Título original - Ed Wood
Año - 1994
Duración - 124 min.
País - Estados Unidos
Director - Tim Burton
Guión - Scott Alexander, Larry Karaszewski
Música - Howard Shore
Fotografía - Stefan Czapsky
Montaje - Chris Lebenzon
Producción - Tim Burton y Denise Di Novi
Productora - Touchstone Pictures
Género - Comedia, Drama, Película de culto
Reparto - Johnny Depp, Martin Landau, Patricia Arquette, Sarah Jessica Parker, Bill Murray, Lisa Marie, Jeffrey Jones, Vincent D'Onofrio, G.D. Spradlin, Juliet Landau, Mike Starr, Brent Hinkley, Max Casella
A falta de que la musa de la inspiración llame de nuevo a la puerta del bueno de Tim Burton, habrá que conformarse con revisar una de esas maravillas que tanto nos han hecho disfrutar, siendo hoy el turno de esta Ed Wood, con la que con tan solo imaginar una de sus múltiples e inolvidables escenas, ya se dibuja en mi cara una sonrisa. Un entrañable trabajo en honor al que es considerado como uno de los peores directores de la historia, con un reparto en estado de gracia y que deja una huella que permanece para siempre en quien la disfruta. Tan fresca y divertida como el primer día.
Sinopsis: La historia narra la vida del director Ed Wood (Johnny Depp) en los años en los que empezó a rodar sus primeros largometrajes, recogiendo los rodajes de sus películas Glen o Glenda, La novia del monstruo y la obra cumbre del director, Plan 9 from Outer Space. Todo comienza cuando Ed coincide con el veterano actor húngaro Béla Lugosi (Martin Landau), ya en evidente decadencia, al que el director conoce en una funeraria mientras Lugosi está eligiendo su propio ataúd. Wood logra convencer al productor George Weiss (Mike Starr), para que le de la oportunidad de dirigir una extraña película sobre el travestismo, que curiosamente está basada en la propia vida del director, aficionado a utilizar ropa de mujer, algo que hasta entonces desconoce su novia Dolores Fuller (Sarah Jessica Parker).
La película: Desgraciadamente, resulta muy, muy difícil, por no decir imposible, lograr disfrutar de un biopic que no intente manipular descaradamente al espectador, que sea fiel a la realidad y no se dedique a ensalzar o ningunear a la figura de la que nos habla, en favor del producto en cuestión o del entorno de dicha figura. Debe resultar extremadamente difícil hacerlo sin introducir en el la imagen que sus creadores tengan de la figura en cuestión, sin intentar crear en los espectadores una opinión que se aleja de la realidad para beneficiar a la película en si, y por encima de todo, hacerlo si intentar adoctrinar.
Bien es cierto que no es lo mismo realizarlo sobre una figura de fama mundial, alrededor de la que planean multitud de leyendas con mas o menos fundamentos, que de un personaje como Ed Wood, del que pocos habrán siquiera escuchado hablar antes de disfrutar este trabajo, pero el hecho es que estamos ante uno de los mejores que un servidor ha tenido la posibilidad de ver, no ya solo por lo mencionado con anterioridad, sino por la capacidad que Tim Burton tuvo para convertir la historia de un personaje poco conocido en un trabajo realmente completo, que en vez de ceñirse a la historia en si o dedicarse a juzgar a su protagonista, realiza todo un homenaje a ese cine de serie B por el que tantos semidesconocidos lucharon gran parte de su vida, además de un retrato perfecto de como era el mundo del celuloide en la época.
Y para colmo consigue, de una forma amena y singular, mostrar en un producto un pequeño trozo de la historia de este arte, convirtiéndolo en una comedia brillante y muy efectiva de una riqueza difícilmente igualable, que a su vez esconde una dura crítica a como es la industria cinematográfica y a la parte mas ingrata del mundo del cine, perfectamente escenificada en sus dos personajes principales, el del eterno visionario que no consigue triunfar a pesar de intentarlo durante toda su vida (Ed Wood) y al de la estrella en decadencia a la que todos han vuelto la cara, que habiendo conocido la sensación de estar en la cumbre, tiene que aprender en el ocaso de su existencia a vivir junto a la soledad y el olvido (Béla Lugosi).
