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Dioses y monstruos (Gods and Monsters) - Bill Condon (1998)

Título original - Gods and Monsters
Año - 1998
Duración - 105 min.
País - Estados Unidos
Dirección - Bill Condon
Guion - Bill Condon, que adapta la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram
Música - Carter Burwell
Fotografía - Stephen M. Katz
Montaje - Virginia Katz
Producción - Clive Barker
Productora - Lionsgate, Showtime, BBC Films, Regent Entertainment, Gregg Fienberg
Reparto - Ian McKellen, Brendan Fraser, Lynn Redgrave, Lolita Davidovich, Kevin J. O'Connor, David Dukes, Brandon Kleyla, Pamela Salem, Michael O'Hagan
Género - Drama / Cine dentro del cine, Homosexualidad


Bill Condon fue el realizador encargado de llevar a la gran pantalla el guión con el que el mismo adapta la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram. Un sentido homenaje al realizador James Whale, recordado por llevar a la gran pantalla a la criatura creada por Mery Shelley, el inolvidable Frankenstein. Mención especial a la comparación que se realiza entre la soledad del monstruo y la de los días finales del director. Excelente trabajo de Ian McKellen y Brendan Fraser.


Sinopsis - Relato de los últimos días de vida del realizador James Whale, autor de Frankenstein. En principio su única compañía en esos momentos es su ama de llaves, pero pronto entabla relación con su nuevo jardinero, un apuesto joven al que confía su historia en el Hollywood de los años 30 y por el que se sentirá irresistiblemente atraído.

El director Bill Condon es un guionista y director estadounidense nacido en Nueva York, el 22 de octubre de 1955. Hijo de un detective de la policía, fue criado en una familia católica irlandesa. Asistió a la Regis High School y al Columbia College, graduándose en 1976 en filosofía. Dos películas tuvieron un impacto significativo en la vida temprana de Cordon: Bonnie and Clyde (1967), que lo hizo interesarse por los guiones cinematográficos, y Sweet Charity (1969), que según sus palabras lo llevó a "una historia de amor de por vida con películas que son vilipendiadas y rechazadas en su tiempo".

Su carrera como cineasta comenzó con guiones para la película independiente Strange Behavior (1981), un homenaje a las películas de terror pulp de la década de 1950, y la película de ciencia ficción Strange Invaders (1983), protagonizada por Nancy Allen y Wallace Shawn. Su debut como director fue Sister, Sister (1987), cuyo fracaso supuso un importante freno en su carrera. Tras dirigir varios telefilms y la evitable Candyman 2 (1995), escribió y dirigió Dioses y monstruos (1998), por la que ganó el Óscar al mejor guion adaptado. Tras ella llegaron títulos como Kinsey (2004), un drama sobre el biólogo Alfred Kinsey, interpretado por Liam Neeson; Dreamgirls (2006), un drama musical con Jamie Foxx, Beyoncé, Danny Glover, Jennifer Hudson y Eddie Murphy entre su reparto; La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 1 y 2 (2011 y 2012), un auténtico despropósito, como lo es la saga al completo; El quinto poder (2013), un drama sobre como Julian Assange y Daniel Domscheit-Berg crearon WikiLeaks, interpretado por Benedict Cumberbatch, Daniel Brühl y Alicia Vikander, entre otros; Mr. Holmes (2015), de la que os hablamos en este artículoLa bella y la bestia (2017), una adaptación en imagen real del clásico de Disney, en cuyo reparto lucen nombres como Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Emma Thompson o Ewan McGregor. Su último trabajo ha sido La gran mentira (2019), una comedia dramática de intriga con los magníficos Helen Mirren y Ian McKellen a la cabeza.

Condon es miembro de Independent Feature Projects (IFP) en Los Ángeles, una organización sin ánimo de lucro que apoya películas independientes, así como del Comité Directivo de Escritores Independientes, que fue iniciado por el Writers Guild of America (WGA). En julio de 2021, ha sido elegido para dirigir una adaptación cinematográfica de Guys and Dolls para TriStar Pictures.

