Año - 1999
Duración - 111 min.
País - Estados Unidos
Director - David Lynch
Guión - John Roach y Mary Sweeney
Música - Angelo Badalamenti
Fotografía - Freddie Francis
Montaje - Mary Sweeney
Producción - Pierre Edelman, Neal Edelstein, Michael Polaire y Mary Sweeney
Productora - Coproducción USA-Francia; Le Studio Canal+ / Les Films Alain Sarde / Picture Factory & Film Four
Género - Drama, Road Movie, Cine independiente
Reparto - Richard Farnsworth, Sissy Spacek, Harry Dean Stanton, Everett McGill, John Farley, Jane Galloway Heitz, Dan Flannery, Kevin P. Farley, Wiley Harker, Tracey Maloney
David Lynch sorprendió a propios y extraños con este trabajo basado en una sencilla pero emotiva historia real. Con un guión de John Roach y Mary Sweeney, la fotografía de Freddie Francis, la hermosa bahda sonora de Angelo Badalamenti y el protagonismo de Richard Farnsworth, excelentemente acompañado por Sissy Spacek, estamos ante un trabajo sorprendente, cuya sencillez contrasta con su enorme calidad y riqueza. Muy recomendable, no se la pierdan.
Sinopsis: Alvin Straight (Richard Farnsworth) es un anciano que vive en Iowa con una hija discapacitada (Sissy Spacek). Además de padecer un enfisema, a pesar de lo cual no deja sus puros, tiene graves problemas en la cadera que prácticamente le impiden estar de pie, lo que lo obliga a moverse con la ayuda de dos bastones. Pero cuando recibe la noticia de que su hermano, con el que no se habla hace años, ha sufrido un infarto, decide ir a verlo a Wisconsin, para lo que tendrá que recorrer los 500 kilómetros de distancia que hay en el único vehículo que posee, un viejo cortacésped.
El director: David Lynch es un director de cine, productor de música electrónica y guionista estadounidense nacido en Missoula, Montana, el 20 de enero de 1946. Su actividad artística se extiende asimismo al terreno de la pintura, la música, la publicidad, la fotografía, e incluso el diseño de mobiliario.
Su amor por el dadaísmo y el surrealismo queda patente en algunas de sus películas, cuya misteriosa y hasta inquietante atmósfera mezcla lo cotidiano con lo soñado escapando a veces a la comprensión exhaustiva del espectador. Como ejemplo de ello pueden citarse Eraserhead y la serie de televisión Twin Peaks. Posteriormente realizó algunas producciones más accesibles como The Straight Story, aunque manteniendo su toque personal. En la actualidad, algunos de sus proyectos cinematográficos y de animación son sólo accesibles a través de su sitio web, de pago.
Sus películas tienden a describir los entresijos de pequeñas comunidades de los Estados Unidos, como es el caso de Twin Peaks o Blue Velvet. Lynch siente también predilección por los secretos ocultos de los barrios periféricos de Los Ángeles, retratados en Lost Highway y Mulholland Drive. El sonido en sus películas es de gran importancia, y por ello cada banda sonora es trabajada con esmero. El responsable de conseguir ese sonido es el compositor Angelo Badalamenti, colaborador habitual del director, creador entre otras de la fascinante banda sonora de la serie de televisión Twin Peaks o de la inquietante y perturbadora Lost Highway.
Reconocido admirador de Jacques Tati, Ingmar Bergman o Werner Herzog, Lynch ha conseguido destacarse como uno de los pocos directores actuales con un estilo auténticamente personal y constituye un referente ineludible en el cine contemporáneo. Su último largometraje, que le ocupó varios años de rodaje usando exclusivamente técnicas digitales, se tituló Inland Empire y su estreno se produjo en 2006. En 2007 estrenó More Things That Happened, que ncluye episodios que se desecharon en Inland Empire para no alargar demasiado el metraje. Actualmente se encuentra enfrascado en la creación de la secuela de la serie Twin Peaks, que se estrenará en Showtime en 2016.
La película: El mundo en el que vivimos pasa ante nuestros ojos sin que la mayoría consigamos atrapar y disfrutar las mejores cosas que es capaz de ofrecernos, no siendo esto debido a nuestra poca capacidad o algo parecido, sino al estilo de vida que llevamos la mayoría de los mortales, mas preocupados en lograr sobrevivir en un mundo que exige un ritmo endiablado para conseguirlo, que en poder disfrutar del mayor regalo que se nos ha dado, la vida. Pero de vez en cuando, uno de nosotros es capaz de crear algo, ya sea un cuadro, una escultura, una pieza musical, o como este caso, una película, capaz de mostrarnos aunque sea por un breve instante, lo que realmente es importante en la vida.
