
Año - 1980
Duración - 125 min.
País - Estados Unidos
Director - David Lynch
Guión - David Lynch, Eric Bergren, Christopher De Vore
Música - John Morris
Fotografía - Freddie Francis
Montaje - Anne V. Coates
Producción - Jonathan Sanger, Stuart Cornfeld y Mel Brooks
Productora - Paramount Pictures. Productor: Mel Brooks
Género - Drama / Biográfica, Película de culto
Reparto - Anthony Hopkins, John Hurt, Anne Bancroft, John Gielgud, Wendy Hiller, Freddie Jones, Dexter Fletcher
The Elephant Man (El hombre elefante) es el nombre del tercer largometraje de David Lynch, estrenado tres años después de Cabeza borradora (Eraserhead), en 1980. Con un guión escrito por el propio Lynch, junto a Eric Bergren y Christopher De Vore, la fotografía de Freddie Francis y la banda sonora de John Morris, estamos ante uno de sus trabajos mas valorados por crítica y público, en el que realiza un complejo y completo retrato de las miserias del ser humano. Una obra imprescindible que no abandona jamás la mente de quien la ha disfrutado. Mención especial al trabajo de Anthony Hopkins y John Hurt, que dan vida a doctor y paciente.
Sinopsis: A finales del siglo XIX, el doctor Frederick Treves (Anthony Hopkins) descubre en un circo a un hombre llamado John Merrick (John Hurt). Se trata de un ciudadano británico con la cabeza monstruosamente deformada, que vive en una situación de constante humillación y sufrimiento al ser exhibido diariamente como una atracción de feria.

Reconocido admirador de Jacques Tati, Ingmar Bergman o Werner Herzog, Lynch ha conseguido destacarse como uno de los pocos directores actuales con un estilo auténticamente personal y constituye un referente ineludible en el cine contemporáneo. Su último largometraje, que le ocupó varios años de rodaje usando exclusivamente técnicas digitales, se tituló Inland Empire y su estreno se produjo en 2006. En 2007 estrenó More Things That Happened, que incluye episodios que se desecharon en Inland Empire para no alargar demasiado el metraje.
La película: Para los que vemos y vivimos el cine como algo mas que un entretenimiento, mas concretamente para los que lo consideramos como un arte, resulta realmente satisfactorio encontrar un trabajo como al que dedicamos esta reseña, capaz de colmar todas las expectativas y renovar ese amor incondicional por el cine que nos mueve. La primera vez que la vi fue en el 1983, cuando tenía solo 12 años, que por cierto, nada tienen que ver con los 12 años de un chaval de hoy día. No les voy a mentir, me gustó bastante, pero no fui capaz de encontrar en ella todo lo que encontré en visionados posteriores, siendo el que realicé en el día de ayer el mas satisfactorio. Quizás sean los años, que te hacen observar las cosas desde la experiencia, pero lo que es seguro es que estamos ante uno de esos trabajos que yo recomiendo ver a todo el mundo, de esos que dejan una huella que difícilmente se borra.
The Elephant Man (El hombre elefante en España) es ante todo un excelente retrato de la naturaleza del ser humano, de sus muchas miserias y sus contadas virtudes, por lo que, a poco que tengas un mínimo de conciencia y algo de la tan mal llamada humanidad, te dejará un sabor de boca un tanto amargo, aunque solo se limite a mostrarnos algo que podemos comprobar a diario. No podemos evitarlo, somos así, nos aterra lo desconocido, lo extraño, lo diferente, hasta tal punto que en la mayoría de las ocasiones preferimos inventar una continuación a afrontar un seguro final. El mejor ejemplo de esto es como afrontamos la muerte, algo de lo que tenemos conciencia desde muy jóvenes, pero que preferimos enmascarar tras invenciones como la reencarnación, el paraíso y mil cosas similares mas que nos permitan alimentar la esperanza de que no existe un final, solo un punto y seguido.