Título original - Nightingale
Año - 2014
Duración - 83 min.
País - Estados Unidos
Director - Elliott Lester
Guión - Frederick Mensch
Música - Mark D. Todd
Fotografía - Pieter Vermeer
Montaje - Nicholas Wayman-Harris
Producción - Elliott Lester, Josh Weinstock y Katrina Wolfe
Reparto - David Oyelowo, Barlow Jacobs, Heather Storm
Productora - BN Films / Yoruba Saxon Productions
Género - Drama, Telefilm
Elliott Lester es el director encargado de dar vida al guión escrito por Frederick Mensch, en una trabajo que nos muestra la bajada a los infiernos de Peter Snowden, al que interpreta de forma magistral el actor David Oyelowo. Un trabajo bastante arriesgado, con un presupuesto mínimo, que entrega a su protagonista el peso total de la película y al espectador la tarea de ir desgranando los motivos de su conducta, sus evidentes trastornos mentales y las causas que lo han podido llevar hasta donde se encuentra. Una puerta abierta a una mente enferma en forma de telefilm, con el sello de HBO.
Sinopsis: Peter Snowden (David Oyelowo) es un varón afroamericano que ronda la treintena y vive junto a su madre. Ex-combatiente de la guerra de Irak, agobiado por un triste trabajo en un supermercado que solo le da para ir tirando y marcado por su estricta educación y por una relación imposible, su mente parece haber dicho "hasta aquí hemos llegado". Su mayor obsesión parece ser conseguir que un antiguo compañero venga una noche a cenar, aunque la esposa de este no parece a estar dispuesta ni a darle sus recados.
El director: Elliott Lester es un productor y director que inició su carrera como director de videoclips musicales y anuncios publicitarios. Debutó en la dirección de un largometraje en 2006 con Love Is the Drug, un drama sobre un peligroso triangulo amoroso. En 2011 dirigió Blitz, un thriller interpretado por Jason Statham. Tras Nightingale, la que hoy nos ocupa, dirigió la serie Chop Shop en 2014. Tiene preparado ya el telefilm Thirst y el thriller Sleepwalker, escrito por Jack Olsen e interpretado por Richard Armitage, Haley Joel Osment y Kevin Zegers, entre otros.
La película: Los trabajos en los que se nos muestra parte de la vida de un personaje con evidentes desequilibrios psicológicos, no suelen ser sencillos de filmar y mucho menos de visualizar y digerir, ya que nos muestran formas de actuar que no podemos entender, algo muy lógico por otra parte, además de conseguir crear cierto desasosiego en el espectador, en el caso de estar bien realizados, claro. Pero si además de todo ello le sumamos que la historia transcurre casi en su totalidad en el interior de una casa y que su protagonista principal es prácticamente el único actor al que vemos trabajar en el, la complicación alcanza niveles insospechados.
En un principio, puede que las premisas que les he comentado no sean excesivamente llamativas para muchos de los que estéis leyendo esta reseña, pero lo que os puedo asegurar sin ningún género de dudas, es que en esta ocasión podéis llevaros una grata sorpresa, ya que el trabajo del que hablamos es capaz de llamar la atención del espectador desde muy pronto, para ya no soltarla hasta que llegue su escena final, algo realmente difícil de conseguir con los condicionantes anteriormente mencionados. Para que tengáis una idea de que tipo de trabajo tenemos delante, siempre guardando las distancias y sin llegar a siquiera insinuar que sean parecidos, podemos compararlo con Locke, el drama dirigido por Steven Knight e interpretado por Tom Hardy en 2013, del que os hablamos en este artículo.
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Un par de seductores - Frank Oz (1988)
Título original - Dirty Rotten Scoundrels
Año - 1988
Duración - 110 min.
País - Estados Unidos
Director - Frank Oz
Guión - Dale Launer, Stanley Shapiroy Paul Henning
Música - Miles Goodman
Fotografía - Michael Ballhaus
Montaje - Stephen A. Rotter y William S. Scharf
Producción - Bernard Williams
Productora - Orion Pictures
Género - Comedia | Remake
Reparto - Michael Caine, Steve Martin, Glenne Headley, Anton Rodgers, Barbara Harris, Ian McDiarmid
Frank Oz fue el director encargado de realizar el remake de la obra que 24 años antes dirigió Ralph Levy, titulada Dos seductores. Con los mismos guionistas de la primera (Stanley Shapiro y Paul Henning) junto a Dale Launer, Michael Caine en el papel que interpretaba David Niven y Steve Martin en el de Marlon Brando, asistimos a una de esas escasas ocasiones en que la hermana pequeña mejora bastante a la mayor, principalmente por el trabajo de su director, mucho mas redondo que el de su antecesor. Una comedia ideal para disfrutar junto a un buen bol de palomitas y buena compañía. Ideal para estas fechas.