La película - Hace poco os hablábamos en este artículo de la película El Gordo y el Flaco (Stan & Ollie), un hermoso homenaje a la carrera de dos cómicos inolvidables qué hicieron brotar sonrisas en varias generaciones. En el caso que hoy nos ocupa, estamos ante un producto qué podemos decir que es en cierta forma similar al anterior y me explico: sus responsables, en vez de decidir realizar un biopic, un trabajo qué suele traer bastantes problemas a la hora de sintetizar una vida en lo que dura un largometraje, han preferido tomar un trozo de la existencia de su protagonista y realizar con el un merecido homenaje a dicho personaje. Si en aquella ocasión se eligió el final de la carrera de los que aquí conocemos como El Gordo y el flaco, en este se toma cómo referencia el final de la vida del famoso realizador, el que para muchos mejor supo plasmar a ese inolvidable monstruo llamado Frankenstein, creado por Mary Shelley, en la gran pantalla. El resultado no ha podido ser mejor, al menos en la opinión de quién les escribe, en un trabajo cuya principal virtud es la de humanizar a la leyenda, mostrando matices de la desconocida persona que hay tras el inolvidable director.


Su comienzo nos presenta a un realizador en la etapa final de su vida, en la que su ama de llaves parece ser prácticamente única compañía, a lo que hay que añadir los evidentes problemas de salud qué acarrea la edad del mismo. Como un pequeño resquicio dentro de la soledad que domina su vida, un nuevo jardinero que comienza a trabajar en la finca dónde vive irrumpe en su vida, proporcionándole alguien con quien poder conversar y que lo haga salir un poco de la oscura monotonía en la que vive. Puede parecer que el momento elegido para mostrar la vida del realizador no es el más propicio, al menos para mostrarlo como tal, como el inolvidable director qué fue, pero es el punto clave qué otorga humanidad a la película.

El guión escrito por el propio Bill Condon, que adapta la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram, lejos de limitarse a mostrar el final de la vida de nuestro personaje principal, aprovecha el relato para tratar temas que por suerte o por desgracia nos atañen a todos a lo largo de nuestra vida, cómo son la soledad y la vejez. Igualmente realiza una ácida crítica por la forma en la que estaba montada la industria cinematográfica, algo que lógicamente ha ido cambiando con el tiempo, aunque no seré yo quién opine si es para bien o para mal. Eso lo dejo en manos del espectador. El ritmo de la película es el adecuado, los diálogos fluyen a nuestro alrededor con más o menos transcendencia, que va in crescendo conforme avanza la trama, hasta llegar a una parte final que revaloriza el largometraje de forma increíble.

En los apartados técnicos podemos destacar la fotografía de Stephen M. Katz (Granujas a todo ritmo, Unos peques geniales, Angels Hard as They Come), que realiza un trabajo muy acorde con lo que la película demanda, sin excesivas estridencias, en el que destacan las escenas del rodaje de La novia de Frankenstein, toda una delicia para los melancólicos amantes de esas películas inigualables que no volverán jamás. También podemos destacar el montaje de Virginia Katz (Dreamgirls, 
Fearless - Sin miedo, Kinsey), de la que ya os hablamos aquí como la responsable del montaje de la película Mr. Holmes, igualmente interpretada por Ian McKellen. Su labor en esta ocasión es no demasiado protagonista, pero igualmente efectivo. Por último mencionar que la banda sonora es responsabilidad de Carter Burwell (Carol, Tres anuncios en las afueras, Fargo), que realiza un trabajo lleno de melancolía por el tiempo pasado, cuyas composiciones parecen no tener fin. El resultado es magnífico y no podría ser más apropiado. Pueden escucharlo más abajo, tras el tráiler de la película.


Lógicamente, si en cualquier película es fundamental el trabajo de su reparto, en una de este tipo alcanza una importancia descomunal. No puedo mas que aplaudir la elección de los actores, como son dirigidos y el brillante resultado final de su trabajo. A la cabeza del mismo tenemos al incombustible Ian McKellen, que da vida de forma brillante al realizador James Whale, una garantía total de éxito desde que mi memoria puede alcanzar. Su trabajo aquí no baja el excelente nivel que suele regalarnos, realizando una interpretación tan brillante como humana. Todo un acierto. 

