Título original - Peaky Blinders
Año - 2013
Duración - 60 min.
País - Reino Unido
Director - Steven Knight (Creator), Otto Bathurst, Tom Harper
Guión - Steven Knight, Toby Finlay, Stephen Russell
Música - Martin Phipps
Fotografía - George Steel
Montaje - Christopher Barwell, Mark Eckersley, Matthew Cannings y Mark Davis
Producción - Katie Swinden y Laurie Borg
Productora - Caryn Mandabach Productions / British Broadcasting Corporation (BBC)
Género - Serie de TV, Drama
Reparto - Cillian Murphy, Sam Neill, Paul Anderson, Helen McCrory, Joe Cole, Sophie Rundle, Eric Campbell, Ned Dennehy, Annabelle Wallis, Tony Pitts, Ian Peck, Jeffrey Postlethwaite, Matthew Postlethwaite, Iddo Goldberg, Alfie Evans-Meese, Packy Lee, Harry Kirton, Benjamin Zephaniah, Natasha O'Keeffe, Kevin Metcalfe, Paul Chadwick, Noah Taylor, Jack Hartley, Lee Bolton, Tom Hardy, Andy Nyman
Web oficial - http://www.bbc.co.uk/programmes/p01fj945
Steven Knight es el creador de esta potente propuesta que se centra en las andanzas de una familia de gangsters establecida en Birmingham a comienzos del siglo XX. Con una ambientación excelente, un magnífico guión que te atrapa desde el primer momento y un reparto de muchos quilates capitaneado por un Cillian Murphy en estado de gracia, que hacen de la historia una experiencia muy adictiva y realista, no puedo mas que recomendaros su visionado. Por cierto, la primera temporada lleva un ocho, pero es que la segunda alcanza el nueve, además de contar con un fichaje de lujo, el actor Tom Hardy...
Sinopsis: Tommy Shelby (Cillian Murphy) dirige las actividades de una familia de gangsters conocidos como los Peaky Blinders, cuyos principales ingresos provienen del juego ilegal, que controlan con impunidad en la zona. Pero el robo por error de un valioso cargamento de armas pesadas llamará la atención del gobierno, que enviará desde Belfast a Birmingham al inspector jefe Chester Campbell (Sam Neill), un detective implacable de la Real Policía Irlandesa, que tendrá la misión de limpiar la ciudad y encontrar el cargamento de armas. Los expeditivos métodos de Chester harán que los Shelby luchen día a día por sobrevivir y mantener su estatus en la ciudad.
La serie: Que los británicos son seres humanos un tanto peculiares, es algo que creo que pocos podrán discutir, pero hay algo que es una verdad indiscutible, y es que cuando realizan un espectáculo, sobre todo una obra de teatro, una serie o una mini-serie de televisión, puedes tener por seguro que como mínimo será interesante. Si además detrás de ella está la BBC, aparte del lógico hecho de que te gustará mas o menos, la calidad con que esta está realizada queda fuera de toda duda, ya que tienen en cuenta hasta el mas mínimo detalle en todos los ámbitos, siendo algo que en un producto como el que nos ocupa hoy, ambientado en los años 20, tiene una enorme importancia a la hora de resultar real.
Bajo esta premisa, y tras haberme topado en varias ocasiones con ella sin llegar a hincarle el diente, quise aprovechar la oportunidad que mis vacaciones me han dado y ponerme al día con un producto que ha llamado mi atención desde siempre, visualizando las dos temporadas que hasta ahora han visto la luz. El resultado no ha podido ser mejor, encontrándome con un producto mimado hasta la saciedad, en el que cada detalle está calculado con minuciosidad y que desde el primer instante te atrapa en sus redes para no soltarte con facilidad. Para colmo, la primera temporada que ya derrocha bastante calidad, es bastante corta (seis episodios), por lo que uno no puede evitar preguntarse si serán capaces de mantener el nivel o si la historia realmente da para mas.
Y vaya si han sido capaces, ya que no solo han mantenido el nivel, sino que han conseguido limar los cuatro pequeños peros que se le podrían atribuir, para elevar el listón de un producto que va camino de alcanzar la excelencia absoluta. Sus aciertos son muchos, comenzando por el magnífico guión en el que su creador Steven Knight (Promesas del Este, Negocios ocultos, Redención, Locke), ha participado en todos y cada uno de ellos, realizándolos en su mayoría en solitario, a excepción del 4º episodio, en el que colaboró con Stephen Russell y el 5º, que escribió junto a Toby Finlay, ambos de la primera temporada. La fuerza de la historia es indiscutible, algo que en ningún momento es atenuado por su ritmo, perfectamente utilizado para que la cosa no decaiga nunca. La verdad es que hay que agradecer el escaso número de episodios, algo que hace que no se utilicen escenas ni tramas de relleno.
