Año - 2007
Duración - 98 min.
País - Austria
Dirección - Stefan Ruzowitzky
Guion - Stefan Ruzowitzky, adaptando una historia de Adolf Burger
Música - Marius Ruhland
Fotografía - Benedict Neuenfels
Montaje - Britta Nahler
Producción - Josef Aichholzer, Nina Bohlmann y Babette Schröder
Productora - Co-production Austria-Alemania;
Reparto - Karl Markovics, August Diehl, Devid Striesow, Martin Brambach, August Zirner, Veit Stübner, Sebastian Urzendowsky, Andreas Schmidt
Género - Drama / Nazismo, Holocausto, Años 30, Basado en hechos reales
El realizador austriaco Stefan Ruzowitzky adapta una historia de Adolf Burger y dirige la película Los falsificadores, una coproducción entre Austria y Alemania que pone sus ojos en la conocida como Operación Bernhard, un plan de Tercer Reich para falsificar moneda y provocar un colapso de la economía británica durante la Segunda Guerra Mundial, visto desde los ojos de los judíos que fueron utilizados para ejecutarlo. Destacar la fotografía de Benedict Neuenfels, la hermosa banda sonora de Marius Ruhland y el magnífico trabajo del actor Karl Markovics. Se llevó el Oscar como Mejor película de habla no inglesa en 2008.
Sinopsis - Berlín, 1936. Salomon Sorowitsch (Karl Markovics), el rey de los falsificadores de moneda, es un judío sin escrúpulos que cree que "la manera más rápida de ganar dinero es fabricar dinero" y no le preocupa en absoluto lo que está sucediendo a su alrededor, ni siquiera la situación de los judíos. Sin embargo, cuando estalla la guerra, es arrestado y llevado a un campo de concentración nazi, donde se ve obligado a trabajar con otros falsificadores, para intentar salvar su vida acosta de ayudar al enemigo a financiar sus ejércitos y desestabilizar la moneda británica, un enorme dilema moral.
El director - Stefan Ruzowitzky es un director de cine austriaco nacido en Viena, el 25 de diciembre de 1961. Estudió arte dramático e historia en la Universidad de Viena. Comenzó dirigiendo videos musicales para grupos como 'N Sync', además de realizar anuncios publicitarios.
Su debut cinematográfico fue con la comedia dramática Tempo (1996), en la que trata temas como la homosexualidad, protagonizada por Xaver Hutter y Anne Mertin. Con su siguiente trabajo, el thriller Los herederos (1998), con Sophie Rois, Simon Schwarz y Lars Rudolph, obtuvo el galardón como Mejor Película en el festival de cine de Rotterdam, así como en el Festival de Cine de Flandes. También obtuvo un premio en el Festival Internacional de Cine de Valladolid. Tras ella se adentró en el género del terror con Anatomía (2000), protagonizada por Franka Potente, que podemos posicionar entre los trabajos tipo Scream.
Al año siguiente estrenó All the Queen's Men (2001), un trabajo que combina cine bélico, comedia y acción, protagonizado por Matt LeBlanc, Eddie Izzard, James Cosmo y Nicolette Krebitz; Tras ella dirigió la secuela Anatomía 2 (2003), con nombres como Barnaby Metschurat, Herbert Knaup, Heike Makatsch y Roman Knizka: tras un pequeño parón presentó Los falsificadores (2007), con la que ganó el Óscar a la Mejor película de habla no inglesa, interpretada por Karl Markovics, August Diehl y Devid Striesow; Tras ella llegaron la prescindible Kika Superbruja y el libro de hechizos (2009); el thriller La huida (Dead Fall, 2012), con Eric Bana, Olivia Wilde, Charlie Hunnam, Sissy Spacek y Kris Kristofferson, de la que os hablamos en este artículo; el documental Radical Evil (2013); el thriller Cold Hell (Die Hölle, 2017), con Violetta Schurawlow y Tobias Moretti en su reparto; la discreta Paciente cero (2018), una película de terror sobre una pandemia que ha eliminado a gran parte de la población convirtiéndola en seres violentos, con Matt Smith, Natalie Dormer, Stanley Tucci y Clive Standen; su último trabajo ha sido el drama ambientado en la edad media Narciso y Goldmundo (2020), protagonizado por Lukás Bech, Henriette Confurius, Roxane Duran y Georg Friedrich, entre otros.
La película - Continuando con nuestro repaso a ese selecto grupo de películas que han logrado alzarse con el Óscar a la Mejor película de habla no inglesa, hoy os hablaremos a la que consiguió la preciada estatuilla en el año 2008, Los falsificadores, un trabajo que trata un tema tan lamentable y espinoso como repetidamente utilizado en el cine, el del genocidio cometido por los nazis contra el pueblo judío y quien osara cruzarse en su camino. ¿Por que merece la pena disfrutarla entonces?. Muy sencillo. La película de Stefan Ruzowitzky se centra en un suceso poco conocido, al menos por un servidor, que pudo cambiar el devenir de la guerra, para bien o para mal, y que además nos retrata la vida dentro de un campo de concentración de los que podían sentirse afortunados, judíos que por poseer habilidades de las que necesitaba el ejercito nazi, pudieron intentar salvar sus vidas y pasar sus días encerrados en mejores condiciones que la mayoría de su pueblo.
