
Año - 1973
Duración - 150 min.
País - Estados Unidos
Director - Franklin J. Schaffner
Guión - Dalton Trumbo y Lorenzo Semple Jr. basado en la novela homónima de Henri Charrière
Música - Jerry Goldsmith
Fotografía - Fred J. Koenekamp
Montaje - Robert Swink
Producción - Robert Dorfmann, Franklin J. Schaffner y Ted Richmond
Productora - Allied Artists / Solar Productions
Género - Aventuras, Drama
Reparto - Steve McQueen, Dustin Hoffman, Victor Jory, Don Gordon, Anthony Zerbe, Robert Deman, Bill Mumy, George Coulouris, Woodrow Parfrey
El inolvidable, aunque poco reconocido director Franklin Schaffner, que aunque no fue excesivamente prolífico en el mundo del cine nos dejó varias joyas para la posteridad, dirigió este alegato a la amistad y la libertad, con un guión de Dalton Trumbo y Lorenzo Semple Jr. basado en la maravillosa novela homónima de Henri Charrière. Uno de esos trabajos que dejan huella de por vida, de esos que hay que ver antes de morir y que nos da la oportunidad de disfrutar del magnífico dúo protagonista, formado por los señores Steve McQueen y Dustin Hoffman. Inolvidable.
Sinopsis: Henri Charrière, mas conocido como Papillón (Steve McQueen), es un delincuente que es condenado por un crimen que no cometió, siendo exiliado a las colonias penitenciarias de la Guayana Francesa. En el transcurso del viaje tiene conocimiento de que el famoso estafador Degà (Dustin Hoffman), ha sido condenado igualmente y le ofrece protección a cambio de la ayuda económica necesaria para planear su fuga, algo a lo que tras su negativa inicial, Degá acabará accediendo para salvar la vida. Entre ellos nacerá una fructífera amistad, que les ayudará a soportar las duras condiciones de la penitenciaría.
El director: Franklin James Schaffner fue un director de cine estadounidense nacido en Tokio, Japón, un 30 de mayo de 1920. Hijo de misioneros, tras su regreso a los Estados Unidos se graduó en la Franklin & Marshall College en Lancaster, Pennsylvania, tras lo que estudió Derecho en la Universidad de Columbia, Nueva York, hasta que su educación fue interrumpida para alistarse en la marina estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.

Debutó con el largometraje Rosas perdidas (1963), un drama romántico con la participación de Joanne Woodward, Richard Beymer y Claire Trevor, entre otros. Tras el llegaron El mejor hombre (1964), un drama sobre política con Henry Fonda, Cliff Robertson y Edie Adams; le siguió El señor de la guerra (1965), una de aventuras protagonizada por Charlton Heston; tras ella dirigió Mi doble en los Alpes (1967), un thriller de intriga con Yul Brynner como protagonista; al año siguiente dirigió la inolvidable El planeta de los simios (1968), de nuevo con Charlton Heston en el papel protagonista; la siguiente fue Patton (1970), protagonizada por George C. Scott y que se alzó con siete Oscars, incluyendo Mejor película, director, actor y guión; a esta le siguieron Nicolás y Alejandra (1971), Papillon (1973) y La isla del adiós (1977), un drama donde repetía George C. Scott como protagonista; Los niños del Brasil (1978) fue su última gran película, una de intriga sobre el nazismo, con la participación de Gregory Peck, Laurence Olivier, James Mason y Lilli Palmer; el resto de su filmografía está compuesta por La esfinge (1981), Sí, Giorgio (1982), Lionheart (1987) y Bienvenido a casa (1989), aunque ninguna de ellas llega al nivel de su mejor época como director.
La película: Como suelo hacer cada vez que escribo una reseña, he vuelto a ver esta inolvidable película tras haber pasado bastantes años desde que, primero leí la magnífica novela de Henri Charrière y después disfruté de la adaptación al cine de Schaffner. He de decir que la experiencia ha sido igualmente satisfactoria, si no mas, ya que el espíritu de esta ha permanecido intacto y está realizada de una forma que ya no podemos disfrutar en el cine actual. Quizás sea, junto a El planeta de los simios (1968), Patton (1970) y Los niños del Brasil (1978), lo mejor que el director nos dejó a lo largo de su carrera, pero os aseguro que es la que mejor sabor de boca me ha dejado de todas ellas, que ya es mucho decir.