Sinopsis: Lawrence Jamieson (Michael Caine) es un seductor con enorme clase que utiliza sus encantos para embaucar a mujeres de la alta sociedad, a las que saca dinero para supuestas buenas causas. Al comienzo del verano, mientras que viaja en tren hacia la Riviera francesa, conoce a Freddy Benson (Steve Martin), un compañero con mucha menos experiencia y clase, pero con un indudable encanto, que le confiesa que se dirige al mismo sitio que el para, sin saberlo, hacerle la competencia. Tras intentar sin éxito deshacerse de el, intentará enseñarle todo lo que sabe para trabajar hombro con hombro, pero continuando manejando los hilos, algo a lo que Freddy no estará dispuesto.
El director: Frank Oz es un director de cine, actor y titiritero estadounidense, nacido el 25 de mayo de 1944 en Hereford, Reino Unido. Tras trasladarse a California, Estados Unidos, con sus padres cuando tenía cinco años, comenzó a trabajar con títeres desde los 12 años, uniéndose al grupo de Jim Henson 7 años después. Ha dado vida a personajes tan entrañables como la cerdita Piggy, el oso Fozzie, Beto, el Monstruo de las galletas, etc. En su filmografía como director aparecen títulos como Cristal oscuro (1982), Los Muppets en Nueva York (1984), La pequeña tienda de los horrores (1986), ¿Qué pasa con Bob? (1991), Esposa por sorpresa (1992), In & Out (1997), The Score (Un golpe maestro) (2001), Las mujeres perfectas (2004) o Un funeral de muerte (2007), siendo, como podéis comprobar, la comedia la que ha copado toda su obra.
La película: Cuando antes de ver una película, tenga la pinta que tenga, veo la palabra remake asociada a ella, no puedo mas que echarme a temblar. Y es que en los últimos tiempos parece que se ha perdido la imaginación y el interés en realizar buenos guiones, proliferando de forma masiva la utilización o adaptación de libretos ya existentes e intentando volver a filmarlos con la ventaja que las nuevas tecnologías dan a sus responsables. El problema es que dicha tecnología no garantiza, ni mucho menos, que los resultados mejoren lo anteriormente filmado, dando lugar a una gran cantidad de trabajos que acaban por ser sepultados en el olvido al poco de estrenarse. Pero el caso que hoy nos ocupa es un oasis en medio del desierto, porque tras volver a disfrutarlo tras varios años, sigo siendo de la opinión de que mejora con creces el dirigido un cuarto de siglo antes por Ralph Levy.
Los motivos para ello son fáciles de explicar, teniendo mucho que ver con el trabajo realizado por un Frank Oz que nos entrega un trabajo mucho mas redondo y mejor filmado que el anterior, sacando mucho mas partido a un guión que no varía en exceso al utilizado en Dos seductores, excepto en su final, mejorado para la ocasión. Y es que Un par de seductores tiene todo lo que yo necesito ver en una buena comedia, comenzando por una historia fácil de seguir pero que no por ello pierde calidad o efectividad, algo que cada vez brilla mas por su ausencia. La elegancia con la que está contada es una de sus señas de identidad, alejándose de ese humor grueso y basto que triunfa hoy día en la mayoría de productos.
Año - 1988
Duración - 110 min.
País - Estados Unidos
Director - Frank Oz
Guión - Dale Launer, Stanley Shapiroy Paul Henning
Música - Miles Goodman
Fotografía - Michael Ballhaus
Montaje - Stephen A. Rotter y William S. Scharf
Producción - Bernard Williams
Productora - Orion Pictures
Género - Comedia | Remake
Reparto - Michael Caine, Steve Martin, Glenne Headley, Anton Rodgers, Barbara Harris, Ian McDiarmid
Frank Oz fue el director encargado de realizar el remake de la obra que 24 años antes dirigió Ralph Levy, titulada Dos seductores. Con los mismos guionistas de la primera (Stanley Shapiro y Paul Henning) junto a Dale Launer, Michael Caine en el papel que interpretaba David Niven y Steve Martin en el de Marlon Brando, asistimos a una de esas escasas ocasiones en que la hermana pequeña mejora bastante a la mayor, principalmente por el trabajo de su director, mucho mas redondo que el de su antecesor. Una comedia ideal para disfrutar junto a un buen bol de palomitas y buena compañía. Ideal para estas fechas.
Sinopsis: Lawrence Jamieson (Michael Caine) es un seductor con enorme clase que utiliza sus encantos para embaucar a mujeres de la alta sociedad, a las que saca dinero para supuestas buenas causas. Al comienzo del verano, mientras que viaja en tren hacia la Riviera francesa, conoce a Freddy Benson (Steve Martin), un compañero con mucha menos experiencia y clase, pero con un indudable encanto, que le confiesa que se dirige al mismo sitio que el para, sin saberlo, hacerle la competencia. Tras intentar sin éxito deshacerse de el, intentará enseñarle todo lo que sabe para trabajar hombro con hombro, pero continuando manejando los hilos, algo a lo que Freddy no estará dispuesto.
