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Victor Frankenstein - Paul McGuigan (2015)

Victor, Frankenstein, Paul McGuiganTítulo original - Victor Frankenstein
Año - 2015
Duración - 109 min.
País - Estados Unidos
Director - Paul McGuigan
Guión - Max Landis, basado en la novela de Mary Shelley
Música - Craig Armstrong
Fotografía - Fabian Wagner
Montaje - Andrew Hulme  y Charlie Phillips
Producción - John Davis
Productora - Davis Entertainment / Twentieth Century Fox Film Corporation
Género - Terror, Ciencia ficción
Reparto - Daniel Radcliffe, James McAvoy, Jessica Brown Findlay, Mark Gatiss, Andrew Scott, Louise Brealey, Alistair Petrie, Daniel Mays, Freddie Fox, Adrian Palmer, Adrian Schiller, Spencer Wilding


Paul McGuigan es el realizador encargado de llevar a la gran pantalla el guión escrito por Max Landis, que adapta la famosa novela de Mary Shelley Frankenstein o el moderno Prometeo, de 1818. Un nuevo intento por revitalizar una obra y unos personajes que pocos ya desconocen, intentando dar una nueva vuelta de tuerca a una historia que pocas mas ya soporta. Deficiente en casi todos los aspectos, algo que disponiendo de una buena historia, aunque excesivamente utilizada, tiene aún mas delito. No esperaba gran cosa, pero he encontrado aún menos.

Victor, Frankenstein, Paul McGuigan

Sinopsis: El científico Victor Frankenstein (James McAvoy) y su brillante protegido, Igor Strausman (Daniel Radcliffe), comparten la noble misión de ayudar a la humanidad a partir de una rompedora investigación sobre la inmortalidad. Pero los experimentos de Víctor han ido demasiado lejos y su obsesión ha tenido terroríficas consecuencias. Solo Igor puede traer de vuelta a su amigo del umbral de la locura y salvarle de su monstruosa creación.

Victor, Frankenstein, Paul McGuiganEl director: Paul McGuigan es un director de cine y televisión británico nacido en Bellshill, Escocia, el 19 de septiembre de 1963. Después de haber conocido el éxito como fotógrafo en Glasgow, pasó al mundo de la publicidad, para luego rodar numerosos documentales, incluyendo Football, Faith and Flutes y Playing Nintendo with God. Tras debutar en el mundo del cine con The Acid House (1998), su filmografía incluye títulos como Gangster No. 1 (2000), El misterio de Wells (2003), Obsesión (Wicker Park) (2004), El caso Slevin (2006) y Push (2009), su último trabajo para la gran pantalla anterior al que hoy nos ocupa. En televisión ha participado en multitud de series, entre las que destacan nombres como Monroe (2011), Scandal (2012), Criadas y malvadas (2013) o Sherlock (2010), dirigiendo Sherlock: El gran juego (2010), Sherlock: Estudio en rosa (2010), Sherlock: Los perros de Baskerville (2012) y Sherlock: Escándalo en Belgravia (2012).

La película: Si Mary Shelley levantara la cabeza y descubriera como ha sobrevivido su criatura con el paso de los años, a buen seguro debería sentirse orgullosa de que esta continúe protagonizando una película tras otra. De lo que no estoy tan seguro es de que compartiera el gusto por la innovación que cada realizador, cada guionista, cada generación necesita para revitalizar una historia que casi todo el mundo conoce, pero que todos y cada uno intentan cambiar a su antojo. Tantas versiones se han realizado ya que poco queda del personaje ideado por la escritora, al menos de como ella lo concibió, por no hablar de la esencia que quiso transmitir con su relato, que ha ido desapareciendo con los años como desaparece la luna cada amanecer hasta que no queda de ella ni rastro, al menos ante nuestros ojos.

Victor, Frankenstein, Paul McGuigan

Soy consciente de que el paso de los años hacen necesarios que una historia tan antigua sea adaptada a los gustos de los espectadores actuales, que es necesario crear nuevos alicientes para que se sientan atraídos por lo que se les pretende contar, que los años no pasan en balde y la ingenuidad que antes nos caracterizaba ha dado paso, con la inestimable ayuda de las nuevas tecnologías, a que poco o nada sea capaz de sorprender al público actual, que al tener acceso a casi todo, necesita de nuevas emociones cada vez mas difíciles de encontrar, pero en lo que no estoy para nada de acuerdo es en la horrible tendencia que lleva a los creadores de cada nuevo trabajo a olvidar la esencia de donde viene la historia, a modificarla de tal forma que nada quede de su alma primitiva, de su razón de ser.