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Manos peligrosas - Samuel Fuller (1953)
Título original - Pickup on South Street
Año - 1953
Duración - 80 min.
País - Estados Unidos
Director - Samuel Fuller
Guión - Samuel Fuller, basándose en una historia de Dwight Taylor
Música - Leigh Harline
Fotografía - Joe McDonald
Montaje - Nick DeMaggio
Producción - Jules Schermer
Productora - 20th Century Fox
Género - Cine negro. Thriller
Reparto - Richard Widmark, Jean Peters, Thelma Ritter, Richard Kiley, Murvyn Vye, Milburn Stone, Willis Bouchey, Harry Tenbrook, Parley Baer, Virginia Carroll, Wilson Wood
Pickup on South Street fue la sexta película del genial Samuel Fuller, en la que escribe el guión sobre una historia de Dwight Taylor y dirige, una de las pocas obras que realizó bajo el auspicio de un gran estudio, aunque no por ello con un gran presupuesto. Con una soberbia fotografía de Joe MacDonald, la acertada música de Leigh Harline y el protagonismo de Richard Widmark, perfectamente acompañado por Jean Peters y Thelma Ritter, estamos ante una de las obras mas comerciales quizás del director, aunque no por ello deja de ser de lo mejor del género de su década. Una delicia para los sentidos.
Sinopsis: Skip McCoy (Richard Widmark) es un carterista de poca monta que acaba de salir de prisión, por lo que utiliza un viaje en metro para robarle hábilmente la cartera a la señorita Candy (Jean Peters), sin que ella consiga darse cuenta. Pero quien si presencia la escena es el agente Zara (Willis Bouchey), quien estaba siguiendo a la mujer como sospechosa de cooperar con agentes comunistas. Sin saberlo, ella llevaba un microfilm que su antiguo novio Joey (Richard Kiley) le había entregado, siendo parte del botín que Skip ahora posee, algo que puede resultar mucho mas peligroso que el simple robo de una cartera.
La película: Entre la amplia filmografía de Samuel Fuller, en la que le dio tiempo a abordar diferentes géneros, como el western, el drama, el cine bélico, el thriller, etc., este nos dejó varias películas de cine negro, de las que yo destaco dos, Bajos fondos (Underworld U.S.A.), un excelente largometraje de 1961 del que os hablamos en este artículo y esta Manos peligrosas, un trabajo realizado ocho antes años que el anterior con mucha menor fama entre los aficionados, pero que para mi nada tiene que envidiarle al anteriormente mencionado.
La historia de este trabajo es bastante rocambolesca, ya que en un principio se trataba de un guion ya escrito de Dwight Taylor que llevaba por título Blaze of Glory, que Darryl F. Zanuck (productor y director ejecutivo de la 20th Century Fox) enseñó a Fuller, al que le gustó bastante, pero no el hecho de que se desarrollara en el ámbito judicial, por lo que lo reescribió para ambientarlo en el mundo de los bajos fondos. Pero lejos de terminar aquí su historia, este tuvo que ser retocado en varia ocasiones por la censura impuesta con el código Hays, que lo acusaba de excesiva brutalidad y violencia.
Fuller, lejos de impacientarse, volvió a demostrar que lo mas importante para realizar una buena película es disponer de un buen guión, algo de lo que no queda ninguna duda tras disfrutarla. Su ritmo es excelente, sus personajes magníficamente desarrollados, su trama totalmente absorbente, y todo ello a pesar del gran número de trabas que se tuvieron que superar para poder llevarlo a buen puerto. De hecho, incluso el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, llegó a mencionar a Fuller y Zanuck lo poco que le gustaba ciertas cosas de la película, como el carácter anti-patriótico del personaje de Richard Widmark o el hecho de mostrar en pantalla el pago por información a un confidente, aunque finalmente solo le valió para eliminar cualquier mención al FBI en la publicidad y en la propia película.
Año - 1953
Duración - 80 min.
