cineasta italiano nacido en Roma, Italia, el 8 de mayo de 1906, considerado como uno de los principales exponentes del neorrealismo italiano. Debutó con Un piloto regresa (1942), la primera de la llamada Trilogía Fascista, que se completa con La nave blanca (1942) y L'uomo dalla croce (1943). Tras ella llegó la Trilogía Neorrealista, formada por Roma, ciudad abierta (1945), Paisà (Camarada) (1946) y Alemania, año cero (1948). Del resto de su filmografía, que abarca mas de 30 títulos entre cine y televisión, podemos destacar varias: Deseo (1946), El amor (1948), Francisco, juglar de Dios (1950), Europa '51 (1952), Nosotras las mujeres (1953), Dov'è la libertà...? (1954), Juana de Arco (1954), Ya no creo en el amor (1954), Te querré siempre (1954), El general de la Rovere (1959), Fugitivos en la noche (1960), Ro.Go.Pa.G. (Rogopag) (1963), La toma del poder por parte de Luis XIV (1966), Sócrates (1971) y Blaise Pascal (1972), las dos últimas realizadas para televisión.

La película: La oscura actualidad en el planeta está encabezada una vez mas por varios conflictos bélicos y la triste historia de los refugiados que estos han creado, entre los que está el de millones de sirios que luchan por huir de uno de ellos, además de la, como poco, bochornosa forma en la que esta está siendo tratada por medio mundo, y en especial por una Comunidad Económica Europea que parece haber tardado muy poco en olvidar su pasado reciente, repleto de sangrientas dictaduras y continuos conflictos que hicieron de Europa un lugar asolado por la miseria y necesitado de la ayuda internacional. Creo por tanto que estamos ante un momento inmejorable para poder comprender la película que hoy nos ocupa, una historia imposible de valorar con justicia si la sacamos del contexto en el que se desarrolla, uno que por desgracia se repite una y otra vez en la historia y que lamentablemente se seguirá repitiendo.

Stromboli,  Roberto, Rossellini

Digo esto porque, desde un primer momento, la forma de proceder de su principal protagonista puede parecer un tanto impulsiva y egoísta, sobre todo si no tenemos en cuenta las razones que tiene para comportarse como lo hace. La película no nos cuenta lo que ha sufrido hasta llegar a su comienzo, algo que con el paso de los años se antoja fundamental. Stromboli, tierra de Dios es un retrato de una huida hacia ninguna parte, de la desesperación y la soledad de una mujer atormentada por el inevitable rumbo que ha tomado su vida y de su lucha por mantener sus señas de identidad y volver a sentirse libre. Su guión, obra de Sergio Amidei, Gian Paolo Callegari y el propio Roberto Rossellini, intenta mostrar en la persona de Karin la lucha constante del ser humano por sobrevivir, algo que consigue con nota.

No podemos, por tanto, esperar en ella muchas alegrías, ni momentos de excesiva felicidad, algo claramente escenificado en la persona de su protagonista, a la que rara vez vemos esbozar una sonrisa durante todo el metraje. El drama se torna como principal y único protagonista, acentuado por el tono que el director imprime a la historia y el desolado escenario en el que esta transcurre, una solitaria isla que hace las veces de prisión, donde la vida resulta monótona y de una dureza indiscutible, donde las costumbres de sus gentes son arcaicas y rechazan cualquier tipo de salida de tono de lo que creen moralmente correcto, donde la mayoría de sus habitantes sueñan con poder emigrar y mejorar así su vida, todo ello bajo la estrecha mirada del amenazante volcán, que se alza en ella como si de un vengativo Dios se tratase.

En Stromboli se dan la mano el drama y el documental, mostrándonos imágenes de la pesca en la zona y de una erupción real del mencionado volcán. La fotografía fue obra de Otello Martelli (Paisà, Los inútiles, La strada, La dolce vita), un profesional con una carrera envidiable, colaborador de directores como Roberto Rossellini, Alberto Lattuada, Federico Fellini, Alessandro Blasetti, Giuseppe De Santis, Vittorio De Sica o Pier Paolo Pasolini. En ella destaca la casi nula utilización de espacios interiores, transcurriendo gran parte de la película en los paisajes naturales de la isla. El montaje corrió a cargo de Roland Gross y Alfred L. Werker, realizando un trabajo sobrio y muy eficiente, mientras que la banda sonora fue obra de Renzo Rossellini (Roma, ciudad abierta, Los hermanos Karamazoff, Spartacus, Calígula), el hermano menor y colaborador habitual del director. En esta ocasión he de decir que me parece un tanto recargada, aunque cumple con su cometido a la perfección.

Stromboli,  Roberto, Rossellini

En el reparto de la película hay que destacar la participación de bastantes actores y actrices no profesionales, aunque no podemos decir que no lo sean todos. El indiscutible protagonismo es entregado a Ingrid Bergman, que da vida a Karin, la desgraciada exiliada que abandona un campo de concentración para ir a vivir a una prisión natural en forma de isla. Se nota en todo momento los sentimientos que el realizador tiene hacia ella, algo que dio rienda suelta a auténticos ríos de tinta, sobre todo en Estados Unidos, mas preocupados por juzgar la vida privada del director y la actriz que en valorar la película en si, algo fácilmente comprobable viendo el parón que sufrió la carrera de esta allí, algo que llegó a su fin tras alzarse con el Óscar por su interpretación en Anastasia (1956). Junto a ella podemos destacar los papeles de Mario Vitale como Antonio, el joven que consigue que se case con ella, Renzo Cesana que interpreta al cura del pueblo y el de Mario Sponzo, que da vida a el hombre del faro, el único que parece comprenderla y estar dispuesto a ayudarla.

Conclusión: Como ya he intentado exponer con anterioridad, Stromboli, tierra de Dios es un trabajo que necesita ser visto teniendo un mínimo de comprensión de la situación y la época en la que transcurre. Un trabajo que no resulta fácil de ver para gran parte del público actual, en el que Roberto Rossellini realiza un fiel retrato de la sociedad italiana de la época y que tiene a la libertad como uno de sus principales protagonistas. Un homenaje del realizador al Neorealismo, con el protagonismo de una Ingrid Bergman que sería su musa dentro y fuera de la gran pantalla, en lo que fue el primer trabajo juntos de la controvertida pareja. Muy recomendable, siempre sabiendo a que nos enfrentamos. Sean felices, que no es poco.

Stromboli,  Roberto, Rossellini

Fuentes consultadas: Filmaffinitty, Imdb, Wikipedia y Youtube

No hay comentarios:

Publicar un comentario