Título original - Ikiru
Año - 1952
Duración - 143 min.
País - Japón
Director - Akira Kurosawa
Guión - Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni
Música - Fumio Hayasaka
Fotografía - Asakazu Nakai
Montaje - Kôichi Iwashita
Producción - Sojiro Motoki
Productora - Toho Company
Género - Drama
Reparto - Takashi Shimura, Nobuo Kaneko, Kyôko Seki, Makoto Kobori, Kumeko Urabe, Yoshie Minami, Miki Odagiri, Kamatari Fujiwara
Ikiru es el nombre del trabajo que hoy os presento, dirigido por Akira Kurosawa y escrito por el propio Kurosawa, junto a Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni. Una obra exigente con el espectador enmarcada en los trabajos mas realistas del maestro nipón, pero que a cambio nos regala una riqueza inusual, en la que se realiza una reflexión sobre la vida, la muerte y la forma en que los seres humanos las encaramos, las experimentamos y las afrontamos, poniéndonos en la piel del funcionario público Kanji Watanabe, magistralmente interpretado por el inolvidable Takashi Shimura. Cine para ver con atención, algo de paciencia y el alma abierta de par en par, cuyo mensaje mantiene y mantendrá intacta su vigencia para quien esté dispuesto a escucharlo. Exigente, si, pero sin duda imprescindible.
Sinopsis: Kanji Watanabe (Takashi Shimura) es un funcionario público que lleva media vida consumiendo su vida entre las cuatro paredes de las oficinas, que poco a poco ha ido encajando en el entramado engranaje de la administración. Encargado de la sección de los ciudadanos, pasa el día poniendo escusas ante sus problemas y utilizando el sello necesario para que pueda seguir su curso cada documento que cae en sus manos, mientras que las personas que lo rodean solo lo miran con interés, ya sea en su familia, donde solo piensan en la herencia que recibirán, como en el trabajo, donde todos ansían llegar a ocupar su puesto. Un buen día recibirá la noticia de que padece cáncer de estómago, por lo que sus días de "vida" están contados, algo que lo hará dirigir la mirada a lo que ha sido su existencia e intentar buscar la manera de finalizarla haciendo lo que apenas ha hecho hasta ese momento, vivir.
El director: Akira Kurosawa fue un director asiático nacido en Shinagawa, Tokio, Japón, el 23 de marzo de 1910. Considerado por muchos, entre los que me encuentro, como uno de los mejores y mas completos directores de todos los tiempos, nos dejó más de 30 películas en su maravillosa filmografía, de la que resulta difícil elegir cuales recomendar, ya que es disfrutable al completo. Aún así, por poner algunos ejemplos de la misma, nombraremos la siguientes: El ángel borracho (1948), de la que os hablamos en esta reseña, Duelo silencioso (1949), El perro rabioso (1949), Rashomon (1950), Los siete samuráis (1954), Trono de sangre (1957), La fortaleza escondida (1958), Yojimbo (El mercenario) (1961), Sanjuro (1962), El infierno del odio (1963), Barbarroja (1965), Dersu Uzala (El cazador) (1975), Ran (1985) o Los sueños de Akira Kurosawa (1990), además de la que hoy nos ocupa. Comentar que ninguna de ellas baja del 7 o el 8 en las principales webs de cine, así que no es solo cosa del que aquí escribe, y advertir que me dejo atrás auténticas joyas, pero resulta del todo inevitable hacer una selección.
La película: Creo necesario comenzar aclarando el porqué de mi calificación de exigente de este trabajo, principalmente porque no me gustaría que me acusasen de exceso de celo a la hora de valorarla, ya que el maestro Kurosawa es uno de los directores que mas han marcado mi forma de disfrutar el cine, por lo que puede parecer que soy poco imparcial a la hora de hablar de su obra. Hay que saber que tenemos delante para no llevarnos excesivas sorpresas ni perder nuestro tiempo si no es lo que buscamos o nos apetece. Cuando decía que es exigente, es porque estamos ante un trabajo de casi dos horas y media de duración, cuyo ritmo puede resultar excesivamente lento para algunos aficionados, como suele ocurrir con gran parte del cine asiático que podemos disfrutar. Además se trata de un cine cargado de simbolismo, realizado para activar la capacidad de pensamiento y meditación del espectador, algo que si no llega a conseguir, lo convierte en un trabajo estéril y poco cautivador. Cine que exige paciencia y toda nuestra capacidad de atención para ser disfrutado, ofreciendo a cambio una riqueza indudable.
También me parece fundamental tener claro en que época y dentro de que cultura nos encontramos, aunque en realidad, y como ya he dicho antes, su mensaje sigue y seguirá vigente por siempre. Veo bastante complicado que alguien que lo ha tenido todo en la vida sin excesivos esfuerzos, sea capaz de captar y valorar adecuadamente el contexto en el que esta se desarrolla, perdiendo quizás fuerza en dichos casos, ya que la mayoría de los detalles y situaciones que en ella se describen pueden parecerles incluso ridículos, porque nunca llegaron a valorar esos pequeños detalles que, mientras que para alguien criado en una familia humilde pueden resultar incluso familiares, para alguien que ha vivido sin ningún tipo de carencia, difícilmente habrán llegado nunca a llamar siquiera su atención.
