Año - 2014
Duración - 111 min.
País - Corea del Sur
Director - Shim Sung-bo
Guión - Shim Sung-bo y Bong Joon-ho
Fotografía - Kyung-pyo Hong
Montaje - Jae-beom Kim y Sang-beom Kim
Producción - Bong Joon-ho, Neung-yeon Joh y Lewis Kim
Productora - Lewis Pictures
Género - Drama
Reparto - Kim Yoon-seok, Park Yoo-chun, Ye-ri Han, Seong-kun Mun, Sang-ho Kim, Hee-jun Lee, Seung-mok Yoo, In-gi Jeong, Kyung-Sook Jo
Niebla (Haemoo) supone el debut en la dirección de Shim Sung-bo, que lleva a la gran pantalla un guión escrito por el mismo junto a Bong Joon-ho, que también participa en la producción, basado en una obra de teatro homónima de 2007, que a su vez relata una escalofriante historia real ocurrida en el buque pesquero Taechangho en 2001. Un trabajo en el que destaca su mezcla de géneros, dividido en dos partes bien diferenciadas y solo lastrado por la influencia que el cine occidental ha tenido en su realizador. A pesar de ello resulta un producto de una enorme dureza que mantiene al espectador pegado a la pantalla en todo su metraje, casi siempre con el corazón encogido, resultando muy recomendable.
Sinopsis: El capitán Cheol-joo (Kim Yoon-seok) sobrevive como puede con su viejo barco pesquero de 69 toneladas Jeonjinho, aunque cada vez le resulta mas difícil ganarse la vida con el. Los últimos contratiempos lo han hecho endeudarse hasta un límite imposible de asumir, por lo que tras pedir algo de dinero decide transportar inmigrantes ilegales coreano-chinos para poder recuperarse y volver a su vida normal. Los problemas comenzarán tras contarles sus planes a la tripulación, que aunque acepta a regañadientes, no está preparada para realizar un trabajo de este tipo. Para colmo, el mal tiempo hace que el pesquero entre en un denso banco de niebla en el que la tripulación acabará perdiendo los nervios por completo.
La película: Hace tiempo ya que el cine coreano se abrió al resto del mundo, mostrando sus grandes virtudes y sus escasos defectos, pero esto ha supuesto una metamorfosis en gran parte de sus productos, que además de ver como se amplía y cambia enormemente el público que accede a el, ha adoptado ciertas características del cine occidental que no siempre le sientan bien. Este es uno de los mejores ejemplos que tenemos en la actualidad de dicha cuestión, un trabajo de una calidad indudable, a pesar de ser una ópera prima, que rebosa de la dureza que ha dado fama al cine de su país, pero que no llega a ser redondo por la introducción en el de alguna que otra linea argumental un tanto forzada, de la que no hablaré mas para no alterar la experiencia de quien la vaya a ver.
Pero quiero dejar claro que se trata de un detalle, solo un detalle que no debe de minar vuestras ganas de verla, ya que es una película que merece la pena ser disfrutada, capaz de, tras una primera parte en la que se nos presenta y desarrolla adecuadamente a sus protagonistas y los motivos que lo llevan a aceptar un trabajo ilegal y muy peligroso, realizar un cambio total en su fisionomía y convertirse en un producto totalmente diferente, en el que el espectador presencia asombrado como el giro de los acontecimientos convierten el viaje en una auténtica pesadilla, que acaba intentando sin mucha suerte encontrar en los personajes algún rastro de como eran cuando les fueron presentados.
Es esa la característica que mas destaca en Haemoo, la enorme fuerza con la que su realizador filma una historia que ya de por si resulta bastante cruda, pero que tras pasar por sus manos se convierte en un producto adictivo y sumamente perturbador, algo que nos hace albergar esperanzas sobre el futuro de Shim Sung-bo como director, del que habrá que estar atentos a sus próximos trabajos. El mismo firma también el guión junto al bueno de Bong Joon-ho, director y guionista con gran experiencia que nos ha dejado trabajos como la memorable Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) (2003), que escribió junto al propio Shim Sung-bo y de la que os hablamos en este artículo, Tokyo! (2008), Mother (2009) o la mas reciente Rompenieves (Snowpiercer) (2013), de la que os hablamos aquí.
La verdad es que se nota la influencia de su cine en Shim Sung-bo, aunque no por ello hay que quitarle un ápice de mérito al director debutante. El libreto está dividido en dos partes bien diferenciadas, como ya os explicamos anteriormente, que están perfectamente unidas entre si, algo a lo que hay que reconocer su enorme mérito. Puede ser calificado de muy completo, en el que no se hace pesada su parte inicial, a pesar de tener poco que ver con el segundo segmento, momento en el que la historia explota, avivando su ritmo de forma clara y convirtiéndose en un drama psicológico muy bien llevado a la pantalla. Los peros para mi son dos, el ya mencionado antes de cierta linea argumental y la introducción de un epílogo que solo consigue quitar fuerza a un excelente final, aunque eso ya queda a la valoración de cada espectador.
En los apartados técnicos destaca la excelente fotografía de Kyung-pyo Hong (Rompenieves, Mother, Lazos de guerra, Salvar el planeta tierra), que prefiere en todo momento insinuar a mostrar de forma explícita, algo que para algunos puede resultar un lastre, pero que para mi es un enorme acierto, ya que la historia es lo suficientemente dura como para que resulte innecesario. Dicho de otra forma, las escenas de violencia prefieren mostrar el gesto de quien la utiliza a la víctima que la recibe, Del montaje se encargan Jae-beom Kim y Sang-beom Kim, mientras que la banda sonora pasa bastante desapercibida en general, siendo esta interpretada por la Orquesta Filarmónica de Praga.
En el reparto de la película destaca poderosamente el trabajo de Kim Yoon-seok como el capitán Cheol-joo, un hombre serio y de gran carácter que lucha por su única posesión, el barco en el que ha trabajado toda su vida. Junto a el comparten protagonismo Park Yoochun como Dong-sik, el marinero mas joven e inexperto de la tripulación y Han Ye-ri como Hong-mae, una de las inmigrantes a las que transportarán. Del resto de la tripulación podemos destacar a Luna Sung-Keun en el papel del ingeniero jefe Wan-ho, Kim Sang-ho como el contramaestre Ho-young y Yoo Seung-Mok como Kyung-gu. El nivel general del reparto es bastante bueno, al igual que la dirección de actores que realiza Shim Sung-bo.
Conclusión: Niebla (Haemoo) es el magnífico debut en la dirección de Shim Sung-bo, que supone la segunda colaboración de este junto a Bong Joon-ho como guionista (Memories of Murder fue la primera). Estamos ante un trabajo filmado de forma enérgica, en el que su ritmo pasará poco a poco de la calma al mas absoluto enloquecimiento, ganando en intensidad y fuerza a la vez que avanza su metraje. No solo es una película recomendable, sino que además invita a seguir de cerca la carrera de Shim Sung-bo, al que ya conocíamos como guionista, pero que aquí demuestra tener excelentes cualidades para darnos mas de una alegría como director. Lástima que los detalles cogidos de occidente no sean los mejores, aunque es algo fácil de subsanar en el futuro. Sean felices, que no es poco.
Por cierto, les dejo el trailer como de costumbre. Ojalá fueran todos como este, que incita a verla sin destripar casi nada de ella.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube
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