Año - 1944
Duración - 118 min.
País - Estados Unidos
Director - Frank Capra
Guión - Julius J. Epstein y Philip G. Epstein, basado en la obra de teatro homónima de Joseph Kesselring
Música - Max Steiner
Fotografía - Sol Polito
Montaje - Daniel Mandell
Producción - Frank Capra y Jack L. Warner
Productora - Warner Bros. Pictures
Género - Comedia
Reparto - Cary Grant, Priscilla Lane, Peter Lorre, Raymond Massey, Josephine Hull, Jean Adair, Jack Carson, Edward Everett Horton
Julius J. Epstein y Philip G. Epstein adaptaron la obra de teatro homónima de Joseph Kesselring, Sol Polito se encargó de la fotografía, Max Steiner de la banda sonora y Frank Capra de la soberbia dirección de un reparto para el recuerdo, encabezado por un brillante Cary Grant. El resultado es Arsenic and Old Lace (Arsénico por compasión en España), una maravillosa comedia negra de la que el propio Grant comentó en mas de una ocasión que fue el papel donde más disfrutó. Y si el disfrutó, no veo motivo para que no lo hagan ustedes. Una delicia que conserva su frescura a pesar de tener ya mas de 70 años.
Sinopsis: Mortimer Brewster (Cary Grant) es un periodista famoso y controvertido por sus artículos en contra del matrimonio, que tras luchar con todas sus fuerzas cae enamorado de la hermosa Elaine Harper (Priscilla Lane), con la que se casa en secreto. Antes de partir de luna de miel decide visitar a sus adorables tías Abby (Josephine Hull) y Martha (Jean Adair), con las que vive el hermano de Mortimer, Teddy (John Alexander), un simpático pero molesto enfermo mental que cree que es Theodore Roosevelt, para contarles la buena nueva. Lo que no imagina es que durante la visita descubrirá que las encantadoras viejecitas tienen una manera muy peculiar de practicar la caridad.
El director: Frank Capra fue un director de cine estadounidense de origen italiano nacido en Bisacquino, Sicilia, el 18 de mayo de 1897, ganador de tres premios Óscar como Mejor Director. Capra comenzó su carrera en el cine mudo, destacando como director y guionista de comedias protagonizadas por Harry Langdon y sus chicos. Destacaremos varios títulos de su magnífica filmografía: La mujer milagro (1931), La jaula de oro (1931), La amargura del general Yen (1933), Dama por un día (1933), Sucedió una noche (1934), El secreto de vivir (1936), Vive como quieras (1938), Caballero sin espada (1939), Juan Nadie (1941), Qué bello es vivir (1946), El estado de la Unión (1948), de la que os hablamos en este artículo, Aquí viene el novio (1951) o Un gángster para un milagro (1961), aunque me dejo muchas y muy buenas en el tintero. Frank Capra murió en La Quinta (California), a la edad de 94 años.
La película: Esta es una de esas ocasiones en la historia de este arte en las que parecen confabularse todos los astros del universo para que la cosa acabe como hoy día la conocemos, pudiendo haber sido muy, muy diferente. Para empezar hay que comentar que el realizador Frank Capra pensó en un inicio en Bob Hope para el papel de Mortimer Brewster, pero este no se pudo liberar de su contrato con la Paramount. Tras ello lo intentó con idéntica suerte con Jack Benny y Ronald Reagan, antes de decidirse por Cary Grant. Bendita providencia. Josephine Hull, Jean Adair (las hermanas Brewster) y John Alexander (Teddy Roosevelt), repitieron los papeles que tenían en la obra teatral, pero Boris Karloff, que en la obra de teatro interpretaba a Jonathan Brewster siendo uno de los grandes reclamos de esta, no consiguió el permiso necesario para interpretarlo en las 8 semanas que duró el rodaje, por lo que fue sustituido por Raymond Massey.
De lo que no les debe caber ninguna duda es de que el resultado final es difícilmente mejorable, ya que estamos ante una de las grandes comedias de todos los tiempos, una de esas a las que los años la hacen variar a los ojos de los espectadores que la presencian, pero que a la vez tienen la capacidad de conservar su frescura y su vigencia, por lo que continúa haciendo las delicias de quien decide dedicarle las casi 2 horas que dura. Cierto es que a día de hoy con los adelantos que tenemos y el constante bombardeo en cine y televisión, pocas cosas hay que uno no haya visto anteriormente, pero igualmente cierto es que con tener los ingredientes y la receta de un gran plato no es suficiente para saber prepararlo de forma ideal, por lo que creo que hay que disfrutar con doble admiración, ya que tiene mas de 70 años ya.
Para que la frescura y la enorme comicidad de la obra de teatro permaneciera intacta en su paso al cine, se le encargó con enorme acierto la realización del guión a Julius J. Epstein y Philip G. Epstein, que supieron mantener todas las virtudes de la obra del mismo nombre de Joseph Kesselring. La teatralidad de la misma permanece intacta en ella, ya que exceptuando la escena inicial en un juzgado, toda la película transcurre en el interior de la casa y sus alrededores. En semejante escenario se teje una trama por la que desfilan personajes de lo mas variopintos y dispares, entre los que encontramos Policías, periodistas, sacerdotes, escritores, asesinos, jueces, médicos, algún que otro enfermo mental, taxistas y dos encantadoras viejecitas.
A todos estos ingredientes le sumamos la maestría del gran Frank Capra, tanto en la forma de rodar cada escena, como en la soberbia dirección de actores, que como si de un experto chef se tratase, utiliza toda su habilidad para mezclar cada uno de ellos de forma inmejorable. De la fotografía se encargó Sol Polito (Robin de los bosques, Ángeles con caras sucias, El sargento York), del montaje Daniel Mandell y de la banda sonora el brillante Max Steiner (Casablanca, Lo que el viento se llevó, Sombrero de copa, Infiltrados), considerado junto con Victor Young y Alfred Newman, como el padre del sinfonismo clásico estadounidense. Nada en ella parece fuera de tono o resulta cargante, como si de un perfecto motor de un Formula 1 se tratase.
En cuanto al reparto se refiere, ya os comenzamos hablando de el y de lo diferente que pudo haber sido por diferentes circunstancias, pero de lo que no queda ninguna duda es de la enorme suerte que tuvimos al recaer el papel principal en un Cary Grant que derrocha arte y carisma por los cuatro costados. Desde la primera escena en la que lo vemos con gafas oscuras de sol intentando evitar a la prensa para casarse en secreto con la adorable Elaine Harper (Priscilla Lane), no podemos ya imaginar este trabajo sin su saber estar y esa mezcla de elegancia, carisma y comicidad que siempre lo envolvió. A su alrededor giran un acertado elenco de actores y actrices dirigidos a la perfección, de los que resulta realmente difícil encontrar alguno que desentone o baje algo el nivel.
Conclusión: Arsénico por compasión es una de las mejores opciones de las que un aficionado al cine dispone para ver una gran comedia. El paso de los años puede que baje algo el nivel de su humor, algo que no ha ocurrido en mi caso pero puede que a alguno le ocurra, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que comedias de esta calidad en todos sus elementos resulta realmente difícil encontrar. Y lo que para mi es ya un auténtico seguro de vida, que el propio Cary Grant comentó en mas de una ocasión que fue el papel donde más disfrutó, algo que hay que tener muy en cuenta en un actor de su indudable brillantez. Arsenic and Old Lace es como las dos encantadoras tías de nuestro protagonista: son ya mayores, no cabe duda, pero aún así mantienen todo su encanto. Disfrútenla si pueden que como esta ya no se hacen.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube
No hay comentarios:
Publicar un comentario