Cazador blanco, corazón negro - Clint Eastwood (1990)

Cazador blanco, White Hunter, Clint EastwoodTítulo original - White Hunter, Black Heart
Año - 1990
Duración - 110 min.
País - Estados Unidos
Director - Clint Eastwood
Guión - Burt Kennedy, Peter Viertel y James Bridges, basado en la novela homónima de Peter Viertel
Música - Lennie Niehaus
Fotografía - Jack N. Green
Montaje - Joel Cox
Producción - Clint Eastwood
Género - Aventuras, Drama
Productora - Warner Bros. Pictures / Malpaso
Reparto - Clint Eastwood, Jeff Fahey, George Dzundza, Alun Armstrong, Marisa Berenson, Timothy Spall, Charlotte Cornwell, Boy Mathias Chuma, Mel Martin, Clive Mantle


Clint Eastwood dirigió, interpretó y produjo este fiel retrato que, con la escusa de la preparación del rodaje de La reina de África, nos muestra la personalidad y el complejo carácter del director John Huston, un personaje que vivió su vida al límite y que sirve como ejemplo de como eran algunas estrellas de Hollywood de los años dorados. Un trabajo muy recomendable, en el que el realizador da la importancia justa a personajes como Katharine Hepburn, Lauren Bacall o Humphrey Bogart, para centrarse el la figura de Huston y repasar esa añorada época en la que se filmaban las grandes producciones de Hollywood en África, con la dificultad que los medios de la época imponían. Para muchos resultará un trabajo incompleto, sobre todo si conoce las vicisitudes del posterior rodaje, pero lo cierto es que cumple con la función para la que se creó de forma sobresaliente, realizando además un repaso a la sociedad de la época.

Cazador blanco, White Hunter, Clint Eastwood

Sinopsis: Pete Verrill (Jeff Fahey) es reclamado por el realizador John Wilson (Clint Eastwood) para que de los últimos retoques al guión de su próxima película, para la que solo resta el visto bueno de los productores. Esta se desarrolla en África, por lo que lo invita a acompañarlo al continente para elegir las localizaciones mas idóneas para filmarla, aunque en realidad su principal objetivo dista mucho de ser ese, ya que está obsesionado con cazar un animal grande, el mas grande de todos, un elefante. El principal problema es que Sam Spiegel (George Dzundza), el productor de la película que conoce bien al realizador, enviará con ellos a Ralph Lockhart (Alun Armstrong), un hombre de confianza que lo tendrá informado de los movimientos de Wilson, lo que pondrá en peligro constantemente un proyecto que pende de un hilo.

El director: ¿Que decir a estas alturas de uno de los grandes de este arte? Tras debutar en 1955 con un pequeño papel en El regreso del monstruo, alcanzó la fama interpretando al Hombre sin nombre en la Trilogía del dólar, que dirigió Sergio Leone en la década de 60 y a Harry Callahan en la serie de películas de Harry el Sucio durante los 70 y 80. Desde 1967 Eastwood posee su propia productora de cine, Malpaso Productions, que ha producido la mayor parte de sus películas, debutando como director con Escalofrío en la noche (1971). Cazador blanco, corazón negro supuso un punto de inflexión en su filmografía, alejando al actor de sus típicos papeles de hombre duro, algo que fue bien recibido por gran parte de la crítica, pero no tanto por el público, no acostumbrado aún a esta nueva faceta. Su estreno fue limitado y su recaudación en taquilla bastante pobre, por lo que estamos ante uno de los trabajos menos conocidos y valorados del realizador.

La película: El universo de Hollywood tiene, como casi todas las cosas relacionadas con personajes influyentes en este mundo, una imagen al exterior que no siempre se corresponde con la realidad, mostrando sobre todo el glamour que tanto atrae al espectador, para dejar en segundo plano muchas de las excentricidades de unas estrellas que, en multitud de ocasiones, perderían gran parte de su encanto mostradas tal y como son en realidad. En el caso que nos ocupa, puede parecer que el director realiza una dura crítica a la personalidad del controvertido John Huston, pero la realidad es que incluso suaviza bastante la imagen de el que Peter Viertel muestra en su novela, ya que tampoco era su intención menospreciar la figura de uno de sus directores favoritos, tan brillante en su trabajo como difícil de soportar en su vida privada, sobre todo para quien no tenía mas remedio que trabajar a su lado.

