* Año - 2011
* Duración - 96 min.
* País - Noruega
* Director - Pal Sletaune
* Guión - Pal Sletaune
* Música - Fernando Velázquez
* Fotografía - John Andreas Andersen
* Productora - B4 1/2 Film / Pandora Filmproduktion / BOB Film Sweden A
* Coproducción Noruega-Suecia-Alemania
* Género - Thriller
* Reparto - Noomi Rapace, Kristoffer Joner, Vetle Qvenild Werring, Stig R. Amdam, Maria Bock, Torkil Johannes Swensen Høeg, Henrik Rafaelsen, Tom Hugo Nielsen, Mona Engh, Eva Zeidler
Pal Sletaune continua con su irregular carrera como director realizando este thriller con un ritmo lento pero constante, en el que consigue crear un clima espeso pero falto de algo mas de sangre. Un trabajo algo mas comercial que el anterior 'Next door', pero que continua por la misma senda, o casi. Un trabajo difícil de entender y que dejará a muchos con cara de tonto.
Una madre (Noomi Rapace) y su hijo llegan a su nuevo apartamento tras dejar atrás una tormentosa relación. La sobreprotección con la que la madre trata al niño intenta ser suavizada por los servicios sociales, que instan a la madre a dejarle mas espacio. Con esa intención, ella compra un comunicador para bebes, para así controlarlo mientras duerme en su habitación, pero por el comenzará a escuchar sonidos extraños que parecen proceder de uno de los pisos del mismo bloque.
Pal Sletaune tubo un prometedor inicio con el largometraje 'El cartero entra sin llamar' (1997), del que no puedo opinar al no haberla visto. Después de 'You Really Got Me' (2001), que creo que no llegó a nuestro país, realizó la extraña 'Next Door' (2005), un trabajo alabado por muchos y denostado por otros.
Con 'Babycall', en el que ha sido responsable del guión y la dirección, Sletaune ha conseguido sembrar en mi varias dudas. Lo cierto es que he pasado todo su metraje sin pestañear, absorbido por ese clima frió que ha conseguido recrear en el film y por las incógnitas que este plantea al espectador pero, sin embargo, la sensación que la película me ha dejado ha sido realmente extraña. Y es que es de esos trabajos que te dejan dubitativo, no solo por los temas morales que trata, que también, sino por la extrañeza con la que está hecha y mas aún cerrada.
El guión cumple su función llevando al espectador por la senda que pretende, jugando con los extraños fenómenos a los que asistimos y con los problemas psicológicos evidentes de su protagonista, pero no por ello es un guión redondo. Ademas de algunos vacíos evidentes, tiene cierta semejanza con algunos asiáticos del mismo género: al espectador le cuesta una enormidad entender muchas de las cosas que ocurren, si es que lo consiguen, no siendo su desenlace suficientemente aclarador. La fotografía juega con tonos claros, muchas veces casi impolutos y con escenarios minimalistas.
Una verdadera lastima, ya que el trabajo de los actores protagonistas, Noomi Rapace y Kristoffer Joner es muy bueno. Ella en su papel de madre con un oscuro pasado que ha dejado profundas heridas en ella y el como la única persona que parece interesarse seriamente por ella y su hijo. Ambos tienen gran parte de culpa de que la película merezca un aprobado.
Poco más me queda por decir, tan solo la certeza de estar ante un trabajo que podría haber sido muchísimo mejor. Eso si, reconociendo que me mantuvo pegado a la pantalla en todo momento, no se a ciencia cierta si buscando respuestas a las incógnitas que plantea o absorbido por el clima de desesperación que el director consigue crear en el espectador, al menos en mi. Es de esas películas que tendrás que visualizar para formarte tu propia opinión, ya que nadie parece ponerse de acuerdo con ella.
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