Mad Max: Furia en la carretera - George Miller (2015)

Título original - Mad Max: Fury Road
Año - 2015
Duración - 120 min.
País - Australia
Director - George Miller
Guión - Nick Lathouris, Brendan McCarthy y George Miller
Música - Junkie XL
Fotografía - John Seale
Montaje - Margaret Sixel
Producción - Doug Mitchell, George Miller y P.J. Voeten
Productora - Coproducción Australia-USA; Kennedy Miller Productions / Icon Productions
Género - Ciencia ficción. Acción | Futuro postapocalíptico. Western futurista. 3-D. Secuela
Reparto - Tom Hardy, Charlize Theron, Nicholas Hoult, Hugh Keays-Byrne, Angus Sampson, Zoë Kravitz, Rosie Huntington-Whiteley, Nathan Jones, Riley Keough, Abbey Lee, Courtney Eaton, Josh Helman, Megan Gale, Melissa Jaffer, Stephen Dunlevy
Web oficial - http://www.madmaxmovie.com/

Mad Max: Furia en la carretera es el nombre que en España se le ha dado a la resurrección de la memorable saga que en los años 80 dirigió George Miller y protagonizó Mel Gibson. El propio Miller se hace cargo del guión junto a Nick Lathouris y Brendan McCarthy, además de continuar con la dirección, en un trabajo donde Tom Hardy sustituye a Gibson, muy bien acompañado por Charlize Theron. Adrenalina en estado puro en una persecución de dos horas de duración, adaptada hábilmente a lo que el público de hoy día demanda. En los pocos respiros que da al espectador es donde mas se notan sus evidentes carencias.

Sinopsis: Max (Tom Hardy) es un solitario superviviente en un mundo postapocalíptico que es capturado por los War Boys, el ejército de Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne), un tirano que domina la ciudadela donde habita gracias a su control sobre el agua. Allí los días de Max están contados, tras el descubrimiento de su condición de donante de sangre universal, pero todo cambiará cuando Imperator Furiosa (Charlize Theron), una de las integrantes del cruel ejercito, aproveche un viaje rutinario para darse a la fuga a bordo de un potente camión fuertemente blindado, llevando consigo a las cinco esposas de Inmortal Joe, esclavizadas con el único fin de procrear. La inmediata persecución del preciado cargamento dará a Max la oportunidad de poder sobrevivir.

El director: La carrera del productor, director y guionista australiano George Miller combina algunos trabajos que han pasado a formar parte de la historia del cine, como la trilogía Mad Max, Las brujas de Eastwick o El aceite de la vida, con periodos en los que apenas ha trabajado o lo ha hecho como guionista o productor. En los últimos 20 años solo ha ejercido como realizador en trabajos dirigidos al público infantil, realizando Babe, el cerdito valiente, Happy Feet y sus respectivas secuelas. Curiosamente han sido estas las que mayor éxito le han proporcionado, al menos en cuanto a palmarés se refiere, ya que exceptuando su nominación al Oscar como Mejor guion original por El aceite de la vida, las otras tres han sido a mejor guión y película por Babe y su única estatuilla ganada, la de Mejor película de animación por Happy Feet.

La película: Y que mejor forma de volver a la ficción para adultos que revitalizar la trilogía que lo hizo destacar como nunca en su carrera, aprovechando los enormes avances que la tecnología ha dado al cine desde aquel lejano 1979 en que estrenara la original Mad Max, que tan bien le vienen a un trabajo de estas características. El resultado es un espectáculo visual digno de elogio, en el que el espectador goza de pocos momentos de respiro mientras asiste a una persecución como pocas pueden verse en una pantalla de cine, que ha dado y dará mucho que hablar. Pero claro, aunque simplemente eso sea suficiente para hacer que gran parte del público pase un rato en grande, tras acabar su visionado conviene hacerse ciertas preguntas cuyas respuestas puede que nos hagan cambiar algo nuestra opinión.

