Año - 1948
Duración - 95 min.
País - Estados Unidos
Dirección - John Farrow
Guion - Jonathan Latimer, basado en la novela homónima de Kenneth Fearing
Música - Victor Young
Fotografía - Daniel L. Fapp y John F. Seitz
Montaje - LeRoy Stone
Producción - Richard Maibaum
Productora - Paramount Pictures
Reparto - Ray Milland, Charles Laughton, Maureen O'Sullivan, George Macready, Rita Johnson, Elsa Lanchester, Ruth Roman
Género - Cine negro, Crimen, Periodismo
John Farrow fue el realizador encargado de llevar a la gran pantalla el guion escrito por Jonathan Latimer, que adapta la novela homónima de Kenneth Fearing The big clock. Cine negro ambientado en el mundo del periodismo, donde resalta la brillante fotografía de Daniel L. Fapp y John F. Seitz, la banda sonora de Victor Young y, por encima de todo, el trabajo del dúo interpretativo que forman Charles Laughton y Ray Milland. Un magnífico entretenimiento, aunque algo alejado de las grandes referencias del género.
Sinopsis - George Stroud (Ray Milland) es un periodista que trabaja desde hace años para el magnate de la comunicación Earl Janoth (Charles Laughton). Casado con Georgette Stroud (Maureen O'Sullivan), no pudo ni disfrutar de su luna de miel, por la tiranía con la que su jefe gobierna su negocio. Cuando Earl comete un crimen pasional, intentará que este recaiga sobre un desconocido, sin saber que este es George. La única manera que le quedará a George de demostrar su inocencia, será incriminar por si mismo al verdadero culpable.
El director - John Farrow fue un director, guionista y productor cinematográfico australiano nacido en Sídney, el 10 de febrero de 1904, afincado en Estados Unidos. Su nombre completo era John N. B. Villiers-Farrow.
Comenzó a escribir en los años veinte, cuando trabajaba como marinero en Australia. Se trasladó a Hollywood como consejero técnico en marina. Además de como guionista y director, es recordado también por su matrimonio con la actriz Maureen O'Sullivan, con la que para poder casarse, tuvo que convertirse al catolicismo. Tuvieron siete hijos, tres de ellas son actrices: Mia Farrow (la más popular), Stephanie Farrow y Prudence Farrow.
Ejerció de guionista desde 1927 hasta 1959, siendo también escritor de historias y relatos cortos. Entre sus trabajos podemos destacar The Showdown (1928), The Wolf Song (1929), The Bad One (1930), Don Quixote (1933) o John Paul Jones (1959)
Debutó en la dirección en 1934 con The Spectacle Maker. Durante su carrera dirigió mas de 40 largometrajes, entre los que podemos destacar títulos como West of Shanghai (1937), Sorority House (1939), China (1943), Calcutta (1947), Copper Canyon (1950), Hondo (1953), Back from Eternity (1956) y John Paul Jones (1959), que fue su último trabajo. Murió en 1963 de un ataque al corazón en Beverly Hills (California), a la edad de 58 años.
La película - El reloj asesino supuso el segundo acercamiento del realizador australiano a un género que en la época estaba en pleno auge, el cine negro. Farrow era un director voluntarioso y decidido, capaz de afrontar de forma correcta géneros muy dispares entre si, gracias a su enorme capacidad de trabajo y su convicción de que realizando este de forma detallista y metódica, no había objetivo que no fuera capaz de alcanzar. Era el dedicado trabajo el que conseguía paliar ese escaloncito que lo separaba de los grandes realizadores de la época, esa magia a la que solo unos pocos tienen acceso. Y es precisamente en este trabajo del que hoy hablamos, en el que consiguió la que es para un servidor su mejor película como director.
Para lograrlo dispuso de varios ingredientes totalmente necesarios, como por ejemplo el guion escrito por Jonathan Latimer (Saqueo al sol, The Westland Case, Alias Nick Beal), que adapta de forma escrupulosa la brillante novela de Kenneth Fearing (The Hospital, Dagger of the Mind, Clark Gifford's Body), a la que respeta hasta en el título. Puede parecer banal lo que les comento, pero hay multitud de adaptaciones que pierden por completo la esencia del texto original. algo fatal para el resultado final. Los diálogos son vigorosos, la trama perfectamente hilada y los tiempos correctos. La parte introductoria puede resultar algo extensa, aunque al ir disfrutando la película compruebas que era necesaria.