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Mi casa en París - Israel Horovitz (2014)

casa en París, Israel Horovitz, My Old LadyTítulo original - My Old Lady
Año - 2014
Duración - 107 min.
País - Reino Unido
Director - Israel Horovitz
Guión - Israel Horovitz
Música - Mark Orton
Fotografía - Michel Amathieu
Montaje - Stephanie Ahn y Jacob Craycroft
Producción - David C. Barrot, Nitsa Benchetrit, Gary Foster y Rachael Horovitz
Productora - BBC Films / Cohen Media Group / Deux Chevaux Films
Género - Comedia, Drama, Romance
Reparto - Kevin Kline, Maggie Smith, Kristin Scott Thomas, Dominique Pinon, Michael Burstin, Elie Wajeman, Raphaële Moutier, Sophie Touitou, Christian Rauth, Delphine Lanson, Noémie Lvovsky, Stéphane De Groodt


Israel Horovitz escribe y dirige esta entrañable cinta con la hermosa París como privilegiado escenario, que supone su debut en un largometraje. Un trabajo en el que el drama, la comedia y el romanticismo unen sus fuerzas dando como resultado un trabajo inteligente, muy cuidado en sus diálogos y en el que, a pesar de su ajustado presupuesto, se ha conseguido unir a un grupo de actores y actrices de un gran nivel. Un carrusel de sensaciones que merece la pena disfrutar, aún sin llegar a ser una película imprescindible, principalmente por algunos de sus continuos cambios de género, que pueden llegar a resultar un tanto forzados en algunos momentos. Lastima, se queda muy cerca del notable.

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Sinopsis: Mathias "Jim" Gold (Kevin Kline) es un neoyorquino con graves problemas económicos que viaja a París para recibir la única herencia que le ha dejado su difunto padre, una hermosa propiedad enclavada en un sitio privilegiado de la ciudad, que espera sea la solución a sus problemas. El problema es que encuentra viviendo en ella a Mathilde Girard (Maggie Smith), la señora que vendió la parcela a su padre en un antiguo tipo de contrato francés llamado viager, por el que no solo no podrá tomar posesión de el mientras ella viva, sino que además ha de abonarle la nada despreciable cantidad de 2400 € mensuales, mientras ella continúa viviendo en su interior. La avanzada edad de la señora parece ser una ventaja, pero pronto descubrirá que esta goza de una salud envidiable.

El director: Israel Horovitz es un escritor, actor y director de cine y teatro estadounidense, nacido en Wakefield, Massachusetts, el 31 de marzo 1939. Escribió su primera novela con solo 13 años y su primera obra de teatro (El Regreso) con 17. Horovitz ha escrito y producido más de 70 obras, muchas de las cuales han sido traducidas y escenificadas en más de 30 idiomas en todo el mundo. Ha escrito casi una veintena de trabajos para cine y televisión, entre los que podemos destacar Sunshine (1999), James Dean (2001) o New York, I Love You (2008). Como director debutó con el documental 3 Weeks After Paradise (2002), en el que relata las experiencias de su propia familia tras el 11 de septiembre. Mi casa en París es su debut en un largometraje.

La película: A la hora de disfrutar de una película, y aún mas si como en mi caso pretendes describirla, hemos de tener en cuenta que es lo que tenemos delante. Digo esto porque cada vez son mas abundantes los trabajos en los que se mezclan varios géneros, algo que en principio es digno de elogio, ya que suele ir unido a la intención de sus creadores de innovar de algún modo y ser capaces de ofrecer un trabajo diferente al resto, pero que a la vez es un tanto arriesgado, ya que hay que tener mucho tacto con la forma en la que se mezclan dichos géneros y conseguir una mezcla que no resulte excesivamente evidente o forzada. En el caso de Mi casa en París, la comedia y el drama se alternan y entremezclan como principales ingredientes, a los que, como suele ocurrir en estos casos, se le añade el componente romántico.

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Hasta ahí todo correcto, dejando claro además que dicho componente romántico no resulta excesivamente edulcorado ni exagerado, aunque si que tiene un peso muy importante en la trama, pero el problema es, o al menos me lo ha parecido a mi, que los cambios de género aquí utilizados están demasiado relacionados con los actores que en cada momento aparecen en la pantalla. Su comienzo es el de una dulce y efectiva comedia, en el que podemos disfrutar de la pareja Kevin Kline y Maggie Smith, entre los que existe una química indudable que nos deja momentos muy inspirados, pero que en cuanto la buena de Kristin Scott Thomas entra en escena, toma tintes dramáticos de forma inmediata, algo que en principio resulta incluso curioso, pero que con el tiempo acaba resultando algo forzado.