Lo que si pienso que deben tener claro antes de decidir si disfrutarla o no, es que estamos ante un cine bastante alejado de los cánones hollywoodienses, por lo que si es lo que buscáis os puede resultar un tanto fría. El guion escrito por el propio Stefan Ruzowitzky, busca sobre todo mostrar la turbia condición del ser humano y como no todos somos capaces, o no queremos, afrontar determinados dilemas morales de la misma forma. Para ello realiza una dirección muy sobria, cuasi documental en algunos momentos, que en ningún momento busca tomar partido o poner una lupa en el enorme drama que supuso el holocausto, algo que seguro no es bien recibido por una parte del público, sobre todo si lo comparamos con trabajos como la estadounidense La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993), la británica El Pianista (Roman Polanski, 2002) o la italiana La vida es bella (Roberto Benigni, 1997), que cada una en su estilo, son muy diferentes a la que hoy nos ocupa.
Y es que Los falsificadores es un trabajo que podemos calificar de frio, ya que no conmueve en exceso como hacen otros que tratan de temas similares, por lo que podemos decir sin temor a equivocarnos que el dramatismo no es precisamente su fuerte. Esa arriesgada apuesta de su guionista y director la hace una película diferente a la mayoría, algo digno de mención y agradecimiento, pero igualmente le impide llegar al corazón de los espectadores de la forma en que muchos entienden que este tipo de trabajos ha de llegar, por lo que tras visualizarla me viene a la mente la eterna pregunta: ¿Se hubiera alzado con la prestigiosa estatuilla por delante de trabajos como Persépolis, si no tratase el tema del holocausto? Yo no tengo la respuesta, pero si tengo claro que es uno de los principales temas recurrentes a la hora de posicionarse para lograr llevársela, algo un tanto incomprensible a estas alturas para un servidor.
En los apartados técnicos hay que destacar la fotografía de Benedict Neuenfels (Styx, Anónima - Una mujer en Berlín, Liebesleben), que utiliza tonos oscuros de aspecto documental muy apropiados para la historia. El uso de la cámara es igualmente inteligente, aunque sigue la linea de sobriedad que el realizador austriaco impone en casi todos los apartados. El montaje es obra de Britta Nahler (All the Queen's Men, Die Hölle, Rex: Un policía diferente), cuyo trabajo resulta efectivo pero no excesivamentre destacable, mientras que la banda sonora es responsabilidad de Marius Ruhland (Anatomía, Muerte de un superhéroe, Die Hölle), que utiliza tangos clásicos grabados décadas antes por el intérprete de armónica argentino Víctor Hugo Díaz y grabaciones de ópera de los años 30 y 40. Consigue dar a la película un punto de humanidad y dramatismo que le hubiese venido de perlas en otros apartados. Todo un acierto, sin lugar a dudas. Al final del artículo tenéis parte de ella, por si os apetece escucharla.
Prestando atención a su reparto, bien escogido y dirigido, aunque un tanto débil en su vertiente dramática, destaca el actor Karl Markovics, que interpreta de forma mas que notable a Salomon 'Sally' Sorowitsch, un famoso falsificador que tras ser detenido es trasladado al campo de concentración Sachsenhausen para dirigir un grupo de presos que deben falsificar moneda británica. Igualmente destacable es la actuación de August Diehl, que interpreta a Burger, el integrante del equipo mas crítico con la colaboración del mismo con los nazis. Otros actores dignos de mención son Devid Striesow como Sturmbannführer Friedrich Herzog, el oficial al mando de la falsificación de moneda, Martin Brambach como Hauptscharführer Holst, August Zirner como el doctor Klinger, Veit Stübner como Atze, Sebastian Urzendowsky como Kolya, Andreas Schmidt como Zilinski, Tilo Prückner como Hahn y la actriz Dolores Chaplin, una hermosa joven que conoce a Sally en el casino.
Conclusión - Los falsificadores es una forma excelente de conocer otro de esos acontecimientos que tuvieron lugar durante la segunda guerra mundial, en un trabajo que nos pone en la piel de los prisioneros mejor parados dentro de los campos de concentración y del dilema moral al que tuvieron que enfrentarse. Un excelente largometraje, que mima todos y cada uno de sus detalle, pero que no consigue el estatus de inolvidable por su falta de capacidad para llegar al alma del espectador, el precio que ha de pagar por su valentía y su originalidad. Resulta interesante ver trabajos como este o El hundimiento, producidos precisamente por la propia Alemania.
Fuentes consultadas - Filmaffinity, IMDb, Wikipedia y Youtube
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