Soy un cyborg - Park Chan-wook (2006)

* Título original - Saibogujiman kwenchana (I'm A Cyborg, But That's Ok)
* Año - 2006
* Duración - 105 min.
* País - Corea del sur
* Director - Park Chan-wook
* Guión - Park Chan-wook, Chung Seo-Kyung
* Música - Hong Dae-sung, Hong Yoo-jin
* Fotografía - Chung Chung-hoon
* Productora - Moho Film
* Género - Comedia, Drama, Fantástico, Ciencia ficción
* Reparto - Lim Soo-jung, Rain, Choi Hee-jin, Lee Young-nyeo, Yoo Ho-jung, Shon Young-soon, Lee Kyung-eun, Joo Hee, Lee Young-mi, Chun Choon-gi

Park Chan-wook  se reinventa a si mismo, sin perder su sello particular, en esta inclasificable película nacida del sueño de una mente casi tan perturbada como la de sus protagonistas, el de un genio. Un espectáculo visual de una belleza abstracta, donde las emociones se suceden ante nuestros ojos como si de una hermosa poesía se tratase. Un dulce y extraño sueño.

Young-goon (Lim Soo-Jung) quedó traumatizada tras ver como su abuela era internada por creerse un cyborg. Con el paso de los años ha adoptado la misma creencia y tras negarse a comer, ya que cree que los alimentos la estropearan, es internada en un sanatorio. Allí conocerá a Park Il-soon (Jung Ji-Hoon), un interno obsesionado con el robo, el cual la ayudará a descubrir el motivo por el que fue construida, no pudiendo evitar enamorarse de ella.

Ante todo deciros que esta película es de esas que consigue ser admirada o inentendida a partes iguales. Quiero decir que lo que el director nos propone es un viaje por la perturbada mente de sus protagonistas, por lo que puede parecer a simple vista no tener ningún sentido. Esto hará que gran parte de los que decidan visualizarla la calificaran pésimamente y los que decidan acompañar a Park Chan-wook en su sueño disfrutaran de todo lo que este genio, incomprendido por muchos, es capaz de realizar tras la cámara.

Tras su trilogía de la venganza ("Sympathy for Mr. Vengeance" de 2002, "Oldboy" de 2003 "Sympathy for Lady Vengeance" de 2005) y "Three... Extremes" de 2004, Park Chan-wook cambia totalmente de registro, dejando a un lado la violencia para contarnos esta peculiar comedia romántica con ese toque tan sentimental que los asiáticos ponen en muchas de sus obras. Y lo hace con su cuaderno de genialidades bajo el brazo, haciendo un uso de la cámara magistral, como en el es habitual, realizando una suave pero feroz crítica a nuestra sociedad, su progresiva mecanización y a la soledad de cada individuo que la integra.

Destaca la utilización de los colores como reflejo de cada estado de animo de los personajes, con la ayuda de la excelente fotografía de Chung Chung-hoon, que consigue dotar a la película de una belleza increíble. El guión, realizado por el director junto a Chung Seo-Kyung, es realmente bueno. Destacar el ritmo de la historia que es bastante animado, rasgo poco común en la mayoría de las producciones asiáticas. Los personajes están perfectamente desarrollados, quedando patente la agonía de cada paciente, sus delirios y sus peculiaridades. Contrasta con la imagen casi infantil que se nos da de estos, retándole dramatismo a su terrible situación, algo fundamental en el resultado final.

En cuanto a las actuaciones, en general están bastante logradas, destacando las interpretaciones de Jung Ji-Hoon como el interno que la acompañará enamorándose de ella y, sobre todo, la de Lim Soo-Jung, nuestro adorable cyborg que posee un aire de inocencia y una expresividad que cautivan al espectador de inmediato.

Resumiendo que es gerundio: Un trabajo con una calidad visual increíble, en el que destacan su fotografía, un excelente montaje, y una habilidad con la cámara marca de la casa. En su contra destacar el excesivo metraje que puede tener para muchos espectadores. Un producto comparable a cualquier pintura abstracta. Unos la entenderán y admiraran mientras que otros simplemente la verán absurda y sin sentido. En lo que seguro que ambos grupos estarán de acuerdo es en la originalidad que tiene, siendo de echo, una película única en su especie, algo que cada día es mas difícil de encontrar. ¡Vamos a recargarnos que nos quedamos sin batería!.