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Ed Wood - Tim Burton (1994)
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Tim Burton
Al final de la escapada (À bout de souffle) - Jean-Luc Godard (1960)
Título original - À bout de souffle
Año - 1960
Duración - 89 min.
País - Francia
Director - Jean-Luc Godard
Guión - Jean-Luc Godard, basado en un argumento de François Truffaut
Música - Martial Solal
Fotografía - Raoul Coutard
Montaje - Cécile Decugis
Producción - Georges de Beauregard
Productora - Impéria Films / Société Nouvelle de Cinema
Género - Drama, Romance, Nouvelle vague
Reparto - Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger, Henri-Jacques Huet, Roger Hanin, Jean-Pierre Melville, Jean-Louis Richard, Claude Mansard, Jean-Luc Godard
Jean-Luc Godard creó el guión sobre un argumento de François Truffaut y dirigió esta genuina obra que ha pasado a la historia del celuloide como el punto de partida de todo un movimiento que tiró por tierra los cánones que en el cine francés eran utilizados hasta la fecha, la Nouvelle vague. Un trabajo imprescindible para los amantes de este arte, y necesario para entender el cine de francés que se hizo a continuación, aunque un tanto brusco si no tenemos en cuenta su repercusión. Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg ponen el resto, en dos papeles inolvidables.
Sinopsis: Michel (Jean-Paul Belmondo) es un delincuente que, tras robar un coche en Marsella, emprende viaje a París para cobrar un dinero que se le adeuda. Todo se complica cuando se salta un control policial y tras una persecución acaba matando a un motorista que lo persigue. Ya en la ciudad, va a ver a su amiga Patricia (Jean Seberg), una estadounidense que sobrevive vendiendo el New York Herald Tribune por los Campos Elíseos y sueña con matricularse en la universidad y llegar a ser escritora. Michel intenta convencerla para que vuelva a acostarse con el y lo acompañe a Roma, pero ella no parece muy convencida, a pesar de desconocer que es perseguido por la policía.
La película: He de comenzar diciendo que me resulta extremadamente difícil imaginar a un espectador joven disfrutando de una obra como esta, algo que no seré yo quien le eche en cara, ya que me parece incluso comprensible. Y es que À bout de souffle no es mas que el primer escalón del sueño de un grupo de directores hastiados con el cine que se realizaba en la época, y como casi todos los primeros pasos en una revolución de este tipo, deja bastante que desear en muchos aspectos. Es por tanto justo admitir que si no fuese por la enorme repercusión que tuvo este trabajo y por la indudable brillantez de la presencia de Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, su nota sería bastante menor.
Se que solo por este primer párrafo, ya habré hecho enfadar a mas de un cinéfilo, si es que alguno se digna a leer mi humilde opinión sobre el tema, pero no soy persona de dejarme llevar por modismos o corrientes de opinión, por lo que escribo solamente lo que opino, para bien o para mal. Pero no quiero que toméis mis palabras como definitivas, ni penséis que yo creo saber mas que nadie, ya que mi consejo es que la veáis para poder formaros vuestra propia opinión, algo que si sois de los que amáis este arte, debéis hacer si o si.
Y es que resulta curioso ver como somos los seres humanos y como es esta vida en general, algo que mientras veía la película rondaba por mi cabeza. En concreto, hay una escena en la que nuestros protagonistas van hablando por la calle y se ve a los viandantes volver la cabeza descaradamente para ver que es lo que se está filmando, algo que si ocurre en cualquier otro trabajo de cualquier otro realizador, recibiría tal cantidad de descalificaciones por parte de crítica y público que le sería difícil poder volver a dirigir un simple anuncio de televisión. Pero claro, lo que para algunos es un despropósito tras otro, para otros es la forma original de romper con las reglas, algo que arrastra seguidores, e incluso fanáticos, de una forma brutal.
Año - 1960
Duración - 89 min.
País - Francia
Director - Jean-Luc Godard
Guión - Jean-Luc Godard, basado en un argumento de François Truffaut
Música - Martial Solal
Fotografía - Raoul Coutard
Montaje - Cécile Decugis
Producción - Georges de Beauregard
Productora - Impéria Films / Société Nouvelle de Cinema
Género - Drama, Romance, Nouvelle vague
Reparto - Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger, Henri-Jacques Huet, Roger Hanin, Jean-Pierre Melville, Jean-Louis Richard, Claude Mansard, Jean-Luc Godard
Jean-Luc Godard creó el guión sobre un argumento de François Truffaut y dirigió esta genuina obra que ha pasado a la historia del celuloide como el punto de partida de todo un movimiento que tiró por tierra los cánones que en el cine francés eran utilizados hasta la fecha, la Nouvelle vague. Un trabajo imprescindible para los amantes de este arte, y necesario para entender el cine de francés que se hizo a continuación, aunque un tanto brusco si no tenemos en cuenta su repercusión. Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg ponen el resto, en dos papeles inolvidables.
Sinopsis: Michel (Jean-Paul Belmondo) es un delincuente que, tras robar un coche en Marsella, emprende viaje a París para cobrar un dinero que se le adeuda. Todo se complica cuando se salta un control policial y tras una persecución acaba matando a un motorista que lo persigue. Ya en la ciudad, va a ver a su amiga Patricia (Jean Seberg), una estadounidense que sobrevive vendiendo el New York Herald Tribune por los Campos Elíseos y sueña con matricularse en la universidad y llegar a ser escritora. Michel intenta convencerla para que vuelva a acostarse con el y lo acompañe a Roma, pero ella no parece muy convencida, a pesar de desconocer que es perseguido por la policía.
La película: He de comenzar diciendo que me resulta extremadamente difícil imaginar a un espectador joven disfrutando de una obra como esta, algo que no seré yo quien le eche en cara, ya que me parece incluso comprensible. Y es que À bout de souffle no es mas que el primer escalón del sueño de un grupo de directores hastiados con el cine que se realizaba en la época, y como casi todos los primeros pasos en una revolución de este tipo, deja bastante que desear en muchos aspectos. Es por tanto justo admitir que si no fuese por la enorme repercusión que tuvo este trabajo y por la indudable brillantez de la presencia de Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, su nota sería bastante menor.
Se que solo por este primer párrafo, ya habré hecho enfadar a mas de un cinéfilo, si es que alguno se digna a leer mi humilde opinión sobre el tema, pero no soy persona de dejarme llevar por modismos o corrientes de opinión, por lo que escribo solamente lo que opino, para bien o para mal. Pero no quiero que toméis mis palabras como definitivas, ni penséis que yo creo saber mas que nadie, ya que mi consejo es que la veáis para poder formaros vuestra propia opinión, algo que si sois de los que amáis este arte, debéis hacer si o si.
Y es que resulta curioso ver como somos los seres humanos y como es esta vida en general, algo que mientras veía la película rondaba por mi cabeza. En concreto, hay una escena en la que nuestros protagonistas van hablando por la calle y se ve a los viandantes volver la cabeza descaradamente para ver que es lo que se está filmando, algo que si ocurre en cualquier otro trabajo de cualquier otro realizador, recibiría tal cantidad de descalificaciones por parte de crítica y público que le sería difícil poder volver a dirigir un simple anuncio de televisión. Pero claro, lo que para algunos es un despropósito tras otro, para otros es la forma original de romper con las reglas, algo que arrastra seguidores, e incluso fanáticos, de una forma brutal.
El encargado - Sergio Barrejón (2008)
Título original - El encargado
Año - 2008
Duración - 9 min.
País - España
Director - Sergio Barrejón
Guión - Sergio Barrejón y Nacho Vigalondo
Música - Aránzazu Calleja
Fotografía - Jon D. Domínguez
Montaje - Carolina Martínez Urbina
Producción - Nahikari Ipiña
Productora - Arsénico Producciones
Género - Drama, Comedia, Cortometraje
Reparto - Enrique Villén, Íñigo Navares, Eduardo Uceda, Alejandra Lorenzo
Sergio Barrejón escribió junto a Nacho Vigalondo y dirigió, este cortometraje que trata sobre un problema cada vez mas a la orden del día, el acoso escolar. Una historia sumamente sencilla, en la que se consigue de forma brillante sacar a la luz, no solo como se produce el acoso, sino como involuntariamente podemos agravarlo, además de no detectarlo a tiempo. Nueve minutos que bien merece la pena disfrutar.
Sinopsis: Martín, un niño de nueve años, queda encargado de su clase durante una ausencia del profesor. Debe apuntar en la pizarra a los alumnos que hablen. Parece un encargo fácil... hasta que el matón de la clase se pone a hablar...
El cortometraje: Desgraciadamente, está sociedad que avanza inexorable hacia la desaparición de todo tipo de valores morales, es testigo de como el acoso ha ocupado un lugar privilegiado entre las numerosas prácticas fomentadas por dicha falta. Raro es el día que no nos llegan noticias de casos de acoso, ya sea por nuestra orientación sexual, el color de nuestra piel, nuestras ideas políticas o simplemente por parecer mas débil que la mayoría. Pero son los casos que ocurren en los centros de enseñanza los que deberían alarmarnos en mayor medida, ya que hablamos en la mayoría de las ocasiones de menores de edad, personas que se supone, están formando lo que en el futuro será su carácter.
El encargado intenta denunciar este tipo de casos, pero lo hace acercándose muy acertádamente a la comedia, para así conseguir transmitir su mensaje sin necesidad de hurgar excesivamente en la herida, transmitiendo de forma brillante lo que quiere. Por ello hay que valorar como merece el excelente guión escrito por Sergio Barrejón y Nacho Vigalondo, que a pesar de resultar sumamente sencillo, consigue que la idea llegue impoluta al espectador.
Si a ello le unimos el buen hacer de Sergio en la dirección y el excelente trabajo de un reparto compuesto principalmente por niños, da como resultado esta pequeña gran obra. De hecho, el bueno de Enrique Villén es el único adulto que interviene en el, dando vida al profesor, siendo el resto de papeles interpretados de forma brillante por Íñigo Navares, en el papel del niño al que se le encarga apuntar el nombre de quien hable, Eduardo Uceda en el papel del niño que no está dispuesto a seguir las instrucciones del maestro y Alejandra Lorenzo como la niña que intentará mediar entre ambos.
Comentaros que fue nominado a los Premios Goya en la categoría de Mejor cortometraje, además de ganar más de 20 premios en festivales de todo el mundo.
Fuentes consultadas: Filmaffinity y Youtube
Año - 2008
Duración - 9 min.
País - España
Director - Sergio Barrejón
Guión - Sergio Barrejón y Nacho Vigalondo
Música - Aránzazu Calleja
Fotografía - Jon D. Domínguez
Montaje - Carolina Martínez Urbina
Producción - Nahikari Ipiña
Productora - Arsénico Producciones
Género - Drama, Comedia, Cortometraje
Reparto - Enrique Villén, Íñigo Navares, Eduardo Uceda, Alejandra Lorenzo
Sergio Barrejón escribió junto a Nacho Vigalondo y dirigió, este cortometraje que trata sobre un problema cada vez mas a la orden del día, el acoso escolar. Una historia sumamente sencilla, en la que se consigue de forma brillante sacar a la luz, no solo como se produce el acoso, sino como involuntariamente podemos agravarlo, además de no detectarlo a tiempo. Nueve minutos que bien merece la pena disfrutar.
Sinopsis: Martín, un niño de nueve años, queda encargado de su clase durante una ausencia del profesor. Debe apuntar en la pizarra a los alumnos que hablen. Parece un encargo fácil... hasta que el matón de la clase se pone a hablar...
El cortometraje: Desgraciadamente, está sociedad que avanza inexorable hacia la desaparición de todo tipo de valores morales, es testigo de como el acoso ha ocupado un lugar privilegiado entre las numerosas prácticas fomentadas por dicha falta. Raro es el día que no nos llegan noticias de casos de acoso, ya sea por nuestra orientación sexual, el color de nuestra piel, nuestras ideas políticas o simplemente por parecer mas débil que la mayoría. Pero son los casos que ocurren en los centros de enseñanza los que deberían alarmarnos en mayor medida, ya que hablamos en la mayoría de las ocasiones de menores de edad, personas que se supone, están formando lo que en el futuro será su carácter.
El encargado intenta denunciar este tipo de casos, pero lo hace acercándose muy acertádamente a la comedia, para así conseguir transmitir su mensaje sin necesidad de hurgar excesivamente en la herida, transmitiendo de forma brillante lo que quiere. Por ello hay que valorar como merece el excelente guión escrito por Sergio Barrejón y Nacho Vigalondo, que a pesar de resultar sumamente sencillo, consigue que la idea llegue impoluta al espectador.
Si a ello le unimos el buen hacer de Sergio en la dirección y el excelente trabajo de un reparto compuesto principalmente por niños, da como resultado esta pequeña gran obra. De hecho, el bueno de Enrique Villén es el único adulto que interviene en el, dando vida al profesor, siendo el resto de papeles interpretados de forma brillante por Íñigo Navares, en el papel del niño al que se le encarga apuntar el nombre de quien hable, Eduardo Uceda en el papel del niño que no está dispuesto a seguir las instrucciones del maestro y Alejandra Lorenzo como la niña que intentará mediar entre ambos.
Comentaros que fue nominado a los Premios Goya en la categoría de Mejor cortometraje, además de ganar más de 20 premios en festivales de todo el mundo.
Fuentes consultadas: Filmaffinity y Youtube
Braquo - Olivier Marchal (2009)
Título original - Braquo
Año - 2009
Duración - 52 min.
País - Francia
Director - Olivier Marchal (Creator), Frédéric Schoendoerffer, Philippe Haïm, Eric Valette, Manuel Boursinhac, Frédéric Jardin
Guión - Olivier Marchal, Abdel Raouf Dafri, Philippe Haïm, Eric Valette, Frank Henry, Yann Le Nivet, David Defendi, Edgar Marie, Hervé Albertazzi, Jean-Guy Serrier, Michaël Souhaité, Arnaud Tourangin
Música - Erwann Kermorvant
Fotografía - Denis Rouden, Jean-Pierre Sauvaire, Laurent Barès, Vincent Muller, Laurent Tangy
Montaje - Stratos Gabrielidis, Raphaele Urtin, Joël Jacovella, Christophe Pinel, Katya Chelli, Dominique Mazzoleni, Pauline Pallier y Sébastien Prangère
Producción - Hervé Chabalier y Claude Chelli
Productora - Canal+ / Capa Drama
Género - Serie de TV, Thriller
Reparto - Jean-Hugues Anglade, Nicolas Duvauchelle, Karole Rocher, Joseph Malerba, Laëtitia Lacroix, Olivier Rabourdin, Alain Figlarz, Pascal Elso, Isabelle Renauld, Michel Duchaussoy, Valérie Sibilia, Samira Lachhab, Samuel Le Bihan
Web oficial - http://braquo.canalplus.fr/serie
Olivier Marchal es el creador de este thriller dramático, protagonizado por un grupo de agentes que ejerce su trabajo en el extrarradio de la ciudad de París. Una serie fría y contundente que te atrapa desde el primer instante, en la que podemos olvidarnos de los agentes modélicos que poblaban este tipo de productos no hace tanto tiempo, para seguir de cerca las andanzas de cuatro compañeros que deberán asumir todo tipo de riesgos para limpiar el nombre de un quinto. Un retrato sobre lo que significa realmente este trabajo y las consecuencias que tiene en muchos de sus miembros. Muy, muy buena.
Sinopsis: Los agentes de policía Eddy Caplan (Jean-Hugues Anglade), Walter Morlighem (Joseph Malerba), Théo Vachewski (Nicolas Duvauchelle) y Roxanne Delgado (Karole Rocher), de la zona de Hauts-de-Seine de París, asisten impotentes a como, tras excederse en un interrogatorio, su compañero Max Rossi (Olivier Rabourdin) es acusado injustamente de agresión sexual hacia el detenido, por lo que acaba quitándose la vida. Ante la pasividad del ministerio fiscal en el asunto, deciden hacer justicia por su cuenta y limpiar el nombre de su compañero, entrando en un peligroso terreno en el que, no solo se juegan su trabajo, sino también su propia libertad.
La serie: Aprovechando que estamos en verano y dispongo de algo mas de tiempo, suelo tener en la recámara varias series con muy buena pinta guardadas para la ocasión. Esta vez le ha tocado el turno a Braquo, una de esas series que retrata el trabajo policial con veracidad, no ya por los hechos que en ella se cuentan, sino por como muestra a los agentes de la ley, personas normales y corrientes con sus defectos y sus virtudes, que trabajan a diario rodeados de lo peor que ha engendrado esta sociedad, sometidos a una enorme presión y cuya conducta, dependiendo de cada cual, no siempre es lo que sería ideal.
Y la verdad es que ha conseguido atraparme desde el primer instante, en parte gracias a ciertas similitudes que tiene con la magnífica The Shield: Al margen de la ley, siempre guardando las distancias, claro. Lo que está claro es que es el mejor ejemplo a elegir para mostraros a que tipo de producto nos enfrentamos, teniendo uno de sus protagonistas incluso cierto parecido físico con Michael Chiklis, protagonista de The Shield, aunque en realidad se trata de dos productos muy diferentes, por lo que no creáis que si habéis visto la otra, ya no merece la pena disfrutar esta.
Su comienzo ya nos advierte de lo que estamos a punto de visualizar, mostrándonos a un veterano agente de policía y al sospechoso de la violación y muerte de una chavala embarazada de cinco o seis meses, en pleno interrogatorio. El rostro del policía lo dice todo, totalmente seguro de la culpabilidad del sospechoso, intenta sacarle el nombre de su acompañante, ante lo que el interrogado responde con frialdad, riéndose incluso del agente e insultándolo constantemente. La perdida de control del agente, que agrede al criminal brutalmente, será la chispa inicial que desencadenará todo lo que la serie nos cuenta posteriormente. Los acontecimientos se suceden uno tras otro a gran velocidad, acabando con el suicidio del agente en cuestión y el inicio de una campaña de desprestigio contra el, algo a lo que sus compañeros no están dispuestos a asistir de brazos cruzados.
Año - 2009
Duración - 52 min.
País - Francia
Director - Olivier Marchal (Creator), Frédéric Schoendoerffer, Philippe Haïm, Eric Valette, Manuel Boursinhac, Frédéric Jardin
Guión - Olivier Marchal, Abdel Raouf Dafri, Philippe Haïm, Eric Valette, Frank Henry, Yann Le Nivet, David Defendi, Edgar Marie, Hervé Albertazzi, Jean-Guy Serrier, Michaël Souhaité, Arnaud Tourangin
Música - Erwann Kermorvant
Fotografía - Denis Rouden, Jean-Pierre Sauvaire, Laurent Barès, Vincent Muller, Laurent Tangy
Montaje - Stratos Gabrielidis, Raphaele Urtin, Joël Jacovella, Christophe Pinel, Katya Chelli, Dominique Mazzoleni, Pauline Pallier y Sébastien Prangère
Producción - Hervé Chabalier y Claude Chelli
Productora - Canal+ / Capa Drama
Género - Serie de TV, Thriller
Reparto - Jean-Hugues Anglade, Nicolas Duvauchelle, Karole Rocher, Joseph Malerba, Laëtitia Lacroix, Olivier Rabourdin, Alain Figlarz, Pascal Elso, Isabelle Renauld, Michel Duchaussoy, Valérie Sibilia, Samira Lachhab, Samuel Le Bihan
Web oficial - http://braquo.canalplus.fr/serie
Olivier Marchal es el creador de este thriller dramático, protagonizado por un grupo de agentes que ejerce su trabajo en el extrarradio de la ciudad de París. Una serie fría y contundente que te atrapa desde el primer instante, en la que podemos olvidarnos de los agentes modélicos que poblaban este tipo de productos no hace tanto tiempo, para seguir de cerca las andanzas de cuatro compañeros que deberán asumir todo tipo de riesgos para limpiar el nombre de un quinto. Un retrato sobre lo que significa realmente este trabajo y las consecuencias que tiene en muchos de sus miembros. Muy, muy buena.
Sinopsis: Los agentes de policía Eddy Caplan (Jean-Hugues Anglade), Walter Morlighem (Joseph Malerba), Théo Vachewski (Nicolas Duvauchelle) y Roxanne Delgado (Karole Rocher), de la zona de Hauts-de-Seine de París, asisten impotentes a como, tras excederse en un interrogatorio, su compañero Max Rossi (Olivier Rabourdin) es acusado injustamente de agresión sexual hacia el detenido, por lo que acaba quitándose la vida. Ante la pasividad del ministerio fiscal en el asunto, deciden hacer justicia por su cuenta y limpiar el nombre de su compañero, entrando en un peligroso terreno en el que, no solo se juegan su trabajo, sino también su propia libertad.
La serie: Aprovechando que estamos en verano y dispongo de algo mas de tiempo, suelo tener en la recámara varias series con muy buena pinta guardadas para la ocasión. Esta vez le ha tocado el turno a Braquo, una de esas series que retrata el trabajo policial con veracidad, no ya por los hechos que en ella se cuentan, sino por como muestra a los agentes de la ley, personas normales y corrientes con sus defectos y sus virtudes, que trabajan a diario rodeados de lo peor que ha engendrado esta sociedad, sometidos a una enorme presión y cuya conducta, dependiendo de cada cual, no siempre es lo que sería ideal.
Y la verdad es que ha conseguido atraparme desde el primer instante, en parte gracias a ciertas similitudes que tiene con la magnífica The Shield: Al margen de la ley, siempre guardando las distancias, claro. Lo que está claro es que es el mejor ejemplo a elegir para mostraros a que tipo de producto nos enfrentamos, teniendo uno de sus protagonistas incluso cierto parecido físico con Michael Chiklis, protagonista de The Shield, aunque en realidad se trata de dos productos muy diferentes, por lo que no creáis que si habéis visto la otra, ya no merece la pena disfrutar esta.
Su comienzo ya nos advierte de lo que estamos a punto de visualizar, mostrándonos a un veterano agente de policía y al sospechoso de la violación y muerte de una chavala embarazada de cinco o seis meses, en pleno interrogatorio. El rostro del policía lo dice todo, totalmente seguro de la culpabilidad del sospechoso, intenta sacarle el nombre de su acompañante, ante lo que el interrogado responde con frialdad, riéndose incluso del agente e insultándolo constantemente. La perdida de control del agente, que agrede al criminal brutalmente, será la chispa inicial que desencadenará todo lo que la serie nos cuenta posteriormente. Los acontecimientos se suceden uno tras otro a gran velocidad, acabando con el suicidio del agente en cuestión y el inicio de una campaña de desprestigio contra el, algo a lo que sus compañeros no están dispuestos a asistir de brazos cruzados.
The Reader (El lector) - Stephen Daldry (2008)
Título original - The Reader
Año - 2008
Duración - 123 min.
País - Estados Unidos
Director - Stephen Daldry
Guión - David Hare (Novela: Bernhard Schlink)
Música - Nico Muhly
Fotografía - Chris Menges, Roger Deakins
Montaje - Claire Simpson
Producción - Anthony Minghella, Sydney Pollack, Donna Gigliotti y Redmond Morris
Productora - Coproducción USA-Alemania; The Weinstein Company / Mirage Enterprises / Neunte Babelsberg Film
Género - Drama, Romance
Reparto - Kate Winslet, David Kross, Ralph Fiennes, Bruno Ganz, Lena Olin, Alexandra Maria Lara, Linda Bassett, Susanne Lothar, Matthias Habich, Ludwig Blochberger, Volker Bruch, Hannah Herzsprung, Jeanette Hain, Jonas Jägermeyr
Web oficial - http://thereader-movie.com/
Interesante trabajo dirigido por Stephen Daldry, que llevó a la gran pantalla el guión que David Hare escribió basándose en la novela homónima de Bernhard Schlink. Una historia de amor y el enorme dilema moral del que mas tarde será protagonista que merece la pena disfrutar, pero que deja la amarga sensación de haberse quedado muy cerca de ser una obra universal. Lo mejor de ella, la magistral interpretación de una Kate Winslet, que rara vez defrauda.
Sinopsis: Neustadt, Alemania Occidental, año 1958. Michael Berg (David Kross) es un joven de 15 años que se comienza a sentir mal de camino a casa. Tras bajarse del tranvía, mientras vomita en plena calle, es socorrido por Hanna Schmitz (Kate Winslet), una mujer 20 años mayor que el. Tras guardar reposo durante tres meses, ya que padece escarlatina, le lleva unas flores a Hanna para agradecerle su ayuda, y comienzan una apasionada aventura que dura todo el verano. Un buen día, el encuentra el piso vacío, comprobando que Hanna se ha marchado sin previo aviso, tras lo que queda desolado. Ocho años mas tarde, Michael vuelve a verla, aunque en una situación que jamás hubiera imaginado, ni mucho menos deseado...
La película: He de comenzar aclarando que el cine romántico no es uno de los que mas me atraigan a simple vista, pero cuando decido ver un trabajo de este segmento, prefiero mil veces que sea un drama que una comedia, mas aún si se trata de una de las que suelen hacerse hoy día. En esta ocasión nos encontramos con un trabajo que me ha parecido realmente completo, a pesar de resultar algo irregular en algunos momentos, algo que es perfectamente contrarrestado con la enorme riqueza y la gran variedad de temas que trata. Digo esto porque pienso que para disfrutarlo en toda su grandeza, hay que ser amplio de miras, algo observador y paciente, no intentando responder cada duda que se nos pueda plantear inmediatamente, ya que la película se encarga poco a poco de ir despejándolas casi todas.