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Dioses y monstruos (Gods and Monsters) - Bill Condon (1998)
Año - 1998
Duración - 105 min.
País - Estados Unidos
Dirección - Bill Condon
Guion - Bill Condon, que adapta la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram
Música - Carter Burwell
Fotografía - Stephen M. Katz
Montaje - Virginia Katz
Producción - Clive Barker
Productora - Lionsgate, Showtime, BBC Films, Regent Entertainment, Gregg Fienberg
Reparto - Ian McKellen, Brendan Fraser, Lynn Redgrave, Lolita Davidovich, Kevin J. O'Connor, David Dukes, Brandon Kleyla, Pamela Salem, Michael O'Hagan
Género - Drama / Cine dentro del cine, Homosexualidad
Sinopsis - Relato de los últimos días de vida del realizador James Whale, autor de Frankenstein. En principio su única compañía en esos momentos es su ama de llaves, pero pronto entabla relación con su nuevo jardinero, un apuesto joven al que confía su historia en el Hollywood de los años 30 y por el que se sentirá irresistiblemente atraído.
El director - Bill Condon es un guionista y director estadounidense nacido en Nueva York, el 22 de octubre de 1955. Hijo de un detective de la policía, fue criado en una familia católica irlandesa. Asistió a la Regis High School y al Columbia College, graduándose en 1976 en filosofía. Dos películas tuvieron un impacto significativo en la vida temprana de Cordon: Bonnie and Clyde (1967), que lo hizo interesarse por los guiones cinematográficos, y Sweet Charity (1969), que según sus palabras lo llevó a "una historia de amor de por vida con películas que son vilipendiadas y rechazadas en su tiempo".
Su carrera como cineasta comenzó con guiones para la película independiente Strange Behavior (1981), un homenaje a las películas de terror pulp de la década de 1950, y la película de ciencia ficción Strange Invaders (1983), protagonizada por Nancy Allen y Wallace Shawn. Su debut como director fue Sister, Sister (1987), cuyo fracaso supuso un importante freno en su carrera. Tras dirigir varios telefilms y la evitable Candyman 2 (1995), escribió y dirigió Dioses y monstruos (1998), por la que ganó el Óscar al mejor guion adaptado. Tras ella llegaron títulos como Kinsey (2004), un drama sobre el biólogo Alfred Kinsey, interpretado por Liam Neeson; Dreamgirls (2006), un drama musical con Jamie Foxx, Beyoncé, Danny Glover, Jennifer Hudson y Eddie Murphy entre su reparto; La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 1 y 2 (2011 y 2012), un auténtico despropósito, como lo es la saga al completo; El quinto poder (2013), un drama sobre como Julian Assange y Daniel Domscheit-Berg crearon WikiLeaks, interpretado por Benedict Cumberbatch, Daniel Brühl y Alicia Vikander, entre otros; Mr. Holmes (2015), de la que os hablamos en este artículo; La bella y la bestia (2017), una adaptación en imagen real del clásico de Disney, en cuyo reparto lucen nombres como Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Emma Thompson o Ewan McGregor. Su último trabajo ha sido La gran mentira (2019), una comedia dramática de intriga con los magníficos Helen Mirren y Ian McKellen a la cabeza.
Condon es miembro de Independent Feature Projects (IFP) en Los Ángeles, una organización sin ánimo de lucro que apoya películas independientes, así como del Comité Directivo de Escritores Independientes, que fue iniciado por el Writers Guild of America (WGA). En julio de 2021, ha sido elegido para dirigir una adaptación cinematográfica de Guys and Dolls para TriStar Pictures.
La película - Hace poco os hablábamos en este artículo de la película El Gordo y el Flaco (Stan & Ollie), un hermoso homenaje a la carrera de dos cómicos inolvidables qué hicieron brotar sonrisas en varias generaciones. En el caso que hoy nos ocupa, estamos ante un producto qué podemos decir que es en cierta forma similar al anterior y me explico: sus responsables, en vez de decidir realizar un biopic, un trabajo qué suele traer bastantes problemas a la hora de sintetizar una vida en lo que dura un largometraje, han preferido tomar un trozo de la existencia de su protagonista y realizar con el un merecido homenaje a dicho personaje. Si en aquella ocasión se eligió el final de la carrera de los que aquí conocemos como El Gordo y el flaco, en este se toma cómo referencia el final de la vida del famoso realizador, el que para muchos mejor supo plasmar a ese inolvidable monstruo llamado Frankenstein, creado por Mary Shelley, en la gran pantalla. El resultado no ha podido ser mejor, al menos en la opinión de quién les escribe, en un trabajo cuya principal virtud es la de humanizar a la leyenda, mostrando matices de la desconocida persona que hay tras el inolvidable director.