Pero el que consiguió sorprenderme fue el bueno de Brendan Fraser en el papel de Clayton Boone, actor que no es precisamente santo de mi devoción, pero que aquí firma uno de los mejores trabajos, si no el mejor, que un servidor ha podido disfrutar de él. El realizador estadounidense consigue sacar lo mejor de él en una actuación de primerísimo nivel. Destacar también el trabajo de Lynn Redgrave en el papel de Hanna, su única compañía hasta la aparición de Clayton, Lolita Davidovich como Betty y David Dukes como David Lewis. Excelente el nivel general del reparto.

ConclusiónDioses y monstruos (Gods and Monsters) es uno de esos trabajos que no puedo mas que recomendar, de esos capaces de dejar huella en los aficionados con un mínimo de sensibilidad. Cierto es que a muchos les hubiera gustado disfrutar de un biopic del prácticamente olvidado director James Whale, pero a falta de ello, este me parece un hermoso homenaje a la persona que había tras el realizador, en el que además se realiza un perfecto retrato de la soledad y la vejez. Una maravilla que no deben dejar pasar si no la han visto y que merece la pena volver a disfrutar si ya lo hicieron en su día.




Fuentes consultadas - Filmaffinity, IMDb, Wikipedia, Youtube e iVoox

El violín rojo (Le Violon rouge) - François Girard (1998)

El violín rojo, François Girard, Le Violon rouge, The Red ViolinTítulo original - Le Violon rouge (The Red Violin)
Año - 1998
Duración - 130 min.
País - Canadá
Director - François Girard
Guión - Don McKellar y François Girard
Música - John Corigliano
Fotografía - Alain Dostie
Montaje - Gaétan Huot
Producción - Niv Fichman
Productora - New Line International Releasing / Channel Four Films / Telefilm Canada
Género - Drama, Intriga
Reparto - Samuel L. Jackson, Greta Scacchi, Jason Flemyng, Colm Feore, Carlo Cecchi, Irene Grazioli, Jean-Luc Bideau, Sylvia Chang


François Girard escribió junto a Don McKellar y dirigió este maravilloso homenaje a la música clásica y en especial al instrumento que la protagoniza, el violín. Un trabajo realmente completo que, cosas de este arte, no tuvo la repercusión que para mi merece, pero que gracias a los adelantos de hoy día podemos disfrutar en cualquier momento, algo que os recomiendo encarecidamente. Una excelente obra de ficción inspirada en el llamado "El Rojo Mendelssohn", un Stradivarius que luce una franja roja de orígenes desconocidos.

El violín rojo, François Girard, Le Violon rouge, The Red Violin

Sinopsis: En un taller de la Italia del siglo XVII, un maestro artesanal crea su obra definitiva, un violín perfecto y barnizado en rojo, el primer regalo para su hijo a punto de nacer. A partir de ese momento seguiremos parte de la historia del magnífico instrumento, mostrada en varias historias que transcurren en lugares tan diversos como Cremona, Viena, Oxford, Shanghái o Montreal, hasta llegar a nuestros días.

El violín rojo, François Girard, Le Violon rouge, The Red ViolinEl director: François Girard es un guionista y director de cine, teatro y televisión franco/canadiense nacido en Quebec, el 12 de enero de 1963. Siempre ligada a la música, su carrera no es especialmente prolifera en el mundo del cine, donde debutó con Sinfonía en soledad: un retrato de Glenn Gould (1993), en la que retrata la vida del famoso pianista, un niño prodigio que componía a los 5 años y a los 15 ya daba conciertos. Cinco años mas tarde escribió y dirigió El violín rojo (1998), película que hoy nos ocupa. No fue hasta 2007 cuando escribió junto a Michael Golding y dirigió Seda (Silk), un drama romántico basado en una popular novela de Alessandro Baricco, interpretado por Michael Pitt, Keira Knightley y Koji Yakusho. Su último trabajo para la gran pantalla ha sido El coro (2014), un drama que nos cuenta la difícil relación entre un niño de once años, al que da vida Garrett Wareing, y su exigente maestro del coro, interpretado por Dustin Hoffman.

