Año - 1978
Duración - 183 min.
País - Estados Unidos
Director - Michael Cimino
Guión - Deric Washburn, basándose en la historia del propio Deric Washburne y Michael Cimino
Música - Stanley Myers
Fotografía - Vilmos Zsigmond
Montaje - Peter Zinner
Producción - Michael Cimino, Michael Deeley, John Peverall y Barry Spikings
Productora - EMI Films
Género - Drama, Bélico
Reparto - Robert De Niro, Christopher Walken, Meryl Streep, John Savage, John Cazale, George Dzundza, Chuck Aspegren, Amy Wright, Joe Grifasi, Rutanya Alda
Michael Cimino fue el encargado en 1978 de llevar a la gran pantalla el guión de Deric Washburn, inspirado en la novela Three Comrades de José María Remarque. Tres horas que constituyen una de las primeras películas filmadas sobre la guerra de Vietnam en la que sus responsables no toman partido por ninguno de los bandos, mostrándonos la vida de un grupo de amigos antes, durante y después de su participación en el conflicto. Un extraordinario alegato anti-belicista en el que destaca la destreza de su director, la banda sonora de Stanley Myers y el trabajo de su excelente reparto, encabezado por un Robert De Niro colosal. Simplemente imprescindible.
Sinopsis: Michael (Robert De Niro), Nick (Christopher Walken) y Steven (John Savage) son tres obreros de una planta siderúrgica que han de alterar su ritmo de vida tras ser llamados a filas durante la guerra de Vietnam. La película nos muestra sus vivencias durante los días anteriores de la partida, en los que vivirán al límite sin saber cual será allí su suerte, su participación en el conflicto, en la que llegarán a ser capturados por el Vietcong, que mantienen a los presos en condiciones infrahumanas, utilizándolos a su antojo por el simple hecho de entretenerse, y las consecuencias físicas, y sobre todo psicológicas, con las que deberán aprender a convivir tras sobrevivir a tal infierno.
La película: Michael Cimino es un director que, desgraciadamente para el, ha pasado a la historia de este arte por dos hechos totalmente contrapuestos: la realización de la película que hoy nos ocupa, una de las mejores y mas completas obras que un servidor ha tenido la oportunidad de disfrutar, y por la consecuencias de sus excentricidades en el rodaje de La puerta del cielo (1980), trabajo en el que se sobrepasó sobradamente el presupuesto asignado, llevando casi a la quiebra a la United Artists, que le había dado carta blanca para el proyecto y que acabó siendo vendida posteriormente. Su escueta filmografía solo consta de seis títulos debido a ello, siendo los tres posteriores a los mencionados financiados de forma independiente.
The Deer Hunter posee todo lo que un buen aficionado al cine sueña con ver en una película, resultando realmente difícil encontrar un apartado en el que poder achacarle algún detalle que desentone en exceso, algún fallo que invite a no verla. De hecho, tan solo su extenso metraje puede suponer un hándicap a la hora de visualizarla, aunque yo después de haberla visto ya en tres ocasiones, no le cortaría un solo plano. Merece la pena dejarse llevar por la forma en la que el realizador da a conocer a los personajes, desarrollándolos sobradamente para que en el momento en que estos se encuentren en dificultades, el espectador sea participe de su sufrimiento de forma muy real, ya que conoce sobradamente como es cada uno de ellos.
Su guión fue escrito por Deric Washburn, que adapta una historia barruntada por el mismo junto all realizador, Quinn K. Redeker y Louis Garfinkle, inspirada a su vez en la novela Three Comrades (José María Remarque, 1937). Entre sus principales características hay que destacar su correcto ritmo, el desarrollo de los personajes, su total neutralidad a la hora de mostrar el conflicto, a pesar de la forma en la que enseña como son tratados los prisioneros por parte del Vietcong, y la enorme cantidad de escenas memorables que, junto a la maestría que demuestra Cimino a la hora de filmarlas, dan como resultado un trabajo de esos que resulta casi imposible olvidar.
