* Año - 2013
* Duración - 80 min.
* País - Polonia
* Director - Pawel Pawlikowski
* Guión - Pawel Pawlikowski y Rebecca Lenkiewicz
* Música - Kristian Selin Eidnes Andersen
* Sonido - Michael Dela
* Fotografía - Lukasz Zal, Ryszard Lenczewski
* Montaje - Jaroslaw Kaminski
* Maquillaje - Anna Kieszczynska y Tomasz Sielecki
* Producción - Eric Abraham, Piotr Dzieciol y Ewa Puszczynska
* Productora - Coproducción Polonia-Italia-Dinamarca; Opus Film / Phoenix Film
* Género - Drama
* Reparto - Agata Kulesza, Agata Trzebuchowska, Joanna Kulig, Dawid Ogrodnik, Jerzy Trela, Adam Szyszkowski, Artur Janusiak, Halina Skoczynska, Mariusz Jakus
Pawel Pawlikowski es el encargado de llevar a la gran pantalla el guión que el mismo creó junto a Rebecca Lenkiewicz. Una road movie no apta para almas excesivamente inquietas o carentes de un mínimo de sensibilidad, donde cada plano, cada imagen, cada toma, tienen su razón de ser y que en muchos momentos me recuerda al cine de Ingmar Bergman, no ya por el tipo de historia que cuenta, sino por la forma pausada en la que lo hace y el inconfundible uso de la cámara que utiliza para ello. Totalmente recomendable.
Sinopsis: La película nos cuenta un tramo fundamental de la vida de Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia que ha vivido toda su vida en un convento y que está a punto de asumir los votos. Antes de ello, debe conocer a su tía (Agata Kulesza), su única pariente viva, una jueza de vida bohemia y pasado antifascista que le da a conocer su origen judío y su verdadero nombre: Ida. Ambas irán en busca de los restos de los padres de Ida, asesinados durante la guerra, en un viaje en el que nuestra protagonista buscará algo mas que a sus antepasados.
El director: Pawel Pawlikowski nació en Varsovia, Polonia, un 15 de septiembre de 1957. A la edad de 14 años abandonó Polonia para vivir en Alemania e Italia, antes de establecerse definitivamente en Gran Bretaña. Allí fue donde a finales de los 80 y en los 90 se hizo famoso por sus magníficos documentales, en los que mezclaba hábilmente lirismo e ironía, lo que le hizo acaparar un gran numero de seguidores y ganar multitud de premios internacionales. De entre ellos destacan 'Desde Moscú a Pietushki', 'Viajes de Dostoievski', 'Serbian Epics' y 'Tripping with Zhirinovsky',
Su paso a la ficción se produjo en 1998, con un mediometraje de 50 minutos titulado 'Twockers', una historia de amor que escribió y dirigió junto a Ian Duncan. Ese mismo año dirigió 'The Stringer', una cinta en la que mezcla acción drama y romance; 'Last Resort' (2000) fue su siguiente trabajo. Se trata de un excelente drama sobre la inmigración, protagonizado por Dina Korzun, Paddy Considine y Artiom Strelnikov; en 2004 dirigió 'My Summer of Love' (Mi verano de amor), un drama sobre dos chicas adolescentes de 16 años que mantienen una relación a pesar de la diferencia de clases que existe entre ellas. Está protagonizada por Natalie Press, Emily Blunt, Paddy Considine y Dean Andrews; siete años tendríamos que esperar para disfrutar de su siguiente trabajo, 'La mujer del quinto' (2011), un thriller de nacionalidad francesa que nos cuenta la historia de un escritor estadounidense que se traslada a Francia tras perder su trabajo. Está interpretada por Ethan Hawke y Kristin Scott Thomas en los papeles principales. 'Ida' (2013) es su último trabajo hasta la fecha. Además de su Polaco natal, Pawlikowski habla con fluidez Inglés, francés, alemán, italiano y ruso.
La película: Lo primero que se me viene a la cabeza a la hora de recordar la experiencia vivida con el visionado de 'Ida', es el tono poético que tiene este magnífico trabajo. Es una de esas obras que da mayor importancia a las imágenes que a los diálogos en si, algo que no quiere decir que estos sean intrascendentes, ni muchísimo menos, pero si que el director utiliza la hermosa variedad de estampas que la componen como principal motor para exponernos lo que en realidad nos quiere mostrar.
Desde el primer momento el espectador se sentirá profundamente embelesado por su estética, totalmente minimalista, como corresponde a la vida en el interior de un convento. En dicho tramo, esos diálogos que en general serán escasos, son prácticamente inexistentes, mostrándonos la vida de nuestra protagonista y sus compañeras en uno de los sitios mas tranquilos que se nos puedan ocurrir. El uso de la cámara, prácticamente inmóvil en casi todo el metraje, además de su exquisita fotografía en blanco y negro, son sus principales señas de identidad, junto a un ritmo pausado que permite al espectador ir asimilando cómodamente la información que le llega.
