Kolya - Jan Sverák (1996)

Título original - Kolja (Kolya)
Año - 1996
Duración - 110 min.
País - República Checa
Director - Jan Sverák
Guión - Zdenek Sverák
Música - Ondrej Soukup
Fotografía - Vladimir Smutny
Montaje - Alois Fišárek
Producción - Eric Abraham y Jan Svěrák
Productora - Coproducción República Checa-GB
Género - Comedia, Drama
Reparto - Zdenek Sverák, Andrej Chalimon, Irina Livanova, Ondrej Vetchy, Lilian Malkina, Stella Zázvorková, Libuse Safránková

Jan Sverák es el director responsable de esta maravillosa y tierna historia que ofrece mucho mas de lo que pueda parecer a simple vista. Su guión es obra de Zdenek Sverák, padre del director y principal protagonista de la historia junto al joven Andrej Chalimon, el niño con cara de ángel. Ganadora del Oscar y el Globo de Oro a la mejor película extranjera, estamos ante un retrato de la vida de varias personas dentro de un regimen, con la Revolución de Terciopelo de Praga como telón de fondo. No se la pierdan, merece la pena disfrutarla, sin lugar a dudas.

Sinopsis: Franka Louka (Zdenek Sverák) es un concertista de violoncelo muy reconocido en la Checoslovaquia ocupada por los soviéticos, aunque tras haber perdido su puesto en la orquesta filarmónica por las sospechas políticas que se ciernen sobre el, no le queda mas remedio que sobrevivir tocando en funerales y arreglando lápidas en el cementerio local. Siempre ha sido soltero, pero la cantidad de deudas que ha acumulado, lo hacen aceptar una proposición para contraer matrimonio con una joven rusa por dinero, ya que ella necesita desesperádamente los papeles, hecho que cambiará su vida para siempre.

El director: Jan Svěrák es un actor, productor y director de cine checo nacido en Žatec, un 6 de febrero de 1965. Es hijo del conocido escritor Zdeněk Svěrák y estudió cine documental en la Academia de Artes de Praga.

Considerado como el mejor director checo, su cine está íntimamente ligado a la figura de su padre, omnipresente a lo largo de toda la filmografía de su hijo, ya sea como actor, guionista o productor. La mayor prueba de ello es el documental titulado Papá (Tatínek), estrenado en 2004 y que está dedicado a la figura de su progenitor. Su primer largometraje, Elementary School (1991), en el que su padre firma el guión y tiene uno de los papeles principales, fue nominado al Oscar a la mejor película extranjera, aunque antes ya había ganado el Oscar con su cortometraje Ropáci (1988). Tras el llegó Accumulator 1 (1994), una comedia fantástica en la que Zdeněk repite escribiendo el guión y actuando; ese mismo año dirigió Jízda (The Ride), una road movie en la que no está acreditado su padre.

Tras Kolya (1996), su siguiente trabajo tardó 5 años en estrenarse. Se trata de Un mundo azul oscuro (2001), donde mezcla acción y drama en una historia sobre la II guerra mundial y cuyo guión es obra de Zdenek. En 2004 se estrenó el antes mencionado documental Papá y en 2007 fue Sueños de juventud, una comedia dramática escrita e interpretada por Zdenek. Su último trabajo es de animación para niños y está escrito por el mismo. Se trata de Kuky Returns (2010).

La película: Kolya es uno de esos trabajos que brillan por su sencillez, algo cada vez mas difícil en medio de un mundo donde se busca la originalidad, los giros inesperados y la vuelta de tuerca definitiva. Pero no quiero que se lleven una idea equivocada de ella antes de verla, ya que su riqueza es tremenda, los temas que trata trascendentales y los mensajes que contiene, mas o menos subliminales, son diversos y variados. Lo que ocurre, es que la forma en la que están plasmados en su exquisito guión, permiten disfrutar de ella teniéndolos en cuenta o no, algo realmente difícil de conseguir en este arte.

