La buena mentira - Philippe Falardeau (2014)

buena, mentira, FalardeauTítulo original - The Good Lie
Año - 2014
Duración - 110 min.
País - Estados Unidos
Director - Philippe Falardeau
Guión - Margaret Nagle
Música - Martin Leon
Fotografía - Ronald Plante
Montaje - Richard Comeau
Producción - Brian Grazer, Ron Howard, Karen Kehela Sherwood, Thad Luckinbill, Trent Luckinbill y Molly Smith
Productora - Black Label Media / Good Lie Productions / Imagine Entertainment
Género - Drama
Reparto - Reese Witherspoon, Corey Stoll, Sarah Baker, Sope Aluko, Sharon Conley, Mike Pniewski, Arnold Oceng, Clifton Guterman, Ger Duany, Emmanuel Jal, Kuoth Wiel, Femi Oguns, Lindsey Garrett
Web oficial - http://www.thegoodliemovie.com/


El director canadiense Philippe Falardeau dirige su primera película con bandera estadounidense tras el éxito cosechado por Profesor Lazhar, su anterior trabajo. Y lo hace contándonos una terrible historia, la de los niños perdidos de Sudán, de forma un tanto edulcorada, para no espantar a los que o no aguantan el horror o prefieren mirar para otro lado, tal como hacen los gobiernos de las superpotencias. Loables intenciones que dan como resultado un producto recomendable, pero que dista mucho de la puñalada al corazón que para mi gusto debería haber sido. ¿Me estaré volviendo masoquista? Cuestión de gustos, supongo.

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Sinopsis: Un grupo de niños de Sudán del sur ven de la noche a la mañana como su pueblo es arrasado y sus familias masacradas, en medio de la guerra civil que se libra en su país. Tras haberlo perdido todo, su única opción para sobrevivir consiste en huir del lugar, para lo que iniciarán un largo camino por tierras inhóspitas llevando solo lo puesto, con la intención de poder encontrar un lugar donde subsistir sin miedo a ser asesinados por las guerrillas del norte.

El director: Philippe Falardeau es un director de cine y guionista canadiense nacido en 1968 en Hull, Quebec (Canadá). Después de estudiar ciencias políticas y relaciones internacionales en Ottawa, Falardeau trabajó brévemente como analista político, antes de comenzar a trabajar en 1991 en La Course Destination Monde, un popular programa de televisión canadiense para el que filmó veinte cortometrajes.

buena, mentira, FalardeauDespués trabajó en varios programas de televisión en Francia y Canadá, como director y cámara, tras lo que co-escribió El destino de América, un documental de Jacques Godbout tras el que dirigió el documental Pie en 1997, que se ocupa de la comunidad china en Canadá.

Dirigió su primer largometraje en el año 2000, titulado El lado izquierdo del refri, con el que ganó varios premios en su país; su siguiente trabajo fue Congorama (2006), que fue presentada en el Festival de Cannes de 2006 cosechando muy buenas críticas; tras ella llegó No he sido yo, ¡lo juro! (2008), una excelente comedia que muestra el lado menos agradable de la infancia; tres años mas tarde estrenó Profesor Lazhar (2011), un drama sobre la inmigración y la enseñanza que fue nominada a los Oscars en la categoría de Mejor película de habla no inglesa; tras La buena mentira, está embarcado en la realización de Guibord s'en va-t-en guerre, una comedia satírica en la que es responsable del guión y la dirección. Su estreno está previsto para 2016 y cuenta en su reparto con la participación de Patrick Huard, Suzanne Clément, Mardy Men y Caren Macnevin.