País - Estados Unidos
Director - Samuel Fuller
Guión - Samuel Fuller, basándose en una historia de Dwight Taylor
Música - Leigh Harline
Fotografía - Joe McDonald
Montaje - Nick DeMaggio
Producción - Jules Schermer
Productora - 20th Century Fox
Género - Cine negro. Thriller
Reparto - Richard Widmark, Jean Peters, Thelma Ritter, Richard Kiley, Murvyn Vye, Milburn Stone, Willis Bouchey, Harry Tenbrook, Parley Baer, Virginia Carroll, Wilson Wood
Pickup on South Street fue la sexta película del genial Samuel Fuller, en la que escribe el guión sobre una historia de Dwight Taylor y dirige, una de las pocas obras que realizó bajo el auspicio de un gran estudio, aunque no por ello con un gran presupuesto. Con una soberbia fotografía de Joe MacDonald, la acertada música de Leigh Harline y el protagonismo de Richard Widmark, perfectamente acompañado por Jean Peters y Thelma Ritter, estamos ante una de las obras mas comerciales quizás del director, aunque no por ello deja de ser de lo mejor del género de su década. Una delicia para los sentidos.
Sinopsis: Skip McCoy (Richard Widmark) es un carterista de poca monta que acaba de salir de prisión, por lo que utiliza un viaje en metro para robarle hábilmente la cartera a la señorita Candy (Jean Peters), sin que ella consiga darse cuenta. Pero quien si presencia la escena es el agente Zara (Willis Bouchey), quien estaba siguiendo a la mujer como sospechosa de cooperar con agentes comunistas. Sin saberlo, ella llevaba un microfilm que su antiguo novio Joey (Richard Kiley) le había entregado, siendo parte del botín que Skip ahora posee, algo que puede resultar mucho mas peligroso que el simple robo de una cartera.
La película: Entre la amplia filmografía de Samuel Fuller, en la que le dio tiempo a abordar diferentes géneros, como el western, el drama, el cine bélico, el thriller, etc., este nos dejó varias películas de cine negro, de las que yo destaco dos, Bajos fondos (Underworld U.S.A.), un excelente largometraje de 1961 del que os hablamos en este artículo y esta Manos peligrosas, un trabajo realizado ocho antes años que el anterior con mucha menor fama entre los aficionados, pero que para mi nada tiene que envidiarle al anteriormente mencionado.
La historia de este trabajo es bastante rocambolesca, ya que en un principio se trataba de un guion ya escrito de Dwight Taylor que llevaba por título Blaze of Glory, que Darryl F. Zanuck (productor y director ejecutivo de la 20th Century Fox) enseñó a Fuller, al que le gustó bastante, pero no el hecho de que se desarrollara en el ámbito judicial, por lo que lo reescribió para ambientarlo en el mundo de los bajos fondos. Pero lejos de terminar aquí su historia, este tuvo que ser retocado en varia ocasiones por la censura impuesta con el código Hays, que lo acusaba de excesiva brutalidad y violencia.
Fuller, lejos de impacientarse, volvió a demostrar que lo mas importante para realizar una buena película es disponer de un buen guión, algo de lo que no queda ninguna duda tras disfrutarla. Su ritmo es excelente, sus personajes magníficamente desarrollados, su trama totalmente absorbente, y todo ello a pesar del gran número de trabas que se tuvieron que superar para poder llevarlo a buen puerto. De hecho, incluso el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, llegó a mencionar a Fuller y Zanuck lo poco que le gustaba ciertas cosas de la película, como el carácter anti-patriótico del personaje de Richard Widmark o el hecho de mostrar en pantalla el pago por información a un confidente, aunque finalmente solo le valió para eliminar cualquier mención al FBI en la publicidad y en la propia película.
Magia a la luz de la luna - Woody Allen (2014)
Título original - Magic in the Moonlight
Año - 2014
Duración - 97 min.
