* Año - 1946
* Duración - 110 min.
* País - Estados Unidos
* Director - Charles Vidor
* Guión - Marion Parsonnet (Historia: E.A. Ellington)
* Música - Hugo Friedhofer
* Fotografía - Rudolph Maté
* Montaje - Charles Nelson
* Producción - Virginia Van Upp
* Productora - Columbia Pictures Corporation
* Género - Cine negro. Drama. Romance. Thriller. Película de culto
* Reparto - Rita Hayworth, Glenn Ford, George MacReady, Joseph Calleia, Steven Geray, Rosa Rey, Joseph Sawyer, Gerald Mohr, Mark Roberts, Ludwig Donath, Donald Douglas, Lionel Royce, Saul Martell
Era el año 1946 cuando Charles Vidor estrenaba la adaptación a la gran pantalla de un guión que Marion Parsonnet había realizado sobre una historia de E.A. Ellington. Para ello se contrató a Rita Hayworth y Glenn Ford, dando lugar a una de las historia de amor-odio mas famosas de la historia del cine. Un guante, una bofetada y una Diosa irresistible quedarían para la historia, convirtiendo a su protagonista en la auténtica sex symbol de la primera época de la historia del cine y al largometraje en una película de culto de fama mundial, además de una de las paradas imprescindibles para cualquier cinéfilo que se precie. Así nació la leyenda de Gilda.
Sinopsis: Johnny Farrell (Glenn Ford) es un buscavidas recién llegado a Buenos Aires que sobrevive realizando trampas en el juego. Tras meterse en problemas a las primeras de cambio, es rescatado por Ballin Mundson (George MacReady), un hombre de negocios dueño de un casino con el que comenzará a trabajar hasta llegar a ser su hombre de confianza. Todo cambiará el día que Mundson regrese de un viaje y decida presentarle a su nueva esposa Gilda (Rita Hayworth), una hermosa mujer a la que el conocía ya muy bien.
El director: Charles Vidor fue un cineasta de origen húngaro nacido un 27 de julio de 1900 en Budapest. Estudió ingeniería en la Universidad de Budapest primero, y en la de Berlín después. Fue precisamente en la capital alemana donde tomó contacto con el mundo del cine, trabajando como montador y director asistente para la productora alemana Universum Film AG.
Se trasladó a los Estados Unidos en 1924, donde trabajó en algunos musicales de Broadway, para luego trasladarse a Hollywood, donde empezaría como colaborador del director británico Alexander Korda. En 1931 se le da la oportunidad de dirigir su primer cortometraje, 'The Bridge', iniciando así su contrato con la Metro Goldwyn Mayer. Un año después, codirigiría junto a Charles Brabin su primer largo 'La máscara de Fu Manchú', aunque en los créditos no figurara como tal. En 1933, ya en la MGM, rodaría su primer film en solitario: 'Dama de cabaret'. Su trabajo en esta época cuenta con nueve títulos, entre los que destacan 'Árbol genealógico' (1935) o 'Desconocidos' (1935).
En los años 40 firma con Columbia Pictures, donde nos dejaría algunos de sus mejores trabajos: 'La dama en cuestión' (1940), 'El misterio de Fiske Manor' (1941), 'Se acabó la gasolina' (1942), 'Las modelos' o 'Gilda' (1946). Tras 'Los amores de Carmen' (1948), rompió con la Columbia para volver a la Metro en 1949. De esta época destacan 'El fabuloso Andersen' (1952), 'Rapsodia' (1954), 'Quiéreme o déjame' (1955) y otra de las grandes perlas de su filmografía 'Adiós a las armas' (1957). En 1956, creó su propia productora 'Aurora Productions', aunque 3 años después moría de un ataque al corazón mientras filmaba su película 'Magic Flame', que finalmente acabó George Cukor con el nombre de 'Sueño de amor'.