Su comienzo nos presenta a un realizador en la etapa final de su vida, en la que su ama de llaves parece ser prácticamente única compañía, a lo que hay que añadir los evidentes problemas de salud qué acarrea la edad del mismo. Como un pequeño resquicio dentro de la soledad que domina su vida, un nuevo jardinero que comienza a trabajar en la finca dónde vive irrumpe en su vida, proporcionándole alguien con quien poder conversar y que lo haga salir un poco de la oscura monotonía en la que vive. Puede parecer que el momento elegido para mostrar la vida del realizador no es el más propicio, al menos para mostrarlo como tal, como el inolvidable director qué fue, pero es el punto clave qué otorga humanidad a la película.
El guión escrito por el propio Bill Condon, que adapta la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram, lejos de limitarse a mostrar el final de la vida de nuestro personaje principal, aprovecha el relato para tratar temas que por suerte o por desgracia nos atañen a todos a lo largo de nuestra vida, cómo son la soledad y la vejez. Igualmente realiza una ácida crítica por la forma en la que estaba montada la industria cinematográfica, algo que lógicamente ha ido cambiando con el tiempo, aunque no seré yo quién opine si es para bien o para mal. Eso lo dejo en manos del espectador. El ritmo de la película es el adecuado, los diálogos fluyen a nuestro alrededor con más o menos transcendencia, que va in crescendo conforme avanza la trama, hasta llegar a una parte final que revaloriza el largometraje de forma increíble.
En los apartados técnicos podemos destacar la fotografía de Stephen M. Katz (Granujas a todo ritmo, Unos peques geniales, Angels Hard as They Come), que realiza un trabajo muy acorde con lo que la película demanda, sin excesivas estridencias, en el que destacan las escenas del rodaje de La novia de Frankenstein, toda una delicia para los melancólicos amantes de esas películas inigualables que no volverán jamás. También podemos destacar el montaje de Virginia Katz (Dreamgirls,
Fearless - Sin miedo, Kinsey), de la que ya os hablamos aquí como la responsable del montaje de la película Mr. Holmes, igualmente interpretada por Ian McKellen. Su labor en esta ocasión es no demasiado protagonista, pero igualmente efectivo. Por último mencionar que la banda sonora es responsabilidad de Carter Burwell (Carol, Tres anuncios en las afueras, Fargo), que realiza un trabajo lleno de melancolía por el tiempo pasado, cuyas composiciones parecen no tener fin. El resultado es magnífico y no podría ser más apropiado. Pueden escucharlo más abajo, tras el tráiler de la película.
Lógicamente, si en cualquier película es fundamental el trabajo de su reparto, en una de este tipo alcanza una importancia descomunal. No puedo mas que aplaudir la elección de los actores, como son dirigidos y el brillante resultado final de su trabajo. A la cabeza del mismo tenemos al incombustible Ian McKellen, que da vida de forma brillante al realizador James Whale, una garantía total de éxito desde que mi memoria puede alcanzar. Su trabajo aquí no baja el excelente nivel que suele regalarnos, realizando una interpretación tan brillante como humana. Todo un acierto.
Pero el que consiguió sorprenderme fue el bueno de Brendan Fraser en el papel de Clayton Boone, actor que no es precisamente santo de mi devoción, pero que aquí firma uno de los mejores trabajos, si no el mejor, que un servidor ha podido disfrutar de él. El realizador estadounidense consigue sacar lo mejor de él en una actuación de primerísimo nivel. Destacar también el trabajo de Lynn Redgrave en el papel de Hanna, su única compañía hasta la aparición de Clayton, Lolita Davidovich como Betty y David Dukes como David Lewis. Excelente el nivel general del reparto.
Conclusión - Dioses y monstruos (Gods and Monsters) es uno de esos trabajos que no puedo mas que recomendar, de esos capaces de dejar huella en los aficionados con un mínimo de sensibilidad. Cierto es que a muchos les hubiera gustado disfrutar de un biopic del prácticamente olvidado director James Whale, pero a falta de ello, este me parece un hermoso homenaje a la persona que había tras el realizador, en el que además se realiza un perfecto retrato de la soledad y la vejez. Una maravilla que no deben dejar pasar si no la han visto y que merece la pena volver a disfrutar si ya lo hicieron en su día.
Fuentes consultadas - Filmaffinity, IMDb, Wikipedia, Youtube e iVoox
Una historia verdadera (The Straight Story) - David Lynch (1999)
Título original - The Straight Story
Año - 1999
Duración - 111 min.
País - Estados Unidos
Director - David Lynch
Guión - John Roach y Mary Sweeney
Música - Angelo Badalamenti
Fotografía - Freddie Francis
Montaje - Mary Sweeney
Producción - Pierre Edelman, Neal Edelstein, Michael Polaire y Mary Sweeney
Productora - Coproducción USA-Francia; Le Studio Canal+ / Les Films Alain Sarde / Picture Factory & Film Four
Género - Drama, Road Movie, Cine independiente
Reparto - Richard Farnsworth, Sissy Spacek, Harry Dean Stanton, Everett McGill, John Farley, Jane Galloway Heitz, Dan Flannery, Kevin P. Farley, Wiley Harker, Tracey Maloney
David Lynch sorprendió a propios y extraños con este trabajo basado en una sencilla pero emotiva historia real. Con un guión de John Roach y Mary Sweeney, la fotografía de Freddie Francis, la hermosa bahda sonora de Angelo Badalamenti y el protagonismo de Richard Farnsworth, excelentemente acompañado por Sissy Spacek, estamos ante un trabajo sorprendente, cuya sencillez contrasta con su enorme calidad y riqueza. Muy recomendable, no se la pierdan.
