Año - 2015
Duración - 90 min.
País - Canadá
Director - Jon Cassar
Guión - Brad Mirman
Música - Jonathan Goldsmith
Fotografía - Rene Ohashi
Montaje - Susan Shipton
Producción - Isabella Marchese Ragona, Bill Marks, Gary Howsam, Kevin DeWalt y Josh Miller
Productora - Panacea Entertainment / Minds Eye Entertainment / Rollercoaster Films
Género - Western. Drama
Reparto - Kiefer Sutherland, Donald Sutherland, Brian Cox, Demi Moore, Siobhan Williams, Michael Wincott, Landon Liboiron, Greg Ellis, Wesley Morgan, Aaron Poole, Michael Therriault, Christopher Rosamond
Jon Cassar es el encargado de llevar a la gran pantalla el guión escrito por Brad Mirman, un western que nos permite disfrutar del trabajo de Donald Sutherland, acompañado en esta ocasión de su hijo Kiefer. Un trabajo cocinado a fuego lento, que se aleja del cine que retrata héroes invencibles para contarnos una historia que rebosa mesura y da mayor importancia a la relación entre sus personajes que a la historia en si. Para algunos un trabajo que no aportará mucho al género, aunque a mi me ha hecho pasar un buen rato ante la pantalla, que creo no es poco en los tiempos que corren. Recomendable.
Sinopsis: En 1872, John Henry (Kiefer Sutherland) regresa a su ciudad natal tras haber abandonado su vida como pistolero y su reputación como veloz asesino, con la esperanza de arreglar la relación con su padre, el reverendo Clayton (Donald Sutherland). Al llegar, descubre que una banda a las órdenes de James McCurdy (Brian Cox) tiene aterrorizado al pueblo con el fin de conseguir que los terratenientes vendan sus tierras para que el tren pase por el pueblo. John Henry es el único que parece poder detenerlos, pero su padre no quiere que su hijo regrese a una vida de violencia.
El director: Jon Cassar es un productor y director de cine y televisión nacido en Malta, el 27 de abril de 1958. Graduado de la Universidad de Algonquin en Ottawa, Ontario, su carrera está principalmente ligada al mundo televisivo, donde tiene la mayoría de sus registros y sus éxitos. Debutó en la serie El señor de las tinieblas (1992), en la que dirigió un total de 7 episodios. Está ligado a multitud de productos entre los que destacaré Kung Fu: la leyenda continúa (1994 a 1996; 12 episodios), Sheena (2000-01; 3 episodios), 24 (2001-09; 59 episodios), Los Kennedy (2011; 8 episodios), Terra Nova (2011; 5 episodios), Person of Interest (2012; episodio: "Bad Código"), 24: vivir otro día (2014; 6 episodios) o Wicked City (2015; 8 episodios). Sin embargo, sus intentos en el mundo del cine han obtenido mucho peor resultado, de las que nombraré Peligro bajo el mar (2001), 24: Redención (2008) y Forsaken (2015), la que hoy nos ocupa. En su carrera ha ganado entre otros 4 premios Emmy por la serie 24 y el de Mejor Miniserie o Película por Los Kennedy, por la que también obtuvo un Premio del Sindicato de Directores y dos del Sindicato de Directores de Canadá.
La película: Parece que en los últimos tiempos el western se está volviendo a poner de moda, llegando a las carteleras un buen número de películas de este género que tantas alegrías nos ha dado a lo largo de los años. La verdad es que hay de todo como en botica, desde algunas que intentan escribir una nueva página en una historia donde parecen ya todas escritas, otras que intentan coger lo mejor de unas y de otras para realizar un producto digamos renovado e incluso los temidos remakes, que intentan llevar al público que llena hoy día las salas, las historias que ya nos habían contado de un modo muy diferente, limando los atributos necesarios y, porque no decirlo, los efectos especiales y la espectacularidad que el público actual demanda. En el caso que hoy nos ocupa nos encontramos con una historia bastante sencilla, mil veces contada ya con anterioridad, pero qué tiene varios rasgos por los que creo que merece la pena dedicarle un rato de nuestro tiempo, aunque tampoco es que vaya a pasar a la historia en un lugar significativo.
Estamos ante un trabajo que busca contar al espectador una historia lo mas creíble posible, dando una imagen de cómo era la vida en la época mucho más cercana a la realidad de lo que hacen la mayoría de productos dentro del género. Para ello sus creadores no han evitado recurrir a la ya bastante utilizada historia del pueblo dominado por una banda que impone su ley por encima de cualquier otra, algo que por otro lado hay que decir que es bastante lógico vistas las condiciones en las que se vivía en aquellos tiempos. Por otro lado tenemos a un personaje que después de marcharse del pueblo al estallar la guerra, no había vuelto a dar señales de vida durante muchísimo tiempo. Su intención es la de alejarse de la mala vida que ha vivido tras finalizar la guerra e intentar recomponer la relación que tenía con sus padres. No hace falta ser Séneca para adivinar por donde pueden ir los tiros.
Jon Cassar traslada a la pantalla el guión escrito por Brad Mirman teniendo muy en cuenta todos los puntos claves de los westerns clásicos, realizando una muy buena dirección de actores y dándole a la historia la sobriedad que esta demanda. El principal problema está por tanto en la historia en si, quizás un tanto descafeinada para el gusto de algunos aficionados, donde priman las relaciones personales entre sus protagonistas por encima de todo lo demás, algo que no gustará a todos por igual, siendo además su historia bastante previsible. Dicho de otro modo, contiene menos acción y violencia de lo que muchos demandan, aunque eso no quiera decir que no sea un entretenimiento bien dirigido e interpretado.
Técnicamente hablando se puede decir que cumple medianamente bien en casi todos los apartados, en los que la tónica general es la misma que en toda la película, la sobriedad. La fotografía es responsabilidad de Rene Ohashi (Nikita, Ana de las tejas verdes, El rostro del asesino), cuyo trabajo denota claramente su amplia experiencia televisiva, efectivo pero no especialmente espectacular. Del montaje se encarga Susan Shipton (El dulce porvenir, Chloe, El mundo según Barney), mientras que la banda sonora es obra de Jonathan Goldsmith (Lejos de ella, Take This Waltz, Corrupción en el poder), que acompaña a la perfección en la película, sin llegar a ser excesivamente protagonista.
En el reparto escogido para la película reside uno de sus mayores encantos. He de reconocer que siempre he sido muy de Donald Sutherland, aunque no tanto de Kiefer, pero la combinación entre ambos hace que Donald brille como lo hace habitualmente y Kiefer realice también una muy buena actuación, a pesar de sus eternas carencias expresivas. Solo por ver a padre e hijo actuando ya merece la pena disfrutar este western. En el resto del reparto destacan una Demi Moore como Mary Alice Watson, que cumple y poco mas, un Brian Cox que da vida de forma correcta a James McCurdy, el personaje que intenta hacerse con el pueblo y Michael Wincott como el pistolero Dave Turner.
Conclusión: Forsaken no pasará a la historia del cine con letras de oro, pero supone un mas que digno entretenimiento dentro de un género en el que no abundan las producciones de corte clásico como esta. Además de ello es una magnífica oportunidad de ver a los Sutherland trabajar juntos, una formula que ojalá se repita en mas de una ocasión, ya que los resultados obtenidos son mas que satisfactorios. Cine del Oeste como dicen por aquí los mas entrados en años, del de toda la vida. Sean felices, que no es poco.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube
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