Año - 2015
Duración - 110 min.
País - Alemania
Director - Oliver Hirschbiegel
Guión - Léonie-Claire Breinersdorfer y Fred Breinersdorfer
Música - David Holmes
Fotografía - Judith Kaufmann
Montaje - Alexander Dittner
Producción - Boris Ausserer, Fred Breinersdorfer y Oliver Schündler
Productora - Lucky Bird Pictures / Delphi Medien / Philipp Filmproduction
Género - Drama
Reparto - Christian Friedel, Katharina Schüttler, Burghart Klaußner, Johann von Bülow, Felix Eitner, David Zimmerschied, Rüdiger Klink, Simon Licht, Cornelia Köndgen, Martin Maria Abram
Oliver Hirschbiegel, realizador que nos dejó hace poco mas de una década la magnífica El Hundimiento, vuelve a sumergirnos en una de las época mas convulsas de Europa y el mundo entero, la del dominio de Hitler. Con un guión escrito por Léonie-Claire Breinersdorfer y Fred Breinersdorfer, nos trasladamos en esta ocasión a los comienzo del dominio del dictador, centrándose en como poco a poco consiguió dominar al pueblo alemán y mas concretamente en la vida de una de esas figuras de las que la historia pocas veces se acuerda, la del campesino y carpintero Georg Elser (Christian Friedel), que estuvo a punto de cambiar la historia. Un trabajo ejecutado de forma positiva en la mayoría de sus apartados, pero no tanto como dicho personaje creo que se merece.
Sinopsis: En los comienzos del reinado del terror de Adolf Hitler, cuando consolidaba su dominio en Alemania y comenzaba su expansión por Europa, hubo un hombre que pudo cambiar la historia. Se trata de Georg Elser (Christian Friedel), un modesto carpintero que, sin pertenecer a la resistencia ni haber militado jamás en los partidos de la oposición, decidió hacer algo para detener el imparable avance del Führer, intentando atentar contra su vida. 13 minutos separaron el éxito del fracaso, e impidieron que su objetivo se pudiera cumplir, pasando en principio a la historia como un sangriento terrorista que acabó con la vida de varios inocentes. Esta es la historia de como y porqué lo hizo, además del elevado precio que tuvo que pagar por ello.
El director: Oliver Hirschbiegel es un director de cine alemán, nacido el 26 de marzo de 1957 en Hamburgo. Comenzó trabajando en televisión participando en la serie Rex: un policía diferente (1994). Posteriormente dirigió un olvidable largometraje basado en la misma, titulado Baby Rex (1997), pero fue en 2001 cuando sorprendió a propios y extraños con el brillante film El experimento, del que os hablamos en este artículo. Tras el drama Mein letzter Film (2002), dirigió El hundimiento (2004), en el que retrataba los últimos días de Adolfo Hitler, causando gran conmoción en Alemania por el tratamiento que tenía hacia la cúpula alemana, pero obteniendo un enorme éxito entre la crítica, siendo nominada al Oscar como Mejor película de habla no inglesa y al Goya en España. El nivel de su cine ha decaído bastante desde entonces, dirigiendo trabajos como Invasión (2007), con Nicole Kidman y Daniel Craig, Cinco minutos de gloria (2009), protagonizada por Oliver Hirschbiegel o Diana (2013), donde Naomi Watts da vida a la princesa Diana de Gales, contando su relación con el doctor Hasnat. También participó en la serie de televisión Borgia (2011).
La película: Resulta realmente curioso, al menos así me lo ha parecido a mi, que en un tema tan utilizado en el mundo del cine como es la segunda guerra mundial, aún haya historias y personajes que me resulten desconocidos hasta ver un trabajo como el que hoy nos ocupa. Para seros sinceros, cada vez me cuesta mas echarle valor y afrontar el visionado de ellas, ya que es realmente complicado encontrar una que lo haga, pero si te das cuenta de la enorme importancia que un personaje como el que hoy nos retrata Oliver Hirschbiegel pudo tener en el desarrollo de la historia, lo menos que te entra es curiosidad. Tras verla he de decir que, incluso entiendo el porqué del ostracismo de dicho personaje, ya que la mayoría de una nación miró hacia otro lado o simplemente se dejó llevar por el poder del Führer y sus ansias de cambiar el mundo, por lo que la historia de quien no lo hizo, no hace mas que agrandar las vergüenzas de la memoria de una nación como Alemania.