Sinopsis: Alvin Straight (Richard Farnsworth) es un anciano que vive en Iowa con una hija discapacitada (Sissy Spacek). Además de padecer un enfisema, a pesar de lo cual no deja sus puros, tiene graves problemas en la cadera que prácticamente le impiden estar de pie, lo que lo obliga a moverse con la ayuda de dos bastones. Pero cuando recibe la noticia de que su hermano, con el que no se habla hace años, ha sufrido un infarto, decide ir a verlo a Wisconsin, para lo que tendrá que recorrer los 500 kilómetros de distancia que hay en el único vehículo que posee, un viejo cortacésped.
El director: David Lynch es un director de cine, productor de música electrónica y guionista estadounidense nacido en Missoula, Montana, el 20 de enero de 1946. Su actividad artística se extiende asimismo al terreno de la pintura, la música, la publicidad, la fotografía, e incluso el diseño de mobiliario.
Su amor por el dadaísmo y el surrealismo queda patente en algunas de sus películas, cuya misteriosa y hasta inquietante atmósfera mezcla lo cotidiano con lo soñado escapando a veces a la comprensión exhaustiva del espectador. Como ejemplo de ello pueden citarse Eraserhead y la serie de televisión Twin Peaks. Posteriormente realizó algunas producciones más accesibles como The Straight Story, aunque manteniendo su toque personal. En la actualidad, algunos de sus proyectos cinematográficos y de animación son sólo accesibles a través de su sitio web, de pago.
Sus películas tienden a describir los entresijos de pequeñas comunidades de los Estados Unidos, como es el caso de Twin Peaks o Blue Velvet. Lynch siente también predilección por los secretos ocultos de los barrios periféricos de Los Ángeles, retratados en Lost Highway y Mulholland Drive. El sonido en sus películas es de gran importancia, y por ello cada banda sonora es trabajada con esmero. El responsable de conseguir ese sonido es el compositor Angelo Badalamenti, colaborador habitual del director, creador entre otras de la fascinante banda sonora de la serie de televisión Twin Peaks o de la inquietante y perturbadora Lost Highway.
Reconocido admirador de Jacques Tati, Ingmar Bergman o Werner Herzog, Lynch ha conseguido destacarse como uno de los pocos directores actuales con un estilo auténticamente personal y constituye un referente ineludible en el cine contemporáneo. Su último largometraje, que le ocupó varios años de rodaje usando exclusivamente técnicas digitales, se tituló Inland Empire y su estreno se produjo en 2006. En 2007 estrenó More Things That Happened, que ncluye episodios que se desecharon en Inland Empire para no alargar demasiado el metraje. Actualmente se encuentra enfrascado en la creación de la secuela de la serie Twin Peaks, que se estrenará en Showtime en 2016.
La película: El mundo en el que vivimos pasa ante nuestros ojos sin que la mayoría consigamos atrapar y disfrutar las mejores cosas que es capaz de ofrecernos, no siendo esto debido a nuestra poca capacidad o algo parecido, sino al estilo de vida que llevamos la mayoría de los mortales, mas preocupados en lograr sobrevivir en un mundo que exige un ritmo endiablado para conseguirlo, que en poder disfrutar del mayor regalo que se nos ha dado, la vida. Pero de vez en cuando, uno de nosotros es capaz de crear algo, ya sea un cuadro, una escultura, una pieza musical, o como este caso, una película, capaz de mostrarnos aunque sea por un breve instante, lo que realmente es importante en la vida.
Año - 1999
Duración - 111 min.
País - Estados Unidos
Director - David Lynch
Guión - John Roach y Mary Sweeney
Música - Angelo Badalamenti
Fotografía - Freddie Francis
Montaje - Mary Sweeney
Producción - Pierre Edelman, Neal Edelstein, Michael Polaire y Mary Sweeney
Productora - Coproducción USA-Francia; Le Studio Canal+ / Les Films Alain Sarde / Picture Factory & Film Four
Género - Drama, Road Movie, Cine independiente
Reparto - Richard Farnsworth, Sissy Spacek, Harry Dean Stanton, Everett McGill, John Farley, Jane Galloway Heitz, Dan Flannery, Kevin P. Farley, Wiley Harker, Tracey Maloney
David Lynch sorprendió a propios y extraños con este trabajo basado en una sencilla pero emotiva historia real. Con un guión de John Roach y Mary Sweeney, la fotografía de Freddie Francis, la hermosa bahda sonora de Angelo Badalamenti y el protagonismo de Richard Farnsworth, excelentemente acompañado por Sissy Spacek, estamos ante un trabajo sorprendente, cuya sencillez contrasta con su enorme calidad y riqueza. Muy recomendable, no se la pierdan.
