Año - 2009
Duración - 150 min.
País - Francia
Dirección - Jacques Audiard
Guion - Jacques Audiard y Thomas Bidegain, basado en una idea de Abdel Raouf Dafri
Música - Alexandre Desplat
Fotografía - Stéphane Fontaine
Montaje - Juliette Welfling
Producción - Jacques Audiard, Thomas Bidegain, Abdel Raouf Dafri y Nicolas Peufaillit
Productora - Why Not Productions, Chic Films, Page 114, France 2 Cinema, UGC Images, BIM Distribuzione, Celluloid Dreams, Canal+, Cinecinema
Reparto - Tahar Rahim, Niels Arestrup, Adel Bencherif, Reda Kateb, Hichem Yacoubi, Jean-Philippe Ricci, Gilles Cohen, Pierre Leccia, Antoine Basler, Foued Nassah, Jean-Emmanuel Pagni, Frederic Graziani, Leïla Bekhti, Alaa Safi
Género - Thriller. Drama | Drama carcelario. Crimen
Jacques Audiard escribe junto a Thomas Bidegain y dirige Un profeta (Un prophète), un drama carcelario en el que convergen varios géneros, para ofrecernos uno de los retratos mas fieles de la vida en prisión que un servidor ha podido disfrutar. Mención especial a la fotografía de Stéphane Fontaine, la banda sonora de Alexandre Desplat y, sobre todo, el duelo interpretativo entre el veterano Niels Arestrup y el sorprendente Tahar Rahim. Gran Premio del Jurado en Cannes y ganadora del BAFTA a la Mejor película de habla no inglesa. Por algo será.
Sinopsis - El joven Malik El Djebena (Tahar Rahim), un francés de origen árabe, ingresa en prisión para cumplir una pena de seis años. La vida en la cárcel le resulta muy dura, ya que está completamente solo, por lo que no tendrá mas remedio que comenzar a trabajar para la mafia corsa, gobernada con puño firme por César Luciani (Niels Arestrup), que tras ponerlo a prueba, le ofrece la tan ansiada protección que necesita para poder sobrevivir, a cambio de sus servicios.
El director - Jacques Audiard es un director de cine francés nacido en París el 30 de abril de 1952. Hijo del guionista y director Michel Audiard, a comienzos de los años 80 comenzó a escribir guiones que fueron rodaros por diferentes realizadores, como Réveillon chez Bob! o Mortelle randonnée, Baxter, Fréquence Meurtre y Saxo.
En 1994 dirigió su ópera prima, Mira a los hombres caer, una road movie con Mathieu Kassovitz y Jean-Louis Trintignant. La película ganó el premio César a la ópera prima y el premio Georges-Sadoul. Dos años después trabajó con Mathieu Kassovitz y Jean-Louis Trintignant en su segunda película, Un héroe muy discreto (1996), una comedia dramática cuyo guion se basó en la novela homónima de Jean-François Deniau.
En 2001 dirige Lee mis labios, un drama cuyo tono hizo que muchos críticos le encontraran reminiscencias con Jean-Pierre Melville. En su reparto aparecían nombres como Vincent Cassel, Emmanuelle Devos, Olivier Gourmet o Serge Boutleroff. Su cuarta película, De latir, mi corazón se ha parado, logró diez candidaturas a los premios César ganando ocho, entre ellos a la mejor película, al mejor director, mejor guion, mejor música y mejor cinematografía. Se trata de un drama interpretado por Romain Duris, Aure Atika, Emmanuelle Devos, Niels Arestrup y Jonathan Zaccaï. Con Un profeta (2009) consiguió nominaciones al Oscar y al Globo de oro como Mejor película de habla no inglesa, además de ganar el BAFTA, el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, 9 Premios César y 2 Premios del cine europeo.
Tras ella llegaron el drama romántico De óxido y hueso (2012), con Marion Cotillard y Matthias Schoenaerts; el drama social Dheepan (2015), con Jesuthasan Antonythasan y Kalieaswari Srinivasan; el western Los hermanos Sisters (2018), con Joaquin Phoenix, John C. Reilly, Jake Gyllenhaal, Riz Ahmed y Allison Tolman; y la reciente Les Olympiades (2021), un drama interpretado por Noémie Merlant, Stephen Manas, Geneviève Doang y Lumina Wang.
La película - El drama carcelario se ha convertido en uno de los subgéneros que nos ha dado mas alegrías a los aficionados a este arte a lo largo del tiempo. Títulos como Cadena Perpetua (The Shawshank Redemption), Brubaker, La leyenda del indomable (Cool Hand Luke), La milla verde (The Green Mile), Papillon, Fuga de Alcatraz (Escape from Alcatraz), Pena de muerte (Dead Man Walking), Huracán Carter (The Hurricane), Al rojo vivo (White Heat), El hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz) y El expreso de medianoche (Midnight Express), con bandera estadounidense, o La evasión (Le trou, 1960), En el nombre del padre (In the Name of the Father, 1993), Bronson (2008), Hunger (2008), Celda 211 (2009) y Convicto (Starred Up, 2013), todas europeas, suelen ser sinónimo de calidad y buen entretenimiento. El trabajo que hoy nos ocupa no hace mas que contribuir a engordar esta jugosa lista, aunque en el podemos encontrar varias peculiaridades que lo diferencia del resto y que os vamos a exponer aquí.
