Año - 2015
Duración - 92 min.
País - Estados Unidos
Director - Robert Eggers
Guión - Robert Eggers
Música - Mark Korven
Fotografía - Jarin Blaschke
Montaje - Louise Ford
Producción - Chris Columbus, Jay Van Hoy, Jodi Redmond, Daniel Bekerman, Lars Knudsen y Rodrigo Teixeira
Productora - Coproducción USA-Canadá-Reino Unido; A24 / Code Red Productions / Pulse Films / Scythia Films / Rooks Nest / Maiden Voyage Pictures / Mott Street Pictures
Género - Terror, Cine independiente
Reparto - Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings, Bathsheba Garnett, Sarah Stephens, Jeff Smith
Robert Eggers es el responsable del guión y la magnífica dirección, por la que ganó el premio en la categoría de Drama Estadounidense en el Festival de Cine de Sundance 2015, de este producto independiente que nos llega de los Estados Unidos. Terror psicológico filmado con enorme brillantez, donde además destacan la excelente fotografía de Jarin Blaschke, la soberbia puesta en escena y el trabajo de todo el reparto elegido para la ocasión, que no gustará a todos por igual, pero que hará las delicias de los amantes de un "terror" muy diferente al que se suele rodar en la actualidad, con personalidad y señas de identidad propias. La obra de un perfeccionista, algo que teniendo en cuenta que estamos ante un debut, habrá que tener muy en cuenta en el futuro.
Sinopsis: Nueva Inglaterra, 1630. Un matrimonio de colonos cristianos, con cinco hijos, es expulsado de la comunidad en la que viven por discrepancias con los que la dirigen. Tras un largo viaje en carreta se establecen en una tierra desconocida para ellos, frente a un bosque que, según las creencias populares, está dominado por el mal. Pero tras la extraña desaparición de su hijo recién nacido, la familia comienza a intentar dar una explicación lógica a lo sucedido a través de su férreas convicciones religiosas, algo que irá oscureciendo las relaciones entre sus miembros, que se irá agravando conforme se acerca el invierno, las cosechas no acaban de dar sus frutos y diversos fenómenos de difícil explicación continúan sucediendo.
La película: Lo primero que he de decir, es que comprendo perfectamente a todos aquellos que acuden a una sala de cine a ver lo que creen ser una película de terror como las que se suelen rodar en la actualidad y salen muy decepcionados al ver la obra que hoy nos ocupa, The Witch. Los comprendo porque esta es quizás una de las películas que he visto en mucho tiempo que mas se aleja de dicho concepto, de hecho, lo rehuye en todo momento, por lo que el que espera ver uno de esos trabajos donde se suceden los sustos repentinos y las súbitas subidas de volumen están a la orden del día, debe de salir decepcionado y muy aburrido. La bruja podría ser calificada como terror psicológico, algo ya bastante distinto, aunque yo iría incluso unos pasos mas allá y la definiría como un drama psicológico sobre los miedos y temores que han atenazado a los seres humanos a lo largo de la historia y los peligros de los fanatismos religiosos, con ciertos toques de cine fantástico. Es el gran problema de la forma en la que se promociona el cine a día de hoy, que no siempre (casi nunca diría yo) entrega al espectador lo que parece ofrecer, llegando después las lógicas decepciones.
Aclarado esto, he de decir que estamos ante una obra realmente bien llevada a la gran pantalla, que resulta inconcebible ubicar como una opera prima viendo la maestría con la que Robert Eggers consigue sacar partido de una historia bastante simple, que en manos de otro realizador tan poco experimentado como el, e incluso en las de algunos con mucha mayor experiencia, podría ser considerada como menor, e incluso ridícula diría yo, pero que el prometedor realizador consigue convertir en un trabajo de esos que dejan huella, capaz de distanciarse de la inmensa mayoría mostrando un estilo y unas cualidades fácilmente diferenciables. Cine que a pocos dejará indiferentes, que dudo mucho que convenza a una gran franja del público que acude hoy día a las salas, al estar bastante alejado de lo que buscan, pero que será todo un soplo de aire fresco para los que, como yo, creemos que no todo está hecho y que aunque resulte difícil, aún es posible innovar y contar ciertas historias de forma distinta.
