
Año - 1945
Duración - 103 min.
País - Estados Unidos
Director - Fritz Lang
Guión - Dudley Nichols, basado en la novela de Georges de la Fouchardière 'La Chienne', de 1930
Música - Hans J. Salter
Fotografía - Milton Krasner
Montaje - Arthur Hilton
Producción - Fritz Lang y Walter Wanger
Productora - Universal Pictures
Género - Cine negro. Drama
Reparto - Edward G. Robinson, Joan Bennett, Dan Duryea, Jess Baker, Margaret Lindsay, Rosalind Ivan, Samuel S. Hinds, Vladimir Sokoloff
El maestro Fritz Lang produjo junto a Walter Wanger y dirigió este maravilloso trabajo, un remake de la película La golfa (La Chienne), dirigida por Jean Renoir en 1931. Con un guión de Dudley Nichols, basado en la novela La Chienne de Georges de la Fouchardière y con la magistral fotografía de Milton Krasner, estamos ante uno de esos títulos indispensables que cualquier aficionado al cine debería disfrutar, con mas razón si como yo, eres aficionado al buen cine negro. Destacar las interpretaciones del genial Edward G. Robinson y de la perfecta femme fatale, interpretada por Joan Bennett. Un peliculón.
Sinopsis: Christopher Cross (Edward G. Robinson) es un hombre tímido, dominado totalmente por su esposa Adele (Rosalind Ivan), que lo maltrata constantemente, que solo encuentra en su afición a la pintura un motivo para seguir adelante. Trabaja como cajero de un banco hace varias décadas, por lo que el día de su aniversario en dicho trabajo recibe un merecido homenaje de su jefe y sus compañeros. De regreso a casa divisa a una mujer llamada Kitty March (Joan Bennett) que está siendo agredida, por lo que no duda en ayudarla. Lo que no imagina es lo que dicho acto le cambiará la vida, ya que se enamora perdidamente de ella, lo que le llevará a actuar como jamás había hecho hasta entonces.
La película: El maestro Fritz Lang dejó sobradas muestras de su enorme talento durante su impecable carrera, como podéis comprobar echando un vistazo a su filmografía, poblada de títulos como Las tres luces (1921), El doctor Mabuse (1922), Los Nibelungos (1924), Metrópolis (1927), M, el vampiro de Düsseldorf (1931), El testamento del Dr. Mabuse (1933), Furia (1936), Sólo se vive una vez (1937), Los verdugos también mueren (1943), El ministerio del miedo (1944), La mujer del cuadro (1944), etc. La lista es interminable, por lo que me he parado en el trabajo anterior al que hoy nos ocupa, dejándome además varios por el camino y siendo realmente difícil encontrar alguno que no consiga dejar buen sabor de boca.
En Scarlet Street, repitió el reparto principal que pocos meses antes tan buen resultado le había dado en La mujer del cuadro (1944), de la que ya os hablamos en este artículo, Edward G. Robinson, Joan Bennett y Dan Duryea, para realizar una nueva obra maestra sin apenas descanso entre una y otra. Curiosamente, con anterioridad iba a ser dirigida por el inolvidable Ernst Lubitsch, pero que tras ser abandonado el proyecto por este, por diferentes motivos que no vamos a sacar a relucir aquí, Lang recogió el testigo y lo sacó adelante, co-produciéndolo además de dirigirlo.
El guión fue escrito por Dudley Nichols, basándose en la novela La Chienne de Georges de la Fouchardière, además de en la película que el genial Jean Renoir dirigió en 1931, con el título de La golfa (La Chienne), dando como resultado un libreto al que pocas, o mas bien ninguna, pegas se le pueden poner. Su ritmo es el mas correcto, sus diálogos fluidos y perfectamente redactados, sus personajes están magníficamente desarrollados y en constante evolución. Su riqueza es innegable en todos los aspectos, haciendo además un completo repaso a la naturaleza de los seres humanos y a como los sentimientos nublan por completo nuestra razón en multitud de ocasiones.