La película: Aprovechando que me he cogido unos necesarios días de descanso, he decidido revisionar tres de esos contados trabajos que se encuentran en la lista de mis debilidades, de los que tenía pendiente realizar un artículo en el blog. El primero de ellos es El violín rojo, una obra que hará las delicias de los amantes de la música clásica, en especial los que como yo tengan entre sus instrumentos favoritos el violín, pero que ofrece mucho mas que lo que puede en principio aparentar, siendo perfectamente disfrutable por el público en general. La inteligencia y el mimo con la que está filmada, la hacen ser una de esas películas que recomiendo disfrutar, ideal para ver con la debida tranquilidad, en uno de esos momentos en los que el espectador puede dedicarle los cinco sentidos, algo que posteriormente agradecerá y mucho.

El violín rojo, François Girard, Le Violon rouge, The Red Violin

Estamos ante un merecido homenaje al más pequeño y agudo de los instrumentos de cuerda clásicos, en el que se mima cada detalle, por pequeño que este sea, no limitándose tan solo a mostrarnos las virtudes del magnífico instrumento, sino haciéndolo en el transcurso de una historia que gana interés por momentos, contada de forma amena para, poco a poco, ir metiendo al espectador en ella, creando en el la necesidad de saber que nuevo giro hará que el violín prosiga su tortuoso camino hasta llegar a nuestros días. En otras palabras: sus creadores han conseguido realizar un trabajo que no se limita al homenaje, sino que busca llegar a una franja de público mas amplia, para así dar a conocer mejor el instrumento a quien no le haya prestado el suficiente interés, o no haya podido disfrutar de el lo suficiente, todo un acierto poco valorado en su momento.

Croupier - Mike Hodges (1998)

Croupier, Mike, HodgesTítulo original - Croupier
Año - 1998
Duración - 94 min.
País - Reino Unido
Director - Mike Hodges
Guión - Paul Mayersberg
Música - Simon Fisher Turner
Fotografía - Mike Garfath
Montaje - Les Healey
Producción - Jonathan Cavendish y Christine Ruppert
Productora - Coproducción Channel Four Films / Filmstiftung Nrw / WDR / La Sept Cinema and Arte present a Little Bird / Tatfilm Production
Género - Intriga, Drama, Neo-noir
Reparto - Clive Owen, Alex Kingston, Gina McKee, Kate Hardie, Nicholas Ball, Nick Reding, Alexander Morton, Barnaby Kay, John Radcliffe, Sheila Whitfield, David Hamilton


El irregular realizador Mike Hodges, fue el director encargado de llevar a la gran pantalla un guión escrito por Paul Mayersberg, en un trabajo con un metraje muy ajustado y un aire a cine negro inconfundible, que tiene en la interpretación de un joven Clive Owen uno de sus principales atractivos, muy bien acompañado por la actriz Alex Kingston. Por desgracia, el uso de la cámara que hace el director y ciertos flecos del guión evitan que alcance cotas mas altas. Muy conseguida la forma en que se nos muestra el aire viciado propio de una sala de juego y la ambientación en general.

Croupier, Mike, Hodges

Sinopsis: Jack Manfred (Clive Owen) es un joven que intenta ser escritor sin tener excesiva inspiración ni saber muy bien por donde comenzar la que será su primera novela y sobrevive junto a su novia Marion (Gina McKee), una ex-policía que trabaja en la seguridad de unos grandes almacenes. Su vida dará un giro cuando su padre Jack (Nicholas Ball) le comunique por teléfono que le ha conseguido una entrevista para trabajar de Crupier en un casino. Tras conseguir el trabajo y aclimatarse poco a poco a el, comenzará a notar como su vida da un giro enorme y este comienza a afectar a su vida privada, aunque a la vez le sirve de inspiración para comenzar esa ansiada novela que desea escribir.

El director: Mike Hodges es un guionista y director de cine británico nacido en Bristol, Reino Unido, el 29 de julio de 1932. A pesar de que su carrera como director se extiende durante 22 años, en ella solo ha dirigido un total de 10 largometrajes. Debutó en 1971 con Asesino implacable (Get Carter), protagonizada por Michael Caine y que curiosamente es el mejor trabajo de toda su filmografía, al menos para mi. Tras el dirigió películas tan dispares como Historias peligrosas (1972), El hombre terminal (1974), Flash Gordon (1980), Los locos del planeta Blob (Ineptos interplanetarios) (1985), Réquiem por los que van a morir (1987), Más allá del arco iris (1989), Dandelion Dead (TV) (1994) y Fuera de control (2003), además de la que hoy nos ocupa.

