
Año - 1953
Duración - 80 min.
País - Estados Unidos
Director - Samuel Fuller
Guión - Samuel Fuller, basándose en una historia de Dwight Taylor
Música - Leigh Harline
Fotografía - Joe McDonald
Montaje - Nick DeMaggio
Producción - Jules Schermer
Productora - 20th Century Fox
Género - Cine negro. Thriller
Reparto - Richard Widmark, Jean Peters, Thelma Ritter, Richard Kiley, Murvyn Vye, Milburn Stone, Willis Bouchey, Harry Tenbrook, Parley Baer, Virginia Carroll, Wilson Wood
Pickup on South Street fue la sexta película del genial Samuel Fuller, en la que escribe el guión sobre una historia de Dwight Taylor y dirige, una de las pocas obras que realizó bajo el auspicio de un gran estudio, aunque no por ello con un gran presupuesto. Con una soberbia fotografía de Joe MacDonald, la acertada música de Leigh Harline y el protagonismo de Richard Widmark, perfectamente acompañado por Jean Peters y Thelma Ritter, estamos ante una de las obras mas comerciales quizás del director, aunque no por ello deja de ser de lo mejor del género de su década. Una delicia para los sentidos.
Sinopsis: Skip McCoy (Richard Widmark) es un carterista de poca monta que acaba de salir de prisión, por lo que utiliza un viaje en metro para robarle hábilmente la cartera a la señorita Candy (Jean Peters), sin que ella consiga darse cuenta. Pero quien si presencia la escena es el agente Zara (Willis Bouchey), quien estaba siguiendo a la mujer como sospechosa de cooperar con agentes comunistas. Sin saberlo, ella llevaba un microfilm que su antiguo novio Joey (Richard Kiley) le había entregado, siendo parte del botín que Skip ahora posee, algo que puede resultar mucho mas peligroso que el simple robo de una cartera.
La película: Entre la amplia filmografía de Samuel Fuller, en la que le dio tiempo a abordar diferentes géneros, como el western, el drama, el cine bélico, el thriller, etc., este nos dejó varias películas de cine negro, de las que yo destaco dos, Bajos fondos (Underworld U.S.A.), un excelente largometraje de 1961 del que os hablamos en este artículo y esta Manos peligrosas, un trabajo realizado ocho antes años que el anterior con mucha menor fama entre los aficionados, pero que para mi nada tiene que envidiarle al anteriormente mencionado.
La historia de este trabajo es bastante rocambolesca, ya que en un principio se trataba de un guion ya escrito de Dwight Taylor que llevaba por título Blaze of Glory, que Darryl F. Zanuck (productor y director ejecutivo de la 20th Century Fox) enseñó a Fuller, al que le gustó bastante, pero no el hecho de que se desarrollara en el ámbito judicial, por lo que lo reescribió para ambientarlo en el mundo de los bajos fondos. Pero lejos de terminar aquí su historia, este tuvo que ser retocado en varia ocasiones por la censura impuesta con el código Hays, que lo acusaba de excesiva brutalidad y violencia.
Fuller, lejos de impacientarse, volvió a demostrar que lo mas importante para realizar una buena película es disponer de un buen guión, algo de lo que no queda ninguna duda tras disfrutarla. Su ritmo es excelente, sus personajes magníficamente desarrollados, su trama totalmente absorbente, y todo ello a pesar del gran número de trabas que se tuvieron que superar para poder llevarlo a buen puerto. De hecho, incluso el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, llegó a mencionar a Fuller y Zanuck lo poco que le gustaba ciertas cosas de la película, como el carácter anti-patriótico del personaje de Richard Widmark o el hecho de mostrar en pantalla el pago por información a un confidente, aunque finalmente solo le valió para eliminar cualquier mención al FBI en la publicidad y en la propia película.