El director: Frank Oz es un director de cine, actor y titiritero estadounidense, nacido el 25 de mayo de 1944 en Hereford, Reino Unido. Tras trasladarse a California, Estados Unidos, con sus padres cuando tenía cinco años, comenzó a trabajar con títeres desde los 12 años, uniéndose al grupo de Jim Henson 7 años después. Ha dado vida a personajes tan entrañables como la cerdita Piggy, el oso Fozzie, Beto, el Monstruo de las galletas, etc. En su filmografía como director aparecen títulos como Cristal oscuro (1982), Los Muppets en Nueva York (1984), La pequeña tienda de los horrores (1986), ¿Qué pasa con Bob? (1991), Esposa por sorpresa (1992), In & Out (1997), The Score (Un golpe maestro) (2001), Las mujeres perfectas (2004) o Un funeral de muerte (2007), siendo, como podéis comprobar, la comedia la que ha copado toda su obra.
La película: Cuando antes de ver una película, tenga la pinta que tenga, veo la palabra remake asociada a ella, no puedo mas que echarme a temblar. Y es que en los últimos tiempos parece que se ha perdido la imaginación y el interés en realizar buenos guiones, proliferando de forma masiva la utilización o adaptación de libretos ya existentes e intentando volver a filmarlos con la ventaja que las nuevas tecnologías dan a sus responsables. El problema es que dicha tecnología no garantiza, ni mucho menos, que los resultados mejoren lo anteriormente filmado, dando lugar a una gran cantidad de trabajos que acaban por ser sepultados en el olvido al poco de estrenarse. Pero el caso que hoy nos ocupa es un oasis en medio del desierto, porque tras volver a disfrutarlo tras varios años, sigo siendo de la opinión de que mejora con creces el dirigido un cuarto de siglo antes por Ralph Levy.
Los motivos para ello son fáciles de explicar, teniendo mucho que ver con el trabajo realizado por un Frank Oz que nos entrega un trabajo mucho mas redondo y mejor filmado que el anterior, sacando mucho mas partido a un guión que no varía en exceso al utilizado en Dos seductores, excepto en su final, mejorado para la ocasión. Y es que Un par de seductores tiene todo lo que yo necesito ver en una buena comedia, comenzando por una historia fácil de seguir pero que no por ello pierde calidad o efectividad, algo que cada vez brilla mas por su ausencia. La elegancia con la que está contada es una de sus señas de identidad, alejándose de ese humor grueso y basto que triunfa hoy día en la mayoría de productos.
Operación U.N.C.L.E. - Guy Ritchie (2015)
Título original - The Man From U.N.C.L.E.
Año - 2015
Duración - 116 min.
País - Estados Unidos
Director - Guy Ritchie
Guión - Scott Z. Burns y David C. Wilson, basándose en la serie de Sam Rolfe
Música - Daniel Pemberton
Fotografía - John Mathieson
Montaje - James Herbert
Producción - Steve Clark-Hall, Guy Ritchie, John Davis y Lionel Wigram
Productora - Warner Bros. Pictures
Género - Acción, Thriller
Reparto - Henry Cavill, Armie Hammer, Alicia Vikander, Elizabeth Debicki, Hugh Grant, Jared Harris, Christopher Sciueref, Susan Gillias, Luca Calvani, Nicon Caraman
Web oficial - http://manfromuncle.com/
Guy Ritchie fue el encargado de llevar a la gran pantalla el guión que Scott Z. Burns y David C. Wilson escribieron, basándose en la famosa serie de los años 60, El agente de C.I.P.O.L. Un trabajo visualmente atractivo, en el que destaca su diseño de producción y ese toque característico que el realizador suele dar a su cine, pero que está lastrado por su guión, bastante plano e incluso aburrido diría yo, y la alarmante falta de química entre sus principales protagonistas. Aún así les recomiendo que la vean, ya que su nota media en las principales webs de cine ronda el 7, así que tendrá virtudes que yo no he sabido apreciar.
Sinopsis: Napoleon Solo (Henry Cavill), agente de la CIA, e Illya Kuryakin (Armie Hammer), agente del KGB, deberán dejar de lado momentáneamente sus diferencias y unir fuerzas para evitar los avances de una misteriosa organización que amenaza con romper el, ya de por si, frágil equilibrio existente en la carrera armamentística nuclear. Para ello deberán utilizar a Gaby Teller (Alicia Vikander), cuyo padre parece ser la clave utilizada para enriquecer uranio y crear una bomba atómica, para poder intervenir a tiempo y evitar el desastre.
