Pinceladas de cine: Espías desde el cielo (Eye in the Sky)

Espías desde el cielo (Eye in the Sky) - Gavin Hood (2015)

Título original - Eye in the Sky
Año - 2015
Duración - 102 min.
País - Reino Unido
Director - Gavin Hood
Guión - Guy Hibbert
Música - Paul Hepker y Mark Kilian
Fotografía - Haris Zambarloukos
Montaje - Megan Gill
Producción - Ged Doherty, Colin Firth y David Lancaster
Productora - Entertainment One / Raindog Films
Género - Thriller, Bélico
Reparto - Helen Mirren, Alan Rickman, Aaron Paul, Barkhad Abdi, Iain Glen, Phoebe Fox, Carl Beukes, Richard McCabe, Tyrone Keogh, Babou Ceesay, James Alexander, Lex King, Daniel Fox, John Heffernan, Luke Tyler, Jeremy Northam

Gavin Hood es el encargado de llevar a la gran pantalla el guion escrito por Guy Hibbert, un thriller sobre terrorismo y como las nuevas tecnologías han cambiado las reglas del juego. Lo mejor de ella el trabajo de su reparto, con Helen Mirren, Alan Rickman, Aaron Paul y Barkhad Abdi a la cabeza y la banda sonora de Paul Hepker y Mark Kilian. Lástima que su guión resulte un tanto predecible y plantee algunas situaciones poco reales, algo que la hubiera elevado bastante. Fue el último trabajo del lamentablemente desaparecido Alan Rickman, al que echamos mucho de menos.

Sinopsis - La coronel Katherine Powell (Helen Mirren), una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta que busca a un peligroso grupo de terroristas en Nairobi, Kenia. Cuando consiguen localizarlos, se dan cuenta de que están ultimando un gran atentado, por lo que la inicial idea de capturarlos pasa a ser la de eliminarlos y evitar así una masacre. El problema es que la célula está en el interior de un poblado, por lo que es necesario calcular muy bien los posibles daños colaterales entre los numerosos civiles que también la habitan.

El director - Gavin Hood es un actor, director, guionista y productor de cine sudafricano, nacido en Johannesburgo, el 12 de mayo de 1963. Comenzó a dirigir cuando se le encargó hacer varios cortometrajes educativos para el Departamento de Salud de Sudáfrica. Su primer cortometraje comercial fue The Storekeeper (1998).

Su primer largometraje fue Luchar por sobrevivir (1999), interpretado por Gavin Hood, Nigel Hawthorne, Janine Eser y Vusi Kunene, trata acerca de un joven de una región rural en tierras zulú, acusado por el asesinato de un bebé de apenas un año, creyendo que éste estaba poseído por un espíritu demoniaco, el Tikoloshe. Tras ella dirigió una película de aventuras con bandera polaca, W pustyni i w puszczy (2001), que trata sobre dos niños de 15 y 9 años que son secuestrados durante una rebelión en Sudán. Está interpretada por Adam Fidusiewicz, Karolina Sawka y Artur Zmijewski.

Por su siguiente trabajo, Tsotsi (2005), ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa y fue nominado al Globo de Oro. Se trata de un drama social interpretado por Presley Chweneyagae, Terry Pheto, Kenneth Nkosi y Mothusi Magano. Tras ella dio el salto a Hollywood dirigiendo Expediente Anwar (2007), un thriller sobre terrorismo interpretado por Reese Witherspoon, Jake Gyllenhaal, Meryl Streep, Alan Arkin, Peter Sarsgaard, Omar Metwally y J.K. Simmons. Dos años mas tarde fue elegido para dirigir X-Men Orígenes: Lobezno (2009), con Hugh Jackman, Liev Schreiber, Danny Huston y Lynn Collins, entre otros. Tras el telefilm Tough Trade (2010) y dirigir algún episodio de la serie Ex Convictos (2011), dirigió El juego de Ender (2013), un trabajo de ciencia ficción protagonizado por Asa Butterfield, Harrison Ford, Hailee Steinfeld, Ben Kingsley y Viola Davis. Su siguiente trabajo fue Espías desde el cielo (2015), un thriller dramático sobre terrorismo y como ha cambiado la guerra hoy dia. Tiene entre su reparto nombres como Helen Mirren, Alan Rickman, Aaron Paul o Barkhad Abdi. Su último trabajo ha sido Secretos de Estado (2019), un thriller dramático ambientado en la guerra de Irak, basado en hechos reales. Cuenta con nombres como Keira Knightley, Matt Smith, Ralph Fiennes, Matthew Goode y Indira Varma, entre otros.

La película - Que la tecnología ha cambiado nuestras vidas es algo que creo pocos pueden dudar o rebatir. En los últimos tiempos ese cambio ha cogido bastante velocidad, obligando a empresas, instituciones y ciudadanos de a pie a ponerse las pilas y modernizarse o morir. Para colmo, la dichosa pandemia que nos asola ha acabado por acortar dichos tiempos, obligándonos a trabajar o asistir a clase a distancia, dependiendo de un ordenador, una tablet o un teléfono móvil como hasta hace poco ni hubiéramos imaginado. Lógicamente, si esto ha ocurrido en la vida civil, imagínense como ha podido cambiar la militar, teniendo como tienen acceso a tecnología que desde fuera ni imaginamos, pudiendo, por ejemplo, realizar rastreos a distancia que les permiten acceder a sitios donde un batallón lo tendría complicado, e incluso eliminar enemigos sin siquiera poner en peligro a militares a la hora de hacerlo.