Pero no deben confundir un ritmo lento pero firme, como el que aquí se nos muestra, con el extremadamente parsimonioso y carente de sentido de otros productos. No hay una sola toma que aquí sea intrascendente, ni un solo plano que no muestre información útil, que sea gratuito, sino que por el contrario, todo está perfectamente filmado, inteligéntemente montado y brillantemente planificado para que nada quede al azar. De hecho, el mejor ejemplo de lo que les digo es la duración de su metraje, 1 hora y 18 minutos exactamente, justo lo que Pawlikowski necesita para contarnos su historia, algo de lo que muchos deberían aprender en vez de rellenar minutos con paja totalmente innecesaria, que en la mayoría de las ocasiones perjudica mas que beneficia al resultado final.
Nuestra protagonista está a punto de recibir sus votos tras una vida que ha transcurrido íntegramente en el interior del convento donde la dejaron siendo muy pequeña, por lo que la hermana superiora la hace salir de el antes de hacerlo, aunque solo sea para conocer ala única persona que permanece con vida de su familia. Imagínense la experiencia que supondrá para ella salir de esos muros y comenzar a descubrir como es el mundo lejos de la tranquilidad del convento. Bajo esta escusa, los guionistas enriquecen la historia tratando una variedad de temas insospechada, dada la escasa duración de la cinta. Pero como ya les he comentado con anterioridad, poco o nada es gratuito en 'Ida', por lo que temas tan dispares como el amor, el sexo, el alcoholismo, la soledad, la traición, la pobreza, el autoritarismo, las secuelas de la guerra y la carencia de moral son tratados de forma mas o menos explicita, dando una riqueza a la película difícil de encontrar en los tiempos que corren.
El director: Pawel Pawlikowski nació en Varsovia, Polonia, un 15 de septiembre de 1957. A la edad de 14 años abandonó Polonia para vivir en Alemania e Italia, antes de establecerse definitivamente en Gran Bretaña. Allí fue donde a finales de los 80 y en los 90 se hizo famoso por sus magníficos documentales, en los que mezclaba hábilmente lirismo e ironía, lo que le hizo acaparar un gran numero de seguidores y ganar multitud de premios internacionales. De entre ellos destacan 'Desde Moscú a Pietushki', 'Viajes de Dostoievski', 'Serbian Epics' y 'Tripping with Zhirinovsky',
Su paso a la ficción se produjo en 1998, con un mediometraje de 50 minutos titulado 'Twockers', una historia de amor que escribió y dirigió junto a Ian Duncan. Ese mismo año dirigió 'The Stringer', una cinta en la que mezcla acción drama y romance; 'Last Resort' (2000) fue su siguiente trabajo. Se trata de un excelente drama sobre la inmigración, protagonizado por Dina Korzun, Paddy Considine y Artiom Strelnikov; en 2004 dirigió 'My Summer of Love' (Mi verano de amor), un drama sobre dos chicas adolescentes de 16 años que mantienen una relación a pesar de la diferencia de clases que existe entre ellas. Está protagonizada por Natalie Press, Emily Blunt, Paddy Considine y Dean Andrews; siete años tendríamos que esperar para disfrutar de su siguiente trabajo, 'La mujer del quinto' (2011), un thriller de nacionalidad francesa que nos cuenta la historia de un escritor estadounidense que se traslada a Francia tras perder su trabajo. Está interpretada por Ethan Hawke y Kristin Scott Thomas en los papeles principales. 'Ida' (2013) es su último trabajo hasta la fecha. Además de su Polaco natal, Pawlikowski habla con fluidez Inglés, francés, alemán, italiano y ruso.
La película: Lo primero que se me viene a la cabeza a la hora de recordar la experiencia vivida con el visionado de 'Ida', es el tono poético que tiene este magnífico trabajo. Es una de esas obras que da mayor importancia a las imágenes que a los diálogos en si, algo que no quiere decir que estos sean intrascendentes, ni muchísimo menos, pero si que el director utiliza la hermosa variedad de estampas que la componen como principal motor para exponernos lo que en realidad nos quiere mostrar.
Desde el primer momento el espectador se sentirá profundamente embelesado por su estética, totalmente minimalista, como corresponde a la vida en el interior de un convento. En dicho tramo, esos diálogos que en general serán escasos, son prácticamente inexistentes, mostrándonos la vida de nuestra protagonista y sus compañeras en uno de los sitios mas tranquilos que se nos puedan ocurrir. El uso de la cámara, prácticamente inmóvil en casi todo el metraje, además de su exquisita fotografía en blanco y negro, son sus principales señas de identidad, junto a un ritmo pausado que permite al espectador ir asimilando cómodamente la información que le llega.
