* Título original - Caged
* Año - 1950
* Duración - 96 min.
* País - Estados Unidos
* Director - John Cromwell
* Guión - Virginia Kellogg y Bernard Schoenfeld adaptando la novela de la propia Virginia Kellogg
* Música - Max Steiner
* Fotografía - Carl Guthrie
* Montaje - Owen Marks
* Producción - Jerry Wald
* Productora - Warner Bros. Pictures
* Género - Drama, Drama carcelario
Reparto - Eleanor Parker, Agnes Moorehead, Ellen Corby, Hope Emerson, Betty Garde, Jan Sterling, Lee Patrick, Olive Deering
John Cromwell, uno de esos directores desconocido para muchos, fue el encargado de dirigir este drama carcelario sobre mujeres en los años 50, adaptando una novela de Virginia Kellogg, que participó en la creación del guión. Resulta bastante penoso admitir que tras mas de medio siglo, y con las vueltas que ha dado el mundo, siguen existiendo los mismos problemas que entonces, por lo que el mensaje de la película no solo sigue en vigor, sino que parece que seguirá así.
Sinopsis: Un transporte llega a prisión con las nuevas condenadas, entre las que se encuentra la joven Marie Ellen (Eleanor Parker), de solo 19 años. Ha sido condenada a una pena de 1 a 15 años de reclusión como cómplice en el frustrado atraco a mano armada a una gasolinera, en el que su marido resultó muerto, mientras ella se limitaba a esperarlo en el coche. Tras un examen médico, recibirá además la noticia de que está embarazada, por lo que se derrumba pensando que no podrá cuidar de su hijo y esperando que sea su madre quien lo haga hasta que consiga la libertad.
El director: John Cromwell debutó como actor teatral en el circuito de Broadway de Nueva York con la adaptación de Marian De Forest de la novela 'Mujercitas' (1912). Tras ello dirigió 'The Painted Woman' (1913), que fue un fracaso, interpretó y codirigió con Frank Craven 'Too Many Cooks' (1914), tras la que continuó su idilio en los escenarios en innumerables obras.
No fue hasta 1929 cuando interpretó su primer papel en el cine en 'The Dummy (El pelele)', debutando como director ese mismo año en 'Close Harmony (Jazz band)'. En los cincuenta años que ha estado relacionado con el cine intervino como actor en una decena de trabajos y dirigió un total de 47 largometrajes, casi uno por año. Entre ellos voy a destacar varios: 'Las aventuras de Tom Sawyer' (1930), 'Cautivo del deseo' (1934), 'El lazo sagrado' (1939), 'El hijo de la furia' (1942), 'Desde que te fuiste' (1944), 'Callejón sin salida' (1947) y 'El soborno' (1951).
Cromwell fue presidente del Sindicato de directores de Estados Unidos desde 1944 a 1946, y fue incluido en la lista negra de Hollywood desde 1951 a 1958 por sus simpatías políticas. Finalizó su carrera como actor, siendo elegido por Robert Altman para hacer el papel de Mr. Rose en el film '3 Women' (1977), protagonizada por Shelley Duvall y Sissy Spacek, y el del Obispo Martin en 'A Wedding' (1978), con Desi Arnaz, Jr., Carol Burnett, Geraldine Chaplin, Mia Farrow, Vittorio Gassman y Lillian Gish.
Cromwell se casó cuatro veces. Sus esposas fueron la actriz teatral Alice Lindahl, fallecida a causa de una gripe en 1918, las también actrices Marie Goff y Kay Johnson, de las cuales se divorció, y la actriz Ruth Nelson, con la cual permaneció unido hasta su muerte en 1979 a causa de una embolia pulmonar, cuando tenía 91 años de edad.