La película: 'Gilda' es uno de esos casos peculiares que aparecen muy de vez en cuando en el cine. De hecho, no creo que nadie de los que amen este arte os aconseje que no la veáis, aunque la verdad es que en algunos aspectos puede resultar algo sobrevalorada, según para que espectador, y me explico: No cabe ninguna duda de la enorme repercusión que tuvo en su momento, e incluso que puede seguir teniendo, ya que es un trabajo que ha envejecido bastante bien, no ya por el famoso baile y bofetada posterior, que a día de hoy pueden resultar poco relevantes, sino por el tema que en realidad trata la película, esa relación de amor-odio tan característica en los seres humanos.
Pero no es un trabajo redondo, digan lo que digan sus incondicionales, y esto, cuando estamos ante una película de la que tanto se ha hablado y tanto bombo se le ha dado, acaba por notarse aún mas. Esto no quiere decir que no recomiende verla, por el contrario lo hago insistentemente, pero tampoco llego a adivinar las razones de ese 10 que muchos le otorgan de forma inamovible.
Para comenzar quiero hablar de su director, un mago que consiguió agrandar en innumerables ocasiones durante su carrera guiones muy justitos, por no decir bastante malos, además de actores y actrices bastante discretos, gracias a su enorme trabajo. En esta ocasión realiza una dirección brillante, que puede quedar para muchos en un segundo plano por las actuaciones de sus protagonistas, pero que no merece mas que elogios. El manejo que realiza de la cámara es soberbio, siempre en movimiento tras los personajes, siempre mostrando de forma optima lo que el espectador quiere ver. En ello tiene también mucho que ver la brillante fotografía de Rudolph Maté ('La dama de Shanghai', 'Sahara', 'El orgullo de los yanquis', 'Comenzó con Eva' y muchísimas mas), que logra exprimir el blanco y negro para dejarnos imágenes de una belleza increíble.
Su guión ya es otra cosa, ya que aunque no podemos calificarlo de malo, si que resulta bastante irregular en algunos momentos. Mucho tiene que ver la constante improvisación que se hizo con el, algo que también ocurrió en otros clásicos inmortales como 'Lo que el viento se llevó'. El hecho de no estar cerrado al comenzar a rodar tiene sus pros y sus contras, aunque esto no quita que la película nos deje bastantes escenas memorables y unos diálogos realmente brillantes. Su final sin embargo, resulta atropellado y poco estático en relación con el resto del trabajo, aunque esta es mi opinión y puede que vosotros no penséis lo mismo. De todas formas es algo muy habitual en el cine de la época, no siendo la primera vez que me ocurre. Posee una extraña mezcla de géneros que yo calificaría de drama romántico con ciertos tintes de cine negro, aunque realmente no podemos enclavarla en dicho género, al tener varias diferencias con los rasgos característicos del mismo.
En cuanto al reparto, hay que decir que difícilmente encontraremos un trabajo en el que exista tal química entre sus protagonistas. La existente entre la radiante Rita Hayworth y el bueno de Glenn Ford llena la pantalla en cada una de sus apariciones, aunque no es la única a la que me refería. La existente entre Ford y George MacReady es también bastante palpable, habiendo dado lugar a diferentes teorías bastante rocambolescas en las que no voy a entrar. El hecho es que estamos ante uno de los mejores trabajos de Glenn Ford, actor que no se encuentra precisamente entre mis preferidos, pero que aquí realiza una labor excepcional. Rita Hayworth es parte del alma de este trabajo, en el que luce como nunca y el cual la perseguiría el resto de su vida. De hecho llegó a declarar que "Mi desgracia es que los hombres se acuestan con Gilda y se levantan conmigo". Mención especial al trabajo de Steven Geray, en el papel de 'Tío Pío', el filósofo que trabaja en los aseos del casino.
Curiosidades: Dentro de la banda sonora de la película destacan los temas que Gilda interpreta en la película, 'Amado mio' y 'Put the Blame on Mame'. En realidad no es la voz de Rita Hayworth la que escuchamos, sino la de la cantante Anita Ellis. En cuanto a la famosa escena en la que baila con un vestido de raso negro, quitándose sensualmente uno de sus guantes, fue el motivo para que fuera censurada en varios países, entre ellos España. Lógicamente, el efecto que dicha censura consigue es el opuesto al que busca, dándole aún mas notoriedad a la película si cabe. Gilda fue la película elegida para su proyección por Glenn Ford en el homenaje que se le realizó en el Festival de cine de San Sebastián, en 1987.
