Año - 1941
Duración - 113 min.
País - Estados Unidos
Director - Victor Fleming
Guión - John Lee Mahin, basado en la novela El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, de Robert Louis Stevenson
Música - Franz Waxman
Fotografía - Joseph Ruttenberg
Montaje - Harold F. Kress
Producción - Victor Fleming y Victor Saville
Productora - Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Género - Drama, Terror
Reparto - Spencer Tracy, Ingrid Bergman, Lana Turner, Donald Crisp, Ian Hunter, Barton MacLane, C. Aubrey Smith, Peter Godfrey, Sara Allgood, Frederick Worlock, William Tannen, Frances Robinson, Denis Green, Billy Bevan, Forrester Harvey, Lumsden Hare, Lawrence Grant
Victor Fleming fue el encargado de co-producir y dirigir en 1941 una nueva película de una de las novelas que mas adaptaciones ha soportado en la historia, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, de Robert Louis Stevenson. Con un excelente reparto encabezado por Spencer Tracy, Ingrid Bergman y Lana Turner, el guión de John Lee Mahin y la fotografía de Joseph Ruttenberg, estamos ante un trabajo muy disfrutable, aunque tildado de innecesario por muchos de los incondicionales de la versión de 1931 (El hombre y el monstruo), dirigida por Rouben Mamoulian y que dio, aunque fuese de manera compartida, el Oscar como mejor actor al brillante Fredric March, a la que creo no consigue superar.
Sinopsis: El Dr. Jekyll (Spencer Tracy) es un prestigioso doctor y un incansable doctor obsesionado con la lucha entre el bien y el mal, para lo que tiene la intención de crear un fármaco capaz de aislarlos y poder controlarlos. A pesar de estar a punto de casarse con la bella Bea Emery (Lana Turner), sus investigaciones lo llevan a obsesionarse de tal forma que, ante la imposibilidad de experimentar con seres humanos, decide probar el mismo los efectos del medicamento que ha creado, dando nacimiento así a Mr. Edward Hyde, un ser lleno de maldad que tan solo comparte con el el uso de su cuerpo, resultando cada vez mas difícil para el Dr. Jekyll evitar la transformación en Hyde, o al menos poder llegar a controlarlo.
El director: Victor Fleming fue un cineasta norteamericano nacido en La Cañada, California, el 23 de febrero de 1889. Entrando en el mundo del cine casi por casualidad, debutó en 1919 dirigiendo junto a Theodore Reed el mediometraje Pesadillas (1919). En sus 30 años dirigiendo cine realizó mas de 40 trabajos entre los que podemos destacar El virginiano (1929), Tierra de pasión (1932), La isla del tesoro (1934), Capitanes intrépidos (1937), El gran vals (1938), La vida es así (1942), Dos en el cielo (1943) y Juana de Arco (1948), además de los dos trabajos consecutivos que lo han hecho pasar a la historia de cine entre los mas grandes: El mago de Oz y Lo que el viento se llevó (junto a George Cukor y Sam Wood), ambas de 1939.
La película: Para entender un poco mejor como funcionaba la industria del cine en otras épocas viene bien conocer pequeñas historias como la de esta película, o en este caso concreto, el ultraje que intentaron cometer sus responsables con los fines que podéis imaginar. La Metro-Goldwyn-Mayer adquirió los derechos de la película de 1931, originalmente lanzada por Paramount Pictures, con el fin de mantener la película fuera de la circulación. No contentos con ello, cada copia de la película de 1931 que pudieron localizar fue destruida, convirtiéndola durante décadas en un producto perdido del que solo quedaban unas cuantas imágenes para el recuerdo. Por suerte, y después de mucho tiempo, se encontró una copia de la misma y esta fue recuperada y restaurada, evitando así uno de los actos mas deplorables cometidos en el universo del séptimo arte. ¿Los motivos? Como he mencionado antes, que cada cual saque sus propias conclusiones.
