Año - 2004
Duración - 100 min.
País - España
Dirección - Brad Anderson
Guion - Scott Kosar
Música - Roque Baños
Fotografía - Xavi Giménez
Montaje - Luis de la Madrid
Producción - Carlos Fernández, Julio Fernández y Antonia Nava
Productora - Castelao Productions
Reparto - Christian Bale, Jennifer Jason Leigh, Aitana Sánchez-Gijón, Michael Ironside, John Sharian
Género - Thriller, Drama / Thriller psicológico, Drama psicológico, Surrealismo, Película de culto
Brad Anderson fue el realizador encargado de llevar a la gran pantalla el magnífico guion de Scott Kosar. Ayudado por la inquietante fotografía de Xavi Giménez, la apropiada banda sonora de Roque Baños y el inmenso trabajo de un Christian Bale que borda su papel, estamos ante un thriller psicológico que nos invita a adentrarnos en la mente de su protagonista e intentar saber junto a el que le está ocurriendo. Mas que muy recomendable, imprescindible. Hay situaciones y lugares en este mundo, que por muy grandes que nos parezcan, solo tienen una salida.
Sinopsis - Trevor Reznik (Christian Bale), un empleado de una fábrica, padece desde hace un año un grave problema de insomnio, un mal que él oculta y que le provoca terribles alucinaciones. Debido a la fatiga se ha deteriorado tanto su salud física como su salud mental. Repelidos por su aspecto físico, sus compañeros de trabajo primero le evitan, y después se volverán contra él cuando ocurre un accidente en el que Trevor se ve involucrado.
El director - Brad Anderson es un director de cine estadounidense nacido en Madison, Connecticut, en 1964. Hijo de Pamela Taylor Anderson, una administradora de servicios comunitarios, es sobrino de la actriz Holland Taylor, ganadora de un Premio Emmy. Antes de comenzar su carrera cinematográfica, asistió al Bowdoin College, donde se especializó en antropología y ruso. Luego fue a Londres para terminar su educación cinematográfica en la London Film School, antes de regresar a Boston.
Tras el cortometraje ¡El planeta de los monstruos de Frankenstein! (1995), debutó con la comedia dramática independiente The Darien Gap (1996), tras la que dirigió las comedias románticas Próxima parada Wonderland (1998), con Hope Davis, Alan Gelfant y Victor Argo, y Happy Accidents (2000), con Marisa Tomei, Vincent D'Onofrio y Nadia Dajani. Seguidamente se pasó al terror psicológico con Session 9 (2001), protagonizada por David Caruso, Stephen Gevedon y Paul Guilfoyle. Infructuosa en taquilla, la película ha ganado desde entonces el estatus de película de culto. Le siguió su obra más notable hasta la fecha, El maquinista (2004), protagonizada por Christian Bale. La película se hizo conocida por la dramática pérdida de peso de Bales (28 kilos) para el papel principal, y por su guión, escrito por Scott Kosar.
Sus dos siguientes películas fueron Transsiberian (2008), un thriller protagonizado por Woody Harrelson, Emily Mortimer y Ben Kingsley, y la película de terror Vanishing on 7th Street (2010), protagonizada por Hayden Christensen, John Leguizamo y Thandie Newton. Tras ellas dirigió The Call (La última llamada, 2013), un thriller protagonizado por Halle Berry y Abigail Breslin. Asylum: El experimento (también conocida como Eliza Graves) se estrenó en 2014, con Kate Beckinsale, Jim Sturgess, David Thewlis y Ben Kingsley en los papeles principales. Anderson dirigió tras ella el thriller de espionaje El Rehén (Beirut) (2018), protagonizado por Jon Hamm y Rosamund Pike. Tras ella dirigió el thriller de intriga Fractura (2019) para Netflix, protagonizada por Sam Worthington, Lily Rabe, Stephen Tobolowsky y Adjoa Andoh.
La película - Echando la vista atrás antes de escribir este artículo, la primera película que se me ha venido a la mente es la magnífica Dallas Buyers Club, de la que os hablamos en este artículo, y no precisamente porque sean comparables o simplemente se parezcan, sino por el cambio físico al que se sometieron sus actores principales para poder dar vida a sus personajes. En aquella ocasión Matthew McConaughey interpretaba a Ron Woodroof, un paciente de VIH, papel para el que tuvo que perder 23 kg, mientras que Jared Leto daba vida a Rayon, una mujer transgénero, para el que perdió 14 kg. Ambos consiguieron alzarse con el Oscar, el Globo de Oro, el Premio del Sindicato de Actores y el Critics' Choice Movie Awards, como mejor actor principal y mejor actor secundario, respectivamente. En el caso que hoy nos ocupa, el actor Christian Bale perdió la friolera de 28 kilos, lo que redujo su masa corporal a solo 50 kilos, que hubieran sido menos si los productores no lo hubieran obligado a parar. Tras ello no solo recuperó su peso original, sino que a base de una buena alimentación y mucho gimnasio, ganó 30 kilos mas para preparar su personaje en Batman Begins. Una locura.