La película: El drama carcelario ha permanecido como casi un subgénero dentro del cine desde tiempos inmemoriales. Lógicamente ha dado productos de todo tipo y diferente calidad, pero si que nos ha dejado un buen numero de trabajos inolvidables, entre los que, así a bote pronto, se me vienen a la cabeza 'Papillón', a la que quiero dedicarle un espacio aquí en breve, 'Soy un fugitivo', con la que guarda ciertos paralelismos la que hoy nos ocupa, 'Fuga de Alcatraz', 'Brubaker', 'La milla verde' o 'Cadena perpetua'. Aparte de su enorme calidad, todas ellas tienen un denominador común, el escaso éxito que tienen las políticas penitenciarias a la hora de conseguir la reinserción de los reclusos.
Y 'Sin remisión' no es una excepción en esta regla. En ella John Cromwell realiza una dura crítica al sistema penitenciario estadounidense que, si bien puede parecer menos dura a día de hoy, es perfectamente trasladable a la situación que seguimos viviendo en prácticamente todo el mundo. Su premisa es clara: una joven e inocente protagonista entra en prisión por esperar en el coche a su marido que, ante la dura situación de su familia, decide atracar un establecimiento intentando llevarse la misera cantidad de 40 dolares. Entra una adolescente con la vida prácticamente destrozada y, ¿que sale al acabar su condena?
Hay dos cuestiones que para mi juegan a favor y en contra del resultado final: la primera de ellas es la forma en la que se retrata a las mujeres en la cinta, algo realista hasta cierto punto, ya que jamas se las muestra como en otras películas similares del género, porque aunque haya mentes que no acaben de entender lo que intento transmitir, lo que no quita que no sea verdad, no todas las reclusas son lo que vulgarmente se conoce como machorras, ni todas tienen tendencias lésbicas. De hecho, el director muestra como, en su inmensa mayoría, intentan aferrarse a su feminidad, no comparándolas nunca con presos de género masculino, un error muchas veces cometido en cintas de cárceles femeninas. Lo que ocurre es que lo intenta con tal intensidad que se pasa un poco, no enseñándonos ese otro grupo de presas que si lo son.
La segunda cuestión es la poca crudeza que desprende la cinta en algunos momentos, algo digno de ser alabado por no necesitar de un exceso de dramatismo para mostrar las carencias del sistema, pero que por otro lado resta realismo a la cinta. Dos armas de doble filo que no restan en exceso, pero si que aportan mucho.
Como puntos a destacar están el excelente guión escrito para la ocasión, una costumbre que deberían cuidar mas los que se dedican a ello a día de hoy. La fotografía de Carl Guthrie es otro de los fuertes de este trabajo, recreando a la perfección un clima opresivo y oscuro donde cualquier atisbo de luz es un regalo para las reclusas y el espectador, al igual que el manejo de la cámara que realiza el director, con esos primerísimos planos de las internas y esas tomas generales que nos recuerdan donde estamos de vez en cuando.
Y como no podía ser de otra forma, hay que destacar su magnífico reparto del que sobresalen tres actrices por encima de las demás: Agnes Moorehead, que interpreta a la perfección a Ruth Benton, la directora de la prisión que intenta luchar contra la forma en la que el sistema trata a las reclusas, Hope Emerson, que realiza el papel de Evelyn Harper, la celadora jefe de métodos drásticos carente totalmente de sensibilidad ni un atisbo de compasión, y en el papel protagonista a Eleanor Parker, que interpreta a Marie Allen, la joven tierna e insegura que poco a poco irá madurando por las duras experiencias que le toca vivir, realizando un trabajo magistral que sostiene gran parte del valor de la cinta. La transformación que realiza en escena, aunque algo brusca en su tramo final (algo de lo que ella no tiene culpa), es digna de elogio.
Conclusión: 'Sin remisión' es uno de los mejores ejemplos que conozco que demuestran que no es necesario recurrir al exceso de dramatismo para denunciar ciertas situaciones, en este caso las carencias del sistema penitenciario estadounidense y el de casi todo el mundo por extensión. La forma en la que está dirigida, su excelente fotografía y unas interpretaciones muy buenas, son motivos mas que suficientes para disfrutarla, además de, por desgracia, su infinita vigencia. Cine sin estridencias que consigue lo que busca de una forma sutil y elegante, aunque no por ello menos efectiva. Yo que ustedes no me la perdería.
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