Año - 2014
Duración - 106 min.
País - Estados Unidos
Director - Tim Burton
Guión - Scott Alexander, Larry Karaszewski
Música - Danny Elfman
Fotografía - Bruno Delbonnel
Montaje - Joseph C. Bond IV
Producción - Scott Alexander, Tim Burton, Lynette Howell yLarry Karaszewski
Productora - Silverwood Films / Electric City Entertainment / Tim Burton Productions / The Weinstein Company
Género - Drama, Basado en hechos reales
Reparto - Amy Adams, Christoph Waltz, Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily Bruhn, David Milchard, Elisabetta Fantone, Connie Jo Sechrist, James Saito
Web oficial - http://bigeyesfilm.com/
Tim Burton vuelve a sorprender a propios y extraños con su nuevo trabajo, en el que vuelve a aparcar sus aires lúgubres y góticos para contarnos, mediante una explosión de luz y color, la vida de la pintora Margaret Keane. Con un guión de Scott Alexander y Larry Karaszewski, la maravillosa fotografía de Bruno Delbonnel, la banda sonora de Danny Elfman y el protagonismo de Amy Adams y Christoph Waltz, asistiremos a un trabajo que gustará mas o menos, pero que merece la pena disfrutar, aún quedando bastante lejos de las joyas que de vez en cuando nos regala.
Sinopsis: Margaret Keane (Amy Adams) es una esposa que tuvo que abandonar a su marido harta de como la trataba. Con su hija Jane (Delaney Raye) y sin medios económicos se traslada de ciudad e intenta iniciar una nueva vida vendiendo sus pinturas, muy características por ser todas ellas de niñas con los ojos muy grandes. Pero cuando en un mercadillo conoce a Walter Keane (Christoph Waltz), un pintor especializado en paisajes franceses, y se enamora de el, su obra comienza a ser conocida gracias a su habilidad para el marketing. Lo que no imagina son los problemas que este le llegará a causar al querer atribuirse la autoría de los cuadros.
El director: Tim Burton es un director, productor, escritor y diseñador estadounidense nacido en Burbank, California, el 25 de agosto de 1958. Su infancia estuvo caracterizada por la representación, junto a su hermano, de parodias relacionadas con delitos sangrientos (homicidios, asesinatos, etc). Adoraba el cine, en especial el cine fantástico, quedando marcado por una de las primeras películas que vió: Jason y los Argonautas (1963), embelesado por los efectos especiales de Ray Harryhausen y su técnica "stop motion", que usaría mas tarde en alguna de sus películas. Tras concluir sus estudios de bachillerato, ingresó en su segundo año universitario en el Instituto de Artes de California, donde realizó una serie animada bautizada como Stalk of the Celery Monster, trabajo que le dio la oportunidad de ser contratado por los estudios Disney para colaborar en sus próximos filmes y proyectos.
La mayoría de sus películas se han caracterizado por la presencia de mundos imaginarios donde suelen estar presentes elementos góticos y oscuros, cuyos protagonistas suelen ser seres inadaptados y enigmáticos. Este sello de identidad se hace patente en películas como Batman (1989) o Pesadilla antes de Navidad (1993), esta última producida por él mismo. Adquirió gran fama al dirigir exitosos filmes entre los que se encuentran Bitelchús (1988), Eduardo Manostijeras (1990), Ed Wood (1994), Mars Attacks! (1996), Sleepy Hollow (1999), Big Fish (2003), Charlie y la fábrica de chocolate (2005) o Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet (2007).
Desde que dirigió su primer largometraje, La gran aventura de Pee-Wee (1985), ha pasado a dirigir y producir numerosas películas, de las que algunas han sido notablemente premiadas. Sus películas La novia cadáver (2006) y Frankenweenie (2012), fueron candidatas al Óscar a la mejor película de animación. A menudo trabaja con su amigo íntimo Johnny Depp, el músico Danny Elfman y su ex pareja Helena Bonham Carter. El 15 de marzo de 2010 Tim fue distinguido como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. Actualmente trabaja en tres proyectos: Miss Peregrine's Home for Peculiar Children (2016), el remake de la famosa Dumbo (2017) y Bitelchus 2 (2018).
