* Título original - The Knick (TV Series)
* Año - 2014
* Duración - 53 min.
* País - Estados Unidos
* Director - Steven Soderbergh
* Guión - Jack Amiel, Michael Begler, Steven Katz
* Música - Cliff Martinez
* Fotografía - Steven Soderbergh
* Montaje - Steven Soderbergh
* Productor - Jack Amiel
* Productora - Anonymous Content
* Género - Serie de TV. Drama
* Reparto - Clive Owen, Jeremy Bobb, Steve Garfanti, Andre Holland, Joseph Scarpino, Chris Sullivan, Grainger Hines, Zuzanna Szadkowski, David Itchkawitz, Ying Ying Li, Suzanne Savoy, Jake Allyne, Danny Hoch, Perry Yung, Collin Meath
* Web oficial - http://www.cinemax.com/the-knick/
Jack Amiel y Michael Begler son los creadores y guionistas de esta magnífica, a la vez que atípica serie que nos traslada a un hospital en el Nueva York de comienzos del siglo XX. Dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Clive Owen, nos da la oportunidad de asistir a los avances que realizó la medicina en la época, ademas de describirnos con total fidelidad como era la vida en aquellos tiempos.
Sinopsis: El doctor John W. Thackery (Clive Owen) es el ayudante del jefe de cirugía Dr. J.M. Christiansen (Matt Frewer) en el hospital Knickerbocker de Nueva York, pero tras uno de los innumerables fracasos en la mesa de operaciones, Christiansen decide quitarse de en medio, por lo que Thackery será nombrado jefe de cirugía. Los problemas comenzarán cuando los benefactores del hospital le impongan un ayudante que no es el que había elegido, el Dr. Algernon Edwards (André Holland), que posee grandes cualidades pero tiene un gran problema en los tiempos en los que vive, es afroamericano.
El director: Steven Soderbergh, nacido en Atlanta, Georgia, es un productor cinematográfico, guionista, director de fotografía, editor y director de cine estadounidense. Es hijo de padres de ascendencia sueca y se mudaron en su infancia a Baton Rouge (Luisiana), donde su padre se convirtió en Decano de Educación en la Universidad Estatal de Luisiana, donde comenzó a dirigir cortometrajes con material prestado por estudiantes.
Tras acabar secundaria decidió provar suerte en Hollywood, donde realizó varios trabajos como anotador y eventualmente como editor de cine. Cuando llegó su oportunidad no la dejo escapar, ya que fue nominado a los Premios Grammy por el vídeo de concierto 'Yes: 9012 Live' en 1985, lo que le abrió muchas puertas. Dirigió su opera prima en 1989, la excelente comedia dramática 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', en la que contó con James Spader, Andie MacDowell y Peter Gallagher en los papeles principales. Ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y se convirtió en un éxito comercial a nivel mundial, además de un icono del cine independiente de los 90.
Tras ella dirigió varios trabajo con poco éxito, hasta que en 1998 dirigió 'Un romance muy peligroso', con George Clooney y Jennifer López como protagonistas. Tras ella dirigió 'El Halcón Inglés' (1999) y en el año 2000 llegó su mejor momento hasta la fecha, dirigiendo dos trabajos por los que fue nominado como mejor director en los Oscars, 'Erin Brockovich' y 'Traffic', llevándose el galardón por esta última. Del resto de su filmografía podemos destacar 'Ocean's Eleven' (2001) y sus dos secuelas, 'Eros (2004)', 'Bubble' (2005), 'El buen alemán' (2006), 'Che: Guerrilla' y 'Che: El argentino' (ambas de 2008), 'Contagio' (2011), 'Efectos secundarios' (2013) y 'Detrás del candelabro' (2013).
La serie: 'The Knick' es una serie que me ha sorprendido muy gratamente, no ya solo por su originalidad y su efectivo planteamiento, sino también por la forma en la que Soderbergh, director, operador de cámara, editor y productor ejecutivo, ha sido capaz de mostrarnos la vida de hace un siglo de una forma veraz y alejada de las típicas producciones de época que, a pesar de su calidad, dejan de lado a un gran sector del público poco propenso a disfrutar de una película, y menos de una serie, solo por descubrir las costumbres de antaño. En su lugar nos propone dar a conocer dicha época de tal forma que el entretenimiento nos lleve de la mano, todo un acierto desde mi punto de vista.