Su ritmo es pausado, aunque irá en un constante pero parsimonioso in crescendo, algo que puede llegar a desesperar a los mas impacientes, pero que resulta totalmente necesario en un trabajo que vive de crear atmósferas, sugestionar al espectador y hacerlo partícipe de los miedos de sus protagonistas. Uno de sus grandes logros es su capacidad para hacerlo experimentar la solitaria vida del lugar, de asistir junto a sus personajes a su progresivo deterioro, de palpar de primera mano como todos ellos están totalmente obsesionados con sus creencias religiosas, con las que han sido criados sin ningún tipo de alternativa o elección posible y en las que basan toda su existencia, anteponiendo estas a cualquier tipo de pensamiento racional. Bastante mas rico y complejo que lo que su sencilla historia parece indicar.
Lo consigue realizando un manejo de la cámara que da la sensación al espectador de estar junto a los personajes, además de aprovechar de forma brillante las posibilidades que brinda el imponente escenario natural donde está rodada, en el que el bosque es casi siempre protagonista, directa o indirectamente. La puesta en escena está cuidada al detalle, la fotografía de Jarin Blaschke (Fray, Babygirl, I Believe in Unicorns), para mi hasta hoy un desconocido, es cautivadora y absorbente, regalándonos escenas de gran belleza plástica y mostrando a la vez a los personajes de forma muy cercana y creíble. Destaca también en ella el contraste entre las escenas de exterior y las de interior. El montaje es obra de Louise Ford, mientras que la banda sonora está compuesta por Mark Korven (Cube, The Border, Cruel and Unusual), siendo bastante apropiada y bien utilizada en la película.
El reparto de The Witch es uno de los mas compactos que he tenido la suerte de disfrutar últimamente, algo fundamental en este tipo de productos donde en muchas ocasiones los silencios tienen tanta o mas importancia que los diálogos. Ralph Ineson interpreta a William, el cabeza de familia, un hombre decidido pero sin excesivas habilidades; su esposa Katherine es interpretada por Kate Dickie, una mujer luchadora y con carácter, cuya progresiva transformación es digna de elogio; Anya Taylor-Joy da vida a Thomasin, una hermosa adolescente encorsetada por las férreas normas con las que viven; Harvey Scrimshaw interpreta a Caleb, el segundo mayor tras Thomasin, mientras que los dos pequeños son interpretados por Lucas Dawson como Jonas y Ellie Grainger como Mercy. Todos y cada uno de ellos merecen ser alabados por su trabajo, además de estar magníficamente dirigidos.
Conclusión: The Witches un trabajo de una factura impecable, del que uno duda al instante de que pueda ser una opera prima, pareciendo mas una película de un director con un estilo muy definido a la de un debutante. ¿Su principal problema? Tras triunfar en el Festival de Cine de Sundance fue adquirida por la productora A24 Films que, mirando por lo que mira cualquier empresa, realizó el trailer que podéis ver aquí abajo, que crea unas expectativas en el público muy diferentes a lo que en realidad acaban ofreciendo, por lo que hay muchos que acaban hablando peste de ella. Resumiendo: si te gustan películas del estilo de Insidious o Sinister, por poner dos ejemplos, dudo mucho que esta colme tus expectativas, pero si por el contrario te dejas llevar y "disfrutas" de la historia que nos cuenta Robert Eggers sin ir predispuesto a nada, te sorprenderás con un drama psicológico brillante y de una riqueza, como mencioné antes, mucho mayor de lo que su simple historia parece ofrecer. Muy recomendable.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube
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