Dejando a un lado la moralidad de llegar a estos extremos, algo que queda a juicio de cada cual, el resultado es tan extremadamente brutal, que no son pocos los espectadores que sentían y siente cierta repulsa al verlo en pantalla, algo que podéis comprobar con el simple hecho de observar las imágenes de este artículo. Dicho esto, The Machinist es un excelente thriller psicológico en el que emprenderemos un oscuro y siniestro viaje junto a nuestro protagonista, un operario de una fábrica que padece de insomnio desde ya no recuerda cuanto, lo que le produce una severa pérdida de apetito, además de la lógica perdida de peso. Su evidente deterioro no pasa inadvertido ante sus compañeros, que intentan guardar las distancias con el, por lo que este comenzará a tener la sensación de que algo raro ocurre en la fábrica.
He que comenzar destacando el brillante guion de Scott Kosar (La matanza de Texas, The Crazies, Bates Motel), un trabajo sin fisuras que dosifica magistralmente la información que va llegando al espectador y no deja cabos sueltos, como suele ocurrir en algunos trabajos similares. Su ritmo es correcto, presentando a sus personajes de forma inteligente y cocinando la historia poco a poco, sin prisas pero sin pausa, en un constante in crescendo que hará las delicias de los amantes del subgénero. Y recalco lo de subgénero porque no es lo mismo un thriller o una película de terror, que un thriller psicológico, que es precisamente lo que tenemos entre manos. La historia ideal para un Brad Anderson que es capaz de maximizar el trabajo de su reparto, además de crear atmósferas opresivas como pocos, algo que nos brinda resultados magníficos, siempre que sepamos a que nos enfrentamos, claro.
En unos apartados técnicos muy muy bien cuidados está una de las claves de este trabajo, comenzando por la fotografía de Xavi Giménez (Ágora, Transsiberian, Intacto), que además de utilizar tonos oscuros y con poca intensidad de color, algo que le viene a la película que ni pintado, hace un uso de la cámara inteligente, como por ejemplo poner al espectador en los ojos de nuestro protagonista, haciéndolo ver lo que el ve, o cree ver, poniéndolo constantemente en su lugar y obligándolo a sentir su mismo desconcierto. Igual ocurre con el montaje de Luis de la Madrid (Palabras encadenadas, Diario de una ninfómana, Cuerdas), que al año siguiente debutó como director con La monja (2005). La banda sonora de Roque Baños (Posesión infernal, No respires, En el corazón del mar), además de ser muy apropiada, está muy bien utilizada. Os la dejo junto al tráiler por si os apetece escucharla.
En cuanto al reparto se refiere, no podemos mas que ponernos a los pies de un Christian Bale que demuestra aquí todo su potencial, y no me refiero a su drástica perdida de peso precisamente. Es tal el compromiso y la profesionalidad que derrocha, que no imagino este trabajo con nadie que no sea el. Ganar el premio a Mejor Actor en el Festival de Cine de Sitges, me parece muy poco bagaje para un trabajo de esos que permanece en la memoria del aficionado para siempre. Junto a el destacan nombres como Jennifer Jason Leigh como Stevie, una prostituta con la que Trevor tiene una relación casi constante, Aitana Sánchez-Gijón como María, la camarera de la cafetería donde toma café a diario, John Sharian como Ivan, un compañero nuevo de la fábrica, entre los que también están Michael Ironside como Miller, Lawrence Gilliard, Jr. como Jackson y Reg E. Cathey como Jones, además de Robert Long como el supervisor Furman, su superior en el trabajo.
Conclusión - El maquinista (The Machinist) es uno de esos trabajos que te atrapa entre sus brazos y te mece al son que marca un Christian Bale colosal. Una oscura historia que consigue que el espectador dude constantemente de lo que sus ojos están viendo, que parece mas una siniestra pesadilla, que la historia de un pobre desgraciado incapaz de descansar, que se consume poco a poco ante nuestros ojos. Puede que su final no esté a la altura del resto de la película, que de la sensación de poderse haber filmado mejor, pero no creo que sea motivo suficiente para dejar de "disfrutar" esta bajada a los infiernos a la que nos invita el bueno de Brad Anderson. Un buen ejemplo de que no todo lo que se hace en este país es tan malo como algunos piensan. Sumérjanse en ella y luego me cuentan.
Fuentes consultadas - Filmaffinity, IMDb, Wikipedia y Youtube
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