Año - 2007
Duración - 115 min.
País - Polonia
Director - Andrzej Wajda
Guión - Andrzej Wajda, Andrzej Mularczyk
Música - Krzysztof Penderecki
Fotografía - Pawel Edelman
Montaje - Milenia Fiedler y Rafał Listopad
Producción - Michał Kwieciński
Productora - Akson Studio
Género - Drama
Reparto - Andrzej Chyra, Magdalena Cielecka, Artur Zmijewski, Danuta Stenka, Maja Komorowska, Wladyslaw Kowalski, Pawel Malaszynski, Stanislawa Celinska, Marek Kondrat, Krzysztof Kolberger, Krzysztof Globisz
Web oficial - http://karmafilms.es/katyn/
Andrzej Wajda, hijo de una de las víctimas de una atrocidad desconocida por muchos, escribió el guión junto a Andrzej Mularczyk y dirigió este durísimo homenaje a las victimas de otro vergonzoso episodio de la historia ocurrido tras la invasión de Polonia en 1939 por parte del Ejercito rojo y el alemán. Lógicamente, estamos ante un drama focalizado en el padecimiento de las víctimas y sus familias, por lo que si estas buscando cine bélico, te recomiendo que mires en otra dirección. La historia hay que conocerla para intentar evitar que vuelva a repetirse, algo que se me antoja difícil, ya que somos criaturas que tropiezan en la misma piedra una y otra vez...
Sinopsis: La película nos cuenta la historia de varias familias durante la invasión que en 1939 realizaron tropas nazis y del Ejercito rojo en Polonia, que mas tarde dio lugar a la masacre de Katyń, también conocida como la masacre del bosque de Katyn, que consistió en el asesinato en masa de oficiales del ejército, policías, intelectuales y otros civiles polacos llevada a cabo por el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD), nombre de la policía secreta soviética dirigida por Lavrenti Beria, entre abril y mayo de 1940. La Unión Soviética negó siempre las acusaciones, señalando como responsables al ejercito alemán, hasta que en 1990 el gobierno de Borís Yeltsin reconoció que el NKVD fue el autor de la matanza y su encubrimiento, entregando además los documentos desclasificados.
La película: Desde 1955 en que debutara con Generación, el director de cine polaco Andrzej Wajda nos ha dejado cerca de 40 trabajos, de los que yo me quedo con algunos títulos que hay que ver, como Kanal (1957), Cenizas y diamantes (1958), Los brujos inocentes (1960), Cenizas (1965), El bosque de abedules (1970), La tierra de la gran promesa (1975), El director de orquesta (1980) y Crónica de los accidentes amorosos (1986), aunque he de decir que me quedan bastantes por disfrutar, que lógicamente no puedo valorar aún. El realizador tiene la cualidad de dibujar la historia de su país de forma que el espectador se conmueva, a la vez que se informe, por lo que ha logrado convertirse en una eminencia en su patria, además de un director de referencia en el mundo entero.
En el caso que hoy nos ocupa, el director muestra la eliminación sistemática que el gobierno soviético realizó con todo aquel que creía peligroso para sus intereses, casi todos ellos perteneciente a las mas altas esferas de cada campo, entre las que por supuesto están incluidos los oficiales de su ejercito. Pero el realizador no solo da a conocer dichos hechos, sino que también intenta mostrar la forma en que los soviéticos se aprovecharon de las actividades alemanas contra el pueblo judío, para intentar mostrarlos como los culpables de la matanza, ya que mientras ellos entraron en Polonia por el Este, los nazis lo hicieron por el Oeste.
No estamos ante un trabajo fácil de ver, mucho menos de asimilar, ya que el realizador utiliza imágenes de archivo para mostrar en toda su crudeza las evidencias del genocidio, por lo que estamos ante un trabajo enormemente dramático, muy alejado de muchos de los que nos muestran actos cometidos en la segunda guerra mundial. Y como es lógico, mas aún sabiendo que el propio director es hijo de una de las victimas, en la película no se muestra una sola escena bélica, centrándose sola y exclusivamente en las consecuencias del conflicto y no en como este se desarrolló. Esto hace que el tono general de la cinta sea bastante crudo, dejando al espectador con un nudo en la garganta y una sensación de desasosiego difícil de eliminar.