Para comenzar, Un prophète es un trabajo que huye de juicios absurdos sobre la inocencia o no de su protagonista, al que nos presenta en el trayecto que lo lleva a su entrada a prisión, sin que lleguemos nunca a saber el motivo por el que entra en ella, ni si estos son justos o no. En su lugar, Jacques Audiard prefiere centrarse en la lucha del protagonista por sobrevivir en un lugar donde no conoce a nadie, poniendo mas atención en el oscuro laberinto del sistema penitenciario de su país, que lamentablemente es extrapolable al de casi cualquiera. Su trabajo nos presenta la vida en la cárcel como una lucha constante entre distintos clanes, que intentan dominar lo que ocurre entre sus barrotes, como si de una película de familias mafiosas a la antigua usanza se tratase, pero concentradas en un recinto cerrado. Pero claro, la vida ha cambiado mucho y esa lucha por el poder tambien, por lo que no esperen encontrar aquí el romanticismo de antaño.
El guion escrito por el realizador junto a Thomas Bidegain (De óxido y hueso, Mi hija, mi hermana, Los hermanos Sisters), se afana en mostrarnos una imagen lo mas realista posible de la vida en prisión, para lo que no duda en pegar la cámara a su protagonista, haciendo que el espectador forme parte de su historia. Entre las peculiaridades que distinguen a este trabajo de otros similares, tenemos la curiosa estructura del mismo, que a pesar de ser un inconveniente para algunos aficionados y críticos, tiene su razón de ser. La increíble ferocidad de su tramo inicial, nos muestra la incertidumbre y la lucha de nuestro protagonista totalmente solo, algo que cambia tras conseguir la ansiada protección de los corsos, en el que su tempo se desacelera para mostrar al espectador la lenta y monótona vida en prisión. Un enorme acierto, sin duda, pero que no la convierte en lenta o monótona en ningún momento, no se equivoquen.
Estamos ante una película muy dura, pero que a pesar de ello no tiene en la violencia su principal razón de ser. Esta existe, como no podía ser de otra manera, pero es mostrada en momentos puntuales de forma, eso si, bastante salvaje y explícita. La fotografía de Stéphane Fontaine (Captain Fantastic, Jackie, Ammonite), es una de las culpables de ello, mostrándonos imágenes de un tono sucio y realista, en el que la cámara intenta constantemente introducir al espectador en lo que está viendo, haciéndolo partícipe de la historia. El montaje de Juliette Welfling (De óxido y hueso, Los juegos del hambre, Dheepan), discutido por algunos por ser el causante de los 150 minutos que dura la película, es totalmente acertado en mi opinión, ya que resulta bastante efectivo y no alarga la cinta como algunos pretenden ver. Para mi Un profeta dura lo que tiene que durar, pudiendo afirmar que las dos veces que la he disfrutado ha pasado ante mi a toda velocidad. La banda sonora es obra de Alexandre Desplat (El discurso del rey, Argo, The Queen (La reina)), que como suele ser habitual en el, nos entrega un trabajo brillante que además es bien utilizado en la película.
Gran parte del éxito conseguido por el realizador a la hora de trasladar al espectador una historia sumamente realista está en su reparto, totalmente plagado de actores desconocidos. Durante su extensa duración destaca por encima de todo el duelo interpretativo que se establece entre Tahar Rahim, que interpreta de forma magistral a Malik El Djebena, un joven que no ha cumplido 20 años y se enfrenta a una larga pena sin nada mas que su talento para sobrevivir, y Niels Arestrup, que da vida a César Luciani, el jefe de la mafia corsa, al que no tendrá mas remedio que pegarse y servir en su lucha por sobrevivir. Ambos realizan un trabajo que raya la perfección, por el que el sorprendente y desconocido Tahar Rahim logró alzarse con el Premio del Cine Europeo y el César como mejor actor. Junto a ellos nombres como Adel Bencherif, que interpreta a Ryad, el mejor amigo que hará en prisión, Reda Kateb como Jordi, un gitano con el que hará negocios, Hichem Yacoubi, Jean-Philippe Ricci, Gilles Cohen, Pierre Leccia y una larga lista de totales desconocidos perfectamente dirigidos.
Conclusión - Un prophète es, para un servidor, uno de los mejores dramas carcelarios que ha tenido la suerte de disfrutar, además de ser el mas real, sin lugar a dudas. Filmado con pulso firme, excelentemente interpretado y acompañado de una magnífica fotografía y una excelente banda sonora, no puedo mas que recomendarles su visionado. Una durísima crítica al sistema penitenciario que podemos sufrir en casi cualquier país de los denominados del primer mundo (si miras al resto apaga y vámonos), en el que no es precisamente la reinserción en la sociedad de los presos, la que consigue su objetivo. No se la pierdan. Yo la he vuelto a ver mas de una década después de la primera vez y me ha gustado aun mas.
En palabras del propio Jacques Audiard “Esta es la historia de un hombre que llega a una posición que nunca habría alcanzado de no haber estado en prisión, lo que encierra una paradoja”
Fuentes consultadas - Filmaffinity, IMDb, Wikipedia y Youtube
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