Sinopsis: Alvin Straight (Richard Farnsworth) es un anciano que vive en Iowa con una hija discapacitada (Sissy Spacek). Además de padecer un enfisema, a pesar de lo cual no deja sus puros, tiene graves problemas en la cadera que prácticamente le impiden estar de pie, lo que lo obliga a moverse con la ayuda de dos bastones. Pero cuando recibe la noticia de que su hermano, con el que no se habla hace años, ha sufrido un infarto, decide ir a verlo a Wisconsin, para lo que tendrá que recorrer los 500 kilómetros de distancia que hay en el único vehículo que posee, un viejo cortacésped.
El director: David Lynch es un director de cine, productor de música electrónica y guionista estadounidense nacido en Missoula, Montana, el 20 de enero de 1946. Su actividad artística se extiende asimismo al terreno de la pintura, la música, la publicidad, la fotografía, e incluso el diseño de mobiliario.
Su amor por el dadaísmo y el surrealismo queda patente en algunas de sus películas, cuya misteriosa y hasta inquietante atmósfera mezcla lo cotidiano con lo soñado escapando a veces a la comprensión exhaustiva del espectador. Como ejemplo de ello pueden citarse Eraserhead y la serie de televisión Twin Peaks. Posteriormente realizó algunas producciones más accesibles como The Straight Story, aunque manteniendo su toque personal. En la actualidad, algunos de sus proyectos cinematográficos y de animación son sólo accesibles a través de su sitio web, de pago.
Sus películas tienden a describir los entresijos de pequeñas comunidades de los Estados Unidos, como es el caso de Twin Peaks o Blue Velvet. Lynch siente también predilección por los secretos ocultos de los barrios periféricos de Los Ángeles, retratados en Lost Highway y Mulholland Drive. El sonido en sus películas es de gran importancia, y por ello cada banda sonora es trabajada con esmero. El responsable de conseguir ese sonido es el compositor Angelo Badalamenti, colaborador habitual del director, creador entre otras de la fascinante banda sonora de la serie de televisión Twin Peaks o de la inquietante y perturbadora Lost Highway.
Reconocido admirador de Jacques Tati, Ingmar Bergman o Werner Herzog, Lynch ha conseguido destacarse como uno de los pocos directores actuales con un estilo auténticamente personal y constituye un referente ineludible en el cine contemporáneo. Su último largometraje, que le ocupó varios años de rodaje usando exclusivamente técnicas digitales, se tituló Inland Empire y su estreno se produjo en 2006. En 2007 estrenó More Things That Happened, que ncluye episodios que se desecharon en Inland Empire para no alargar demasiado el metraje. Actualmente se encuentra enfrascado en la creación de la secuela de la serie Twin Peaks, que se estrenará en Showtime en 2016.
La película: El mundo en el que vivimos pasa ante nuestros ojos sin que la mayoría consigamos atrapar y disfrutar las mejores cosas que es capaz de ofrecernos, no siendo esto debido a nuestra poca capacidad o algo parecido, sino al estilo de vida que llevamos la mayoría de los mortales, mas preocupados en lograr sobrevivir en un mundo que exige un ritmo endiablado para conseguirlo, que en poder disfrutar del mayor regalo que se nos ha dado, la vida. Pero de vez en cuando, uno de nosotros es capaz de crear algo, ya sea un cuadro, una escultura, una pieza musical, o como este caso, una película, capaz de mostrarnos aunque sea por un breve instante, lo que realmente es importante en la vida.
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Paranoia Agent - Satoshi Kon (2004)
Título original - Môsô Dairinin
Año - 2004
Duración - 316 min.
País - Japón
Director - Satoshi Kon
Guión - Satoshi Kon, Tomomi Yoshino y Seishi Minakami, basado en la historia de Satoshi Kon
Música - Susumu Hirasawa
Fotografía - Katsutoshi Sugai
Montaje - Kashiko Kimura
Producción - Mitsuru Uda y Satoshi Fujii
Productora - Madhouse Studios
Género - Serie de TV, Animación, Animación para adultos, Thriller, Intriga, Fantástico, Película de culto.
Reparto - Animación
Web oficial - http://www.paranoiaagent.com/
Satoshi Kon es el creador de la historia, co-guionista y director, de esta serie de animación para adultos que gustosamente hubiera firmado el propio David Lynch. Una feroz crítica a la hipócrita sociedad japonesa que saca a la luz sus peores defectos, escondidos bajo esa falsa apariencia de perfección que el creador japonés tira por tierra en cinco horas largas, divididas en 13 episodios de una calidad incuestionable. ¿Defectos? Pues los creados si no aguantas las historias oníricas y diferentemente interpretables por cada espectador. El chico del bate, un mal que por desgracia, sería muy necesario. Advertencia: No la abandonen después del primer o segundo episodio, estarían cometiendo un gran error, ya que en mi opinión, hay que verla completa para formarse una idea real de ella.
Sinopsis: Sagi Tsukiko, creadora de Maromi, juguete y personaje animado muy famoso en Japón, se encuentra sometida a una gran presión, ya que sus jefes le exigen el diseño de un nuevo personaje mientras ella está sumida en una profunda crisis creativa. Un día es atacada al salir del trabajo por un chico con un bate de béisbol ligeramente doblado, lo que obliga a hospitalizarla. Pero muchos creen que es una invención suya para salir del paso, hasta que el ataque del chico del bate se vuelve a repetir con victimas diferentes, lo que creará un estado de intranquilidad en la población. El detective Keichii Ikari y su ayudante Maniwa se harán cargo de la extraña investigación.