El director: La carrera de Guy Ritchie comenzó de forma meteórica, dejándonos dos trabajos de esos que no se olvidan fácilmente y se disfrutan en varias ocasiones, Lock & Stock (1998) y la anteriormente mencionada Snatch. Cerdos y diamantes (2000). Pero ahí pareció acabársele la inspiración, porque en los siguientes ocho años solo realizó la penosa Barridos por la marea (2002) y Revolver (2005), bastante mejor que la anterior, pero muy por debajo de las primeras. Rocknrolla supuso el renacer del realizador, que sin llegar a la brillantez de sus dos primeros trabajos, si que los sigue muy de cerca. De ella os hablamos en este artículo. Actualmente trabaja en King Arthur, una historia fantástica que se espera para 2016 y en cuyo reparto destacan nombres como Charlie Hunnam, Jude Law, Eric Bana, Hermione Corfield y Astrid Bergès-Frisbey, entre otros.
La película: Como ya comenté en la crítica de la anterior película de Guy Ritchie, una Rocknrolla que nos hacía pensar que retomaría la excelente senda emprendida con sus dos primeros trabajos: Lock & Stock (1998) y Snatch. Cerdos y diamantes (2000), tenía muchas ganas de ver si con Operación U.N.C.L.E. se confirmaba dicha tendencia definitivamente. Ya en verano pude leer varias críticas que, si bien no la ponían a la altura de esas obras, si que la retrataban como una de las mejores películas del verano. Tras visionarla por fin, he de decir que me ha decepcionado bastante, no ya porque sea un trabajo que no ha alcanzado mis expectativas, sino porque por desgracia he de decir que me ha aburrido bastante, encontrando además en el varios errores de bulto que no debería tener una película así.
Entre esos fallos hay que comenzar mencionando el guión escrito por Scott Z. Burns y David C. Wilson, que me parece bastante plano y un tanto soso, además de querer aparentar una inteligencia que yo no le veo por ningún lado. Se que me repito con este tema una y otra vez, pero como decía el genial Billy Wilder, para que un director realice un buen trabajo necesita un buen guión, algo que yo aquí no veo por ninguna parte. Ritchie cambia aquí el frenético ritmo de trabajos como Rocknrolla por uno mas pausado y casi constante, que mas que llevarnos en volandas nos arrastra por una historia sin mucho punch, vista ya en multitud de ocasiones y que no consigue destacar en exceso ni en sus escenas de acción, ni en sus intentos cómicos, que si que nos dejan varias escenas bastante penosas, como la de Illya Kuryakin arrancando la parte trasera de un coche o la de Napoleon Solo parándose a degustar algo de comida en el interior de un camión, en medio de una persecución.
Año - 2015
Duración - 116 min.
País - Estados Unidos
Director - Guy Ritchie
Guión - Scott Z. Burns y David C. Wilson, basándose en la serie de Sam Rolfe
Música - Daniel Pemberton
Fotografía - John Mathieson
Montaje - James Herbert
Producción - Steve Clark-Hall, Guy Ritchie, John Davis y Lionel Wigram
Productora - Warner Bros. Pictures
Género - Acción, Thriller
Reparto - Henry Cavill, Armie Hammer, Alicia Vikander, Elizabeth Debicki, Hugh Grant, Jared Harris, Christopher Sciueref, Susan Gillias, Luca Calvani, Nicon Caraman
Web oficial - http://manfromuncle.com/
Guy Ritchie fue el encargado de llevar a la gran pantalla el guión que Scott Z. Burns y David C. Wilson escribieron, basándose en la famosa serie de los años 60, El agente de C.I.P.O.L. Un trabajo visualmente atractivo, en el que destaca su diseño de producción y ese toque característico que el realizador suele dar a su cine, pero que está lastrado por su guión, bastante plano e incluso aburrido diría yo, y la alarmante falta de química entre sus principales protagonistas. Aún así les recomiendo que la vean, ya que su nota media en las principales webs de cine ronda el 7, así que tendrá virtudes que yo no he sabido apreciar.
Sinopsis: Napoleon Solo (Henry Cavill), agente de la CIA, e Illya Kuryakin (Armie Hammer), agente del KGB, deberán dejar de lado momentáneamente sus diferencias y unir fuerzas para evitar los avances de una misteriosa organización que amenaza con romper el, ya de por si, frágil equilibrio existente en la carrera armamentística nuclear. Para ello deberán utilizar a Gaby Teller (Alicia Vikander), cuyo padre parece ser la clave utilizada para enriquecer uranio y crear una bomba atómica, para poder intervenir a tiempo y evitar el desastre.
El director: La carrera de Guy Ritchie comenzó de forma meteórica, dejándonos dos trabajos de esos que no se olvidan fácilmente y se disfrutan en varias ocasiones, Lock & Stock (1998) y la anteriormente mencionada Snatch. Cerdos y diamantes (2000). Pero ahí pareció acabársele la inspiración, porque en los siguientes ocho años solo realizó la penosa Barridos por la marea (2002) y Revolver (2005), bastante mejor que la anterior, pero muy por debajo de las primeras. Rocknrolla supuso el renacer del realizador, que sin llegar a la brillantez de sus dos primeros trabajos, si que los sigue muy de cerca. De ella os hablamos en este artículo. Actualmente trabaja en King Arthur, una historia fantástica que se espera para 2016 y en cuyo reparto destacan nombres como Charlie Hunnam, Jude Law, Eric Bana, Hermione Corfield y Astrid Bergès-Frisbey, entre otros.