La primera de esas preguntas que vienen a mi mente es la opinión que tendría de su guión, en el supuesto caso de haberlo leído antes de ver la película, porque la verdad es que dudo y mucho de que pudiera ser positiva. La historia es bastante simple, rozando el absurdo en muchos momentos, pero es algo que tras el derroche de adrenalina puede quedar en un segundo plano, al menos para muchos aficionados. Pero lo que peor sabor de boca me ha dejado del libreto obra de Nick Lathouris, Brendan McCarthy y George Miller, es la falta de alma que desprende en su conjunto, precisamente una de las grandes bazas de su película original y lo que consiguió convertirla en una película de culto.

Sus personajes no causan excesiva empatía con el espectador, algo impropio de un producto donde la supervivencia es el principal objetivo de sus protagonistas. Parte de culpa de ello la tiene su escaso desarrollo, además de una evolución que brilla por su ausencia en la mayoría de los casos. Los únicos que podemos decir que no siguen esa tendencia son el de Nux, al que da vida Nicholas Hoult, además de el de Charlize Theron, la auténtica heroína de la cinta, que dan un poco de vida al conjunto, aunque de forma bastante insuficiente. La dirección de actores también deja mucho que desear, no aprovechando como debería el talento de muchos de sus integrantes, algo que a larga supone un lastre evidente.

Repartida ya toda la leña vayamos con lo mejor de la película, su enorme fuerza visual. La fotografía es obra de John Seale (Único testigo, Hijos de un dios menor, El club de los poetas muertos, El paciente inglés), un profesional con amplia experiencia que nos deja un trabajo excelente en un tipo de cine que no tiene mucho que ver con el que ha realizado en su carrera. También destaca el montaje de Margaret Sixel, mostrándonos multitud de escenas de forma espectacular, que seguro han hecho las delicias de los aficionados a la acción pura y dura. En cuanto a la banda sonora, corre a cargo del DJ y productor discográfico Tom Holkenborg (Junkie XL). Se trata en su mayoría de música instrumental, con un tono épico y un ritmo endiablado, en la que tienen cabida multitud de instrumentos, aunque hay que destacar el sonido de los tambores y la guitarra eléctrica, que acompañan de forma continua a la enorme persecución que en realidad es este film.

El reparto de la película deja bastante que desear en muchos de sus miembros, comenzando por un desconocido Tom Hardy, del que os hemos hablado aquí mucho y bien, pero que aquí realiza una de las peores interpretaciones que yo le recuerdo. Hay que decir que el peso de la película no recae sobre el, algo difícil de entender para los seguidores de la saga, ya que de ver un Mel Gibson indomable, pasamos a ver a un comodín al servicio de una Charlize Theron que parece haberle robado el alma. El trabajo de la sudafricana es de lo poco que destaca en un elenco que no me ha acabado de convencer en casi ninguno de sus miembros. Es difícil realizar una buena actuación cuando se interpreta a un personaje sin carisma, que te deja igual le ocurra lo que le ocurra. Además creo que el feeling entre ambos actores no es precisamente evidente, por no decir que brilla por su ausencia.

Conclusión: El regreso de la saga Mad Max ha supuesto un soplo de aire fresco para los aficionados que tienen en la acción a raudales, la espectacularidad y el derroche de adrenalina, los ingredientes necesarios para salir satisfechos de una sala. Para los demás, deciros que, siempre en mi modesta opinión, estamos ante un envoltorio de lujo que no esconde nada en su interior, similar a lo que supone ver un hermoso conjunto de fuegos artificiales, un estridente espectáculo que finaliza y se olvida en cuanto explota el último cohete. Se les paso crear una buena historia para tal derroche visual, algo que para un rato puede pasar, pero en un trabajo que dura dos horas, acaba por agotar de forma fulminante. Una pena dejar que un vengador como Mad Max, un superviviente con el que tanto hemos pasado, acabe teniendo tan poco carisma. Eso no se hace, leches.

Fuentes consultadas: Filmaffinity, Wikipedia y Youtube