La serie: He de comenzar ampliando lo que les comentaba en la presentación, ya que aunque no estamos ante un producto para todos los gustos, de eso no cabe ninguna duda, no conviene hacernos una idea de el antes de tiempo, por lo que a quien no lo haya visto le recomiendo un poco de paciencia, ya que puede que necesiten algo mas que uno o dos episodios para comenzar a disfrutarla. En mi caso en concreto, asistí boquiabierto a los dos primeros capítulos, siendo a partir del tercero cuando la experiencia alcanzó su nivel óptimo, algo que no tiene porqué ocurrirle a ustedes, pero avisados quedan.
Paranoia Agent nace de la intención del cineasta de dar vida a ciertas historias que en su momento quedaron fuera de películas como Perfect Blue, Millennium Actress o Tokyo Godfathers, siendo fundidas para la ocasión con gran habilidad. Su guión, obra del propio Satoshi Kon, junto a Tomomi Yoshino y Seishi Minakami, las entremezcla para ofrecernos una despiadada y directa crítica a la sociedad japonesa, en forma de personajes e historias totalmente alejados de la imagen que pretende dar el país, y que de hecho, casi siempre consigue. Estamos ante un anime para adultos, un hecho indiscutible viendo la variedad de personajes que lo pueblan y los delicados temas que en el se tratan, así que no se vayan a creer que por la simpática imagen de algunos de sus personajes, es un producto que pueda verse en familia.
Año - 2004
Duración - 316 min.
País - Japón
Director - Satoshi Kon
Guión - Satoshi Kon, Tomomi Yoshino y Seishi Minakami, basado en la historia de Satoshi Kon
Música - Susumu Hirasawa
Fotografía - Katsutoshi Sugai
Montaje - Kashiko Kimura
Producción - Mitsuru Uda y Satoshi Fujii
Productora - Madhouse Studios
Género - Serie de TV, Animación, Animación para adultos, Thriller, Intriga, Fantástico, Película de culto.
Reparto - Animación
Web oficial - http://www.paranoiaagent.com/
Satoshi Kon es el creador de la historia, co-guionista y director, de esta serie de animación para adultos que gustosamente hubiera firmado el propio David Lynch. Una feroz crítica a la hipócrita sociedad japonesa que saca a la luz sus peores defectos, escondidos bajo esa falsa apariencia de perfección que el creador japonés tira por tierra en cinco horas largas, divididas en 13 episodios de una calidad incuestionable. ¿Defectos? Pues los creados si no aguantas las historias oníricas y diferentemente interpretables por cada espectador. El chico del bate, un mal que por desgracia, sería muy necesario. Advertencia: No la abandonen después del primer o segundo episodio, estarían cometiendo un gran error, ya que en mi opinión, hay que verla completa para formarse una idea real de ella.
Sinopsis: Sagi Tsukiko, creadora de Maromi, juguete y personaje animado muy famoso en Japón, se encuentra sometida a una gran presión, ya que sus jefes le exigen el diseño de un nuevo personaje mientras ella está sumida en una profunda crisis creativa. Un día es atacada al salir del trabajo por un chico con un bate de béisbol ligeramente doblado, lo que obliga a hospitalizarla. Pero muchos creen que es una invención suya para salir del paso, hasta que el ataque del chico del bate se vuelve a repetir con victimas diferentes, lo que creará un estado de intranquilidad en la población. El detective Keichii Ikari y su ayudante Maniwa se harán cargo de la extraña investigación.
La serie: He de comenzar ampliando lo que les comentaba en la presentación, ya que aunque no estamos ante un producto para todos los gustos, de eso no cabe ninguna duda, no conviene hacernos una idea de el antes de tiempo, por lo que a quien no lo haya visto le recomiendo un poco de paciencia, ya que puede que necesiten algo mas que uno o dos episodios para comenzar a disfrutarla. En mi caso en concreto, asistí boquiabierto a los dos primeros capítulos, siendo a partir del tercero cuando la experiencia alcanzó su nivel óptimo, algo que no tiene porqué ocurrirle a ustedes, pero avisados quedan.
Paranoia Agent nace de la intención del cineasta de dar vida a ciertas historias que en su momento quedaron fuera de películas como Perfect Blue, Millennium Actress o Tokyo Godfathers, siendo fundidas para la ocasión con gran habilidad. Su guión, obra del propio Satoshi Kon, junto a Tomomi Yoshino y Seishi Minakami, las entremezcla para ofrecernos una despiadada y directa crítica a la sociedad japonesa, en forma de personajes e historias totalmente alejados de la imagen que pretende dar el país, y que de hecho, casi siempre consigue. Estamos ante un anime para adultos, un hecho indiscutible viendo la variedad de personajes que lo pueblan y los delicados temas que en el se tratan, así que no se vayan a creer que por la simpática imagen de algunos de sus personajes, es un producto que pueda verse en familia.
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Thriller psicológico
Four Lions (4 Lions) - Christopher Morris (2010)
Título original - Four Lions
Año - 2010
Duración - 94 min.