La película: Como ya comenté en la crítica de la anterior película de Guy Ritchie, una Rocknrolla que nos hacía pensar que retomaría la excelente senda emprendida con sus dos primeros trabajos: Lock & Stock (1998) y Snatch. Cerdos y diamantes (2000), tenía muchas ganas de ver si con Operación U.N.C.L.E. se confirmaba dicha tendencia definitivamente. Ya en verano pude leer varias críticas que, si bien no la ponían a la altura de esas obras, si que la retrataban como una de las mejores películas del verano. Tras visionarla por fin, he de decir que me ha decepcionado bastante, no ya porque sea un trabajo que no ha alcanzado mis expectativas, sino porque por desgracia he de decir que me ha aburrido bastante, encontrando además en el varios errores de bulto que no debería tener una película así.
Entre esos fallos hay que comenzar mencionando el guión escrito por Scott Z. Burns y David C. Wilson, que me parece bastante plano y un tanto soso, además de querer aparentar una inteligencia que yo no le veo por ningún lado. Se que me repito con este tema una y otra vez, pero como decía el genial Billy Wilder, para que un director realice un buen trabajo necesita un buen guión, algo que yo aquí no veo por ninguna parte. Ritchie cambia aquí el frenético ritmo de trabajos como Rocknrolla por uno mas pausado y casi constante, que mas que llevarnos en volandas nos arrastra por una historia sin mucho punch, vista ya en multitud de ocasiones y que no consigue destacar en exceso ni en sus escenas de acción, ni en sus intentos cómicos, que si que nos dejan varias escenas bastante penosas, como la de Illya Kuryakin arrancando la parte trasera de un coche o la de Napoleon Solo parándose a degustar algo de comida en el interior de un camión, en medio de una persecución.
Hipócrates - Thomas Lilti (2014)
Título original - Hippocrate
Año - 2014
Duración - 102 min.
País - Francia
Director - Thomas Lilti
Guión - Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y Thomas Lilti
Música - Jérôme Bensoussan y Nicolas Weil
Fotografía - Nicolas Gaurin
Montaje - Christel Dewynter
Producción - Emmanuel Barraux y Agnès Vallée
Productora - 31 Juin Films
Género - Comedia, Drama
Reparto - Vincent Lacoste, Reda Kateb, Félix Moati, Jacques Gamblin, Marianne Denicourt, Carole Franck, Philippe Rebbot
Una frase: "Ser médico no es un trabajo, es una especie de maldición."
El realizador Thomas Lilti es el encargado de llevar a la gran pantalla el guión escrito por Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y Thomas Lilti, en el que, en clave de comedia dramática, se realiza un pequeño pero interesante retrato de la vida en un hospital francés, del mundo de la medicina en general y, en un segundo plano, de los problemas de la sanidad pública y como la crisis económica ha afectado a su calidad y efectividad. Un trabajo que pone los puntos sobre las is sobre multitud de cuestiones de una importancia indiscutibles, pero haciendo gala de una mesura y un tacto casi obligados. Un ejercicio de reflexión disfrazado de entretenimiento, que rebosa valentía e inteligencia, pero adolece de la fuerza de la fusta de alguien ajeno a la profesión.
Sinopsis: Benjamin (Vincent Lacoste) tiene el camino allanado para llegar a ser un prestigioso médico. Acaba de ingresar como residente en un hospital en el que su padre, el doctor Barois (Jacques Gamblin), es toda una eminencia y posee un enorme peso en su gobierno y administración, por lo que sus posibilidades aumentan considerablemente. Pero sus primeras experiencias en la medicina real, las adversas condiciones en las que han de trabajar y lo diferente que resulta a la teoría, lo llevarán a dudar sobre si realmente está hecho para la profesión o si por el contrario, debe pensar en seguir otro camino.
El director: Thomas Lilti es un director y guionista francés nacido el 30 de de mayo de 1976. Lilti es también médico de medicina general, algo que como comentaremos mas tarde, tiene una enorme influencia en el trabajo que hoy nos ocupa. Comenzó su carrera en el cine escribiendo y dirigiendo los cortometrajes Quelques heures en hiver (1999), Après l'enfance (2002) y Roue libre (2003). En 2007 debutó en la dirección de un largometraje con Les yeux bandés, que también escribió junto a Pierre Chosson. Actualmente trabaja en Médecin de campagne, que se encuentra en fase de post-production y cuyo estreno se espera para 2016.
La película: Hipócrates es uno de esos sorprendentes trabajos que de vez en cuando nos regala el cine francés, capaces de llegar a un amplio segmento de público de forma clara, poniendo a la vez sobre la mesa temas de una actualidad y una importancia fuera de toda duda. Cine muy inteligente y eficaz, que no destaca precisamente en sus apartados técnicos, pero que a cambio es capaz de reavivar debates y poner algo de luz en temas que nos afectan a todos, desde el punto de vista además, de alguien que pertenece, o al menos ha pertenecido, a una profesión que aquí es retratada de forma bastante veraz, mostrando a los que se dedican a ella como lo que realmente son, personas con sus virtudes y sus defectos, con sus aciertos y sus fallos.