Para ello comienza con un piloto con mucha garra, donde sus primeras escenas, poco recomendables para los mas sensibles, nos muestran de forma precisa y contundente la triste realidad de la medicina de la época. El espectador asiste a ellas atónito, pensando muchos de ellos incluso en abandonar su visionado, pero no os lo aconsejo, ya que poco después asistiremos a la presentación de los distintos personajes y la cosa se relaja bastante, mostrándonos como será la serie realmente. Claro que seguiremos viendo a los médicos en acción, por supuesto que habrá momentos que podemos calificar incluso de desagradables, pero no son mas que la muestra de la realidad en que se vivía, en la que vivían los profesionales de la medicina y sus sufridos pacientes.
Uno de los fuertes de la serie son los magníficos guiones que corren a cargo de Jack Amiel, Michael Begler y Steven Katz. En ellos podemos seguir diversas tramas y subtramas perfectamente hiladas y protagonizadas por unos personajes muy variados y perfectamente desarrollados, cada uno a su ritmo, diferente según que personaje. Así comenzaremos conociendo en profundidad al principal protagonista de la serie, el peculiar doctor John W. Thackery, interpretado a la perfección por Clive Owen. Este personaje combina una dedicación y brillantez totales en su trabajo con una vida privada llena de excesos, donde su adicción a la cocaína y sus continuas visitas a los prostíbulos locales copan casi la totalidad de su tiempo libre. Algo que puede parecer cercano a lo que vimos en la serie 'House', aunque en realidad nada tienen que ver.
El resto de personajes son muy variados y destacan por lo reales que resultan en su inmensa mayoría. Una monja muy lejana a la imagen que muchos tienen de ellas, con sus debilidades y sus pequeños vicios, un inspector de sanidad mas dedicado a ganar dinero que a su cometido real, seleccionando perfectamente como y cuando actuar según convenga, unos doctores con gran dedicación pero con sus fallos y debilidades, un conductor de ambulancia totalmente alejado de lo que hoy conocemos, un eminente y brillante doctor que no tiene mas remedio que luchar contra el profundo racismo de sus compañeros y pacientes, la lista es enorme. La relación que se produce entre todos ellos con el paso de los capítulos va dando una idea de la riqueza de su guión, resultando tan importante o mas que el tema central de la serie, la medicina.
Otra de las maravillas a tener en cuenta es la excelente ambientación que posee, haciéndonos creer que realmente estamos en la fecha de la que data. Los detalles están perfectamente calculados y captados por los variados planos que el experimentado director es capaz de ofrecer. Cada objeto, cada decorado, cada nueva imagen que aparece ante nuestros ojos, contribuyen a crear un clima totalmente fiel con la realidad de la época, con la tremenda falta de higiene en los peores barrios, con esas decoraciones cargadas hasta la extenuación de las que se rodeaban las clases pudientes de entonces.
La fotografía aporta muchísimo a dicha recreación, fomentando una constante inquietud en el espectador y diferenciando con maestría los diferentes ambientes. Ese rojo utilizado cuando entramos en un prostíbulo o algún tugurio de mala muerte, esos ocres con los que asistimos a los ambientes interiores mas modestos y mal iluminados, esa luminosidad existente en las casas de los mejor posicionados económicamente y esa blancura impoluta de las salas y las indumentarias del hospital y sus médicos y enfermeras, todas perfectamente captadas y recreadas para nuestro deleite.
Y finalizo con el excelente reparto elegido. No solo por el ya nombrado Clive Owen, magnífico en su trabajo como casi siempre, sino por gran parte del elenco que funciona como un reloj. Destacar entre ellos a André Holland en el papel del Dr. Algernon Edwards, enormemente capaz y de gran talento, pero condicionado por su raza, interpretado con mucha brillantez. También destacar a Eve Hewson en el papel de la enfermera Lucy Elkins, no ya por su interpretación en si, que está muy bien, sino porque aporta una nota de hermosura y tranquilidad entre tanto sufrimiento.
Conclusión: 'The Knick' me ha dado lo que muchas series nunca han llegado a conseguir, una forma amena y entretenida de mostrarnos una época poco conocida en comparación con su enorme importancia en la historia. Su enorme originalidad dentro de la gran cantidad de serie dedicadas a la medicina y la maestría del director para contarnos la, por otra parte magnífica historia, hacen que solo pueda recomendar su visionado a casi todos. Eso si, absténganse de verla los mas impresionables y los hipocondríacos, lo pasarían realmente mal. Por cierto, ya hay anunciada una segunda temporada, algo que me ha alegrado la semana. Sean felices, es una orden.
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