Pinceladas de clásicos del terror: Psicosis (Psycho) - Alfred Hitchcock (1960)

Título original - Psycho
Año - 1960
Duración - 109 min.
País - Estados Unidos
Dirección - Alfred Hitchcock
Guion - Joseph Stefano, basado en la novela de Robert Bloch
Música - Bernard Herrmann
Fotografía - John L. Russell
Montaje - George Tomasini
Escenografía - George Milo
Vestuario - Rita Riggs
Producción - Alfred Hitchcock
Productora - Paramount Pictures
Reparto - Anthony Perkins, Janet Leigh, John Gavin, Vera Miles, John McIntire, Martin Balsam, Simon Oakland, Patricia Hitchcock
Género - Terror, Intriga, Thriller, Película de culto


Tras la negativa de Paramount, cuyo contrato garantizaba otra película de Hitchcock, a producir Psicosis, por considerar la historia demasiado repugnante e imposible para una película, Alfred Hitchcock no tuvo mas remedio que recurrir a la productora Shamley Productions, que el mismo había creado para producir la serie televisiva Alfred Hitchcock Presents. Lo que no imaginaban los estudios es que estaban ante una obra que revolucionaría el nivel de aceptación de la violencia y la sexualidad en las películas, marcando un antes y un después en la historia del séptimo arte. Una indiscutible obra maestra. 


Sinopsis - Tras hacer algo impropio de ella, Marion Crane (Janet Leigh) huye de la ciudad con una buena cantidad de dinero que no le pertenece, soñando con que su novio Sam Loomis (John Gavin) pueda pagar sus deudas y así poder casarse. Tras cambiar su coche por otro con matrícula de California, prosigue su viaje hacia Fairvale, pero la sorprende una fuerte tormenta. Marion no puede ver claramente la carretera debido a la lluvia y acaba llegando al Motel Bates, donde decide alquilar una habitación para pasar la noche. Allí conoce a Norman Bates (Anthony Perkins), el propietario del solitario establecimiento. 

El director - Alfred Joseph Hitchcock fue un director de cine, productor y guionista británico nacido en Londres, 13 de agosto de 1899. Pionero en muchas de las técnicas que caracterizan a los géneros cinematográficos del suspense y el thriller psicológico, tras una exitosa carrera en el cine británico en películas mudas y en las primeras sonoras, que le llevó a ser considerado el mejor director de Inglaterra, Hitchcock se trasladó a Hollywood en 1939.

A lo largo de una carrera que duró más de medio siglo, Hitchcock configuró un estilo cinematográfico distintivo y muy reconocible.​ Fue innovador en el uso de la cámara para imitar la mirada de una persona, obligando de esta manera a los espectadores a participar de cierta forma de voyerismo,​ empleaba encuadres para provocar ansiedad, miedo o empatía y desarrolló una novedosa forma de montaje fílmico. Sus historias a menudo están protagonizadas por fugitivos de la ley y sus actrices protagonistas suelen ser de pelo rubio.​ Muchos de sus filmes presentan giros argumentales en el desenlace y tramas perturbadoras que se mueven en torno a la violencia, los asesinatos y el crimen. Con frecuencia, los misterios que articulan las tramas no son más que señuelos (Macguffin, como los llamó el propio director) que sirven para hacer avanzar la historia pero no tienen mayor importancia en el argumento. Las películas de Hitchcock también abordan a menudo temas del psicoanálisis y tienen marcadas connotaciones sexuales. Gracias a los cameos en muchos de sus filmes, las entrevistas, los avances publicitarios de sus películas y el programa de televisión Alfred Hitchcock Presenta, el cineasta se convirtió en un icono cultural.

Hitchcock dirigió más de cincuenta películas a lo largo de seis décadas, entre la que podemos destacar Con la muerte en los talones (1959), Vértigo (De entre los muertos) (1958), Rebeca (1940), La ventana indiscreta (1954), Crimen perfecto (1954), Encadenados (1946), La soga (1948), Extraños en un tren (1951) o Los pájaros (1963), además de la que hoy nos ocupa. Falleció en CBE Los Ángeles, el 29 de abril de 1980.

La película - ¿Qué se puede decir o escribir de una película como Psicosis que no se haya dicho o escrito ya? No seré yo el que intente convencer a nadie para que la vea o no, para que disfrute de su inigualable atmósfera, de su minucioso e impactante retrato del icónico Norman Bates y de la curiosa forma en la que el maestro Alfred Hitchcock tuvo la capacidad de cambiar cómo veíamos y sentíamos el terror. Para ello ya tienen cientos y cientos de artículos de personas con mucho más conocimiento y capacidad qué un servidor para hacerlo, por lo que en lugar de dedicarme a alabar una obra de las que para mí han marcado un antes y un después en la historia del séptimo arte, prefiero limitarme a comentar qué supuso en su momento, por que ha pasado a la historia y la dificultad que tuvo el maestro para lograr los resultados por casi todos conocidos.