Destaca en ella el guión escrito por Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y el propio Thomas Lilti, que aunque a algunos les pueda parecer un tanto lineal, esconde una riqueza indudable, capaz de tratar multitud de cuestiones de forma mas o menos extensa, pero que sirve para señalarlas y llamar la atención del espectador. Por ello, además de retratar el mundo de la medicina pública en una gran ciudad como París, tiene como centro de atención la ética profesional que se le presupone a cada profesional, de ahí su apropiado título, pero además es capaz de mostrar con bastante brillantez como los recortes efectuados en épocas de crisis afectan y mucho, tanto a los pacientes, que no pueden acceder a todos los procedimientos y tratamientos mas adecuados, como a los médicos y el personal que gira en torno a ellos, que han de continuar ejerciendo su profesión, intentando atender a sus pacientes de la mejor forma posible, cada vez con mas tensión y mas trabas, ejerciendo además de amortiguador entre sus jefes y las familias de los enfermos.
Año - 2014
Duración - 102 min.
País - Francia
Director - Thomas Lilti
Guión - Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y Thomas Lilti
Música - Jérôme Bensoussan y Nicolas Weil
Fotografía - Nicolas Gaurin
Montaje - Christel Dewynter
Producción - Emmanuel Barraux y Agnès Vallée
Productora - 31 Juin Films
Género - Comedia, Drama
Reparto - Vincent Lacoste, Reda Kateb, Félix Moati, Jacques Gamblin, Marianne Denicourt, Carole Franck, Philippe Rebbot
Una frase: "Ser médico no es un trabajo, es una especie de maldición."
El realizador Thomas Lilti es el encargado de llevar a la gran pantalla el guión escrito por Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y Thomas Lilti, en el que, en clave de comedia dramática, se realiza un pequeño pero interesante retrato de la vida en un hospital francés, del mundo de la medicina en general y, en un segundo plano, de los problemas de la sanidad pública y como la crisis económica ha afectado a su calidad y efectividad. Un trabajo que pone los puntos sobre las is sobre multitud de cuestiones de una importancia indiscutibles, pero haciendo gala de una mesura y un tacto casi obligados. Un ejercicio de reflexión disfrazado de entretenimiento, que rebosa valentía e inteligencia, pero adolece de la fuerza de la fusta de alguien ajeno a la profesión.
Sinopsis: Benjamin (Vincent Lacoste) tiene el camino allanado para llegar a ser un prestigioso médico. Acaba de ingresar como residente en un hospital en el que su padre, el doctor Barois (Jacques Gamblin), es toda una eminencia y posee un enorme peso en su gobierno y administración, por lo que sus posibilidades aumentan considerablemente. Pero sus primeras experiencias en la medicina real, las adversas condiciones en las que han de trabajar y lo diferente que resulta a la teoría, lo llevarán a dudar sobre si realmente está hecho para la profesión o si por el contrario, debe pensar en seguir otro camino.
El director: Thomas Lilti es un director y guionista francés nacido el 30 de de mayo de 1976. Lilti es también médico de medicina general, algo que como comentaremos mas tarde, tiene una enorme influencia en el trabajo que hoy nos ocupa. Comenzó su carrera en el cine escribiendo y dirigiendo los cortometrajes Quelques heures en hiver (1999), Après l'enfance (2002) y Roue libre (2003). En 2007 debutó en la dirección de un largometraje con Les yeux bandés, que también escribió junto a Pierre Chosson. Actualmente trabaja en Médecin de campagne, que se encuentra en fase de post-production y cuyo estreno se espera para 2016.
La película: Hipócrates es uno de esos sorprendentes trabajos que de vez en cuando nos regala el cine francés, capaces de llegar a un amplio segmento de público de forma clara, poniendo a la vez sobre la mesa temas de una actualidad y una importancia fuera de toda duda. Cine muy inteligente y eficaz, que no destaca precisamente en sus apartados técnicos, pero que a cambio es capaz de reavivar debates y poner algo de luz en temas que nos afectan a todos, desde el punto de vista además, de alguien que pertenece, o al menos ha pertenecido, a una profesión que aquí es retratada de forma bastante veraz, mostrando a los que se dedican a ella como lo que realmente son, personas con sus virtudes y sus defectos, con sus aciertos y sus fallos.