País - Estados Unidos
Director - Woody Allen
Guión - Woody Allen
Fotografía - Darius Khondji
Montaje - Alisa Lepselter
Producción - Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Edward Walson
Productora - Sony Pictures Classics / Dippermouth / Gravier Productions / Perdido Productions / Ske-Dat-De-Dat Productions
Género - Comedia, Romance
Reparto - Emma Stone, Colin Firth, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos, Antonia Clarke, Natasha Andrews, Valérie Beaulieu, Peter Wollasch, Jürgen Zwingel, Wolfgang Pissors, Sébastien Siroux, Catherine McCormack
Web oficial - http://www.sonyclassics.com/magicinthemoonlight/
Magic in the Moonlight es el título del trabajo anual con el que Woody Allen nos tiene mal acostumbrados. Ambientada en los años 20, en esta ocasión regresa al formato de la comedia romántica clásica, para hablarnos de magia, espiritualidad, amor y del sentido que para cada cual tiene la propia existencia. ¿cine para todos los gustos?, el de Allen nunca lo fue. ¿lejos de sus mejores películas?, para muchos puede que si, pero si Woody la escribe y la dirige, difícilmente no llegará al aprobado alto, como mínimo, se trate del título que se trate. Personalmente me ha hecho pasar un buen rato, gracias a su exquisita ambientación, sus inteligentes diálogos, el trabajo de su magnífico reparto y, por encima de todo, el respeto con el que es tratado el espectador, a pesar de las equivocadas apariencias.
Sinopsis: Stanley Crawford (Colin Firth) es un mago inglés que no cree en la magia, en los espíritus, en el mas allá, ni siquiera en Dios, por lo que además se dedica a desenmascarar a quienes se hacen pasar por médiums para engañar a los demás. Pero tras la llamada de su colega Howard Burkan (Simon McBurney), incapaz de desenmascarar a una jovencita llamada Sophie Baker (Emma Stone), Stanley viajará a la Costa azul francesa para hacerse cargo del difícil caso, sin adivinar que dicho viaje cambiará su vida para siempre.
La película: Mi idilio con el cine de Woody Allen continúa a pesar del paso de los años, aunque este se ha ido transformando con el paso del tiempo, no porque yo pierda o gane interés en el o porque crea que es mejor o peor su cine, algo que ha de juzgar cada cual, sino porque la nota media que como mínimo alcanzan sus películas han sobrepasado con los años a la nota media del cine en general que se estrena, o dicho de otra forma, sus películas suelen ser mejor que la mayoría de las opciones que poder ver, ni mas ni menos.
Entiendo que no sea un cine para todos los paladares, que pueda no ser del gusto de gran parte del tipo de público que hoy acuden a las salas de cine, mas propensos a la espectacularidad y a los efectos que a los diálogos largos y constantes, pero continúa dándome exactamente lo que le pido a un director cuando me siento a ver una obra, un buen rato de cine, algo que para mis gustos, un tanto peculiares, todo hay que decirlo, cada día escasea mas y mas. En esta ocasión regresa a la comedia romántica, y lo hace de la forma en la que yo disfruto de ella, tratando al espectador como un ser inteligente, ávido de algo mas que un tórrido romance en pantalla, en vez de enfocarla tan solo al segmento de público que mas tiempo echa ante el espejo antes de salir de casa.
La sensación que me ha quedado tras disfrutarla es la de haber visto una película muy hermosa, además de entretenida e inteligente, algo que en el cine de Woody Allen no es excesivamente común. De hecho, creo que estamos ante uno de los trabajos con un mensaje mas positivo del realizador, que sin dejar de lado sus señas de identidad habituales, ha conseguido realizar un trabajo mucho menos dramático que la excelente Blue Jasmine (de la que os hablamos aquí), en la que los diálogos perdían fuerza ante las emociones, con una omnipresente Cate Blanchett que acaparaba para si toda la atención, para en su lugar contarnos una historia mucho mas optimista, en la que los diálogos recuperan su protagonismo, sin dejar tampoco de lado las emociones, y cuyos personajes reparten mas dicho protagonismo entre si.
Año - 2014
Duración - 97 min.
País - Estados Unidos
Director - Woody Allen
Guión - Woody Allen
Fotografía - Darius Khondji
Montaje - Alisa Lepselter
Producción - Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Edward Walson
Productora - Sony Pictures Classics / Dippermouth / Gravier Productions / Perdido Productions / Ske-Dat-De-Dat Productions
Género - Comedia, Romance
Reparto - Emma Stone, Colin Firth, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos, Antonia Clarke, Natasha Andrews, Valérie Beaulieu, Peter Wollasch, Jürgen Zwingel, Wolfgang Pissors, Sébastien Siroux, Catherine McCormack
Web oficial - http://www.sonyclassics.com/magicinthemoonlight/
Magic in the Moonlight es el título del trabajo anual con el que Woody Allen nos tiene mal acostumbrados. Ambientada en los años 20, en esta ocasión regresa al formato de la comedia romántica clásica, para hablarnos de magia, espiritualidad, amor y del sentido que para cada cual tiene la propia existencia. ¿cine para todos los gustos?, el de Allen nunca lo fue. ¿lejos de sus mejores películas?, para muchos puede que si, pero si Woody la escribe y la dirige, difícilmente no llegará al aprobado alto, como mínimo, se trate del título que se trate. Personalmente me ha hecho pasar un buen rato, gracias a su exquisita ambientación, sus inteligentes diálogos, el trabajo de su magnífico reparto y, por encima de todo, el respeto con el que es tratado el espectador, a pesar de las equivocadas apariencias.