Si estuviéramos hablando de una obra de teatro, diríamos que estaría dividida en tres actos, el primero que dibuja a sus protagonistas en sus últimos días antes de partir hacia Vietnam, un segundo que nos muestra las penalidades que pasan allí, algo mas reducido que el primero, y un tercer acto en el que vemos como cada uno de sus protagonistas afronta las evidentes secuelas que la guerra ha dejado en ellos. Y los tres tienen una característica inconfundible en común, el protagonismo de los personajes y sus sentimientos por encima de cualquier otra cosa, ya sea en su lugar de origen o durante la guerra, intentando mostrar sus experiencias y sus consecuencias, dejando todo lo demás como algo secundario. Por ello, a pesar de ser considerado como cine bélico, el conflicto solo es tratado como el punto de inflexión en el que cambian sus vidas y poco mas.
La fotografía es obra de Vilmos Zsigmond (Los vividores, Encuentros en la tercera fase, Creadores de sombras, La hoguera de las vanidades), realizando un trabajo con una indiscutible fuerza pero que en ningún momento intenta ser el protagonista del film, sino mas bien el instrumento con el que el realizador potencia el relato. Del montaje se encarga el estadounidense de origen austriaco Peter Zinner, nominado al Óscar en tres ocasiones por El padrino (1972), El cazador (1978) y Oficial y caballero (1982), llevándose el galardón únicamente en la que hoy nos ocupa. Su trabajo aquí tiene enorme importancia, dando a la película la estructura tan característica que mencionamos con anterioridad.
La banda sonora es de Stanley Myers, un compositor que no se ha prodigado en exceso en el cine, consistiendo la mayoría de sus participaciones en bandas sonoras en contribuciones de un solo tema, muchos de ellos incluso sin acreditar. En The Deer Hunter utiliza el tema Cavatina, que escribió en 1970 para la película El precio de amar, y que mas tarde sería utilizado en Jarhead - El infierno espera. En el resto de la banda sonora hay temas tradicionales rusos (Troika, Katyusha), música clásica (Praise The Name of the Lord, Sarabande), el tema patriótico God Bless America, etc. Pero yo me quedo con la escena en la que suena Can't Take My Eyes Off You de Gloria Gaynor, que nuestros protagonistas no dudan en entonar mientras pasan un buen rato en el bar.
Al frente de su magnífico reparto tenemos a un Robert De Niro en el apogeo de su carrera, que interpreta a Michael, el líder indiscutible del grupo. Junto a el está Christopher Walken, que da vida a Nick, su mejor amigo dentro del grupo. El trío llamado a filas lo completa John Savage, que da vida a Steven. Meryl Streep interpreta a Linda, la novia de Nick, realizando una de esas actuaciones a las que nos tiene acostumbrados. Entre los integrantes del grupo que no van a Vietnam tenemos a John Cazale, que interpreta a Stan y a George Dzundza en el papel de John. El nivel general es simplemente excepcional, formando un reparto que costaría bastante mejorar, lo mires por donde lo mires.
Conclusión: El cazador es uno de esos trabajos que hay que ver si o si. Tras su imagen pública de cine bélico se esconde un alegato a la vida, a la amistad, al absurdo que es cualquier conflicto militar y a la enorme cantidad de vidas que, sin tener nada que ver con ellos, cambian para siempre por "defender a tu patria, a sus ideales o a sus intereses". Lástima que la carrera de Michael Cimino se viera frenada de forma brusca tras el fracaso de La puerta del cielo, porque resulta difícil entender como un realizador capaz de hacer esta maravilla, no haya podido nunca llegar a acercarse ni de lejos a su obra cumbre. Cine para ver sin prisas y preferiblemente en un medio que podamos parar un par de veces, algo que ayudará y mucho a que sus tres horas no se hagan excesivamente largas. Todo un clásico.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb y Youtube
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