El problema es que a la vez que se consigue avanzar en medios, suelen aparecer nuevos problemas, principalmente éticos y morales, que casi siempre pagan los mismos, los civiles inocentes. Eye in the Sky es, para un servidor, mucho mas que una película bélica al uso, consiguiendo mostrarnos a través de una operación llevada a cabo por tres países (Reino Unido, Estados Unidos y Kenia), con el objetivo de desactivar y detener a una célula terrorista que opera en el país africano, como ha cambiado el mundo en general, no solo los enfrentamientos armados. Digo esto porque no solo asistiremos a la operación militar propiamente dicha, sino a como la tecnología ha colocado a los altos cargos políticos en posiciones en las que han de tomar decisiones para las que no siempre están preparados, mostrándonos que dichas decisiones no siempre serán tomadas por el bien común, sino teniendo en cuenta otros factores como la idoneidad de las mismas para el futuro político, si dichas decisiones pueden suponer problemas legales y un largo etcétera que verán si deciden disfrutar la película.

Por todo ello pienso que el guion escrito por Guy Hibbert (Cinco minutos de gloria, Un reino unido, The Russian Bride) posee cierta riqueza, que dicho sea de paso, está plasmada en la pantalla de forma brillante por el realizador Gavin Hood, aunque resulta un tanto previsible y poco creíble en algunos momentos. Consigue poner ante el objetivo a esos terroristas que encuentran preparándose para su siguiente ataque, unos altos mandos militares que tienen claro que hay que eliminarlos cueste lo que cueste, unos políticos de nuestro tiempo, que han de tomar la decisión final mientras asisten a interminables espectáculos perpetrados para salir airosos en las imágenes que llegan a los ciudadanos y, sobre todo, a los pertenecientes a la escala mas básica, que precisamente son los que sufren en sus carnes las consecuencias de todo ello: los soldados que han de apretar el botón que lanzará el arma y, por encima de toso, los civiles que intentan seguir con sus vidas como pueden sin saber lo cerca que están del meollo de la cuestión. Un trabajo con una duración justa, un ritmo adecuado y un tratamiento de la intriga y el suspense correctos. ¿Exceso de dramatismo en ciertos momento? Eso lo dejo a la valoración de cada espectador.

Los apartados técnicos son, como buen producto británico que es, de buen nivel, aunque si he de advertirles de que no encontraremos en ella batallas espectaculares ni nada por el estilo, algo que gustará a unos mas que a otros. La fotografía de Haris Zambarloukos (La huella, Batman Begins, Thor) resulta apropiada con el tono general de la película, pero poco mas. El montaje de Megan Gill (Tsotsi, X-Men orígenes: Lobezno, Los demonios de la noche) cumple igualmente, aunque de forma sobria y sin grandes alardes. En cuanto a la banda sonora, esta fue encargada a Paul Hepker (Expediente Anwar, Secretos de Estado, Tsotsi) y Mark Kilian (Dando la nota, Traidor, Tsotsi). Su trabajo resulta apropiado y, en general, está bien utilizado. Pueden escucharlo mas abajo, justo después del tráiler.

En el reparto elegido para la ocasión reside uno de los grandes aciertos de un trabajo que perdería enormemente sin ellos. A la cabeza del reparto tenemos a Helen Mirren como la coronel Katherine Powell, oficial de inteligencia militar del Reino Unido. Su trabajo es excepcional, como por otra parte ya nos tiene acostumbrados. Junto a ella tenemos al bueno de Alan Rickman como el teniente general Frank Benson, Subjefe del Estado Mayor de la Defensa, en el que es su última aparición en la gran pantalla antes de fallecer; Aaron Paul interpreta al segundo teniente Steve Watts, piloto mq-9 de la USAF, un papel complicado, ya que resulta el menos creíble, al menos para mi; completa el cuarteto principal Barkhad Abdi, que da vida a Jama Farah, un agente encubierto keniano del NIS.

En el resto destacan por parte británica Jeremy Northam como Brian Woodale, Ministro de Estado de Relaciones Exteriores; Iain Glen como James Willett MP, el Secretario de Relaciones Exteriores; Monica Dolan como Angela Northman, subsecretaria de Estado parlamentaria para África; Richard McCabe como Fiscal General George Matherson, John Heffernan como el Mayor Howard Webb, de la División de Servicios Legales del Ejército y Babou Ceesay como sargento Mushtaq Saddiq, oficial de evaluación de riesgos. En el lado estadounidense destacan Phoebe Fox como Carrie Gershon, Gavin Hood como el teniente coronel Ed Walsh, Michael O'Keefe como el secretario de Estado Ken Stanitzke y Laila Robins como Jillian Goldman, Asesora Legal Senior del Consejo de Seguridad Nacional. En el Keniata destacan Vusi Kunene como el mayor Moses Owiti, líder de las Fuerzas Especiales del Ejército keniano, Armaan Haggio como Musa Mo'Allim y Aisha Takow como Alia Mo'Allim, padre e hija.

Conclusión - Espías desde el cielo (Eye in the Sky) es una película correcta, que se beneficia del magnífico reparto del que dispone y consigue mostrarnos como ha cambiado el trabajo de los servicios secretos y las agencias de seguridad con las nuevas tecnologías. Lástima que su guion resulte un tanto descafeinado y falle donde menos debería de fallar, en un dilema moral final que estropea parte de lo conseguido con anterioridad, no porque esté mal filmado o derroche sentimentalismo, sino porque cuanto menos me resulta poco creíble. Dejando eso a un lado, es una buena oportunidad de disfrutar de la brillante Helen Mirren y la última de ver al magnífico Alan Rickman en pantalla. Solo por eso ya merece la pena.