* Título original - Repulsion
* Año - 1965
* Duración - 105 min.
* País - Reino Unido
* Director - Roman Polanski
* Guión - Gérard Brach y Roman Polanski
* Música - Chico Hamilton
* Fotografía - Gilbert Taylor
* Montaje - Alastair McIntyre
* Producción - Gene Gutowski
* Productora - Columbia Pictures
* Género - Drama, Terror, Thriller
* Reparto - Catherine Deneuve, Ian Hendry, Patrick Wymark, John Fraser, Yvonne Furneaux, Valerie Taylor, James Villiers, Helen Fraser, Renee Houston
Roman Polanski ideó junto a Gérard Brach este trabajo con el fin de ayudar a financiar la realización de 'Cul-de-sac'. El resultado es esta escalofriante historia donde se adentran en la perturbada mente de una hermosa joven, mostrándonos su lento pero irreversible deterioro de una forma magistral. Turbadora como pocas, es capaz de mantener al espectador pegado a la pantalla gracias a la formidable interpretación de una Catherine Deneuve inconmensurable.
Sinopsis: Carol Ledoux (Catherine Deneuve) vive con su hermana Helen (Yvonne Furneaux) en un apartamento en Londres, donde trabaja como manicurista en un salón de belleza de alto standing. A pesar de su belleza, su relación con los hombres es prácticamente inexistente, aún siendo cortejada por el joven y apuesto Colin (John Fraser). Sus sentimientos hacia ellos son una mezcla de deseo y repulsión, acrecentados por la relación que mantiene su hermana con Michael (Ian Hendry), un hombre casado. Tras marcharse ambos de vacaciones, Carol comenzará a desestabilizarse hasta tal punto que empieza a tener visiones.
El director: Hablar de Roman Polanski es hablar de uno de los directores mas polémicos y que mas han dado que hablar en el mundo del cine. Hechos como el asesinato de su esposa, la actriz Sharon Tate que se encontraba embarazada de ocho meses, a manos de la banda de Charles Manson o las acusaciones de abusos sexuales de Samantha Gailey cuando tenía solo 13 años, son claras muestras de ello, aunque me limitaré a hablar de su obra, que por otra parte es lo que mas nos interesa, al menos a mi.
En cuanto a su carrera artística, ha ejercido como director, productor, guionista y actor, teniendo nacionalidad polaca y habiendo nacido en Francia. Comenzó su carrera como actor teatral, tras lo que cursó estudios en la Escuela de Cine de Łódź. Tras realizar varios cortos entre los que destacan 'Dos hombres y un armario' (1958), 'La lámpara' (1959) y 'Ángeles caídos' (1959), dirigió su primer largometraje, 'El cuchillo en el agua' (1962), iniciando una de sus mejores épocas como director en la que destacan 'Callejón sin salida' (1966), 'El baile de los vampiros' (1967) y 'La semilla del diablo' (1968), además de la que hoy nos ocupa.
Del resto de su extensa filmografía destacan 'Chinatown' (1974), 'El quimérico inquilino' (1976), 'Tess' (1979), 'Frenético' (1988), 'Lunas de hiel' (1992), 'La muerte y la doncella' (1994), 'El pianista' (2002), 'Un dios salvaje' (2011) y 'La Venus de las pieles' (2013), por nombrar algunas de las de mayor calidad. Como curiosidad comentar que no ha vuelto a pisar Estados Unidos ni el Reino Unido, por temor a ser recluido en prisión o extraditado, por lo que no asistió a la ceremonia de los Óscars de 2002, en la que obtuvo el Óscar al mejor director por 'El Pianista', y tuvo que rodar la película 'Oliver Twist' en Praga, con actores británicos.
La película: 'Repulsión' es la primera película de la llamada "trilogía del apartamento", que se completa con 'La semilla del diablo' (1968) y 'El quimérico inquilino' (1976). Las tres tienen en común relatar terror psicológico no causado por ningún agente externo, sino por la propia mente de la persona afectada. Recomiendo el visionado de todas ellas, estando entre lo mejor que el director ha rodado hasta la fecha.