Dicho esto, creo que sería injusto no disfrutar de este trabajo solo por la forma de actuar de algunos de sus responsables, ya que una cosa es conocer ciertos hechos históricos y otra muy diferente sería juzgar un trabajo solo por ellos. La adaptación de Victor Fleming tiene, al menos a priori, todos los ingredientes necesarios para ser una gran película, aunque también se cometieron en ella ciertos errores que evitan que su nota suba un par de puntos, al menos esa es mi opinión particular, que no tiene por que coincidir con la suya. El guión de John Lee Mahin (Senda prohibida, Quo Vadis, Mogambo, La mala semilla) es bastante brillante, aunque hay que decir que se toma bastantes licencias en referencia a la novela. La historia es muy interesante, tiene un ritmo adecuado y consigue mantener la atención del espectador hasta el final.
Es en algunos personajes donde encuentro cierta descompensación, aunque para ser justos, no puedo asegurar si este es un problema de guión o simplemente de la forma en que el realizador lo lleva a la gran pantalla. La fotografía fue encargada a Joseph Ruttenberg, un maestro que consiguió ganar cuatro Oscars por El gran vals (1938), La señora Miniver (1942), Marcado por el odio (1956), Gigi (1958), de diez nominaciones en total, entre la que encontramos la de este film. Su trabajo es realmente admirable, consiguiendo una ambientación ideal para la historia. El uso de la cámara es igualmente meritorio, al igual que ocurre con el montaje de Harold F. Kress, también nominado al Óscar, aunque sin llegar a alcanzar el premio.
La tercera nominación que se llevo la película fue para la banda sonora original de Franz Waxman (Rebecca, Sospecha, El cáliz de plata, Historia de una monja), que se alzó con dos estatuillas en su carrera por El crepúsculo de los dioses (1950) y Un lugar en el sol (1951), de un total de diez nominaciones. En esta ocasión realiza un trabajo excelente, muy acorde con el tono oscuro y tétrico de la película, a la que le arrebató la estatuilla Bernard Herrmann por El hombre que vendió su alma. Mas abajo, tras el trailer de la película, tenéis un corte de la misma por si os apetece escucharla. Como habréis podido comprobar, el film brilla en la totalidad de sus apartados técnicos, lo que unido al magnífico reparto, hacen de el un trabajo mas que disfrutable.
Es precisamente en el reparto donde algunos aficionados y críticos ven los mayores problemas de la película, algo sobre lo que hay una amplia diversidad de opiniones. De lo que nadie duda es de la calidad del mismo, con un magistral Spencer Tracy como Dr. Henry Jekyll y Mr. Edward Hyde, la brillante Ingrid Bergman como la inocente y dulce camarera Ivy Pearson y la sensual Lana Turner como la correcta e impoluta Bea Emery, la prometida del Dr. Jekyll. Los dos primeros realizan un trabajo excelente, mientras que Lana no tiene excesivas posibilidades de lucimiento en un papel un tanto alejado a los que acostumbraba a realizar. Hay quien piensa que Spencer Tracy no es el actor mas adecuado para este papel, por la imagen bondadosa que transmitía, aunque creo que fue ese uno de los motivos por los que fue elegido, con el fin de mostrar una mayor diferencia entre Jekyll y Hyde, pero lo que yo me pregunto es cual hubiera sido el resultado si intercambiamos los papeles de Ingrid Bergman y Lana Turner, algo que en mi opinión hubiese resultado muy acertado. Nunca lo sabremos realmente.
Conclusión: El extraño caso del Dr. Jekyll es un trabajo cuidado al máximo en todos los aspectos posibles, con un magnífico reparto, unos apartados técnicos realmente brillantes y un guión bastante correcto, aunque un tanto espeso en algunos momentos. Su principal problema era y, por desgracia para sus responsables, es y será la existencia de una adaptación anterior realmente brillante, que creo sintetiza mejor el mensaje de la novela de Robert Louis Stevenson. Mucho antes de realizarla ya lo sabían, por lo que en vez de intentar mejorarla o realizar otro trabajo, intentaron enterrarla para siempre. Por suerte, algo hay en esta vida que, de vez en cuando, pone a cada cual en su sitio, aunque solo sea de vez en cuando.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb y Youtube
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