
Año - 1981
Duración - 129 min.
País - Estados Unidos
Director - Frank Perry
Guión - Frank Perry, Frank Yablans, Tracy Hotchner, Robert Getchell, basado en el libro de Christina Crawford
Música - Henry Mancini
Fotografía - Paul Lohmann
Montaje - Peter E. Berger
Producción - Frank Yablans, David Koontz, Terrence O'Neill y Neil A. Machlis
Productora - Paramount Pictures
Género - Drama
Reparto - Faye Dunaway, Steve Forrest, Diana Scarwid, Mara Hobel
Frank Perry escribió, junto a Frank Yablans, Tracy Hotchner y Robert Getchell, y dirigió Mommie Dearest (Queridísima mamá en España y Mamita querida en Hispanoamérica), una interesante película biográfica sobre la vida de Christina Crawford, la primera de los cuatro niños que la actriz Joan Crawford adoptó durante su vida. Un trabajo que deja bastante que desear en varios aspectos, que cuenta las experiencias personales de Christina con respecto a su madrastra, tomándose mas de una evidente licencia y que no debemos confundir con un biopic de la actriz, ya que solo se cuenta la parte de su vida relacionada con su hija, parte además descrita por la propia Christina en el polémico libro Mommie Dearest, que publicó con su madre aún viva. Tan obsesiva y repetitiva como interesante y ¿fidedigna?
Sinopsis: La película nos cuenta parte de la vida de la famosa actriz Joan Crawford, concretamente la parte vista desde los ojos de Christina Crawford, la primera niña que adoptó y la que, al parecer, sufrió en sus carnes los evidentes problemas mentales de la talentosa y controvertida actriz. Vapuleada por crítica y público durante años, el tiempo ha dado a este trabajo un lugar que nunca debería de haber ocupado si la juzgamos únicamente por su calidad, pero que gracias a su evidente exageración y a contar la presunta historia de una actriz a la que siempre acompañó la polémica, ha conseguido llegar a convertirse en todo un clásico "camp", e incluso en una película de culto para muchos.

La película: Quiero comenzar dejando claro, si es que no lo he hecho suficientemente hasta ahora, que si estamos ante un biopic, no es precisamente sobre la actriz Joan Crawford, sino sobre la versión sobre la relación que esta tuvo con Christina Crawford, su primera hijastra. No seré yo quien ponga en entredicho la historia que cuenta Christina, ya que no poseo pruebas ni a favor ni en contra de su verosimilitud, pero si quiero dejar claro que hasta donde yo conozco, la historia se ha cambiado y se han omitido diversos detalles de la misma, no siendo estos precisamente livianos o insignificantes, como la no aparición de dos de los tres hermanastros que convivieron con ella o la forma en la que insinúa en el final de la película su intención de escribir la novela a la que tanto provecho sacó posteriormente, tras ser desheredada junto a su hermanastro, cuando esto fue consecuencia precisamente de haberla escrito con su madrastra aún viva, motivo que esgrimió la actriz para hacerlos desaparecer del testamento.
Tampoco quiero ser yo quien defienda a una magnífica actriz, que a su vez dejaba mucho que desear como persona, algo que no solo estaba en la mente de su hijastra, sino que ha sido corroborado por muchos y muchas de los que tuvieron la oportunidad de trabajar o conocer a la controvertida diva. Joan Crawford ha sido descrita por los que mejor la conocieron como manipuladora, de carácter un tanto bipolar, totalmente obsesionada con la limpieza y con una dependencia total al alcohol. De su vida amorosa prefiero no pronunciarme, al no tener datos objetivos, pero si les comentaré que se dice que era famosa por su promiscuidad, tanto con hombres como mujeres, algo que, al menos para mi, tiene escasa importancia.