La película: Big eyes tiene un problema bastante grande para la enorme legión de fans que Burton ha ido recopilando a lo largo de su carrera: no parece una película de el, algo que muchos ni respetan, ni valoran, ni entienden. El director parece estar en un momento en el que busca nuevos alicientes en su trabajo, nuevos retos e incluso una nueva forma de hacer cine, algo que ha hecho que sus últimos trabajos no sean muy del agrado de muchos de sus incondicionales, acostumbrados a sus mundos oscuros y sus personajes lúgubres. Y claro, si esperas algo así y te encuentras con un espectáculo iluminado en tonos pastel, no todos quedan satisfechos. Pero eso no significa que estemos ante un mal trabajo, aunque si hay que reconocer que queda lejos de sus mejores obras.
Y es que si echamos la vista atrás en la filmografía de Burton, estamos ante el mejor de sus últimos trabajos, siendo difícil encontrar un punto en el que flaquee claramente. El guión de Scott Alexander y Larry Karaszewski es muy completo, destacando por encima de todo el la construcción de los personajes, además de llevarnos por la historia de forma muy amena. El problema es que la historia es la que es, bastante curiosa pero muy simple, por lo que al ser un biopic, no deja demasiadas opciones para complementarla o enriquecerla. Mucho mas no creo que se pueda hacer.
Visualmente es un trabajo excelente, aunque siempre habrá algún sector al que su luminosidad y colorido no acabe de convertirle. El trabajo del director es magnífico, cuidando al máximo de cada detalle, por insignificante que parezca. Los escenarios están perfectamente confeccionados y los exteriores hábilmente elegidos. Destaca la dirección de actores, algo en lo que se nota la inconfundible mano de Burton, a pesar de que hay que tener en cuenta que dispone de dos actores de lo mejorcito que tenemos en el panorama actual. En el reparto no aparece Jonhy Deep, aunque os parezca increíble.
Otro de los puntos a destacar es la fotografía de Bruno Delbonnel (Largo domingo de noviazgo, Amélie, A propósito de Llewyn Davis), quien repite con el director tras la fácilmente olvidable Sombras tenebrosas (2012). Le imprime al film una indudable elegancia que le hace mucho bien a la película. La banda sonora es responsabilidad de Danny Elfman (El lado bueno de las cosas, Huida a medianoche, Spider-Man), colaborador habitual de Burton en todos sus trabajos desde 1985 (17 colaboraciones ya). En ella interpreta dos temas la cantante y compositora Lana Del Rey: Big Eyes (a mediados de película) y I Can Fly (durante los créditos), además de encontrar varios temas ya existentes de jazz, de gente como Miles Davis, The Lively Ones o Red Garland Trio. La parte compuesta por Elfman recupera la esencia de la música que antes realizaba y que en lo que llevamos de siglo no había vuelto a aparecer. Os la dejo por si os apetece escucharla.
Pero si hay algo que sobresalga por encima de todo en este trabajo, es la labor de sus dos protagonistas. Christoph Waltz interpreta a la perfección a Walter Keane, un buscavidas de esos que dan grima solo de mirarlos, cuya falsedad brilla con luz propia y que tras sus correctos modales esconde un interés y ambición desmedidos, capaz de cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo. Por su parte, Amy Adams da vida a Margaret Keane de forma mas que brillante, siendo su elección para el papel, uno de los grandes aciertos de sus responsables. La fenomenal actriz es capaz de mostrar toda las emociones de su personaje casi sin inmutarse, algo que había demostrado ya en diferentes ocasiones y que aquí vuelve a hacer. El resto del reparto cumple también sobradamente, destacando Delaney Raye, que da vida a Jane, la hija de la pintora de pequeña; Krysten Ritter, que interpreta a DeeAnn, una amiga de Margaret; Terence Stamp como John Canaday, un crítico de arte que no traga a Walter y Jason Schwartzman como Ruben, el dueño de una galería de la ciudad.
Conclusión: Big eyes no es un trabajo que llegue al nivel de Ed Wood, Big Fish o Eduardo manostijera, no os voy a engañar, pero tampoco se puede decir que estemos ante una mala película, por mucho que algunos se empeñen en demostrarlo. Su factura es excelente, sus interpretaciones muy brillantes, su fotografía embelesa como pocas y su banda sonora no está nada mal, a pesar de los dos temas de Lana. Lo único que podemos achacar a este trabajo es lo fácil que resulta olvidar su historia, y esto amigos míos, no es culpa de Tim Burton, al que solo se le podría achacar el hecho de haberla dirigido, algo que no iba a hacer en un principio. Yo les aconsejo que si no la han visto aún, lo hagan sin prejuicios ni comparaciones, la única forma en la que creo que disfrutarán de Big eyes.
Fuentes consultadas: Filmaffinity, Imdb, Wikipedia y Youtube
No hay comentarios:
Publicar un comentario