Título original - Star Wars. Episode VII: The Force Awakens
Año - 2015
Duración - 135 min.
País - Estados Unidos
Director - J.J. Abrams
Guión - J.J. Abrams, Lawrence Kasdan y Michael Arndt
Música - John Williams
Fotografía - Daniel Mindel
Montaje - Maryann Brandon y Mary Jo Markey
Producción -
Productora - Lucasfilm / Bad Robot / The Walt Disney Company
Género - Ciencia ficción. Aventuras
Reparto - Daisy Ridley, John Boyega, Harrison Ford, Adam Driver, Oscar Isaac, Carrie Fisher, Peter Mayhew, Domhnall Gleeson, Max von Sydow, Gwendoline Christie, Lupita Nyong'o, Andy Serkis, Anthony Daniels, Mark Hamill, Greg Grunberg, Kenny Baker, Simon Pegg, Katie Jarvis, Christina Chong, Miltos Yerolemou, Thomas Brodie-Sangster, Ken Leung, Harriet Walter, Iko Uwais, Yayan Ruhian, Warwick Davis, Jessica Henwick, Daniel Craig, Billie Lourd, Judah Friedlander, Kevin Smith
J.J. Abrams es el principal responsable de este fallido intento de revitalizar una saga de muy grato recuerdo para muchos de nosotros y que, visto lo visto, corre el riesgo de hundirse para siempre. Un guión pésimo, que además copia descaradamente demasiados detalles del episodio IV, unos personajes con escaso carisma y una falta de respeto total al espíritu de la saga y, por que no decirlo, a la inteligencia de los fans. Como puntos salvables cabe destacar los efectos, aunque con tamaño presupuesto es lo mínimo exigible, y un excelente ritmo que hará que los menos exigentes incluso disfruten de ella. Decepcionante.
Sinopsis: Treinta años después de la victoria de la Alianza Rebelde sobre la segunda Estrella de la Muerte (hechos narrados en el
Episodio VI: El retorno del Jedi), la galaxia está todavía en guerra. Una nueva República se ha constituido, pero una siniestra organización, la Primera Orden, ha resurgido de las cenizas del Imperio Galáctico. A los héroes de antaño, que luchan ahora en la Resistencia, se suman nuevos héroes: Poe Dameron (
Oscar Isaac), un piloto de caza, Finn (
John Boyega), un desertor de la Primera Orden, Rey (
Daisy Ridley), una joven chatarrera, y BB-8, un androide rodante que posee la clave que todos buscan.
El director: Jeffrey Jacob Abrams, más conocido como
J. J. Abrams, es un director, productor, escritor, actor y compositor de cine y televisión estadounidense nacido el 27 de junio de 1966 en Nueva York. Hijo del productor de televisión
Gerald W. Abrams y la productora ejecutiva
Carol Abrams, asistió a la Palisades High School y al Sarah Lawrence College en Nueva York. Es también propietario de la productora de cine Bad Robot Productions. La primera película que produjo fue
Millonario al instante (1990), a la que siguieron otras como
A propósito de Henry (1991) o
Eternamente joven (1992). En televisión es responsable de productos como
Felicity (1998),
Alias (2001), la inolvidable
Perdidos (Lost) (2004),
Seis grados (2006),
Fringe (2008),
Undercovers (2010) y
Alcatraz (2012). En el mundo del cine nos ha dejado títulos como
Misión imposible III (2006),
Star Trek (2009),
Super 8 (2011),
Star Trek: En la oscuridad (2013) y la que hoy nos ocupa.
La película: Antes de nada me gustaría dejar claro que no soy lo que se llama un fan del universo
Star Wars, aunque igualmente he de decir que es una de las sagas, su primera trilogía en concreto, que mas huella consiguieron dejar en mi, además de significar un cambio en la forma en la que se promocionaba el cine y el comienzo, y creo que principal exponente, del auge de negocios paralelos como el enorme volumen de merchandising que consiguió generar. El universo creado por
George Lucas se basaba en personajes carismáticos que aún a día de hoy son perfectamente conocidos por cualquier amante del cine, además de elementos como la fuerza, que permitía a unos pocos elegidos poder dominarla tras un duro entrenamiento y así poder hacer frente a las fuerzas oscuras que pretendían dominar el universo. Todo esto se lo ha saltado el señor
J.J. Abrams de un solo plumazo, sin respetar lo mas mínimo el espíritu que tanto embelesó a millones de espectadores en todo el mundo, algo que para mi es lamentable, así que imagino que opinarán de ello la enorme legión de fans que aún conserva.
Hace poco ya tuve una experiencia similar, aunque no tan mala, con la aclamada nueva entrega de
Mad Max, de la que os hablamos
en este artículo. En ella
George Miller conseguía convencer a gran parte del público con una cinta de un ritmo endiablado, en la que las trepidantes persecuciones eran su principal reclamo y que al menos conseguía el aprobado, pero enterrando como pocas veces he visto el personaje que precisamente da nombre a la saga y relegando a este a ser un mero lacayo de una
Charlize Theron que se ponía al frente de la misma. En esta ocasión se ha intentado, al menos eso es lo que parece, contentar a los fans de las películas mas antiguas, las originales, con la aparición de varios de los personajes que las protagonizaban, además de darle un aire a cine mas actual para ganar nuevos adeptos a la causa. El resultado conseguido es bastante chapucero, sobre todo cuando ves al legendario Han Solo con tropecientos años mas haciendo exactamente lo mismo que hacía antes de lograr salvar al universo junto a sus compañeros. Pobre
Harrison Ford, obligado a interpretar a un personaje que según los guionistas no ha avanzado un ápice en todos estos años.