Sinopsis: Stanley Crawford (Colin Firth) es un mago inglés que no cree en la magia, en los espíritus, en el mas allá, ni siquiera en Dios, por lo que además se dedica a desenmascarar a quienes se hacen pasar por médiums para engañar a los demás. Pero tras la llamada de su colega Howard Burkan (Simon McBurney), incapaz de desenmascarar a una jovencita llamada Sophie Baker (Emma Stone), Stanley viajará a la Costa azul francesa para hacerse cargo del difícil caso, sin adivinar que dicho viaje cambiará su vida para siempre.
La película: Mi idilio con el cine de Woody Allen continúa a pesar del paso de los años, aunque este se ha ido transformando con el paso del tiempo, no porque yo pierda o gane interés en el o porque crea que es mejor o peor su cine, algo que ha de juzgar cada cual, sino porque la nota media que como mínimo alcanzan sus películas han sobrepasado con los años a la nota media del cine en general que se estrena, o dicho de otra forma, sus películas suelen ser mejor que la mayoría de las opciones que poder ver, ni mas ni menos.
Entiendo que no sea un cine para todos los paladares, que pueda no ser del gusto de gran parte del tipo de público que hoy acuden a las salas de cine, mas propensos a la espectacularidad y a los efectos que a los diálogos largos y constantes, pero continúa dándome exactamente lo que le pido a un director cuando me siento a ver una obra, un buen rato de cine, algo que para mis gustos, un tanto peculiares, todo hay que decirlo, cada día escasea mas y mas. En esta ocasión regresa a la comedia romántica, y lo hace de la forma en la que yo disfruto de ella, tratando al espectador como un ser inteligente, ávido de algo mas que un tórrido romance en pantalla, en vez de enfocarla tan solo al segmento de público que mas tiempo echa ante el espejo antes de salir de casa.
La sensación que me ha quedado tras disfrutarla es la de haber visto una película muy hermosa, además de entretenida e inteligente, algo que en el cine de Woody Allen no es excesivamente común. De hecho, creo que estamos ante uno de los trabajos con un mensaje mas positivo del realizador, que sin dejar de lado sus señas de identidad habituales, ha conseguido realizar un trabajo mucho menos dramático que la excelente Blue Jasmine (de la que os hablamos aquí), en la que los diálogos perdían fuerza ante las emociones, con una omnipresente Cate Blanchett que acaparaba para si toda la atención, para en su lugar contarnos una historia mucho mas optimista, en la que los diálogos recuperan su protagonismo, sin dejar tampoco de lado las emociones, y cuyos personajes reparten mas dicho protagonismo entre si.
Perdición - Billy Wilder (1944)
Año - 1944
Duración - 106 min.
País - Estados Unidos
Director - Billy Wilder
Guión - Raymond Chandler y Billy Wilder, basándose en la novela de James M. Cain
Música - Miklós Rózsa
Fotografía - John F. Seitz
Montaje - Doane Harrison
Producción - Buddy G. DeSylva y Joseph Sistrom
Productora - Paramount Pictures
Género - Cine negro, Intriga, Thriller
Reparto - Fred MacMurray, Barbara Stanwyck, Edward G. Robinson, Tom Powers, Porter Hall, Jean Heather, Byron Barr, Richard Gaines, Fortunio Bonanova, John Philliber, Bess Flowers, Miriam Franklin
Billy Wilder escribió el guión junto a Raymond Chandler, adaptando la novela Pacto de sangre (Double Indemnity) del escritor James M. Cain, y dirigió esta excelente muestra de la maestría que le hizo triunfar en diferentes géneros durante su carrera. Un trabajo realmente completo en el que destaca la fotografía de John F. Seitz, la música de Miklós Rózsa y la actuación de su trío protagonista, formado por Fred MacMurray, Barbara Stanwyck y Edward G. Robinson. Un espejo en el que se mirarían cientos de obras posteriores, que ha dejado su nombre gravado con letras de oro en la historia del cine.
