Año - 2011
Duración - 109 min.
País - Canadá
Director - Stephen Kay
Guión - Maninder Chana
Música - Jonathan Goldsmith
Fotografía - Luc Montpellier
Montaje - Tad Seaborn
Producción - Hassain Zaidi
Productora - Access Motion Pictures
Género - Terror
Reparto - Eric Balfour, Deborah Valente, Michael Rooker, Bruce Greenwood, Conrad Coates, Marie-Josée Colburn, Darlene Cooke, Murray Furrow, Tamara Gorski, Rothaford Gray, Darren Hynes, Viv Leacock
Celda 213 es el último trabajo que el director Stephen Kay ha dirigido para la gran pantalla hasta la fecha. Con un guión de Maninder Chana, la fotografía de Luc Montpellier y el protagonismo de Eric Balfour, Deborah Valente, Michael Rooker y Bruce Greenwood, asistimos a un trabajo un tanto irregular como película de terror, pero muy capaz de mantener la atención del espectador durante todo su metraje, gracias a el interés de su historia y el buen hacer de varios de sus protagonistas. Lástima que se pierda en los pequeños detalles, algo que por desgracia suele acompañar al director a lo largo de su carrera.
Sinopsis: Michael Gray (Eric Balfour) es un joven abogado con una meteórica carrera por la que está a punto de ser nombrado socio de su bufete, una oportunidad que no está dispuesto a dejar pasar. Inmerso en el juicio de un importante cliente, que se antoja fundamental para lograr su objetivo, acude a la penitenciaría a visitar a un acusado de la violación y la muerte de una pequeña, teniendo la mala fortuna de que su defendido se suicida ante el, siendo acusado por el guarda de prisiones Ray Clement (Michael Rooker), que se presenta como único testigo. Condenado por dicho crimen, ingresará en la misma prisión donde todo ocurrió, siendo encerrado en la celda 213, la misma donde pasó sus últimos días su cliente.
El director: Stephen Kay es un actor, director y guionista de cine y televisión, nacido en Nueva Zelanda, en 1963. Su carrera puede calificarse como irregular, siendo esto mas un cumplido que un agravio, créanme. Para la gran pantalla ha dirigido trabajos como La última vez que me suicidé (1997), Get Carter (Asesino implacable) (2000), Boogeyman, la puerta del miedo (2005) o Isolation (2010), no alcanzando siquiera el aprobado en ninguna de ellas (en las principales webs de cine). En televisión ocurre algo parecido, habiendo dirigido varios telefilms como La muerte no miente (El fantasma de Nueva Orleans) (2004), BTK Asesino en serie (2005), Justicia para Natalee (2011), El asesino de Craigslist (2011) o La asesina de ojos azules (2012). Quizás sea en su participación en las series The shield: al margen de la ley, Friday Night Lights y Hijos de la Anarquía donde ha obtenido mejores resultados, aunque su participación no ha sido excesivamente extensa.
La película: Ya son varias las ocasiones en las que he pensado que no se ha aprovechado todo lo que se debería un escenario tan propicio para ello como es una prisión, siempre refiriéndome al cine de terror, claro. No se si será una apreciación solo mía, pero me parece un marco inmejorable para desarrollarlas, sobre todo si se trata de terror psicológico, en el que los espacios reducidos y cerrados suelen dar bastante juego, por lo que cuando un amigo me recomendó ver este trabajo y aún conociendo la discreta trayectoria de su director en el género, la idea no me pareció nada mala. Una vez vista, he de decir que como trabajo de terror no consiguió precisamente su objetivo, que no pasé miedo al verla, diciéndolo mas claro, pero si he de reconocer que en ningún momento tuve la tentación de quitarla, haciéndome pasar un entretenido rato ante la pantalla, mucho mas de lo que esperaba en un principio.
Eso si, he de reconocer que su comienzo sembró en mi ciertas dudas, principalmente por lo enrevesado que resulta lo que nos cuenta, pero es algo que no debe ser motivo suficiente para abandonar de buenas a primeras, ya que conforme avanza el metraje, la cosa mejora bastante dejándolo como una simple anécdota. El guión escrito por Maninder Chana (The Boom, Deadline: A Sequential Zombie, Little Terrors), resulta un tanto irregular en algunos momentos, pero tiene la plausible capacidad de crear en el espectador la necesidad de saber la respuesta a las varias preguntas que plantea, algo que sin duda compensa la carencia de mejores diálogos y de algo mas de desarrollo en algunos de sus personajes.