Es esta una película de esas que te van creando poco a poco un malestar difícil de explicar, que te permite de alguna forma experimentar parte de la lenta agonía que sufre su protagonista. La habilidad con la que el director es capaz de hacerlo constituye gran parte de su valor, dejando este de lado cualquier interpretación o sugerencia a los motivos que llevan a una persona a alcanzar tal grado de enajenación mental. Por el contrario, simplemente nos retrata la peculiaridad y extrañeza de la vida de la joven Carol, como punto de partida para, poco a poco, mostrarnos el lento pero inexorable camino que la lleva a la locura.
Y en la forma que tiene de hacerlo es donde se adivina la maestría de un genio, utilizando hábilmente todo lo que tiene a mano en ese pequeño apartamento donde transcurre casi todo el metraje. En las primeras escenas veremos varios objetos y sonidos que permanecerán junto al espectador, siendo testigos como el del paso del tiempo y de la evolución del personaje principal: las patatas, el conejo, las campanas, los utensilios de higiene del amante de su hermana... todo suma, todo contribuye a ello, cada pequeña insignificancia que ni podamos imaginar es usada para fomentar ese aire putrefacto e irrespirable que permanece impregnando el ambiente de principio a fin.
Imprescindible esa fotografía impresionista en blanco y negro de Gilbert Taylor, que irá oscureciéndose conforme avance el metraje y empeore el estado de Carol, al igual que la apropiada música que corre a cargo del músico de jazz Chico Hamilton, en la que destacan sus solos de piano, contrabajo, etc..., capaz por si sola de causar desasosiego. Y por supuesto, el magistral uso de la cámara que hace el polémico director, inventando mil y una posiciones diferentes para conseguir que no veamos una misma cosa dos veces desde el mismo ángulo, algo fundamental en la riqueza del resultado final. Destacar también la forma en la que reproduce ante nuestros ojos los desvarios de la mente de la protagonista, agrietando las paredes, haciendo que de ellas broten miles de manos con intenciones lascivas, achicando y agrandando las habitaciones. Todo un catalogo de ingenio.
En cuanto al reparto se refiere, no nos queda otra que destacar la excelente interpretación de una Catherine Deneuve de tan solo 22 añitos, a la que el director consigue exprimir de forma increíble, aunque con ello no quiero quitar mérito a la gran actriz, ya que donde no hay, nada se puede sacar. La forma en la que domina el gesto en todo momento y pierde la mirada no se sabe bien donde, además de esos tics que la dominan poco a poco, dan a su trabajo un aire tan real que pone la piel de gallina. El resto del reparto también realiza un buen trabajo, destacando a Yvonne Furneaux como su hermana Helen, Ian Hendry como Michael, el amante de esta, y John Fraser como Colin, su apuesto pretendiente.
Mencionar también que la película ganó el Oso de Plata y el premio FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine de Berlín 1965.
Conclusión: 'Repulsión' es una de las mejores formas de disfrutar del talento de Polanski, del de su primera etapa junto a Gérard Brach. Una de las mejores opciones para los que gusten del terror psicológico, ese que no depende de ningún asesino sanguinario, un ente paranormal o un ser llegado de otro planeta. Ese que habita o puede habitar en la mente de cualquier persona con la que nos cruzamos o incluso estar agazapado en la nuestra, esperando un pequeño resquicio para aflorar e imponerse a nuestra conciencia. Ese que es producto de una mala experiencia, de un hecho traumático o, simplemente, de una mente enferma, y para mostrárnoslo con toda su virulencia pocos mejores que Polanski, un controvertido genio, pero un genio a fin de cuentas. Cuanto menos, resulta curioso que fuese precisamente a el a quien acusaran de abusos a una menor. Las cosas que tiene esta vida.
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