Sinopsis: Walter Neff (Fred MacMurray) es un avispado agente de seguros que visita la casa de la familia Dietrichson en Glendale, para conseguir que el señor Dietrichson renovase el seguro de sus dos automóviles. Pero ante la ausencia de este, es atendido por su mujer, Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck), ante la que cae hipnotizado por sus encantos. Pero tras una segunda cita, la dama pide información a Walter de como hacer un seguro de vida a su marido sin que este se entere, por lo que deja claras sus intenciones, no estando dispuesta a soportar mas la injusta vida que dice llevar, e intentando hacer partícipe a Walter de sus oscuros planes. Pero engañar a una compañía de seguros no es fácil, mucho menos si cuenta con un sabueso como Barton Keyes (Edward G. Robinson), capaz de encontrar el mas mínimo fallo.
La película: Que el magistral Billy Wilder es uno de los mejores directores que ha dado este arte, es algo a lo que creo que pocos podrán poner alguna objeción, sobre todo teniendo en cuenta el variado número de géneros en los que se movió. En esta ocasión el director, que colaboraba habitualmente con el escritor Charles Brackett para realizar sus guiones, vio como este lo rechazaba por considerarlo demasiado oscuro, al igual que ocurrió con James M. Cain, por motivos que no voy a entrar a valorar (hay varias versiones del asunto), así que finalmente el elegido fue Raymond Chandler, con casi ninguna experiencia en guiones, pero que había destacado como novelista (El sueño eterno, Adiós, muñeca, La ventana alta) y escritor de relatos cortos.
Resulta curioso ver como de una mala relación entre ambos, nació uno de los mejores guiones que un servidor ha tenido la oportunidad de disfrutar, ágil, inteligente, absorbente y magníficamente estructurado. Es comenzar su visionado y notas rápidamente que tienes que verla hasta el final, algo que tiene mas mérito aún conociendo el hecho de que en sus primeros minutos se nos muestra su final, o al menos como acabará toda la trama, algo que no le resta un ápice de interés a la historia. Además hay que destacar el uso de dos recursos que han restado en muchas ocasiones a grandes obras, pero que en esta ocasión son utilizados con una maestría pocas veces vista.
Resulta curioso ver como de una mala relación entre ambos, nació uno de los mejores guiones que un servidor ha tenido la oportunidad de disfrutar, ágil, inteligente, absorbente y magníficamente estructurado. Es comenzar su visionado y notas rápidamente que tienes que verla hasta el final, algo que tiene mas mérito aún conociendo el hecho de que en sus primeros minutos se nos muestra su final, o al menos como acabará toda la trama, algo que no le resta un ápice de interés a la historia. Además hay que destacar el uso de dos recursos que han restado en muchas ocasiones a grandes obras, pero que en esta ocasión son utilizados con una maestría pocas veces vista.
Los efectos a los que me refería son la excelente utilización de un narrador, que nos permite descubrir no solo los actos que expone, sino los pensamientos y sentimientos que estos despiertan en el, dándole además a la película un aire de enorme confesión, que es capaz por si misma de enrarecer constantemente su, ya de por si espesa atmósfera. El otro efecto va relacionado directamente con el anterior, ya que al ser narrada se utiliza el flashback con un acierto como pocas veces suele verse, de hecho, la mayoría de la película es un enorme flashback, interrumpido de vez en cuando por la imagen de nuestro protagonista mientras cuenta su historia.
Uno tras otro (In Order of Disappearance) - Hans Petter Moland (2014)
Título original - Kraftidioten (In Order of Disappearance)
Año - 2014
Duración - 115 min.
País - Noruega
Director - Hans Petter Moland
Guión - Kim Fupz Aakeson
Música - Brian Batz, Kaspar Kaae, Kåre Vestrheim
Fotografía - Philip Øgaard
Montaje - Jens Christian Fodstad
Producción - Finn Gjerdrum
Productora - Paradox Spillefilm / Film i Väst
Género - Thriller, Comedia negra
Reparto - Stellan Skarsgård, Bruno Ganz, Pål Sverre Hagen, Birgitte Hjort Sørensen, Jakob Oftebro, Anders Baasmo Christiansen, Peter Andersson, Tobias Santelmann, Kristofer Hivju, Jan Gunnar Røise, Kåre Conradi, Gard B. Eidsvold, David Sakurai, Hildegun Riise
Hans Petter Moland es el encargado de llevar a la gran pantalla el guión escrito por Kim Fupz Aakeson, sobre una historia tan fría como las nevadas tierras en las que se desarrolla. Como si de un trabajo de los hermanos Coen se tratase, asistiremos a una historia de venganza con grandes dosis de comedia negra, en la que el blanco inmaculado del paisaje solo será eclipsado por el rojo sangre y el amarillo de la máquina quitanieves que conduce nuestro protagonista, el bueno de Stellan Skarsgård. Tan simple como efectiva, toda una sorpresa que no deben dejar pasar de largo.
