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The Cooler - Wayne Kramer (2003)
* Título original: The Cooler
* Año: 2003
* Duración: 103 min.
* País: Estados Unidos
* Director: Wayne Kramer
* Guión: Wayne Kramer & Frank Hannah
* Música: Mark Isham
* Fotografía: James Whitaker
* Productora: Content Film / Dog Pond Films / Furst Films / Gryphon Films / Visionbox Pictures
* Género: Drama / Thriller
* Reparto: William H. Macy, Alec Baldwin, Maria Bello, Shawn Hatosy, Ron Livingston, Paul Sorvino, Estella Warren, Joey Fatone, Ellen Greene, Tony Longo, Arthur J. Nascarella
¿De verdad existen personas con el poder de aniquilar cualquier atisbo de suerte de un jugador? ¿Existen realmente los gafes? La historia de una de esas personas es lo que nos cuenta Wayne Kramer en este producto de cine independiente made in USA. Una película diferente ambientada en las vegas que nos acerca al mundo de los casinos y nos enseña la vileza del ser humano en estado puro.
Bernie Lootz (William H. Macy) es el tipo más desgraciado de Las Vegas. Todo lo que toca lo arruina, incluyendo su matrimonio y la relación con su hijo. Algunos años antes, Bernie había sido un jugador lleno de deudas, especialmente una muy considerable en el Shangri-la, el casino de Shelly Kaplow (Alec Baldwin). Cuando no pudo pagar, Shelly le salvó la vida, saldando sus cuentas pendientes y lo obligó a trabajar en el Shangri-la hasta que saldara su deuda con él. Cuando Shelly se dio cuenta de que la mala suerte de Bernie era contagiosa, lo convirtió en el «gafe oficial» del casino.
Wayne Kramer, creador de trabajos como 'Cazadores de mentes' (2004), 'La prueba del crimen' (2006) o 'Territorio prohibido' (2009), debutó en la gran pantalla con esta película con aire de cine clásico, en la que consigue contarnos una historia sencilla, llenándola de matices y pequeños detalles, que la enriquecen de una manera ejemplar.
Todo está perfectamente desarrollado, los personajes son diseccionados con la misma habilidad que un cirujano realiza su trabajo, metiendo al espectador en el pellejo de sus protagonistas. El director utiliza la cámara con inteligencia, escondiendo y enseñando lo que realmente resulta de importancia dentro de la historia. La fotografía es correcta y la banda sonora de Mark Isham es sencillamente genial.
Lo único que quizás se le pueda achacar al resultado final, es precisamente eso, su final. Puede parecer excesivamente atropellado, no casando bien del todo con el resto de la película, pero eso ya queda para el gusto de cada aficionado. Habrá a quien le guste y habrá a quien no.