La película: Quiero dejar claro desde un principio, que no quiero quitar mérito al trabajo de Philippe Falardeau, como puede haber parecido en la introducción de este artículo. Nos encontramos ante una buena película, en la que su responsable ha intentado huir en la medida de lo posible de la búsqueda de la lágrima fácil, que tanto criticamos los que solemos valorar cine. Lo que ocurre es que en su loable intento, pasa muy por encima de las duras experiencias que han de vivir los refugiados, por no mencionar ya las inexistentes explicaciones que recibimos de las causas que llevan a la fatídica guerra. Pero la intención del director no es la de juzgar dicho conflicto, sino denunciar la situación de los refugiados y lo poco que se hace por ellos desde los países que tendrían la posibilidad de hacerlo, además de poder llegar al máximo de público posible.

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Esto tiene una clara explicación, la predilección de los espectadores por un cine que llega al corazón y hace emocionarse y soltar alguna lágrima, pero su total rechazo a asistir a los horrores que un pueblo ha de pasar por una guerra civil, que ni les va ni les viene, aún mas si sus protagonistas son un puñado de niños que rápidamente se harán un lugar en sus corazones. Con ello ha de lidiar el director, mas aún si sobre su trabajo ondea la bandera del todopoderoso gigante norteamericano, poco amigo de historias que por su extrema crudeza no atraigan al suficiente numero de espectadores a las salas, que es de lo que en realidad se trata.

Por ello no puedo mas que aplaudir el trabajo de un Philippe Falardeau, que bastante hace con meter en poco menos de dos horas la enorme historia que nos cuenta el inteligente guión de Margaret Nagle, que aunque flaquee en algunos momentos en sus diálogos y baje bastante el nivel en su segunda parte, consigue contarnos una dura historia de la forma mas suave posible, sin perder su interés hasta su hermoso final. Como he dicho con anterioridad, la historia tiene dos partes bien diferenciadas, de las que no me extenderé mucho hablando para no desvelar nada importante. Tan solo comentar que, salvo en su final, la segunda parte posee algo menos interés que la primera, al menos en mi opinión, ya que no goza de la fuerza que la historia rebosa en su comienzo.

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También hay que destacar la fotografía de Ronald Plante, que repite con el director tras Profesor Lazhar, y que sin hacer excesivos alardes, es capaz de dejarnos algunas hermosas estampas del continente africano, al igual que ocurre con la hermosa banda sonora que corre a cargo de Martin Leon, también presente en Profesor Lazhar. Como era de esperar, está principalmente basada en ritmos africanos, aunque encontramos en ella varios estilos que casan bastante bien, logrando un conjunto que merece la pena escuchar, tanto en la película como por separado. Os la dejo por si os interesa.


Lo que sigue sin entrarme en la cabeza, aunque sus frutos dará, digo yo, son las formas de promoción que se usan en la actualidad en muchos casos. El ejemplo mas claro de ello es el de su cartel, lo mas alejado que he visto a lo que representa la película. Se utiliza el hermoso rostro de Reese Witherspoon (Election, Crueles intencionesEn la cuerda floja), una actriz completamente desaprovechada y cuyo personaje dista mucho de ser realmente relevante en la historia, por ser la componente del reparto con mas nombre, como reclamo vamos. Hay que coger una lupa para distinguir algo parecido a un refugiado, cuando desde aquí he de dar mis mas sinceras felicitaciones a la encargada del casting, Mindy Marin, que escoge a los actores y actrices perfectos para la ocasión, sobre todo a los afroamericanos, que tanto en su infancia como de adultos, brillan con luz propia dándole gran parte de la magia que posee este trabajo.

Conclusión: La buena mentira es un trabajo que dejará buen sabor de boca a casi todos, merito que hay que atribuirle a un Philippe Falardeau, que opta por endulzar suficientemente el relato como para que su mensaje llegue al máximo público posible. A pesar de la dureza de la historia que trata, consigue contarla de forma que al espectador no le quede un sabor demasiado amargo, algo que muchos agradecerán el los tiempos que corren. Yo, como comencé explicando al comienzo, le hubiera dado algo mas de dramatismo, pero entonces estaríamos hablando de otro trabajo, uno muy diferente a La buena mentira. Espero que la disfruten.


Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube

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