Sinopsis: Nils (Stellan Skarsgård) es un ciudadano modelo que se gana la vida conduciendo una máquina quitanieves, que a pesar de ser un inmigrante establecido desde hace tiempo en la fría Noruega, acaba de recibir el reconocimiento al ciudadano del año, algo con un mérito indiscutible. Pero la aparentemente idílica vida de nuestro amigo, dará un giro de 180 grados al recibir la noticia de la muerte de su joven hijo por una sobredosis de drogas. Lejos de hacerse a la idea, Nils está convencido de que su hijo jamás fue un drogadicto, por lo que ante la pasividad de la policía local, decidirá investigar por su cuenta para poder descubrir que pasó en realidad, y limpiar así su nombre, sin hacerse una idea de donde se está metiendo realmente.
La película: He de reconocer que, a pesar de ser un aficionado a gran parte del cine que nos llega de los países nórdicos, era bastante escéptico ante este trabajo, ya que lo poco que había leído de el no creaba en mi excesivas expectativas, no se muy bien el porqué. Pero la verdad es que tras disfrutar de esta Uno tras otro (In Order of Disappearance), no puedo mas que señalar la grata sorpresa que me he llevado con ella, haciéndome pasar dos horas pegado a la pantalla, con la boca casi abierta. Los motivos para ello son varios, pero a la cabeza de todos, está la excelente factura técnica que posee, además de la brillante forma en la que la historia nos es contada, recordándome por momentos a las grandes obras realizadas dentro del género.
Y es que nada mas comenzar a ver al bueno de Nils (Stellan Skarsgård) recorriendo los fríos y hermosos parajes de las zonas rurales Noruegas, te das cuenta de que este trabajo tiene cierto poder hipnotizante, aumentando considerablemente las escasas expectativas puestas en el, algo que se ve rápidamente multiplicado por la capacidad que tiene su historia de envolverte y atraparte. Gran parte de culpa la tiene Kim Fupz Aakeson (Okay, Una familia, Perfect Sense, Alguien a quien amar), autor de un guión en apariencia tranquilo, pero cuyo ritmo va subiendo progresivamente, sin prisas pero sin pausas, siempre sin abandonar el paso tranquilo, inconfundible seña de identidad del noir nórdico.
La idea es bastante sencilla, una historia mil veces contada con anterioridad, en la que se nos muestra como todos tenemos un señor Hyde agazapado de por vida en la mayoría de los casos, pero que con los detonantes adecuados, es capaz de aflorar y tomar el control (o perderlo, según se mire). Pero no crean que por ello ya no merece la pena disfrutarla, ya que está contada de tal forma que en ningún momento resulta repetitiva, ni nos deja la impresión de haberla visto con anterioridad. El trabajo de Aakeson es excelente, mezclando con gran habilidad la dureza de la historia con un humor negro que nos irá llegando poco a poco, suavizando en las dosis justas la macabra sucesión de "incidentes".
Sus personajes están perfectamente desarrollados, no resultando en ningún momento exagerados o poco creíbles, algo que deberían valorar multitud de guionistas actuales, incapaces de mostrar algo que se salga de los cánones habituales, o al menos de no parecer fotocopias de otros muy similares. Además tiene la incuestionable virtud de, a pesar de lo poco probable que resulta su historia, hacerla creíble gracias a las condiciones en las que esta se desarrolla, dando un especial protagonismo al lugar donde esta transcurre, al que convierten en uno de los principales protagonistas, además de una constante metáfora de lo que nos están contando.
Año - 2014
Duración - 115 min.