Pongámonos en antecedentes. Quiénes me hayáis leído desde hace algún tiempo sabréis que soy un enamorado del cine clásico de terror. Me crie en un mundo en el que los seres de otro planeta, los espíritus o monstruos como Frankenstein, el Conde Drácula o el hombre lobo eran las máximas representaciones de lo que un público, que poseía una inocencia que ahora mismo resulta difícil de entender, necesitaba para llegar a estremecerse. Como veréis, el terror procedía casi siempre de criaturas no humanas, ya que en la conciencia y el orden establecido por aquellos entonces, no cabía colocar al ser humano como el centro de la maldad, puesto que el cine en Hollywood seguía rigiéndose por el llamado Código Hays, un sistema creado en 1930 para, en principio, salvaguardar la imagen de los Estados Unidos tras el crack del 1929 y la brutal crisis económica posterior.

Con el tiempo pasó a ser un simple instrumento de censura, que capacitaba a los poderes públicos a decir que se podía mostrar y que no. La posterior llegada del mercantilismo no hizo mas que agravar la situación, evitando que ningún cineasta se saliese de madre. Pues el señor Alfred Hitchcock consiguió lo que parecía inalcanzable, filmar lo nunca visto sin llegar a ser repudiado, comenzando por adquirir los derechos de la novela Psycho, escrita por Robert Bloch en 1959. Tenía una idea muy clara de que quería filmar, pero Paramount no creía que nada bueno pudiera salir de ahí, por lo que fue la productora creada para el programa Alfred Hitchcock presenta, Shamley Productions, la que le permitió sacar el proyecto adelante. Igualmente utilizó el equipo de producción de dicha serie, acostumbrado a trabajar con el y que resultaba bastante mas económico, del que formaba parte también el director de fotografía John L. Russell (El jinete pálido, Río Bravo, El fuera de la ley). Tan solo contrató a Bernard Herrmann (El hombre que vendió su alma, Ciudadano Kane, La guerra de los mundos) para la banda sonora, a George Tomasini (La ventana indiscreta, Vértigo, North by Northwest) como editor, y a Saul Bass (Horizontes de grandeza, Espartaco, West Side Story) en el departamento artístico.

Y no solo se contentó con presentar la historia del psicópata que cambiaría las reglas del juego, sino que para hacerlo comenzó la película mostrando a dos amantes en plena faena, algo que en un mundillo donde jamás se había mostrado siquiera un retrete de forma directa, ya dejaba a las claras las intenciones del realizador. De hecho, juega durante todo el metraje al filo de la navaja mostrando, sin llegar a hacerlo de forma explícita, multitud de tabús que nadie había conseguido evitar. La famosa escena de la ducha es uno de los mas claros ejemplos, en la que sin mostrar lo que realmente ocurre, consigue que todo el mundo lo asuma y se estremezca. Fue ese uno de los motivos por los que se usó el blanco y negro, ya que la imagen de la sangre mezclada con el agua en color, hubiese hecho que la censura jamás la hubiera permitido. 


Pero Hitchcock igualmente sabía que el éxito de su película, con la que necesitaba remontar tras el fiasco en taquilla de Vértigo (1958), dependía de su capacidad para conseguir que su argumento y su desenlace permanecieran alejado de los que aun no la habían disfrutado, por lo que se encargó personalmente de su promoción. Prohibió taxativamente a Janet LeighAnthony Perkins conceder ningún tipo de entrevista y eliminó los pases que se realizan habitualmente para la prensa, que no tuvo mas remedio que ver la película en las salas, ya junto al público que las abarrotaba. También obligó a las salas de cine a no dejar entrar a nadie tras el comienzo de la película, algo que no se usaba en la época, pero que le aseguraba que viesen la película completa, algo fundamental para el. Por último pedía al público que no desvelara su desenlace, argumentando que no disponía de otro. 

Con todo ello consiguió que en los cines hubiera largas colas, mostrándonos al primer asesino en serie de una larga lista que llega hasta nuestros días, sin siquiera mostrarlo dando una cuchillada de forma explícita, algo que coloca a su trabajo, para muchos, como el pionero del subgénero del cine de terror denominado Slasher. Su habilidad en el uso de la cámara, el uso de múltiples objetos para crear desasosiego y la opresiva atmósfera que reina en gran parte de un trabajo que comienza como una comedia dramática, prosigue como el mejor cine negro y culmina como un thriller psicológico, hicieron que gran parte del público la encumbrara como lo que para mi es, mucho mas que una película. Merece ser recordada y alabada por todo ello. 



Fuentes - Filmaffinity, IMDb, Wikipedia y Youtube

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