Destaca en ella el guión escrito por Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y el propio Thomas Lilti, que aunque a algunos les pueda parecer un tanto lineal, esconde una riqueza indudable, capaz de tratar multitud de cuestiones de forma mas o menos extensa, pero que sirve para señalarlas y llamar la atención del espectador. Por ello, además de retratar el mundo de la medicina pública en una gran ciudad como París, tiene como centro de atención la ética profesional que se le presupone a cada profesional, de ahí su apropiado título, pero además es capaz de mostrar con bastante brillantez como los recortes efectuados en épocas de crisis afectan y mucho, tanto a los pacientes, que no pueden acceder a todos los procedimientos y tratamientos mas adecuados, como a los médicos y el personal que gira en torno a ellos, que han de continuar ejerciendo su profesión, intentando atender a sus pacientes de la mejor forma posible, cada vez con mas tensión y mas trabas, ejerciendo además de amortiguador entre sus jefes y las familias de los enfermos.
Pinceladas de clásicos del terror: El Barón Sardónico (Mr. Sardonicus) - William Castle (1961)
Título original - Mr. Sardonicus
Año - 1961
Duración - 89 min.
País - Estados Unidos
Director - William Castle
Guión - Ray Russell
Música - Von Dexter
Fotografía - Burnett Guffey
Montaje - Edwin H. Bryant
Producción - William Castle
Productora - William Castle Productions / Columbia Pictures
Género - Terror, Intriga, Drama
Reparto - Oskar Homolka, Ronald Lewis, Audrey Dalton, Guy Rolfe, Vladimir Sokoloff, Erika Peters, Lorna Hanson
William Castle fue el realizador encargado de producir y dirigir esta película titulada originalmente como Mr. Sardonicus, llevando a la gran pantalla un guión escrito por Ray Russell. Un trabajo en el que su director regresa al cine clásico de terror de los años 30 y 40, en el que tanto juego dieron la ambientación gótica, las mansiones en lugares remotos e inaccesibles y temas tan recurrentes como la profanación de tumbas, aunque no consiga llegar a la altura de los mejores títulos de la época de la Hammer. Serie B con un encanto indiscutible, una ambientación muy lograda y cierta originalidad, aunque viendo su principio no lo parezca. Su principal lastre, algunas actuaciones un tanto forzadas y el inexorable paso del tiempo.
Sinopsis: Sir Robert Cargrave (Ronald Lewis) es un prominente doctor e investigador londinense que un buen día recibe una carta sellada de la que fue su gran amor, Maude (Audrey Dalton), que ahora vive en Gorslava junto a su esposo, el misterioso Barón Sardonicus (Guy Rolfe), en la que le pide ayuda urgente sin precisar poco mas. Tras el largo viaje es recogido por Krull (Oskar Homolka), un criado del Barón al que le falta un ojo, que lo lleva al remoto castillo donde se encuentra con Maude. Esta le cuenta que el Barón sufre una extraña aflicción que espera que el pueda ayudar a curar, ya que teme la reacción de este si Robert no accede a los deseos del extraño personaje.
El director: William Castle fue un director, productor y actor cinematográfico estadounidense nacido el 24 de abril de 1914 en Nueva York. La mayor parte de su adolescencia la pasó trabajando en Broadway en diversas ocupaciones que iban desde el montaje de decorados hasta la actuación, hasta que a los 23 años de edad se trasladó a Hollywood, donde trabajó como ayudante de dirección de Orson Welles en La dama de Shanghai (1947). Aunque trabajó varios géneros, es principalmente recordado por títulos de terror de serie B, de las que nombraré varias: Escalofrío (1959), La mansión de los horrores (House on Haunted Hill) (1959), Los 13 fantasmas (1960), La vieja casa oscura (1963), El caso de Lucy Harbin (1964) o Jugando con la muerte (1965). También produjo y tuvo un breve papel sin diálogos en la película de Roman Polanski La semilla del diablo (Rosemary's Baby, 1968).
La película: La historia de William Castle es realmente curiosa y merece ser tenida en cuenta, a pesar de que en su extensa trayectoria nos haya dejado apenas un puñado de títulos que merezcan ser revisionados. Era conocido por ser un director diferente a lo habitual, muy amigo de las novedades, a las que daba una gran promoción, a pesar de realizar siempre cine de bajo presupuesto. Cuentan que, además de producir, quiso dirigir Rosemary's Baby, aunque por fortuna, y viendo los resultados conseguidos por Polanski, el estudio se opuso a ello. Una de esas novedades era la llamada Punisment Poll, una votación que hacía entre el público que asistía a ver sus películas, que supuestamente decidían la suerte del villano de turno, aunque en realidad solo se conoce un final para cada trabajo, por lo que era mas una cuestión de marketing que otra cosa.
En el trabajo que hoy nos ocupa, Castle realiza un pequeño homenaje al cine clásico de terror, volviendo a introducir en su película varios de los ingredientes que hicieron estremecer a varias generaciones. Una de sus virtudes, sin embargo, es la originalidad de su historia, ya que a pesar de que en un primer momento puede parecer lo contrario, nada tiene esta que ver con ningún trabajo anterior. Eso si, he de avisar que tras una primera introducción que nos muestra al doctor Robert Cargrave (Ronald Lewis) recibiendo la carta de su eterno amor, lo normal es que el espectador se escame un poco: un largo viaje, la recogida de un extraño criado lisiado, el viaje en coche de caballo por tierras donde no parece crecer casi nada o la llegada al misterioso y oscuro castillo, recuerdan y mucho a otro título de cuyo nombre no quiero acordarme, pero ahí queda la cosa, por lo que no debéis preocuparos.