Y es que este trabajo tiene como protagonista a un grupo de personas de lo mas normales, que viven en un país bajo la ocupación de una superpotencia, sobreviviendo como buenamente pueden, pero que casi nunca pone mucho énfasis en la situación política, ni la coloca en primera linea, algo que para algunos puede parecer algo frívolo, argumentando que el conflicto está poco tratado, que no se le ha dado la importancia que merece un hecho de tal calado político e histórico. Es uno de los grandes aciertos de Kolya, al menos en mi opinión, ya que padre e hijo prefieren centrarse en las personas, en las relaciones que surgen entre ellas, dejando a la vez suaves pinceladas en su camino, para mostrarnos donde y bajo que contexto se desarrolla su historia.

Otro de sus aciertos es el tacto con el que se mima el delicado equilibrio entre el drama y la comedia, que conviven en ella con una naturalidad rara vez vista. Nunca resulta estrambótica, aunque consigue sacarte mas de una sonrisa, nunca excesivamente sensiblera, a pesar de que la historia que cuenta invita a ello, por lo que funciona como comedia suave y drama comedido a las mil maravillas. Gran parte de culpa de ello es del guión escrito por Zdenek Sverák, escueto y brillante a partes iguales, pero no debemos de olvidar la labor de Jan Sverák, capaz de llevar a la pantalla de forma sobresaliente dicho guión.

El uso de la cámara es siempre el adecuado, por lo que el trabajo de Vladimir Smutny en la fotografía aporta candidez y claridad a la historia, eligiendo siempre el encuadre adecuado, mostrándonos primeros planos de nuestros protagonistas en los momentos justos y una hermosa colección de imágenes de Praga, tanto de sus hermosos monumentos, como de algunos de sus bellos paisajes. El ritmo de la cinta es otro de los aspectos destacables, siendo este moderado y carente de cambios de ritmo, algo que para algunos pueda resultar monótono, pero que le viene de pelas a la historia.

La banda sonora es obra principalmente de Ondrej Soukup, aunque contiene también temas de Antonín Dvorák y Bedrich Smetana. Está interpretada por la Orquesta filarmónica de Praga y la Orquesta filarmónica Checa. El uso que se hace de ella en la película es inmejorable, además de que su calidad resulta incuestionable, por lo que es una de esas que da gusto escuchar de vez en cuando y que yo mismo he añadido a mi colección..


Pero como las personas son el centro de esta historia, dos de sus personajes llevan casi todo el peso de la misma. En primera linea tenemos a Franka Louka, al que da vida Zdenek Sverák. Se trata de un hombre maduro, que jamás ha querido tener una relación estable, y mucho menos casarse, no gustándole tampoco los niños. Vive solo con su música, aunque es lo suficientemente pícaro como para tener alguna que otra amante siempre revoloteando a su alrededor, con la que combatir la soledad que reina en su vida. Es de esos personajes que desde el primer instante cae bien al espectador. Pero todo lo que ha cuidado y preservado se viene abajo con la aparición en su vida de Kolya, un niño ruso de cinco años que no sabe checo, interpretado a la perfección por Andrei Chalimon. Kolia es una de esas criaturas que te ganan con una simple mirada, cuya inocencia y dulzura son imposibles de pasar por alto. Entre ambos dan vida a la historia y la sostienen, no estando excesivamente desarrollados el resto de personajes que aparecen. De ellos destacan Libuše Šafránková, una compañera de trabajo de Franka con la que de vez en cuando tiene relaciones y Stella Zázvorková, que interpreta a su madre.

Conclusión: Kolya es ternura hecha cine, un hermoso retrato de como esta caprichosa vida es capaz de hacerte cambiar en un solo instante, de como los seres humanos están por encima de guerras, conflictos y enfrentamientos, de los que pocos realmente entienden y muchos los sufren. Su sencillez, el esmero en su rodaje y el feeling existentes entre sus protagonistas son sus grandes bazas, siendo sus taras tan insignificantes, que no merece la pena ni ser mencionadas. Un trabajo para espectadores con corazón que huye de la sensiblería gratuita, cambiándola por un punto de vista simpático y amable. Yo que ustedes no me la perdería. Sean felices, que no es poco.


Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube