
Año - 2014
Duración - 97 min.
País - Estados Unidos
Director - Woody Allen
Guión - Woody Allen
Fotografía - Darius Khondji
Montaje - Alisa Lepselter
Producción - Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Edward Walson
Productora - Sony Pictures Classics / Dippermouth / Gravier Productions / Perdido Productions / Ske-Dat-De-Dat Productions
Género - Comedia, Romance
Reparto - Emma Stone, Colin Firth, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos, Antonia Clarke, Natasha Andrews, Valérie Beaulieu, Peter Wollasch, Jürgen Zwingel, Wolfgang Pissors, Sébastien Siroux, Catherine McCormack
Web oficial - http://www.sonyclassics.com/magicinthemoonlight/
Magic in the Moonlight es el título del trabajo anual con el que Woody Allen nos tiene mal acostumbrados. Ambientada en los años 20, en esta ocasión regresa al formato de la comedia romántica clásica, para hablarnos de magia, espiritualidad, amor y del sentido que para cada cual tiene la propia existencia. ¿cine para todos los gustos?, el de Allen nunca lo fue. ¿lejos de sus mejores películas?, para muchos puede que si, pero si Woody la escribe y la dirige, difícilmente no llegará al aprobado alto, como mínimo, se trate del título que se trate. Personalmente me ha hecho pasar un buen rato, gracias a su exquisita ambientación, sus inteligentes diálogos, el trabajo de su magnífico reparto y, por encima de todo, el respeto con el que es tratado el espectador, a pesar de las equivocadas apariencias.
Sinopsis: Stanley Crawford (Colin Firth) es un mago inglés que no cree en la magia, en los espíritus, en el mas allá, ni siquiera en Dios, por lo que además se dedica a desenmascarar a quienes se hacen pasar por médiums para engañar a los demás. Pero tras la llamada de su colega Howard Burkan (Simon McBurney), incapaz de desenmascarar a una jovencita llamada Sophie Baker (Emma Stone), Stanley viajará a la Costa azul francesa para hacerse cargo del difícil caso, sin adivinar que dicho viaje cambiará su vida para siempre.
La película: Mi idilio con el cine de Woody Allen continúa a pesar del paso de los años, aunque este se ha ido transformando con el paso del tiempo, no porque yo pierda o gane interés en el o porque crea que es mejor o peor su cine, algo que ha de juzgar cada cual, sino porque la nota media que como mínimo alcanzan sus películas han sobrepasado con los años a la nota media del cine en general que se estrena, o dicho de otra forma, sus películas suelen ser mejor que la mayoría de las opciones que poder ver, ni mas ni menos.
Entiendo que no sea un cine para todos los paladares, que pueda no ser del gusto de gran parte del tipo de público que hoy acuden a las salas de cine, mas propensos a la espectacularidad y a los efectos que a los diálogos largos y constantes, pero continúa dándome exactamente lo que le pido a un director cuando me siento a ver una obra, un buen rato de cine, algo que para mis gustos, un tanto peculiares, todo hay que decirlo, cada día escasea mas y mas. En esta ocasión regresa a la comedia romántica, y lo hace de la forma en la que yo disfruto de ella, tratando al espectador como un ser inteligente, ávido de algo mas que un tórrido romance en pantalla, en vez de enfocarla tan solo al segmento de público que mas tiempo echa ante el espejo antes de salir de casa.
La sensación que me ha quedado tras disfrutarla es la de haber visto una película muy hermosa, además de entretenida e inteligente, algo que en el cine de Woody Allen no es excesivamente común. De hecho, creo que estamos ante uno de los trabajos con un mensaje mas positivo del realizador, que sin dejar de lado sus señas de identidad habituales, ha conseguido realizar un trabajo mucho menos dramático que la excelente Blue Jasmine (de la que os hablamos aquí), en la que los diálogos perdían fuerza ante las emociones, con una omnipresente Cate Blanchett que acaparaba para si toda la atención, para en su lugar contarnos una historia mucho mas optimista, en la que los diálogos recuperan su protagonismo, sin dejar tampoco de lado las emociones, y cuyos personajes reparten mas dicho protagonismo entre si.