Pero no deben confundir un ritmo lento pero firme, como el que aquí se nos muestra, con el extremadamente parsimonioso y carente de sentido de otros productos. No hay una sola toma que aquí sea intrascendente, ni un solo plano que no muestre información útil, que sea gratuito, sino que por el contrario, todo está perfectamente filmado, inteligéntemente montado y brillantemente planificado para que nada quede al azar. De hecho, el mejor ejemplo de lo que les digo es la duración de su metraje, 1 hora y 18 minutos exactamente, justo lo que Pawlikowski necesita para contarnos su historia, algo de lo que muchos deberían aprender en vez de rellenar minutos con paja totalmente innecesaria, que en la mayoría de las ocasiones perjudica mas que beneficia al resultado final.
Nuestra protagonista está a punto de recibir sus votos tras una vida que ha transcurrido íntegramente en el interior del convento donde la dejaron siendo muy pequeña, por lo que la hermana superiora la hace salir de el antes de hacerlo, aunque solo sea para conocer ala única persona que permanece con vida de su familia. Imagínense la experiencia que supondrá para ella salir de esos muros y comenzar a descubrir como es el mundo lejos de la tranquilidad del convento. Bajo esta escusa, los guionistas enriquecen la historia tratando una variedad de temas insospechada, dada la escasa duración de la cinta. Pero como ya les he comentado con anterioridad, poco o nada es gratuito en 'Ida', por lo que temas tan dispares como el amor, el sexo, el alcoholismo, la soledad, la traición, la pobreza, el autoritarismo, las secuelas de la guerra y la carencia de moral son tratados de forma mas o menos explicita, dando una riqueza a la película difícil de encontrar en los tiempos que corren.
Como les mencioné al principio de el post, 'Ida' me recuerda en multitud de ocasiones al cine de Bergman, aunque esto nada tenga que ver por como se cuenta la historia. Me refiero al uso del blanco y negro, a la forma en la que la cámara permanece inmóvil como si de un documental se tratase, a la posibilidad que nos da de observar detenidamente cada plano, de disfrutarlo y digerirlo. Nos deja una infinidad de postales de una belleza indudable, un trabajo que el director, junto a Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski, encargados de la fotografía, convierten en autenticas obras de arte. Tan solo tenéis que echar un vistazo a las mas de 50 estampas que os he dejado en los 2 primeros gifs, que están elegidas al azar en su totalidad, conforme iba disfrutando la película. Son 50 como podrían haber sido 200, pues en cada instante nos vuelven a sorprender con una aún mejor que la anterior.
Si hablamos de las interpretaciones que nos regala este film, no podemos mas que alabar el trabajo realizado por nuestra protagonista, una Agata Trzebuchowska cuya naturalidad e inocente belleza copan la atención en cada instante en el que aparece. Llena su presencia la pantalla en todo momento, confundiendo al espectador que comprueba como involuntariamente es hipnotizado por la presencia de alguien, que por su vocación y forma de vida, choca frontalmente con nuestra moral, que intenta evitarlo sin mucho éxito. Al menos es lo que a mi me ha ocurrido, no se como lo verán ustedes. Junto a ella, una brillante Agata Kulesza en el papel de su tía, una luchadora a la que la dureza de sus vivencias ha marcado y cuya existencia es totalmente contraria a la de nuestra protagonista. Ambas copan la totalidad de la cinta.
Si hablamos de las interpretaciones que nos regala este film, no podemos mas que alabar el trabajo realizado por nuestra protagonista, una Agata Trzebuchowska cuya naturalidad e inocente belleza copan la atención en cada instante en el que aparece. Llena su presencia la pantalla en todo momento, confundiendo al espectador que comprueba como involuntariamente es hipnotizado por la presencia de alguien, que por su vocación y forma de vida, choca frontalmente con nuestra moral, que intenta evitarlo sin mucho éxito. Al menos es lo que a mi me ha ocurrido, no se como lo verán ustedes. Junto a ella, una brillante Agata Kulesza en el papel de su tía, una luchadora a la que la dureza de sus vivencias ha marcado y cuya existencia es totalmente contraria a la de nuestra protagonista. Ambas copan la totalidad de la cinta.
Conclusión: 'Ida' no es cine para todos los gustos. Su belleza casi poética no será suficiente para saciar a los espectadores que necesitan de cierto ritmo para disfrutar de este noble arte. Es necesario visualizarla con tranquilidad, disfrutando de cada hermosa estampa que nos ofrece, como si de una hermosa pieza de música clásica se tratase. Su efecto en el espectador que sepa hacerlo es profundamente relajante, algo que en los tiempos que corren es de un valor incalculable. Y ese aroma a cine clásico que desprende no tiene precio. Una maravilla para los sentidos. Disfrútenla.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb y youtube
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