Año - 2012
Duración - 106 min.
País - Estados Unidos
Director - Ariel Vromen
Guión - Ariel Vromen y Morgan Land, basado en la novela The iceman: The true story of a cold-blooded killer, de Anthony Bruno
Música - Haim Mazar
Fotografía - Bobby Bukowski
Montaje - Danny Rafic
Producción - Ehud Bleiberg, Avi Lerner y Ariel Vromen
Productora - Bleiberg Entertainment / Millennium Films
Género - Thriller
Reparto - Michael Shannon, Winona Ryder, Ray Liotta, Chris Evans, David Schwimmer, Stephen Dorff, Robert Davi, Olga Fonda, Christa Campbell, Ryan O'Nan, Weronika Rosati, Danny A. Abeckaser, Ori Pfeffer, Brian Kinney, James Franco
Ariel Vromen adaptó, junto a Morgan Land, la novela de Anthony Bruno y dirigió este biopic que narra la historia de Robert Leonard Kuklinski, un asesino a sueldo al que se le atribuyen un mínimo de cien asesinatos durante los años 60 y 70, aunque podrían ser muchos mas. Un magnífico thriller filmado con pulso firme y gran brillantez, que sin embargo sufrió algo similar a lo que sufren todas las películas que tratan sobre el crimen organizado, la injusta comparación con los clásicos del género. Destacar el trabajo de todo su reparto, haciendo mención especial al del magnífico Michael Shannon, que da vida de forma magistral a Kuklinski. Muy recomendable.
Sinopsis: Richard Kuklinski (Michael Shannon) es un hombre de carácter frío que se gana la vida doblando películas porno, que después son distribuidas por la mafia. Un buen día es abordado en su lugar de trabajo por un grupo de hombres liderado por Roy DeMeo (Ray Liotta), un poderoso jefe de la mafia que le acaba comunicando que cierra el negocio de doblaje. Roy ve algo en el, por lo que le ofrece trabajo como recaudador y matón, algo que despertará al animal con el que Richard convive desde pequeño. Casado y con dos hijos, Kuklinski llevará una doble vida como marido y padre ejemplar en su vida privada y un frío asesino apodado "El hombre de hielo".
El director: Ariel Vromen es un director de cine y guionista israelí nacido en Tel Aviv, el 14 de febrero de 1973. Desde los 12 años, fecha en que sus padres le compraron una cámara de 8 mm, pasó su adolescencia filmando multitud de cortometrajes. Tras su servicio militar y estudiar derecho en Inglaterra, dirigió el cortometraje Jewel of the Sahara (2001), protagonizado por Gerard Butler, que le abrió las puertas para escribir, junto a Morgan Land, y dirigir su primer largometraje, un thriller titulado RX. Al límite del riesgo (2005), en el que aparecen nombres como Eric Balfour, Colin Hanks o Lauren German. Al año siguiente estrenó Danika (2006), donde mezcla drama, terror y thriller con el indiscutible protagonismo de Marisa Tomei. Tras adaptar, junto a Morgan Land, y dirigir The Iceman (2012), este mismo año ha estrenado Criminal (2016), un thriller de ciencia ficción en el que ha contado con 3 pesos pesados como Kevin Costner, Gary Oldman y Tommy Lee Jones. Actualmente trabaja en el documental Renegade, que espera estrenar en 2017.
La película: No puedo decir que no conociera con anterioridad al personaje al que retrata la película, un asesino a sueldo llamado Richard Kuklinski, ya que tuve la oportunidad hace tiempo de ver el documental titulado Richard Kuklinski, el hombre de hielo, que podéis disfrutar mas abajo tras el trailer, pero lo que si puedo asegurar es que tras ver la actuación de Michael Shannon dándole vida en la película que hoy nos ocupa, realmente merece la pena verla. Aunque quiero que, quienes no la hayáis visto aún, tengáis una idea aproximada de lo que tenemos en frente. The Iceman no está realizada para ser una película de gansters, aunque lógicamente es el mundo en el que salió la bestia que llevaba en su interior nuestro protagonista, en el que se movió durante mas de dos décadas para saciar su macabro apetito, por lo que la presencia del crimen organizado en la película es algo constante. Lo que sus responsables quieren contarnos realmente es la vida de su protagonista y como consiguió durante tanto tiempo mantener a su familia al margen de todo, que es algo bastante diferente. Por lo tanto veo un tanto injusto compararla con cualquier película del género, en vez de con un biopic, que es lo que realmente es.
Dicho esto, me gustaría aclarar que estamos ante un trabajo muy completo, filmado de forma inteligente y bastante práctica, con un magnífico guión capaz de atrapar al espectador desde la primera escena y un reparto a la altura de las circunstancias. El principal escollo por el que creo no ha alcanzado la excelencia es que su director, principal artífice del proyecto, sea Ariel Vromen, que realiza un trabajo realmente meritorio, pero que desgraciadamente carece de esa magia que tan solo unos pocos elegidos han conseguido darle al cine desde la dirección, algo que podéis comprobar fácilmente echando un vistazo a su escueta filmografía. A pesar de ello, y como ya he mencionado anteriormente, Vromen firma su mejor trabajo hasta la fecha, supliendo sus carencias con grandes dosis de inteligencia y una enorme capacidad de utilizar los medios de los que dispone.