Pero tampoco quiero que se lleven a engaños por mis palabras, esperando ver una película bélica o algo por el estilo. 13 minutos para matar a Hitler comienza con un pequeño tramo bastante espectacular, en el que vemos directamente unas imágenes de la preparación del atentado y el resultado del mismo. A partir de ahí iremos conociendo con constantes, pero muy bien ejecutados, saltos en el tiempo la investigación del atentado y la vida de nuestro protagonista, hasta llegar a conocer los motivos por los que decidió hacer lo que hizo. Mas que una película sobre el conflicto, 13 minutos para matar a Hitler retrata como afectó a una pequeña población el progresivo ascenso al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, como cambió para siempre las vidas de sus habitantes y como unos pocos de ellos decidieron hacerle frente.
Tras haberme informado tras su visionado, he de decir que la película es bastante fiel a lo que se conoce sobre la vida de Georg Elser (Christian Friedel), algo que hay que agradecer a Léonie-Claire Breinersdorfer y Fred Breinersdorfer, autores del guión de la misma. Su ritmo, tras el inicio que les he comentado, se ralentiza lo suficiente como para contarnos la vida del protagonista desde bastante antes de llegar a la situación que lo hará actuar como actúa, aunque tampoco llega a ser cansino si el espectador tiene interés en conocerla. El principal problema que yo le encuentro, algo que quizás sea solo cosa mía y que tendrán que comprobar ustedes mismos, es que pienso que no despierta en mi excesivas emociones, al menos no tantas como esperaba de la historia de un personaje como este, pero creo que mas que un problema de guión, tiene que ver con la dirección de Oliver Hirschbiegel y la actuación de sus protagonistas.
Eso no quiere decir que no merezca la pena disfrutarla, si no no llevaría como nota un seis acompañada del calificativo de recomendable, pero si que creo que se le podría haber sacado mucho mas a una historia como esta, que el resultado es bueno, pero también mejorable. Dicho de otro modo: me resulta un tanto fría en su conjunto. La fotografía es obra de Judith Kaufmann (Cuatro minutos, Die Fremde, Dos vidas), que realiza un trabajo correcto, efectivo pero sin excesivos alardes. El magnífico montaje es responsabilidad de Alexander Dittner, mientras que la banda sonora es de David Holmes (Ocean's Eleven, Diana, Cinco minutos de gloria), cuyo trabajo cumple perfectamente con su cometido, sin brillar tampoco en exceso.
En el reparto de 13 minutos para matar a Hitler tiene un lógico protagonismo el actor Christian Friedel, que da vida a Georg Elser, una persona que siempre se ha mantenido bastante al margen de luchas políticas pero a la que las circunstancias lo arrastran a intentar acabar con todo desde la raiz. Su trabajo es bastante convincente, pero me encantaría ver el resultado del mismo con un actor algo mas expresivo, que llegue mas al espectador de lo que el lo hace. Otros miembros relevantes son Katharina Schüttler como Elsa, el gran amor de nuestro protagonista; Johann von Bülow como Heinrich Müller y Felix Eitner como Hans Eberle, los dos oficiales encargados de su interrogatorio y custodia, y por último, David Zimmerschied como Josef Schurr, el amigo mas cercano a Georg. El nivel es bastante bueno en general, siendo este uno de los motivos por los que la película no pierde interés en ningún momento.
Conclusión: Oliver Hirschbiegel nos relata la historia de uno de esos personajes que, aún pudiendo haber cambiado el curso de la historia y habiendo entregado toda su vida para conseguir un buen fin, ha sido mas tiempo recordado como un simple terrorista que como lo que realmente fue, un auténtico héroe. Una historia que merece la pena conocer, mas biográfica que bélica, que sigue la costumbre de su realizador de exponer los hechos sin juzgarlos, algo que le trajo un aluvión de críticas en su país tras el estreno de El hundimiento, pero que aquí ha suavizado algo para evitar algo similar. Lástima esa leve falta de dramatismo, ese empujón final que la hubiera elevado a los altares del cine actual. Otra vez será.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb y Youtube
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