Año - 1961
Duración - 89 min.
País - Estados Unidos
Director - William Castle
Guión - Ray Russell
Música - Von Dexter
Fotografía - Burnett Guffey
Montaje - Edwin H. Bryant
Producción - William Castle
Productora - William Castle Productions / Columbia Pictures
Género - Terror, Intriga, Drama
Reparto - Oskar Homolka, Ronald Lewis, Audrey Dalton, Guy Rolfe, Vladimir Sokoloff, Erika Peters, Lorna Hanson
William Castle fue el realizador encargado de producir y dirigir esta película titulada originalmente como Mr. Sardonicus, llevando a la gran pantalla un guión escrito por Ray Russell. Un trabajo en el que su director regresa al cine clásico de terror de los años 30 y 40, en el que tanto juego dieron la ambientación gótica, las mansiones en lugares remotos e inaccesibles y temas tan recurrentes como la profanación de tumbas, aunque no consiga llegar a la altura de los mejores títulos de la época de la Hammer. Serie B con un encanto indiscutible, una ambientación muy lograda y cierta originalidad, aunque viendo su principio no lo parezca. Su principal lastre, algunas actuaciones un tanto forzadas y el inexorable paso del tiempo.
Sinopsis: Sir Robert Cargrave (Ronald Lewis) es un prominente doctor e investigador londinense que un buen día recibe una carta sellada de la que fue su gran amor, Maude (Audrey Dalton), que ahora vive en Gorslava junto a su esposo, el misterioso Barón Sardonicus (Guy Rolfe), en la que le pide ayuda urgente sin precisar poco mas. Tras el largo viaje es recogido por Krull (Oskar Homolka), un criado del Barón al que le falta un ojo, que lo lleva al remoto castillo donde se encuentra con Maude. Esta le cuenta que el Barón sufre una extraña aflicción que espera que el pueda ayudar a curar, ya que teme la reacción de este si Robert no accede a los deseos del extraño personaje.
El director: William Castle fue un director, productor y actor cinematográfico estadounidense nacido el 24 de abril de 1914 en Nueva York. La mayor parte de su adolescencia la pasó trabajando en Broadway en diversas ocupaciones que iban desde el montaje de decorados hasta la actuación, hasta que a los 23 años de edad se trasladó a Hollywood, donde trabajó como ayudante de dirección de Orson Welles en La dama de Shanghai (1947). Aunque trabajó varios géneros, es principalmente recordado por títulos de terror de serie B, de las que nombraré varias: Escalofrío (1959), La mansión de los horrores (House on Haunted Hill) (1959), Los 13 fantasmas (1960), La vieja casa oscura (1963), El caso de Lucy Harbin (1964) o Jugando con la muerte (1965). También produjo y tuvo un breve papel sin diálogos en la película de Roman Polanski La semilla del diablo (Rosemary's Baby, 1968).
La película: La historia de William Castle es realmente curiosa y merece ser tenida en cuenta, a pesar de que en su extensa trayectoria nos haya dejado apenas un puñado de títulos que merezcan ser revisionados. Era conocido por ser un director diferente a lo habitual, muy amigo de las novedades, a las que daba una gran promoción, a pesar de realizar siempre cine de bajo presupuesto. Cuentan que, además de producir, quiso dirigir Rosemary's Baby, aunque por fortuna, y viendo los resultados conseguidos por Polanski, el estudio se opuso a ello. Una de esas novedades era la llamada Punisment Poll, una votación que hacía entre el público que asistía a ver sus películas, que supuestamente decidían la suerte del villano de turno, aunque en realidad solo se conoce un final para cada trabajo, por lo que era mas una cuestión de marketing que otra cosa.
En el trabajo que hoy nos ocupa, Castle realiza un pequeño homenaje al cine clásico de terror, volviendo a introducir en su película varios de los ingredientes que hicieron estremecer a varias generaciones. Una de sus virtudes, sin embargo, es la originalidad de su historia, ya que a pesar de que en un primer momento puede parecer lo contrario, nada tiene esta que ver con ningún trabajo anterior. Eso si, he de avisar que tras una primera introducción que nos muestra al doctor Robert Cargrave (Ronald Lewis) recibiendo la carta de su eterno amor, lo normal es que el espectador se escame un poco: un largo viaje, la recogida de un extraño criado lisiado, el viaje en coche de caballo por tierras donde no parece crecer casi nada o la llegada al misterioso y oscuro castillo, recuerdan y mucho a otro título de cuyo nombre no quiero acordarme, pero ahí queda la cosa, por lo que no debéis preocuparos.