Charles Spencer Chaplin está considerado el primer gran cómico de la historia del cine. Nacido en Londres en 1889, su personaje de Charlot se convirtió en uno de los iconos culturales del siglo XX merced a un atuendo inconfundible compuesto por un sombrero roído, un pequeño bigote, un bastón de abuelo y unos enormes zapatos que en alguna ocasión le sirvieron de alimento.
Obligado a trabajar en vodeviles por la prematura muerte de su padre, Chaplin hizo de titiritero, payaso y bailarín desde los cinco años. Un agente le vio en una actuación y le propuso rodar algunos cortometrajes para ese nuevo invento llamado cinematógrafo. Chaplin accedió, y sus películas tuvieron tanto éxito que rodó unas seis por año, entre ellas El chico (1921).
Chaplin siempre estuvo obsesionado por tener el control absoluto de sus producciones, por lo que en ocasiones ejerció de director, actor protagonista, guionista, montador y compositor de la banda sonora. Para que tampoco tuviera problemas de financiación, se unió a los actores Douglas Fairbanks y Mary Pickford, con los que fundó la United Artists.
El personaje de Charlot era mudo, lo cual supuso un problema para Chaplin cuando, a finales de los veinte, Hollywood empezó a usar el sonido. Nadando a contracorriente, Chaplin hizo varias películas maravillosas sin utilizar el sonido, incluyendo mensajes contra las injusticias sociales, como en Luces de la ciudad (1931) o Tiempos modernos (1936).
Sin embargo, cuando se propuso rodar un film que satirizara el comportamiento de la Alemania nazi en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Chaplin decidió que era mejor recurrir al sonido. Sólo así podríamos escuchar su extraordinaria y arriesgada imitación del sanguinario Adolf Hitler en El gran dictador (1940).
Chaplin mantuvo constantemente una relación complicada con la Academia de Hollywood, hasta el punto de tener que exiliarse en la época de la caza de brujas, cuando fue tildado de comunista. Un hecho que le indignó profundamente, como demostró con el rodaje de Un rey en Nueva York (1957).
Lo cierto es que una de las cosas que provocó el odio del sector conservador hacia su persona, fue su turbulenta vida sentimental. Chaplin se casó cuatro veces (con Oona O'Neill, Paulette Godard, Lita Grey y Mildred Harris), y se le achacó un exceso apego por las chicas jóvenes que provocó comentarios escandalosos. Asqueado de la hipocresía del cine, pasó sus últimos años en Vevey, Suiza, donde falleció el día de Navidad de 1977.
Biografía: Estamos rodando
Este documental recuerda su vida y su trayectoria profesional. Chaplin creó el personaje de “Charlot” y perfeccionó un estilo personal de interpretación, derivado del payaso de circo y del mimo, combinando la elegancia acrobática, la expresividad del gesto y la elocuencia facial, con un sentido del ritmo impecable.
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