Conclusión: 'Gilda' es una de esas películas que no puedo mas que recomendaros, no solo por su calidad y las interpretaciones de su reparto, sino por el peso específico que tiene en la historia del cine. Valorarla mejor o peor os lo dejo a vosotros, ya que creo que en el artículo ha quedado clara mi opinión sobre ella. De lo que no me queda ninguna duda, es de que la elegiría mil veces antes que la mayoría de las cintas románticas que nos llegan en la actualidad. Supongo que es una cuestión de gustos, pero la forma en que esta aborda la relación entre sus dos protagonistas absolutos es realmente magistral. No se la pierdan y juzguen por ustedes mismos.
Gilda hizo que me enamorada de Glenn Ford. https://www.facebook.com/tere.llerena.7/media_set?set=a.273269686026252.71721.100000296689991&type=3
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Su estreno en 1947 en Madrid fue el primer escándalo cinematográfico del franquismo. Interpretada por Rita Hayworth, uno de los mitos eróticos de la época junto con Marilyn Monroe y Ava Gardner. Rita protagoniza dos escenas míticas: primero una sugerente interpretación de la canción “Échale la culpa a Mame” (actriz y cantante francesa famosa por quitarse la ropa al final de cada actuación), seguida de un striptease tan explosivo como breve (solo se quita un guante) y después la bofetada que le propinó Glenn Ford, su pareja en el film, aunque en una escena previa ella le había abofeteado a él. La película la hizo tan famosa que su imagen aparecía en la primera de las bombas atómicas que se habían tirado el año anterior en el atolón de las islas Bikini y que dieron nombre al bañador de dos piezas, pues se pensaba que su uso iba a ser “más explosivo que la bomba”. Incluso se enterró en la cordillera de los Andes una copia de la película para que se conservase en caso de un desastre nuclear.
ResponderEliminarRita Hayworth, nombre artístico de Margarita Carmen Cansino, era hija de un humilde bailarín sevillano que emigró a Nueva York, donde ella nació y tuvo que cambiar su nombre y su pelo para quitarse el aspecto latino. Se llegó a casar con Orson Welles y como ella misma decía: “todos los hombres que conozco se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo”.
En Madrid, aunque no llegó a prohibirse, la película causó gran escándalo. En el estreno se tiró un tintero lleno a la pantalla y el diario falangista El Alcázar titulaba al día siguiente “la multitud, indignada, entona el Cara al Sol frente al cartel de Gilda”. Fue considerada “gravemente peligrosa” por la Iglesia Católica que la clasificó para mayores de 21 años. Decía que era la más descarnada muestra de inmoralidad proyectada desde el 1 de abril de 1939 en las pantallas españolas, exigiendo que se tomaran medidas implacables contra la película. Según relata Sara Montiel: “a las chicas de 14 y 15 años nos decían que no la viésemos porque iríamos al infierno”.
El obispo de Canarias amenazó con excomulgar a todos los que la viesen; no era de extrañar, pues antes ya había amenazado igualmente a los curas que iban a ver partidos de fútbol. También organizó que se repartieran panfletos en las puertas de los cines, lo que hacía que el morbo fuera en aumento, con la consiguiente decepción, pues Rita lo único que se quitaba era ¡un guante!, escena que los espectadores recordaron como una de las más eróticas del cine. El arzobispo de Granada prohibió proyectarla a los empresarios, a los fieles presenciarla y a los confesores negarles la absolución a los que la vieran. Su estreno en Málaga al año siguiente causó incidentes con lanzamiento de tinteros contra las taquillas y puertas del cine. Estuvo prohibida durante cinco meses al cabo de los cuales se volvió a estrenar sin mayores consecuencias.
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