Año - 1948
Duración - 97 min.
País - Estados Unidos
Dirección - Douglas Sirk
Guion - St. Clair McKelway, Decla Dunning, Cy Endfield y Leo Rosten, basado en la novela de Leo Rosten
Música - Rudy Schrager
Fotografía - Joseph A. Valentine
Montaje - Lynn Harrison
Productora - United Artists
Producción - Ralph Cohn, Harold Greene, Charles 'Buddy' Rogers
Género - Cine negro. Intriga. Thriller, Thriller psicológico
Reparto - Claudette Colbert, Robert Cummings, Don Ameche, Rita Johnson, George Coulouris, Queenie Smith, Ralph Morgan, Raymond Burr, Keye Luke, Fred Nurney, Hazel Brooks
Sleep, My Love (Pacto tenebroso en España) es el sexto trabajo del germano Douglas Sirk con bandera estadounidense, en el que se mezclan cine negro, intriga, thriller psicológico y melodrama. Con un discreto guion de St. Clair McKelway, Decla Dunning, Cy Endfield y Leo Rosten, basado en la novela homónima de este último, la magnífica fotografía de Joseph A. Valentine y la interpretación del trio Claudette Colbert/Robert Cummings/Don Ameche, estamos ante una excelente oportunidad de disfrutar de un trabajo ejecutado de forma magistral por el rey del melodrama, donde la hermosa Hazel Brooks ejercerá de esa femme fatale tan representativa del género.
Sinopsis - Alison (Claudette Colbert) se despierta sobresaltada a bordo de un tren que va de Nueva York a Boston, al que no recuerda haber subido. Intentando recordar lo sucedido, encuentra además una pistola dentro de su bolso. Tras ser atendida y tranquilizada por un médico, que no encuentra una explicación lógica a lo sucedido, y llegar a su destino, contacta con su marido Richard (Don Ameche), que ya había informado a la policía de su repentina e inexplicable desaparición.
El director - Hans Detlef Sierck (Douglas Sirk desde su exilio en Estados unidos) fue un cineasta alemán nacido en Hamburgo, Imperio Alemán, el 26 de abril de 1897. Tras pasar parte de su infancia en Dinamarca, se trasladó junto a su padre a Alemania, donde se formó en las universidades de Múnich, Jena y Hamburgo. Mientras tanto comenzó a trabajar en el teatro, siendo nombrado director artístico de varios teatros en Bremen y Leipzig.
Debutó en el cine en 1935, año en el que dirigió No empieces nada en abril, La muchacha del páramo y Pilares de la sociedad. En los dos años siguientes rodó títulos como La novena sinfonía (Acorde final), La Habanera o La golondrina cautiva, hasta que se vio forzado a emigrar a Estados unidos. Allí filmó Hitler's Madman, comenzando a aparecer en los créditos como Douglas Sirk. En esa década filmó títulos como Extraña confesión (1944), Escándalo en París y La extraña mujer (ambas de 1946), El asesino poeta (1947), Con acento francés y Más fuerte que la ley (ambas de 1949). En 1950 se incorporó a la Universal Pictures, adentrándose en géneros como lacomedia, el western o el cine bélico. Destacan títulos como El submarino fantasma (1950), La primera legión y Tempestad en la cumbre (ambas de 1951), ¿Alguien ha visto a mi chica? (1952), Su gran deseo (1953), Atila, rey de los Hunos y Obsesión (ambas de 1954), Orgullo de raza, Siempre hay un mañana y Sólo el cielo lo sabe (1955), Hoy como ayer y Escrito sobre el viento (1956), Interludio de amor y Ángeles sin brillo (1957), Tiempo de amar, tiempo de morir (1958) y Imitación a la vida (1959), entre otras.
Asqueado de la persecución a la que se sometía a escritores y cineastas en Estados unidos, decidió abandonar a la productora y regresar a Europa, residiendo en Suiza desde entonces, aunque dirigiendo varias piezas teatrales en Munich y varios cortometrajes en los años 60 y 70. No volvería a rodar un largometraje. Falleció en Lugano, Suiza, el 14 de enero de 1987.
La película - Poco antes de alcanzar su época dorada como realizador, convirtiéndose en uno de los referentes del melodrama, el bueno de Douglas Sirk ya nos daba buenos motivos para disfrutar de su habilidad tras las cámaras en trabajos como este Sleep, My Love. Y es que con este thriller psicológico que, sin su maestría bajaría muchos enteros, daba muestras de lo que realmente quería dirigir, aunque fuera en un segundo plano. De hecho, pienso que su trabajo es uno de los motivos por los que las carencias de la película quedan parcialmente disfrazadas, haciendo que merezca y mucho disfrutarla.
Digo esto porque el guion escrito por St. Clair McKelway, Decla Dunning, Cy Endfield y Leo Rosten comienza de forma brillante, pero se va diluyendo cual azucarillo en el café, principalmente por pequeños detalles que descolocan a cualquier espectador medianamente perspicaz. La intriga y el misterio que caracterizan la primera parte del film da, en un momento dado, paso a lo evidente, perdiendo parte de su magia y restando puntuación al resultado final, que habría alcanzado cotas mucho mas altas si hubiera conseguido mantener el nivel inicial.