País - Noruega
Director - Hans Petter Moland
Guión - Kim Fupz Aakeson
Música - Brian Batz, Kaspar Kaae, Kåre Vestrheim
Fotografía - Philip Øgaard
Montaje - Jens Christian Fodstad
Producción - Finn Gjerdrum
Productora - Paradox Spillefilm / Film i Väst
Género - Thriller, Comedia negra
Reparto - Stellan Skarsgård, Bruno Ganz, Pål Sverre Hagen, Birgitte Hjort Sørensen, Jakob Oftebro, Anders Baasmo Christiansen, Peter Andersson, Tobias Santelmann, Kristofer Hivju, Jan Gunnar Røise, Kåre Conradi, Gard B. Eidsvold, David Sakurai, Hildegun Riise
Hans Petter Moland es el encargado de llevar a la gran pantalla el guión escrito por Kim Fupz Aakeson, sobre una historia tan fría como las nevadas tierras en las que se desarrolla. Como si de un trabajo de los hermanos Coen se tratase, asistiremos a una historia de venganza con grandes dosis de comedia negra, en la que el blanco inmaculado del paisaje solo será eclipsado por el rojo sangre y el amarillo de la máquina quitanieves que conduce nuestro protagonista, el bueno de Stellan Skarsgård. Tan simple como efectiva, toda una sorpresa que no deben dejar pasar de largo.
Sinopsis: Nils (Stellan Skarsgård) es un ciudadano modelo que se gana la vida conduciendo una máquina quitanieves, que a pesar de ser un inmigrante establecido desde hace tiempo en la fría Noruega, acaba de recibir el reconocimiento al ciudadano del año, algo con un mérito indiscutible. Pero la aparentemente idílica vida de nuestro amigo, dará un giro de 180 grados al recibir la noticia de la muerte de su joven hijo por una sobredosis de drogas. Lejos de hacerse a la idea, Nils está convencido de que su hijo jamás fue un drogadicto, por lo que ante la pasividad de la policía local, decidirá investigar por su cuenta para poder descubrir que pasó en realidad, y limpiar así su nombre, sin hacerse una idea de donde se está metiendo realmente.
La película: He de reconocer que, a pesar de ser un aficionado a gran parte del cine que nos llega de los países nórdicos, era bastante escéptico ante este trabajo, ya que lo poco que había leído de el no creaba en mi excesivas expectativas, no se muy bien el porqué. Pero la verdad es que tras disfrutar de esta Uno tras otro (In Order of Disappearance), no puedo mas que señalar la grata sorpresa que me he llevado con ella, haciéndome pasar dos horas pegado a la pantalla, con la boca casi abierta. Los motivos para ello son varios, pero a la cabeza de todos, está la excelente factura técnica que posee, además de la brillante forma en la que la historia nos es contada, recordándome por momentos a las grandes obras realizadas dentro del género.
Y es que nada mas comenzar a ver al bueno de Nils (Stellan Skarsgård) recorriendo los fríos y hermosos parajes de las zonas rurales Noruegas, te das cuenta de que este trabajo tiene cierto poder hipnotizante, aumentando considerablemente las escasas expectativas puestas en el, algo que se ve rápidamente multiplicado por la capacidad que tiene su historia de envolverte y atraparte. Gran parte de culpa la tiene Kim Fupz Aakeson (Okay, Una familia, Perfect Sense, Alguien a quien amar), autor de un guión en apariencia tranquilo, pero cuyo ritmo va subiendo progresivamente, sin prisas pero sin pausas, siempre sin abandonar el paso tranquilo, inconfundible seña de identidad del noir nórdico.
La idea es bastante sencilla, una historia mil veces contada con anterioridad, en la que se nos muestra como todos tenemos un señor Hyde agazapado de por vida en la mayoría de los casos, pero que con los detonantes adecuados, es capaz de aflorar y tomar el control (o perderlo, según se mire). Pero no crean que por ello ya no merece la pena disfrutarla, ya que está contada de tal forma que en ningún momento resulta repetitiva, ni nos deja la impresión de haberla visto con anterioridad. El trabajo de Aakeson es excelente, mezclando con gran habilidad la dureza de la historia con un humor negro que nos irá llegando poco a poco, suavizando en las dosis justas la macabra sucesión de "incidentes".
Sus personajes están perfectamente desarrollados, no resultando en ningún momento exagerados o poco creíbles, algo que deberían valorar multitud de guionistas actuales, incapaces de mostrar algo que se salga de los cánones habituales, o al menos de no parecer fotocopias de otros muy similares. Además tiene la incuestionable virtud de, a pesar de lo poco probable que resulta su historia, hacerla creíble gracias a las condiciones en las que esta se desarrolla, dando un especial protagonismo al lugar donde esta transcurre, al que convierten en uno de los principales protagonistas, además de una constante metáfora de lo que nos están contando.