País - Reino Unido
Director - Christopher Morris
Guión - Jesse Armstrong, Sam Bain, Christopher Morris y Simon Blackwell
Fotografía - Lol Crawley
Montaje - Billy Sneddon
Producción - Mark Herbert y Derrin Schlesinger
Productora - Wild Bunch Films
Género - Comedia
Reparto - Riz Ahmed, Kayvan Novak, Nigel Lindsay, Adeel Akhtar, Arsher Ali, Preeya Kalidas, Julia Davis, Craig Parkinson, Wasim Zakir, Mohammad Aqil, Waleed Elgadi, Alex Macqueen, Marcus Garvey, Benedict Cumberbatch
Web oficial - http://www.fourlionsthemovie.com/
En el 2010 debutó en la gran pantalla el realizador Christopher Morris con este irreverente trabajo en el que satiriza un tema tan espinoso como el terrorismo islámico, Four Lions. Con un guión escrito por el mismo junto a Jesse Armstrong, Sam Bain y Simon Blackwell, realizó este inclasificable producto donde no deja títere con cabeza, arremetiendo no solo contra el fundamentalismo, sino también contra la burocracia, los servicios de inteligencia y casi todo lo que toca de su país. Un trabajo valiente, que obtuvo excelentes críticas, pero que está claro que puede dañar la sensibilidad de muchas personas, y no me refiero solo a los fundamentalistas a los que se supone que parodia, por lo que me lleva a la pregunta de siempre: ¿Donde está la linea donde se pasa del uso de la libertad de expresión a la falta de respeto y el insulto?
Sinopsis: Omar (Riz Ahmed) tiene nacionalidad británica y vive con su mujer y su hijo en una sociedad a la que, sin embargo, odia profundamente por sus convicciones. Trabaja en una empresa de seguridad, mientras que su tiempo libre lo pasa hablando con su mujer y su hijo sobre la Yihad y formando un grupo que aspira a inmolarse en un objetivo aún por decidir. El problema es que la capacidad psíquica e intelectual de sus compañeros deja mucho que desear, estando este formado por Barry (Nigel Lindsay), un blanco converso que disputa con el el liderazgo del grupo, Waj (Kayvan Novak), un amigo con pocas luces incapaz de decidir nada por si mismo y Faisal (Adeel Akhtar), un ingenuo que intenta adiestrar cuervos para enviar bombas con ellos. Omar y Waj van a un campo de entrenamiento terrorista en Pakistán, de donde volverán dispuestos a ejecutar su plan suicida.
El director: Christopher J "Chris" Morris es un comediante, escritor, director, actor, actor de voz, y productor británico nacido el 15 de junio de 1962 en Colchester, Essex. Tras iniciarse en la radio, donde trabajó bastante tiempo, dio el salto al mundo televisivo participando como actor en series como The Day Today, Knowing Me, Knowing You with Alan Partridge o I'm Alan Partridge. En 1998 se inició en la dirección, en la serie Big Train, tras la que dirigió seis episodios de la serie Jam (2000). Tras el corto My Wrongs 8245-8249 and 117 (2002), dirigió siete episodios de la serie Nathan Barley (2005). Tras la película que hoy nos ocupa, ha dirigido cuatro episodios de la serie Veep, de 2002 a 2004. Continúa con su carrera como actor participando en series como Los informáticos, Veep, The Double o Stewart Lee's Comedy Vehicle.
La película: Quiero comenzar dejando claro que me posiciono en contra de todo tipo de fanatismo, ya sea de índole político, religioso, deportivo o de cualquier otro tipo, ya que mis convicciones pasan por el simple hecho de dar lo que voy a exigir de igual modo, respeto, y como comprenderéis, son cosas que quedan muy lejos unas de otras. Pienso que cualquier signo de fanatismo equivale a incultura, bien sea por poca capacidad mental propia, por la educación recibida, por estar condicionados por donde y con quien viven, por la arrogancia de creer que las ideas propias han de ser las correctas, o por cualquier otro motivo que se os ocurra. Por lo tanto, estoy a favor de la libertad de expresión, pero también de que su uso implica el cumplimiento de ciertas reglas para nunca sobrepasar la delgada linea que separa mi libertad de la de los demás, para hacerlo siempre con el debido respeto, la clave para mi de todo.
Creo, o mas bien quiero creer, que por ahí va lo que Christopher Morris intenta transmitir con este trabajo, la idea de que el fanatismo está relacionado directamente con la estupidez, la falta de educación y de unos buenos valores bien arraigados, algo para lo que se embarca en una empresa muy atrevida y treméndamente arriesgada, intentar que todos entiendan su mensaje, algo que veo bastante improbable, por no decir imposible. Por ello no hay que dejarse engañar por las apariencias y conviene dedicar hora y media de nuestro tiempo a verla y así poder formaros vuestra propia opinión, que al fin y al cabo es la que cuenta. De lo que estoy seguro es de que estamos ante algo mucho mas complejo de lo que algunos quieren ver en ella, una simple comedia negra de humor grueso, ya que tras esa máscara se esconde un guión con multitud de aristas, que pone patas arriba casi todo lo que toca.