Este es el caso de la hermosa cinta que hoy nos ocupa, una historia que utiliza la sencillez como su mejor arma para enseñarnos lo que realmente nos mueve, lo que nos da fuerzas para continuar o nos las quita, al menos a la mayoría de las personas de buen corazón, el amor. Ese amor incondicional que profesamos por nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres y, como es en este caso, por nuestros hermanos. Ese amor que olvidamos por motivos absurdos, por pequeñas rencillas, por palabras o hechos no entendidos, por mil y un insignificantes motivos que nos ciegan, nos nublan la mente y nos impiden razonar como debemos y valorar lo que poseemos.
Una historia verdadera es todo eso y mucho mas, una road movie para disfrutar plácidamente y al completo, como el propio David Lynch demostró que debía hacerse, al no incluir extras ni selección de escenas en su Dvd. El trabajo del director es realmente magistral, siendo capaz de entregarnos una obra en la que se refleja la sabiduría que da la edad, contada desde la perspectiva de quien lo ha visto y vivido casi todo, con paso lento pero firme, para que el mensaje llegue al espectador impoluto y claro como el agua. Lynch deja su huella en ella, aún realizando un tipo de cine que está a años luz de la mayoría de sus trabajos, demostrando que un buen director no está sujeto a ningún tipo de corsé, sino que es capaz de dar lo mejor de si en todo momento, aunque para ello tenga que cambiar drásticamente de registro.
Para ello, el director se rodea de un equipo de lujo en el que destaca la labor de Freddie Francis (El cabo del miedo, Tiempos de gloria, The Innocents), director de fotografía que ya había trabajado con David Lynch en trabajos como El hombre elefante (1980) o Dune (1984). Su labor en este caso es magnífica, consiguiendo que una historia que transcurre casi permanentemente en la carretera, posea una variedad de imágenes digna de admiración y de una indudable belleza. El guión de John Roach y Mary Sweeney es magistral, dejándonos un libreto en el que no sobra ni una sola coma.
Otra de las maravillas que nos ofrece esta excelente película es la banda sonora, que en esta ocasión es obra del músico y compositor estadounidense de origen italiano, Angelo Badalamenti (Dark Water, La ciudad de los niños perdidos, En el límite del amor), colaborador habitual de Lynch, con el que había trabajado anteriormente en el largometraje Blue Velvet o en la serie Twin Peaks. En esta ocasión compone música de estilo minimalista, capaz de crear con el uso de uno o dos instrumentos bellísimas melodías, que transmiten paz y serenidad, además de reflejar la soledad del viajante. Música de una belleza indudable y que comparte la sencillez con la que está dotado todo el trabajo. Os la dejo para su disfrute.
En cuanto al reparto se refiere, tenemos a un protagonista indiscutible, un Richard Farnsworth que interpreta al obstinado Alvin Straight de forma brillante. Fue su última película y le valió para ser candidato al Oscar al mejor actor, con la mala suerte de tener que competir con un inconmensurable Kevin Spacey, que se alzó con el galardón por su increíble papel en esa maravilla llamada American Beauty. No alcanzo a imaginar un actor mejor para dar vida a este luchador de edad avanzada. Destaca también la actriz Sissy Spacek, que da vida a la hija discapacitada de Alvin de forma mas que correcta, como por otra parte es habitual en la magnífica actriz.
Conclusión: The Straight Story es una de esas obras que ven la luz muy de vez en cuando, para recordar a los que amamos este arte el porqué de dicho amor. La sencillez de su historia, su tremenda riqueza, la habilidad de su director y la excelencia de su protagonista, son motivos mas que suficientes para recomendaros encarecidamente su visionado. Cine de muchos quilates para ver con tranquilidad y saborear por mucho tiempo, de ese que deja una hermosa huella que perdura durante mucho tiempo, si no para siempre. Tan solo me queda darle las gracias al señor Lynch, un director un tanto irregular, que habitualmente nos ofrece productos con una oscuridad y espesura innegable, que aquí ha sido capaz de cambiar totalmente de registro para dejar una de esas maravillas capaces de enamorar al mas pintado.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube
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