La película: Este es uno de esos trabajos de los que me encantaría leer su guión, mas que nada porque estoy casi seguro de que este no fue muy bien llevado a la gran pantalla, o al menos, no todo lo bien que se podría haber hecho. Digo esto porque estamos ante un largometraje de esos que merece la pena ver, pero que a la vez te deja una sensación de ser claramente mejorable, algo que consigue desesperarme de forma notoria. La historia está bien contada, la intriga consigue mantenerte atento durante todo su metraje, pero cuando finaliza, parece intentar dejarte meditando por un tiempo, algo que cuando se consigue es una auténtica delicia, pero en esta ocasión a mi me dejó cara de tonto, que como comprenderéis no tiene nada que ver. Y creo que se debe a la torpeza de su director al rodar el final, un tanto precipitado e incompleto, al menos para mi gusto.

Croupier, Mike, Hodges

Películas sobre el juego hay muchas, y algunas muy buenas, pero la premisa de esta resulta bastante original en comparación con la de la mayoría, ya que en vez de poner en el punto de mira a los pobres desgraciados que malgastan su valioso tiempo y dinero en las salas de las que rara vez salen con algo mas de lo que llevaban en el momento de entrar en ellas, en esta ocasión son las personas que trabajan en los casinos y salas de juegos los que copan el protagonismo, mostrándonos como no resulta un trabajo fácil de sobrellevar, además de resultar realmente difícil conseguir que no afecte a tu vida privada, no ya solo por los difíciles horarios que han de soportar, de lo que personalmente podría darles un máster, sino también por el estrés y la tensión que este trae consigo, resultando prácticamente imposible separarlo de tu vida privada.

Al caer el sol - Robert Benton (1998)

Carteles, cine, película, póster, carátula  Título original - Twilight
Año - 1998
Duración - 95 min.
País - Estados Unidos
Director - Robert Benton
Guión - Robert Benton & Richard Russo
Música - Elmer Bernstein
Fotografía - Piotr Sobocinski
Producción - Arlene Donovan,Scott Ferguson,Michael Hausman,David McGiffert,Scott Rudin
Productora - Paramount Pictures
Género - Intriga, Drama
Reparto - Paul Newman, Susan Sarandon, Gene Hackman, James Garner, Stockard Channing, Giancarlo Esposito, Reese Witherspoon, M. Emmet Walsh, Liev Schreiber


Robert Benton dirige este melancólico homenaje al cine negro en el que podemos disfrutar de las interpretaciones de tres de los mejores actores que estos ojos hayan podido disfrutar: Paul Newman, Susan Sarandon y Gene Hackman. Nombres propios que por si solos hacen mas que recomendable su visionado.

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Harry Ross (Paul Newman) es un policía retirado y convertido en detective privado, que vive con Jack Ames (Gene Hackman), un actor rico que está muriendo de cáncer, y Catherine (Susan Sarandon), la esposa de éste. Ross se ve involucrado en un caso de asesinato cuando recibe el encargo de entregar una suma de dinero procedente de un chantaje.

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Paul Newman y Susan Sarandon
Si antes de ver esta película, antes de saber de su existencia, me dicen que van a realizar un trabajo de este tipo, mi primer pensamiento sería valorar la valentía del director al embarcarse en el en los tiempos que corren. Si después, me pasaran la lista de los actores que conformarán el reparto, simplemente no podría esperar a que llegase el momento de disfrutarla.

Pero, claro esta, si la puntuación no ha subido del recomendable, ¿a que se puede deber? Muy sencillo, se debe a Robert Benton. El director de 'Pistoleros en el infierno' (1972), 'Kramer contra Kramer' (1979), 'Bajo sospecha' (1982), 'Billy Bathgate' (1991), 'La mancha humana' (2003) o 'La cosecha de hielo' (2005), por poner algunos ejemplos, no es capaz aquí de sacar todo el jugo posible a una gran receta, disponiendo de los mejores ingredientes. Es su poco atrevimiento tras la cámara, su falta de ritmo y su mediocre puesta en escena lo que echa por tierra una buena historia, con diálogos excelentes y unas interpretaciones al cual mejores.