Año - 2010
Duración - 94 min.
País - Reino Unido
Director - Christopher Morris
Guión - Jesse Armstrong, Sam Bain, Christopher Morris y Simon Blackwell
Fotografía - Lol Crawley
Montaje - Billy Sneddon
Producción - Mark Herbert y Derrin Schlesinger
Productora - Wild Bunch Films
Género - Comedia
Reparto - Riz Ahmed, Kayvan Novak, Nigel Lindsay, Adeel Akhtar, Arsher Ali, Preeya Kalidas, Julia Davis, Craig Parkinson, Wasim Zakir, Mohammad Aqil, Waleed Elgadi, Alex Macqueen, Marcus Garvey, Benedict Cumberbatch
Web oficial - http://www.fourlionsthemovie.com/
En el 2010 debutó en la gran pantalla el realizador Christopher Morris con este irreverente trabajo en el que satiriza un tema tan espinoso como el terrorismo islámico, Four Lions. Con un guión escrito por el mismo junto a Jesse Armstrong, Sam Bain y Simon Blackwell, realizó este inclasificable producto donde no deja títere con cabeza, arremetiendo no solo contra el fundamentalismo, sino también contra la burocracia, los servicios de inteligencia y casi todo lo que toca de su país. Un trabajo valiente, que obtuvo excelentes críticas, pero que está claro que puede dañar la sensibilidad de muchas personas, y no me refiero solo a los fundamentalistas a los que se supone que parodia, por lo que me lleva a la pregunta de siempre: ¿Donde está la linea donde se pasa del uso de la libertad de expresión a la falta de respeto y el insulto?
Sinopsis: Omar (Riz Ahmed) tiene nacionalidad británica y vive con su mujer y su hijo en una sociedad a la que, sin embargo, odia profundamente por sus convicciones. Trabaja en una empresa de seguridad, mientras que su tiempo libre lo pasa hablando con su mujer y su hijo sobre la Yihad y formando un grupo que aspira a inmolarse en un objetivo aún por decidir. El problema es que la capacidad psíquica e intelectual de sus compañeros deja mucho que desear, estando este formado por Barry (Nigel Lindsay), un blanco converso que disputa con el el liderazgo del grupo, Waj (Kayvan Novak), un amigo con pocas luces incapaz de decidir nada por si mismo y Faisal (Adeel Akhtar), un ingenuo que intenta adiestrar cuervos para enviar bombas con ellos. Omar y Waj van a un campo de entrenamiento terrorista en Pakistán, de donde volverán dispuestos a ejecutar su plan suicida.
El director: Christopher J "Chris" Morris es un comediante, escritor, director, actor, actor de voz, y productor británico nacido el 15 de junio de 1962 en Colchester, Essex. Tras iniciarse en la radio, donde trabajó bastante tiempo, dio el salto al mundo televisivo participando como actor en series como The Day Today, Knowing Me, Knowing You with Alan Partridge o I'm Alan Partridge. En 1998 se inició en la dirección, en la serie Big Train, tras la que dirigió seis episodios de la serie Jam (2000). Tras el corto My Wrongs 8245-8249 and 117 (2002), dirigió siete episodios de la serie Nathan Barley (2005). Tras la película que hoy nos ocupa, ha dirigido cuatro episodios de la serie Veep, de 2002 a 2004. Continúa con su carrera como actor participando en series como Los informáticos, Veep, The Double o Stewart Lee's Comedy Vehicle.
La película: Quiero comenzar dejando claro que me posiciono en contra de todo tipo de fanatismo, ya sea de índole político, religioso, deportivo o de cualquier otro tipo, ya que mis convicciones pasan por el simple hecho de dar lo que voy a exigir de igual modo, respeto, y como comprenderéis, son cosas que quedan muy lejos unas de otras. Pienso que cualquier signo de fanatismo equivale a incultura, bien sea por poca capacidad mental propia, por la educación recibida, por estar condicionados por donde y con quien viven, por la arrogancia de creer que las ideas propias han de ser las correctas, o por cualquier otro motivo que se os ocurra. Por lo tanto, estoy a favor de la libertad de expresión, pero también de que su uso implica el cumplimiento de ciertas reglas para nunca sobrepasar la delgada linea que separa mi libertad de la de los demás, para hacerlo siempre con el debido respeto, la clave para mi de todo.
Creo, o mas bien quiero creer, que por ahí va lo que Christopher Morris intenta transmitir con este trabajo, la idea de que el fanatismo está relacionado directamente con la estupidez, la falta de educación y de unos buenos valores bien arraigados, algo para lo que se embarca en una empresa muy atrevida y treméndamente arriesgada, intentar que todos entiendan su mensaje, algo que veo bastante improbable, por no decir imposible. Por ello no hay que dejarse engañar por las apariencias y conviene dedicar hora y media de nuestro tiempo a verla y así poder formaros vuestra propia opinión, que al fin y al cabo es la que cuenta. De lo que estoy seguro es de que estamos ante algo mucho mas complejo de lo que algunos quieren ver en ella, una simple comedia negra de humor grueso, ya que tras esa máscara se esconde un guión con multitud de aristas, que pone patas arriba casi todo lo que toca.