Su guión, obra de David Hare adaptando la novela de Bernhard Schlink, está dividido en dos partes bien diferenciadas, una primera donde se nos muestra la historia de amor entre nuestros dos protagonistas y una segunda donde se nos muestra las vidas de ambos tras la misteriosa desaparición de Hanna, además de las consecuencias que su relación tendrá en el futuro de ambos. Para hacerlo, se utilizan diversos flashbacks perfectamente utilizados y bien diferenciados, para que no lleven a error ni a los menos observadores, un recurso que creo, le hace mucho bien a la historia, dándole dinamismo y cierta entidad.
Año - 2008
Duración - 123 min.
País - Estados Unidos
Director - Stephen Daldry
Guión - David Hare (Novela: Bernhard Schlink)
Música - Nico Muhly
Fotografía - Chris Menges, Roger Deakins
Montaje - Claire Simpson
Producción - Anthony Minghella, Sydney Pollack, Donna Gigliotti y Redmond Morris
Productora - Coproducción USA-Alemania; The Weinstein Company / Mirage Enterprises / Neunte Babelsberg Film
Género - Drama, Romance
Reparto - Kate Winslet, David Kross, Ralph Fiennes, Bruno Ganz, Lena Olin, Alexandra Maria Lara, Linda Bassett, Susanne Lothar, Matthias Habich, Ludwig Blochberger, Volker Bruch, Hannah Herzsprung, Jeanette Hain, Jonas Jägermeyr
Web oficial - http://thereader-movie.com/
Interesante trabajo dirigido por Stephen Daldry, que llevó a la gran pantalla el guión que David Hare escribió basándose en la novela homónima de Bernhard Schlink. Una historia de amor y el enorme dilema moral del que mas tarde será protagonista que merece la pena disfrutar, pero que deja la amarga sensación de haberse quedado muy cerca de ser una obra universal. Lo mejor de ella, la magistral interpretación de una Kate Winslet, que rara vez defrauda.
Sinopsis: Neustadt, Alemania Occidental, año 1958. Michael Berg (David Kross) es un joven de 15 años que se comienza a sentir mal de camino a casa. Tras bajarse del tranvía, mientras vomita en plena calle, es socorrido por Hanna Schmitz (Kate Winslet), una mujer 20 años mayor que el. Tras guardar reposo durante tres meses, ya que padece escarlatina, le lleva unas flores a Hanna para agradecerle su ayuda, y comienzan una apasionada aventura que dura todo el verano. Un buen día, el encuentra el piso vacío, comprobando que Hanna se ha marchado sin previo aviso, tras lo que queda desolado. Ocho años mas tarde, Michael vuelve a verla, aunque en una situación que jamás hubiera imaginado, ni mucho menos deseado...
La película: He de comenzar aclarando que el cine romántico no es uno de los que mas me atraigan a simple vista, pero cuando decido ver un trabajo de este segmento, prefiero mil veces que sea un drama que una comedia, mas aún si se trata de una de las que suelen hacerse hoy día. En esta ocasión nos encontramos con un trabajo que me ha parecido realmente completo, a pesar de resultar algo irregular en algunos momentos, algo que es perfectamente contrarrestado con la enorme riqueza y la gran variedad de temas que trata. Digo esto porque pienso que para disfrutarlo en toda su grandeza, hay que ser amplio de miras, algo observador y paciente, no intentando responder cada duda que se nos pueda plantear inmediatamente, ya que la película se encarga poco a poco de ir despejándolas casi todas.
Su guión, obra de David Hare adaptando la novela de Bernhard Schlink, está dividido en dos partes bien diferenciadas, una primera donde se nos muestra la historia de amor entre nuestros dos protagonistas y una segunda donde se nos muestra las vidas de ambos tras la misteriosa desaparición de Hanna, además de las consecuencias que su relación tendrá en el futuro de ambos. Para hacerlo, se utilizan diversos flashbacks perfectamente utilizados y bien diferenciados, para que no lleven a error ni a los menos observadores, un recurso que creo, le hace mucho bien a la historia, dándole dinamismo y cierta entidad.