Cazador blanco, White Hunter, Clint Eastwood

Su verdadera intención era mostrar todo lo que se esconde tras las luces de neón, los lujosos vestidos y las inolvidables noches de estreno, realizando un retrato del mundo del cine de Hollywood de la época y del ser humano en general, algo que consigue sin excesivos problemas. Pero claro, no es eso lo que muchos esperaban ver en este trabajo, mas intrigados por los avatares de un rodaje que transcurrió entre enormes dificultades y del que han corrido desde entonces auténticos ríos de tinta, o por como era la vida de los Bogart, Bacall o Hepburn, estrellas que conservan a día de hoy gran parte de la gloria que consiguieron en su momento con su trabajo, o incluso mas, convertidos en auténticas leyendas en el mundo del cine.

Y de paso realiza un merecido homenaje a ese cine que ya no se realiza, a esas superproducciones de enormes presupuestos que no se gestaban, como ocurre a día de hoy, en una pantalla de ordenador, sino que exigían la búsqueda de los escenarios propicios para cada toma, algo que en los casos de películas ambientadas en lugares inhóspitos, como las de el antiguo Egipto o las que transcurren en el África mas salvaje, suponía un enorme esfuerzo y un riesgo considerable, debido a las adversas condiciones del terreno y a los miles de problemas con que sus responsables debían de lidiar. También deja buenas pinceladas de como era el mundo entonces, recién finalizada la Segunda Guerra Mundial y en el comienzo del final del colonialismo en el continente africano.

Para ello Eastwood se rodeó de un gran equipo de profesionales entre los que destaca la fotografía de Jack N. Green (Un mundo perfecto, Malas compañías, Twister, Inocencia interrumpida), colaborador habitual del realizador con el que ha dirigido títulos como Sin perdón (1992), Los puentes de Madison (1995) o Poder absoluto (1997), entre otros. Se caracteriza por usar tonos mas oscuros a los habituales en trabajos realizados en África, aunque es algo a lo que el realizador ya nos tiene acostumbrados. El montaje fue obra de Joel Cox, mientras que la banda sonora fue realizada por el compositor, arreglista y saxofonista estadounidense Lennie Niehaus (El jinete pálido, El sargento de hierro, Bird, Los puentes de Madison), colaborador habitual de Eastwood hasta Deuda de sangre (2002), su último trabajo.

Cazador blanco, White Hunter, Clint Eastwood

En el reparto de la película, Clint Eastwood se cuidó mucho de que nada ni nadie hiciera sombra a la figura del realizador John Huston, al que en esta ocasión se le pone el nombre de John Wilson, siendo interpretado por el propio Eastwood, que realiza un trabajo a la altura de la estrella que retrata. Junto a el tenemos a Jeff Fahey como Pete Verrill, un actor que hace lo que puede pero que para mi representa la peor elección de todo el casting, ya que en ningún momento le hace ni sombra al protagonista. Otros papeles interesantes son para George Dzundza como Paul Landers, el productor de la película y Charlotte Cornwell como Miss Wilding, la secretaria de nuestro protagonista. Destacar también la elección de Marisa BerensonRichard Vanstone para interpretar a Humphrey Bogart y Katharine Hepburn, que aunque no tengan papeles excesivamente importantes en la película, si que son fácilmente distinguibles, algo muy de agradecer al no ser utilizados sus nombres reales.

Conclusión: Cazador blanco, corazón negro supone un pequeño repaso de Clint Eastwood a la personalidad de uno de sus directores favoritos, el bueno de John Huston al que, lejos de tan solo elevar a los altares, presenta como el hombre difícil y de enorme carácter que fue. Un trabajo altamente recomendable si sabemos a lo que nos enfrentamos, aunque queda lejos de lo que muchos espectadores esperaban de un film en el que se relatan parte de los avatares anteriores al rodaje de un clásico como La reina de África, y no el rodaje propiamente dicho. Cine dentro del cine muy diferente al que habitualmente se nos presenta, que merece la pena disfrutar para cualquier aficionado a este arte. Un trabajo injustamente menospreciado por muchos.


Cazador blanco, White Hunter, Clint Eastwood

Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube

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