
Año - 1990
Duración - 115 min.
País - Estados Unidos
Director - Joel Coen
Guión - Joel Coen y Ethan Coen, inspirado en las novelas Red Harvest (1929) y Glass Key (1931), de Dashiell Hammett
Música - Carter Burwell
Fotografía - Barry Sonnenfeld
Montaje - Michael R. Miller
Producción - Ethan Coen y Joel Coen
Productora - 20th Century Fox / Circle Films
Género - Cine negro, Drama
Reparto - Gabriel Byrne, Marcia Gay Harden, Albert Finney, Jon Polito, J.E. Freeman, John Turturro, Steve Buscemi, Mike Starr, Richard Woods, Al Mancini, Sam Raimi, Frances McDormand
Un sombrero negro aparece apoyado sobre un lecho de hojas en un frondoso bosque hasta que una ráfaga de viento lo levanta y lo arrastra hacia su interior. Así comienza Miller's Crossing, un trabajo que dio innumerables quebraderos de cabeza a sus creadores y supuso un inicial fiasco en taquilla, que el tiempo ha ido colocando donde realmente merece lentamente. Un excelente guión de Joel y Ethan Coen, una soberbia dirección y un elenco magnífico hacen de ella uno de los mejores homenajes al cine negro que un servidor ha podido ver hasta la fecha. Un trabajo para disfrutar con suma atención, con unos personajes y unos diálogos de una riqueza indiscutible. CINE con mayúsculas, pero no para todos los gustos.
Sinopsis: Leo (Albert Finney) y Tom (Gabriel Byrne) son amigos, además de compañeros de trabajo. El primero es un poderoso gángster de origen irlandés que domina la ciudad y el segundo su mano derecha. Pero entre ellos nace una profunda rivalidad al enamorarse de la misma chica, una joven llamada Verna (Marcia Gay Harden). Las discrepancias entre ambos intentarán ser aprovechadas por Giovanni "Johnny Caspar" Gasparo (Jon Polito), el líder de origen italiano de un grupo rival que adivina la oportunidad de hacerse con el poder en la zona intentando reclutar a Tom, al que mandará eliminar a Bernie Bernbaum (John Turturro), un corredor de apuestas local hermano de Verna, para así asegurarse de su fidelidad.

La película: Resulta curioso ver como Miller's Crossing, el tercer largometraje de los hermanos Coen, solo logró recaudar en su momento poco más de 5 millones de dólares, con un presupuesto de entre 10 y 14 millones. Con el tiempo esas ganancias se multiplicaron por las ventas de vídeo y DVD, algo ya mas lógico si revisamos su valoración actual en grandes webs de cine como filmaffinity, donde posee la puntuación mas alta de toda la filmografía de los Coen, un poco por delante de títulos como El gran Lebowski o Fargo. Cosas de este arte que para algunos pueden resultar extrañas o absurdas, pero que para mi tiene su explicación y además deja a las claras que no siempre realizar buen cine es sinónimo de hacer un buen negocio.
La verdad es que no es este un trabajo para ver prestándole poca atención o en un momento que te coja algo distraído, ya que lo mas sencillo es que tardes pocos minutos en perderte y no enterarte de casi nada. Su magnífico guión, su vivaz ritmo y el gran número de personajes que en el aparecen exigen toda la atención de quien pretenda disfrutarla, regalándole a cambio un trabajo de los mas completos que un servidor ha visto hasta la fecha. No seguir su enrevesada historia la convierte en un producto aburrido, que debe machacar constantemente al espectador diciéndole: no te estás enterando de nada. Además, sus inteligentes diálogos son parte fundamental del conjunto, dando una enorme riqueza al resultado final, riqueza que desaparece si el espectador no es capaz de procesarlos al ritmo en el que avanza la trama.