Año - 1945
Duración - 79 min.
País - Estados Unidos
Director - Robert Wise
Guión - Philip MacDonald y Val Lewton, basándose en el cuento de Robert Louis Stevenson
Música - Roy Webb
Fotografía - Robert De Grasse
Montaje - J.R. Whittredge
Producción - Jack J. Gross y Val Lewton
Productora - RKO. Productor: Val Lewton
Género - Terror, Thriller, Película de culto
Reparto - Boris Karloff, Bela Lugosi, Henry Daniell, Edith Atwater, Russell Wade, Rita Corday, Sharyn Moffett, Donna Lee
Robert Wise sería el director encargado de llevar a la gran pantalla el guión que Philip MacDonald y Val Lewton realizaron, adaptando el cuento homónimo de Robert Louis Stevenson. Un trabajo que, a pesar de su bajo presupuesto, os mantendrá casi hora y media con los ojos clavados en la pantalla y que sería la última oportunidad de ver juntos a Boris Karloff y Bela Lugosi, de las ocho ocasiones en que compartieron cartel. No es de extrañar que haya alcanzado el estatus de película de culto, ya que no se puede dar mas por menos. Ineludible.
Sinopsis: Donald Fettes (Russell Wade) es uno de los estudiantes que asisten a la escuela de medicina del afamado doctor MacFarlane (Henry Daniell), aunque teme que tendrá que abandonar sus estudios ante su delicada situación económica. Al enterarse de ello su mentor, le ofrece trabajo como su ayudante, que incluye un pequeño sueldo y hospedaje en su propia casa, pero lo que en principio es un alivio para Donald, se convertirá en preocupación tras conocer a John Gray (Boris Karloff), un siniestro cochero que realiza negocios con MacFarlane, proporcionándole a cambio de cierto dinero cadáveres de personas recientemente fallecidas, procedentes de las tumbas del cementerio de Edimburgo, que después son utilizados por el profesor y sus alumnos para sus clases.
El director: Robert Wise fue un montador, productor y director de cine estadounidense cuya carrera se extendió durante 57 años, en los que pudo abordar todo tipo de géneros. Para que os hagáis una idea de la importancia de este inolvidable realizador, señalar que fue responsable del montaje de Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), por el que fue candidato al Oscar, participando al año siguiente en el montaje de 'El cuarto mandamiento' (1942), del mismo director. Como director realizó mas de 40 películas, dejándonos títulos como Born to Kill (Nacido para matar) (1947), Nadie puede vencerme (1949), La casa de la colina (1951), Ultimátum a la Tierra (1951), La ciudad cautiva (1952), Marcado por el odio (1956), Torpedo (1958), ¡Quiero vivir! (1958), West Side Story (1961), Sonrisas y lágrimas (1965), El Yangtsé en llamas (1966), La amenaza de Andrómeda (1971) o Star Trek, la película (1979). ¿A ver quien da mas?
La película: El ladrón de cadáveres supuso la cuarta película del realizador como director, que había debutado tan solo un año antes con el drama bélico Mademoiselle Fifi. He de confesar que no tenía conocimiento de la existencia de este título hasta hace relativamente poco tiempo, por lo que cuando llegó a mis manos una copia de la misma, no albergaba excesivas expectativas sobre ella, ya que siendo un admirador del cine clásico de terror desde que tengo uso de razón y veo cine, creía haber visto casi todas las mas memorables. Craso error, ya que tras disfrutarla puedo asegurar que es una de las obras mas completas que recuerdo dentro del género, algo que alcanza aún mayor dimensión si tenemos en cuenta que estamos hablando de un trabajo de serie B, cuyo presupuesto fue bastante ridículo.
La experiencia nos dice que las adaptaciones de grandes o afamados títulos literarios, suelen venir de la mano de las críticas negativas de gran parte de los que las ven tras haber disfrutado del libro en cuestión. En el caso que hoy nos ocupa, el guión es obra de Philip MacDonald y Val Lewton, aunque hay que decir que en vez de adaptar el cuento homónimo del brillante Robert Louis Stevenson, tan solo se basan en el, que no es lo mismo, ni mucho menos. Esto, que en principio puede resultar algo arriesgado, aquí se revela como todo un acierto, del que podemos decir sin temor a equivocarnos que le da al magnífico relato un aire dramático que le viene muy bien al resultado final.
Lo cierto y verdad es que los 79 minutos que dura la película te mantienen embobado ante la pantalla y se hacen muy, muy cortos, que creo que es el mejor piropo que se le puede echar a un libreto. Además tiene la innegable virtud de dar naturalidad al relato de Stevenson, ya que hasta su tramo final, nos muestra una historia que pudo ocurrir y podría hacerlo aún en la actualidad, lo que le da un aire aún mas macabro si cabe. En el se tratan además temas como la culpa, el remordimiento, el chantaje y el punto hasta donde es moralmente correcto llegar en favor del avance de la ciencia.
La ambientación del relato es una de sus grandes virtudes, ya que el juego entre sombras y luces constituyen un ingrediente fundamental para la construcción de la insana atmósfera que nos rodea en casi todo momento. La fotografía es obra de Robert De Grasse (La calle 44, Forja de corazones, El hombre leopardo, Algún día volveré), un todo terreno que tras participar durante 30 años como director de fotografía en innumerables títulos, pasó los últimos 17 años de carrera ejerciendo en innumerables series y shows televisivos. Aquí realiza un trabajo espléndido, contribuyendo de forma mas que eficaz a la lúgubre ambientación. El montaje fue obra de J.R. Whittredge, mientras que la banda sonora fue encargada a Roy Webb (La fiera de mi niña, Encadenados, Retorno al pasado, Marty), responsable también del soundtrack de Yo anduve con un zombie, de la que os hablamos en este artículo.
En su reparto brilla con luz propia la interpretación de Boris Karloff, capaz de realizar una de sus mejores interpretaciones cuando no pasaba por el mejor momento de su carrera. Y lo hace en un personaje en el que no destaca uno de esos laboriosos maquillajes con los que trabajó en gran parte de su carrera, sino que es su expresivo rostro el que da gran parte del terror que se respira en el relato, interpretando con maestría al desasogante cochero John Gray, que se dedica a profanar tumbas y comerciar con los cadáveres que encuentra en ellas. El caso opuesto es el de Bela Lugosi, no porque su maestría quede en entredicho, sino porque su papel es tan escueto y secundario que produce un nudo en el estómago, al ver reducido a casi un mero figurante al actor que tantas alegrías ha dado a los fans del género. El resto de las interpretaciones cumplen con su trabajo sin excesivos alardes, aunque hay que destacar a Henry Daniell como el Dr. Wolfe MacFarlane y a Russell Wade como Donald Fettes, maestro y alumno/ayudante de este, parte fundamental ambos de la historia,
Conclusión: El ladrón de cadáveres (The Body Snatcher) es una de las mejores obras que un servidor ha tenido la suerte de disfrutar dentro del género, suponiendo además en mi caso, una grata sorpresa por su tardío descubrimiento. Su excelente ambientación, su absorbente y desasogante historia, el variopinto grupo de personajes que la pueblan y la excelente interpretación que nos regala un Boris Karloff en estado de gracia, son motivos mas que suficientes para disfrutar de un trabajo excelente, que además de proporcionarnos un gran rato de cine, nos deja uno de los personajes mas carismáticos del cine clásico de terror, el de John Gray, el cochero profanador de tumbas. No se la pierdan, seguro que no se arrepienten.
Os dejo el trailer y una copia de la película subida a Youtube, espero que la disfrutéis tanto como yo.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb y Youtube
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